Ancap cierra compra a Venezuela y analiza combustibles alternativos
Ancap cerró la primera compra de crudo a PDVSA en el marco del acuerdo firmado por Chávez y Vázquez. Esta compra deja unos 33.000.000 de dólares disponibles para ser pagados con exportaciones a Venezuela. El presidente del ente, Daniel Martínez, explicó el negocio y confirmó la construcción de una planta para producir alcohol carburante en Bella Unión.
(Emitido a las 9.12)
EMILIANO COTELO:
El petróleo, vaya insumo problemático, y su precio nos tiene preocupados a los uruguayos en especial que somos importadores netos, pero a buena parte del mundo también.
Con ese contexto fue interesante la noticia de la semana pasada. Después de tres años sin adquirir crudo a Venezuela, el Directorio de Ancap resolvió comprar un millón de barriles a PDVSA. Este negocio tiene además la particularidad de que es el primero que se realiza dentro del acuerdo que los presidentes Tabaré Vázquez y Hugo Chávez firmaron a principios de marzo en Montevideo.
¿Qué beneficios tiene para el país la reapertura de este mercado? ¿Estamos ahorrando divisas? Y, al mismo tiempo, ¿qué posibilidades hay de terminar pagando ese crudo con bienes y servicios uruguayos, como prevé el convenio?
Es uno de los temas que vamos a conversar con el presidente del Directorio de Ancap, ingeniero Daniel Martínez.
***
Ingeniero Martínez, la licitación es la modalidad habitual que utiliza Ancap para sus compras de petróleo.
DANIEL MARTÍNEZ:
Digamos que es un llamado de precios; lo que hace Ancap es días antes mandar a una lista de empresas, tanto petroleras como traders, o sea comercializadores internacionales que ya están registrados es condición previa registrarse, tener los antecedentes, estado de cuentas, balances, todo eso que garantiza la seriedad de la empresa que se va a presentar, una invitación con las características esenciales del llamado, tanto en cantidad que siempre es un millón de barriles como en condiciones de pago, etcétera. Se les mandan todos los requerimientos que necesita Ancap, tanto técnicos como financieros, y eso se recibe en una habitación cerrada vía fax, se reciben todas las ofertas y eso se abre simultáneamente hay una comisión bastante numerosa integrada por gerentes, jefaturas y técnicos de diferentes áreas de Ancap, comercial, de logística, refinería, etcétera, se carga en un programa muy complejo que tiene muchos parámetros de evaluación y se termina valorizando el resultado de las ofertas.
Cada oferta, de acuerdo a sus características técnicas ya preestablecidas y como parte de su información, da un resultado en nuestra refinería de determinado porcentaje de derivados tanto de nafta, tanto de gasoil, tanto de queroseno, tanto de nafta de aviación, de fueloil, etcétera que se valoriza, se compara ante la eventualidad de que algún crudo genere un excedente de exportación de algún derivado o un faltante de algún derivado. Por tanto se valoriza en cuanto a la importación con los precios de mercado y eso da cuál es el crudo óptimo para ser comprado.
EC - Ése es el proceso. Es interesante tener una idea de cómo se hace para tomar la decisión; por supuesto creo que no conviene entrar en más detalles. La pregunta es: hace tres años que se no compraba petróleo venezolano...
DM - Exactamente.
EC - ...¿por qué no?
DM - Porque en 2002, con la crisis financiera, Ancap como parte del país entró en una situación bastante difícil, financieramente sumamente delicada, con lo cual comprábamos petróleo a 30 días, que es lo que por norma acepta PDVSA en este tipo de instancias porque una cosa son los convenios país a país, que admiten otro tipo de soluciones, pero si no PDVSA normalmente no entra en ofertas a más de 30 días. En su momento tuvimos que pasar a comprar a 120 días y ahora estamos en 90 porque hemos ido achicando los plazos, pero en la medida que PDVSA no se presentaba a ofertas de más de 30 días, dejó de presentarse. Por lo tanto pasó de ser la principal suministradora a Uruguay de crudo mesa 30, que era el que históricamente comprábamos, a cero durante todos estos años.
