(Emitido a las 8.40)

EMILIANO COTELO:
El Foro de ACDE con el equipo económico del viernes pasado prácticamente no trajo anuncios relevantes en materia de política económica. Si se quiere, la novedad más fuerte desde el punto de vista informativo estuvo en el énfasis con que las autoridades se pararon frente a ciertos temas que están en la agenda pública desde hace ya algunas semanas, por ejemplo el debate sobre el atraso cambiario.

La marcha del dólar, la inflación en dólares y su efecto sobre la competitividad de la producción uruguaya era uno de los asuntos que en lo previo despertaba más expectativa. El equipo económico apareció muy contundente. En principio se dijo que no hay atraso cambiario, en todo caso sí se puede hablar de inflación en dólares que, según el ministro de Economía Danilo Astori, el año pasado fue importante pero este año será mucho menor. Se aclaró que no es un problema exclusivamente uruguayo. Astori dijo que "el mundo atraviesa una coyuntura inédita y muy seria con el dólar devaluándose y un yen sobrevaluado. ¿Qué soluciones podrá tener esa coyuntura lejana a nuestro control? El ajuste fiscal en Estados Unidos y una devaluación en China", dijo Astori.

Mientras tanto acá, ¿qué está ocurriendo? La competitividad se mantiene en términos razonables, es 30% superior a la que había a comienzos de 2002 cuando empezó la crisis financiera.

Entonces, ¿hay que hacer algo? ¿Se puede hacer algo? Parecería que escapa a nuestras posibilidades y que además no es imprescindible, según los integrantes del equipo económico. Propiciar una mayor devaluación sería negativo para los asalariados porque implicaría perder toda esperanza de recuperación del salario real, también sería negativo para la búsqueda de soluciones para los endeudados en dólares, repercutiría de manera crítica en la recuperación  del crédito e incluso afectaría a parte de la producción nacional, la que utiliza insumos importados y vende en el mercado local o la que exporta pero utiliza insumos importados y además está endeudada en dólares.

"Hagamos cuentas y veremos que la solución no es tan sencilla", dijo en un momento del Foro el ministro Astori.

¿Cómo se ve estos pronunciamientos desde el sector de los exportadores? Vamos a averiguarlo en diálogo con Daniel Soldocho, presidente de la Unión de Exportadores.

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Contador Soloducho, ¿con qué impresión salió del Foro de ACDE?

DANIEL SOLODUCHO:
Diría que hay algunas cosas en las que concordamos y otras en las que no. En el tema del atraso cambiario habría que discutir mercado a mercado, uno a otro, y nosotros venimos planteando claramente que el problema que nos preocupa es la inflación en dólares. O sea que en eso estamos de acuerdo: en discutir sobre la inflación en dólares y no sobre el atraso cambiario.

La inflación en dólares ha sido muy alta, viene creciendo y nos ha sacado competitividad. Ese es un dato.

EC – El ministro reconocía que el año pasado había sido importante: 16 a 18%. Pero, aclaró, este año será mucho menor.

DS – Sí, pero se ha acumulado. Para una empresa modificar su competitividad, sus costos o su productividad en esas cifras es prácticamente imposible. Cuando una industria mejora su productividad interna de un año para otro en un 4 o 5% realmente es algo magnífico. Mejorar un 16% es absolutamente imposible.

En el Uruguay hay ciertas cosas que aceptamos y ciertas que no... Por ejemplo todos aceptamos que Uruguay no fija precio pero después cuando nuestros costos suben dicen: "bueno, mejoren su precio". Esto es imposible y por tanto va directamente a los resultados de las empresas.

Hay  un tema en el que no estoy muy de acuerdo y es que tenga algo que ver directamente el valor dólar con el salario real. No sé por qué los ligan diciendo que con un aumento o una diminución del dólar varía el salario real, cuando el salario real se calcula con otras variables totalmente distintas y no influye para nada la devaluación. Entonces, decir que el valor del dólar afecta el salario real, no es verdad. Depende de otros factores: de la inflación, de los salarios nominales, de otros factores.

EC – Usted dice que puede estar de acuerdo con que no hay atraso cambiario pero sigue preocupado con la competitividad de la producción nacional. ¿Esa es su síntesis?