EC - ¿Y cómo es que, ahora sí, este llamado se definió a favor de PDVSA?
DM - Justamente, nosotros recibimos la oferta de PDVSA en el marco del convenio, que incluye la cláusula que ustedes conocen: que aparte de que el 75 por ciento se paga a 90 días con eventual intercambio por productos y servicios, el otro 25 se paga con dos años de gracia y después a 15 años de financiación con una tasa de sólo 2 por ciento anual, lo que implica una ventaja financiera.
Lo que hicimos fue: con el resultado del tender, simultáneamente con la oferta de PDVSA, comparar y al ponderar a PDVSA por la ventaja financiera -como decía llevamos la oferta a un resultado económico, porque en definitiva es un ahorro económico- lo ponderamos con los dólares de menos que nos sale por barril menos, gracias a las condiciones favorables de financiación, lo comparamos y de esa forma la de PDVSA por el entorno de 2 millones de dólares total, a la fecha.
EC - O sea que a partir del convenio firmado en el mes de marzo, debido a ese convenio, el precio del petróleo venezolano resultó más conveniente.
DM - Sí, gracias a las condiciones de financiación, porque ese 25 por ciento con dos años de gracias y 15 años de financiación con una tasa muy baja. Fíjese que la Libor está a casi 4 por ciento en este momento, y casi todas las ofertas que tenemos, las mínimas, son Libor más 2,5, y tenemos Libor más 4 y más 5 también en las ofertas. O sea que cualquiera de los financiamientos que tenemos anda en 6,5 o 7 por ciento y la Libor cuando llegó al 2 estuvo en su mínimo histórico, en general las proyecciones dan que va a estar a valores superiores. Por lo tanto un 2 por ciento de interés anual que nos está cobrando PDVSA es una muy buena financiación. Nosotros lo tradujimos haciendo un poco de futurología, obviamente, en cuanto a la evolución del mercado financiero internacional en ahorro actual, cuánto menos nos saldría en definitiva cada barril gracias a esa conveniencia financiera.
EC - Y es en ese cálculo que se obtiene ese ahorro, esa ventaja de 2 millones de dólares, ¿en un paquete de cuánto?
DM - En un millón de barriles. Por lo tanto sería más o menos 2 dólares menos el barril, con lo cual estamos hablando de una ventaja financiera de 4, 4 y algo de dólares por barril. Queda claro que ese crudo sin la ventaja financiera no hubiera ganado, fue en el marco del convenio que pasó a ser ventajoso por ese valor, que es importante.
EC - Usted recordaba recién las características principales del acuerdo firmado con Venezuela a principios de marzo: un 25 por ciento del monto total del negocio puede ser pagado a un plazo de 15 años con dos de gracia.
DM - Exacto; son 17 años en realidad.
EC - Y el restante 75 por ciento se paga en efectivo a un plazo de 90 días, aunque ese monto puede ser canjeable por bienes y servicios con origen en nuestro país.
DM - Exacto.
EC - Veamos esta última parte de la negociación, esta última parte de esta operación en particular. Cuando dentro de 90 días Ancap deposite el dinero que corresponde a ese 75 por ciento de la compra, ¿qué ocurre con esa plata, qué ocurre con esos dólares?
DM - Está el tema cemento, que estamos trabajando fuerte...
EC - Por lo que recuerdo, ese dinero va a un fideicomiso.
DM - Sí, en un principio iría a un fideicomiso que se formaría en Venezuela, pero Ancap haría de eventual agente de retención de eventuales ventas. Por ejemplo, si salen los negocios de cemento, si sale el negocio del asesoramiento de gestión de UTE o de la subsidiaria de UTE, que es Conex, a Cadafe, que es la empresa eléctrica venezolana, o si sale una serie de negocios que están en importante grado de evolución, se les pagaría directamente de esa suma y las contrapartes venezolanas tendrían que pagarle a PDVSA su compra de productos. PDVSA y Ancap harían de intermediarios del negocio, Ancap pagaría acá y en Venezuela las empresas compradoras le comprarían a PDVSA.