DS – Claro. Las empresas hoy han aumentado enormemente sus costos, cualquier empresa exportadora que usted agarre hoy en día respecto al año pasado tiene aumentados sus costos de mano de obra, de tarifa pública en más de un 20% en dólares en un precio que viene fijado del exterior. Ninguna empresa puede absorber eso. Simplemente basta con ir a ver a la Impositiva los resultados de una empresa exportadora y los márgenes con los que trabaja y se van a dar cuenta que es imposible absorberlo. Entonces, disminuye el crecimiento, tenemos problemas para absorber más empleo. Así se lo planteamos al ministro.

Nosotros estamos preparando un papel de trabajo para el ministro en el que le vamos a plantear distintas alternativas y trataremos de ayudar que es la idea principal.

EC - ¿Ustedes siguen reclamando que desde el gobierno se intervenga en el mercado de cambios?

DS – El gobierno interviene en el mercado de cambios directamente. En junio del año pasado, con letras, se sacó todos los pesos de plaza y así se lo hizo bajar. La masa monetaria influye en el tipo de cambio. Decir que no interviene no es una realidad.

EC – Lo que ha aclarado el gobierno, en este Foro de ACDE del viernes, es que para el equipo económico la cotización del dólar no es una meta. Se afirmó que lo que hay fijada es una meta de inflación y que en función de ellas se procede.

DS – Está bien. Es una decisión política. Fijarnos sólo en la inflación y no en el valor del tipo de cambio es una decisión política. Es muy respetable, yo no digo que el ministro tiene que hacer lo que nosotros decimos, digo cuáles son las consecuencias del problema con el que nos encontramos y trato de ayudar. Eso es lo que estamos tratando de hacer. Estamos de acuerdo, creo que Mujica o cualquier otro cuando plantea un problema de estos es para ayudar, no para plantear problemáticas al gobierno o al ministro de Economía. Todo lo contrario.

EC - ¿Usted coincide con el gobierno en cuanto a que estamos ante un problema que excede las posibilidades de un Estado pequeño como el nuestro? ¿Estamos ante un problema que está caracterizando hoy a la economía internacional?

DS – Cuando estaba el año pasado, estaba igual, era el mismo problema, y estaba a 30. No cambió. ¿Cuál fue el problema que cambió en este último año? ¿Hubo algún cambio radical en algunas de las monedas importantes? Yo no lo vi. Este último año no lo vi. ¿Por qué hoy está a 25 y antes estaba a 30? El euro antes tenía un valor mucho más alto. El euro se debilitó frente al peso uruguayo... Yo no veo el cambio.

EC - ¿Se puede hacer algo sobre el tipo de cambio?

DS – Se puede hacer. De cualquier forma lo que nosotros planteamos simplemente es que hay variables que inciden directamente en los costos. Las exportaciones en Uruguay están dadas en dólares, competimos contra mercados que cotizan en dólares y generalmente cerca del 90% (el Banco Central nunca dio los datos definitivos) de las exportaciones sale en dólares. Y las cuentas de las empresas exportadoras se están complicando mucho, entonces creo que se puede hacer algo. Siempre hablamos de hacerlo lentamente, nadie pide devaluaciones que complican a todo el mundo y tenemos experiencias de lo que pasó. Venimos con una perspectiva de crecimiento importante, con un aumento de las exportaciones importante, con disminución del desempleo. Son todas cosas muy buenas y la idea es seguir haciendo eso.

Hoy las importaciones ya están creciendo, ya hay varios países con los que  tenemos déficit en la balanza comercial. Son temas que preocupan.

EC – El director de la Asosoría Macroeconómica y Financiera del Ministerio de Economía, Fernando Lorenzo, habló de este tema el viernes. En un momento se refirió a la competitividad de la producción uruguaya de bienes y servicios en estos términos:

(Audio)

"FERNANDO LORENZO:
La competitividad está en aquellas cosas que contribuyan a mejorar capacidad y además a mejorar capacidades en relación a capacidades de nuestros competidores, es esencialmente una carrera competitiva, y si es una carrera competitiva la tenemos que jugar sobre cosas sobre las que se pueda competir, y sobre ninguna de las políticas macroeconómicas podemos competir. Podemos asegurar que las políticas serán consistentes, coherentes y asegurarán estabilidad y previsibilidad, pero esta competencia a la que estamos haciendo referencia depende de otras políticas públicas y no necesariamente de las políticas macroeconómicas".

(Fin del audio)

EC – Contador Soloducho, ¿cómo interpretó usted ese comentario?

DS – Creo que hay un pequeño error ahí si usted hace una cuenta muy fácil, como le decía. ¿Qué cambié yo o cualquiera de los exportadores que hoy está un 20% más caro debido al aumento de las tarifas públicas y la mano de obra mientras la productividad de la empresa no cambió? Eso es un efecto directo de las variables macroeconómicas en los costos de las empresas. Entonces, yo no cambié nada, mejoré un poquito, y tengo una inflación en dólares del 20%, ¿no es una variable macroeconómica que hizo cambiar los costos de las empresas y las empresas no tuvieron nada que ver en eso? Ni siquiera tiene nada que ver el salario real ni la situación del obrero de una empresa. Eso no quiere decir que esté mejor o peor, es independiente de ese aumento de costos.

EC - ¿Qué se puede hacer entonces desde el gobierno para mejorar la competitividad?

DS – Bueno, hay varios factores, no uno solo. El tipo de cambio es uno de ellos, es un precio que se fija, es importante y cambia las cuentas de todo el mundo, pero no es el único. Hay una serie de medidas que es lo que le vamos a plantear al ministro.

EC - ¿No puede dar alguna adelanto?

DS – Me gustaría primero planteárselo al ministro, no debería escucharlo por la radio. Me encantaría pero no me parece muy correcto.

EC – A ver, para entender bien. ¿Ustedes no se limitan a pensar en intervenciones en el mercado de cambio?

DS – No sólo. Creo que hay otras medidas que podemos aportar y lo que queremos es ayudar para que al país le vaya bien. Podemos plantear distintas alternativas que le puedan servir al ministro dentro de su plan económico y que pueda hacer que mejore un poco la situación que es muy difícil. Cuando tenemos una inflación en dólares muy alta y los demás países no la tienen, ahí tenemos problemas serios de competitividad. 

EC – Está bien. Otra mejora posible de la competitividad es una rebaja de impuestos, ¿verdad?

DS – Hay muchas, le puedo nombrar 10 en un minuto.

EC - ¿Es compatible una rebaja de impuestos con el apriete fiscal en el que se encuentra este gobierno?

DS – No tiene por qué ser una rebaja de impuestos. Hay prefinanciación de exportaciones, hay devoluciones de impuestos, hay miles de medidas que se pueden tomar, justamente la idea es decidir con qué herramientas quiere trabajar el gobierno, plantearle algunas, ayudar en las que afectan directamente y ver si se puede encontrar un camino en común. Creo que sí.

EC - ¿Cuándo es la reunión con el equipo económico?

DS – Va a ser esta semana. Creo que hoy de tarde vamos a terminar ese papel de trabajo y solicitaremos una reunión con el ministro.

EC – ¿Cómo está la relación con el gobierno?

DS – Muy buena.

EC – Se lo pregunto porque el viernes usted en Punta Cala, en uno de los cortes, usted tuvo una discusión bastante fuerte con el economista Fernando Lorenzo.

DS – No fue fuerte. Creo que como todas las discusiones son importantes y serias. Cualquier que plantea de buena fe algo convencido para mejorar el país, lo hace convencido dando sus argumentos. Creo fue muy correcta la discusión. No quiere que estemos 100% de acuerdo en todo lo que planteamos ni el ministro tiene que hacer todo lo que uno le plantea. Es claro que cada uno plantea su punto de vista y los dos pensando en el bien del país.

EC – En un momento usted le pregunto: "Entonces, ¿ustedes en qué realidades están viviendo?" Lorenzo le contestó: "En la nuestra. ¿O te crees que todo este tiempo estuve viviendo en Alaska?". Eso lo recogió la prensa, estoy mirando El Observador del sábado.

DS – No sé, no había visto que estuviéramos tan rodeados de periodistas como para recogerlo exactamente... Lo que estábamos hablando ahí era directamente la realidad de la empresa en la que yo le decía que si uno hace la cuenta, indirectamente todo lo que está por afuera... Ahí Lorenzo contestó que estaba viviendo acá y que entendía la realidad de la empresa. Yo le decía que tenemos que ver la realidad de cada una de las empresas y analizar quién puede cambiar su productividad un 20% de un año al otro. En esas empresas en un mercado mundial muy competitivo en el cual es muy difícil exportar y se compite contra países de todo el mundo y países que hacen dumping, subvención y todo eso, cambiar los precios prácticamente un 20% es imposible.

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Transcripción y edición: Mauricio Erramuspe