EC - Por lo que usted mencionó, lo que está en el horizonte más cercano como posibles ventas uruguayas a Venezuela en el marco de este acuerdo y como parte de la compra de petróleo, es productos o servicios de origen estatal, porque usted habló de cemento de Ancap y de servicios de consultoría de Conex, de UTE.
DM - Exacto. Pero no, cuando yo estuve en Caracas viajó conmigo y se quedó unos días más una delegación de cuatro empresarios de la Cámara Uruguayo-Venezolana de Comercio, y si bien yo obviamente me dediqué bastante más al tema PDVSA, cemento y a algunas entrevistas oficiales a nivel del Ministerio de Relaciones Exteriores, etcétera, ellos tuvieron una nutridísima agenda con organizaciones financieras, de pequeñas y medianas industrias, Cámara de Comercio, estuvieron desarrollando muchísimo todo lo referente a avanzar en la línea de eventuales negocios, y sobre todo a abrir los caminos del comercio, porque no alcanza con firmar acuerdos, después hay que hacer las carreteras que permitan que realmente se concrete la venta de los productos. Eso implica muchas veces conocer el mercado, encontrar los canales financieros para hacerlo, superar barreras arancelarias, sanitarias, de homologación, etcétera.
En eso se ha avanzado muchísimo y también se ha avanzado en algunos negocios concretos; yo comentaba en algún medio el tema del ganado en pie, el tema de tecnología alimentaria, eventualmente el tema de las UPA, que tienen algunas buenas posibilidades, tanto las metalúrgicas como las ecológicas en que se vende la tecnología; ahora salió el tema de Metzen y Sena, que nos alegra mucho porque en el negocio de esa empresa el país y en particular Ancap somos socios porque es la fuente de trabajo de un número importante de gente y es un importante consumidor de gas nuestro. Se ha avanzado muchísimo en muchas áreas. En definitiva estaban todos expectantes de este primer negocio porque habilitaba un negocio financiero muy interesante.
EC - Este primer negocio implica, por ese porcentaje de la compra, 75 por ciento, que es el que va en efectivo y a 90 días, y que es el canjeable por bienes y servicios uruguayos, ¿cuánto dinero?
DM - Va a andar cerca de los 50 millones de dólares puesto acá, con flete incluido, y por lo tanto serían 32,5 millones de dólares.
EC - O esa 32,5, 33 millones es lo que estaría disponible para ser pagado por productos y servicios uruguayos.
DM - Exactamente; lo cual es muchísimo dinero. En los últimos años han variado entre 3 y 20 millones todas las exportaciones a Venezuela.
EC - Ah, ése es un dato bien interesante, bien ilustrativo, usted dice que en este negocio nomás, en esta primera compra de petróleo, se podrían estar habilitando exportaciones por 10 veces lo que se ha vendido en los últimos años...
DM - Con respecto a hace dos años sí, más o menos en ese orden. Habían llegado a puntos muy bajos las exportaciones, por los datos que tenemos del Banco República.
EC - ¿Venezuela tiene la obligación de usar todo ese cupo en compras de bienes y servicios uruguayos?
DM - No, no. Si tú recuerdas, cuando se empezó a discutir esto yo siempre decía un poco gráficamente que no llegó Papá Noel a regalar nada a Uruguay, y los uruguayos tenemos que acostumbrarnos a que tenemos que pelear las cosas. En el comercio es una regla de oro, las cosas hay que trabajarlas para que salgan, y hay que trabajar para tener cantidad, calidad y precios atractivos para la contraparte, porque nadie va a comprar lo que le es más caro. Se habla de una posibilidad muy interesante, es un mercado muy interesante, con buen poder adquisitivo, en algunas áreas con un gobierno que está tratando de desarrollar determinadas políticas que abren posibilidades a nuestro comercio, a nuestros exportadores, pero todo eso implica tener calidad, cantidad y buen precio para atraer a la contraparte.
EC - ¿Cuánto es la próxima compra de petróleo?
DM - Cada 25 o 30 días depende de los stocks estamos comprando crudo.
EC - O sea que si en la próxima compra también la oferta mejor es la venezolana, se estarán sumando otros 30, 32 millones de posibles exportaciones uruguayas.
DM - Exactamente, por eso te digo: ojalá lo logremos. Supongamos que se den cinco o seis de las catorce, quince o dieciséis compras del año: estaríamos hablando de 180 millones de comercio. Ojalá, porque implicaría un aumento de la capacidad exportadora del país y por lo tanto trabajo y valor agregado, producto, para los uruguayos muy importante.
***
EC - Quiero conversar con usted a propósito de otra noticia relacionada con Ancap que surgió la semana pasada, y que tiene algo que ver con la anterior en el sentido de ahorros posibles en los insumos energéticos de nuestro país. Recién nos deteníamos en el petróleo y las perspectivas de ahorro por un lado y de generación de negocios para Uruguay que implica en principio el acuerdo con Venezuela. Ahora me interesa tratar la alternativa de otros combustibles no provenientes del crudo. De esto habló el presidente Tabaré Vázquez el jueves durante el Consejo de Ministros que tuvo lugar en Bella Unión, y respecto de uno de los apoyos que tendría la producción de azúcar, que ahora se va a relanzar desde el gobierno, señalaba:
(Audio)
"TABARÉ VÁZQUEZ:
Al anunciar estas medidas tendientes a reactivar la agroindustria azucarera, informamos también que sobre la base de una creciente producción de caña de azúcar, Ancap, en coordinación con los ministerios más directamente vinculados a esta temática, estudia la posibilidad de producir alcohol carburante".
(Fin.)
EC - ¿Cómo está esta posibilidad? ¿Qué alternativa real es hoy por hoy?
DM - Lo que podemos decir es que el país ha empezado a recorrer el camino que desde hace un tiempo viene recorriendo la mayor parte del mundo, que es avanzar hacia los biocarburantes. Y digo la mayor parte del mundo porque ya tanto en Estados Unidos como en Europa, Brasil, Sudáfrica, ahora la misma Argentina está empezando a recorrer ese camino, se han tomado definiciones similares que implican planes de ir mezclando tanto los biodiesel como el alcohol con gasoil y naftas.
Esto tiene varias implicancias positivas: uno, que para todos los países implica entrar a sustituir un discurso finito en la naturaleza, con un precio que ha crecido muchísimo y que por tanto empieza a justificar avanzar hacia su sustitución por biocarburantes, con mucho menor impacto ambiental, porque las emanaciones que se producen son infinitamente inferiores a las de los hidrocarburos. Y en el caso uruguayo se suma a estos factores el impacto social de generación de trabajo y atender uno de los programas fundamentales que tiene nuestro país, que es la crisis social y de trabajo, sobre todo en algunas áreas muy determinadas.
EC - Suena muy atractivo, suena muy entusiasmante, ¿pero a qué velocidad puede ir este proceso?
DM - Cada país tiene que estudiar sus características y es lo que venimos haciendo desde hace ya un mes y algo. Se formó una comisión interministerial en la que participan los ministerios de Ganadería, Agricultura y Pesca, Transporte y Obras Públicas, Industria y Energía y Economía y Finanzas, más Ancap y la OPP, que está trabajando fuertemente empezando a diagramar diferentes escenarios, diferentes hipótesis, tratando de tener una política de Estado. Esto implica amalgamar los estudios a nivel agropecuario, de áreas, de posibilidades de tener insumos a un precio relativamente estable, la parte impositiva y económica en general a través del Ministerio de Economía y Finanzas y de OPP, y la parte más propiamente industrial, que podría ser el Ministerio de Industrias y Ancap. Lo que venimos tratando de armar es una política país. No tengo tan claro ahora si el insumo que va a recibir Ancap será igual o más caro para mezclarlo que lo que salga la refinación de los hidrocarburos.
EC - ¿Pero ya se sabe que Ancap va a construir esta planta destiladora de caña de azúcar?
DM - Lo que hemos definido es el papel de Ancap en el caso del alcohol como un industrializador de la materia prima, sea el azúcar, sea el sorgo azucarado que complemente, sea lo que los estudios que se vienen realizando marquen como el óptimo de diseño de planta.
EC - ¿Pero ya está tomada la decisión de construir esta planta destiladora de caña de azúcar para producir alcohol carburante?
DM - Está decidido que Ancap va a invertir en este sentido.
EC - Va a invertir 1.800.000 dólares.
DM - Exactamente, con base en los primeros estudios que ha venido realizando esta comisión multidisciplinaria o multiministerial, por decirlo de alguna forma, pero que tiene lo bueno de que piensa con visión de país y no de islas o de chacras separadas, hay un tamaño de planta que más o menos se ha estado averiguando y en el mercado se consigue perfectamente, por decir así "planta de estantería", que es de tamaño estándar y por lo tanto bastante económica, del orden de los 1.800.000 dólares.
EC - Es una planta que se construirá en el año 2006 en Artigas, en las proximidades de Bella Unión.
DM - Sí.
EC - ¿Cuándo va a estar pronta? ¿En 2006, 2007?
DM - 2007, porque hay que tener en cuenta que debemos recorrer los pasos que exige la administración pública, primero terminar de definir el tamaño de planta, el modelo, etcétera, las dimensiones de producción, etcétera, que en parte es en lo que está trabajando la comisión, después avanzar hacia todo lo que es elaboración del pliego, adjudicación, Tribunal de Cuentas, por lo cual creo que antes de 2006 no vamos a estar empezando a construirla. El montaje es relativamente rápido, estamos hablando de seis a ocho meses, así que suponemos que para el año 2007 eventualmente podrá estar produciendo.
EC - Y los volúmenes de producción de esa planta en particular, ¿para qué van a dar? ¿Qué cambio pueden llegar a producir en la ecuación de uso de combustibles?
DM - Se está hablando de un escenario inicial de un 2 por ciento de mezcla en gasoil y naftas globalmente. Es uno de los elementos de diseño más condicionantes, en qué etapa se va haciendo, porque implica el dimensionamiento de la planta, de las áreas agrícolas que se necesitan, etcétera. A nivel general se empieza en una etapa de 1 por ciento, se lleva en período relativamente corto a 2 por ciento y se va avanzando paulatinamente en la mezcla con las naftas y los gasoils.
EC - Puede sonar a muy poco eso de 1 o 2 por ciento. "Esto va para largo", puede pensar el oyente.
DM - No recuerdo exactamente porque varía de país a país, pero hay países que van a llegar al 20 por ciento de las naftas recién en el año 2020, países que empezaron antes que nosotros. Es un tema gradual y paulatino porque implica redireccionamiento de áreas agrícolas, nuevos productos, rotación de plantaciones, desarrollo industrial, la logístico de la mezcla de estos productos, adaptación... Muchas cosas implica.
EC - ¿La producción actual permite satisfacer la demanda que implicaría esta planta o estamos hablando de que la planta de por sí obligará a plantar más?
DM - Por ahora implicaría un plan de ir creciendo el nivel de plantación y aparte la planta se diseñaría para avanzar en las dos primeras etapas. Todo esto lo digo condicionado al resultado de los estudios técnicos, pero implicaría pensar en una planta que permitiera avanzar hacia las dos primeras etapas.
EC - ¿Y en cuanto al biodiesel?
DM - La comisión también está trabajando en eso, es un tema un poco diferente, tenemos que definir bien, sobre todo la parte de la participación de Ancap. Nos queda claro que vamos a ser los que mezclemos el biodiesel con el gasoil proveniente de la destilación de hidrocarburos, pero hoy existen diversas plantas de fabricación de biodiesel y tendremos que ver cómo hacemos.
EC - Sí, por ejemplo la que instaló la Intendencia de Paysandú.
DM - Exactamente, pero hay varios proyectos de inversión, algunos de los cuales están muy avanzados. En Nueva Helvecia hay uno que está recibiendo en los próximos días la prensa, que era lo único que le faltaba; hay diversas iniciativas en este sentido. Queda claro que Ancap controlará la calidad y hará la mezcla, pero hay que diseñar una arquitectura que permita partir de la base de lo que existe y desarrollarlo.
-----------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe