Análisis Económico

El dólar en la región. ¿A qué obedece el descenso del tipo de cambio en Brasil? ¿Qué pasa en Argentina con el tipo de cambio y las compras de dólares del Banco Central? ¿Cómo son las perspectivas para los próximos meses?

Análisis del economista Pablo Rosselli, de Tea, Deloitte & Touche.

(Emitido a las 8.20)

EMILIANO COTELO:
Como ustedes saben, los sectores exportadores de nuestro país han señalado en reiteradas ocasiones su preocupación por el descenso que mostró el tipo de cambio en el último año. Sin embargo, no sólo en Uruguay ha bajado el dólar. En Brasil también se observó un descenso importante que se acentuó en los primeros días de agosto. En Argentina, en cambio, el dólar permanece más o menos estable, algo por debajo de los 2,90 pesos, pero el Banco Central de ese país está comprando fuertes sumas de divisas y la inflación está en niveles altos.

En ese contexto, nos pareció oportuno dedicar nuestro espacio económico de hoy a examinar en detalle lo que está sucediendo con el dólar en nuestros dos países vecinos. ¿Por qué baja en Brasil? ¿Qué sucederá en Argentina? ¿Cómo inciden esas tendencias en nuestro país? El diálogo será con el economista Pablo Rosselli de Tea Deloitte & Touche.

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Pablo, si te parece bien, comencemos con Brasil. ¿A cuánto está el dólar y qué porcentaje de caída acumula en el año?

PABLO ROSSELLI:
Al cierre de la semana pasada, el dólar en Brasil cotizaba a 2,30 reales. Eso supone un descenso de 3,6% en sólo una semana.

Más allá de algunas fluctuaciones que ha mostrado el tipo de cambio a instancias de la crisis política, predomina en definitiva una tendencia declinante. Al cierre de 2004, el tipo de cambio en Brasil estaba a 2,65 reales, lo que quiere decir entonces que en lo que va del año se produjo un descenso del dólar de 13%.

EC - ¿A qué obedece ese descenso del dólar?

PR - En otras oportunidades mencionamos en el programa que en realidad se está observando desde hace algo más de dos años una tendencia de debilitamiento del dólar a nivel mundial. Más allá de que en los últimos meses se produjo un repunte moderado del dólar (por ejemplo, frente al euro), no debemos perder de vista ese contexto.

En el caso de Brasil inciden además algunos aspectos específicos.

EC - ¿Cuáles son esos aspectos específicos?

PR - En primer lugar, el real se encontraba muy subvaluado el año pasado, a pesar de que el dólar en Brasil viene cayendo desde 2002, cuando en medio de una crisis financiera muy importante el dólar se acercó a los cuatro reales.

Con la cotización actual del dólar en Brasil (luego de todo ese descenso registrado desde aquel máximo de 2002), la competitividad bilateral frente a Estados Unidos se ha situado en torno de un promedio histórico de los últimos 30 años. En otras palabras, la caída del dólar en Brasil ocurre a partir de una extraordinaria subvaluación de la moneda brasileña.

EC - ¿Qué otros elementos hay que tener en cuenta?

PR - A pesar del descenso que está mostrando el tipo de cambio, las exportaciones registran un dinamismo extraordinario. Para este año se prevé que alcancen a 110.000 millones de dólares, frente a 55.000 millones en 2000.

EC - ¡Quiere decir, Pablo, que se duplican las exportaciones en sólo 5 años!

PR - Exactamente, Emiliano. Y con ese dinamismo exportador, el superávit comercial cerraría 2005 en torno de 35.000 millones de dólares, cuando en 2000 se observó un déficit comercial de 600 millones de dólares.

Finalmente, Emiliano, tenemos que mencionar también que el otro elemento que ha incidido en esta tendencia es la aplicación de una política monetaria muy restrictiva con el objetivo de bajar la inflación. El Banco Central de Brasil mantiene su tasa Selic, el instrumento clave de la política monetaria, en 19,75% anual. Con una inflación prevista para este año de 5,8%, la tasa real de interés en Brasil es de 13% anual. Esas tasas de interés tan altas han alentado el ingreso de capitales, lo cual repercute en un descenso del tipo de cambio.

De todos modos, importa reiterar que la caída del tipo de cambio ocurre a partir de una subvaluación extraordinaria de la moneda en los años previos y en medio de un auge exportador sin precedentes en los últimos 30 años.

EC - Pasemos a Argentina, Pablo. ¿Cuál es la situación allí?

PR - Al cierre de 2004, el tipo de cambio estaba a tres pesos y el viernes pasado cotizaba a 2,88. Por ahora, el dólar en Argentina sólo bajó 4%.

Quiere decir, entonces, que el descenso del dólar en Argentina ha sido mínimo, pero para eso el Banco Central ha tenido que realizar cuantiosas compras de dólares en el mercado. En lo que va del año, el Banco Central acumuló más de 5.000 millones de dólares en reservas.

EC - Y la semana pasada se realizaron compras récord...

PR - El miércoles, en concreto, el Banco Central hizo compras por un total de 172 millones de dólares.

Lógicamente, esas compras de divisas tienen por objetivo contrarrestar las presiones vendedoras de dólares para evitar que el tipo de cambio baje.

EC - ¿Y a qué obedecen esas presiones vendedoras de dólares en Argentina?

PR - Para explicar esa tendencia, Emiliano, conviene tener en cuenta dos factores.

EC - Veamos cada uno de esos factores.

PR - El primero es el siguiente. Así como en Brasil decíamos que la moneda se encontraba muy subvaluada en 2004, a la misma conclusión llegamos ahora para Argentina. Según nuestros cálculos el tipo de cambio real bilateral con Estados Unidos se encuentra aproximadamente un 30% por encima del promedio de los últimos 25 años. En otras palabras, los precios internos medidos en dólares se encuentran en niveles muy reducidos en Argentina.

EC - ¿Cuál es el segundo factor que hay que considerar?

PR - Bueno, como la economía se encuentra creciendo a muy buen ritmo y la capacidad ociosa que se había generado con la crisis se ha vuelto a utilizar, los sectores de mercado interno comienzan a subir sus precios medidos en dólares (que habían bajado fuertemente con la devaluación).

De hecho, los precios internos medidos en dólares están registrando una tendencia claramente alcista. En concreto, la inflación de los últimos 12 meses fue de 9,6%, en un contexto de caída de 4% del tipo de cambio. Y esa tendencia al alza de los precios internos medidos en dólares parece que no se detendrá. El Banco Central intenta evitar un descenso del tipo de cambio nominal, pero entonces la inflación sube de forma sistemática (los precios suben medidos en pesos). Tengamos presente que en 2003 la inflación nominal había sido de solo 3,7%. En 2004 subió a 6,1% y para 2005 la mayoría de los analistas la sitúa en más de 10%. Con un tipo de cambio que en todos estos años ha estado en tres pesos (y ahora un poco por debajo), vemos que los precios suben fuertemente y de esa manera se genera la inflación en dólares, que responde a un ajuste de precios relativos luego de que la devaluación de 2002 hiciera que los precios se situaran en niveles muy reducidos.

EC - ¿Y cómo inciden esos factores en la presión vendedora de dólares?

PR - Lo que sucede es que el mercado empieza a anticipar que como la inflación continúa subiendo, más tarde o más temprano, el Banco Central deberá dejar de comprar dólares y  apretar su política monetaria para detener la inflación. Si eso efectivamente ocurre, el dólar comenzaría a bajar. Anticipándose a eso, hay agentes que deciden vender dólares ahora y ese cambio de portafolios acentúa las ventas de divisas que se originan por el dinamismo de las exportaciones.

EC - Pablo, hasta aquí el análisis de los hechos. ¿Cuáles son las perspectivas para los próximos meses?

PR - Siempre es difícil hacer proyecciones de tipo de cambio. En el caso de Argentina y pensando en lo que es más relevante para Uruguay, a nuestro juicio se seguirá observando una importante inflación en dólares. La inflación en dólares obedece a un cambio de precios relativos que es inevitable. La política monetaria puede retrasar ese cambio de precios relativos por algún tiempo pero no puede hacerlo en forma permanente. Por eso, estamos observando un aumento de las presiones inflacionarias y un incremento de la oferta de dólares que ocurre a pesar de las restricciones de ingresos de capitales que implementó el Banco Central.

En el caso de Brasil, las perspectivas son más inciertas. Si bien la inflación en dólares que está habiendo en Argentina podría propiciar una nueva caída del tipo de cambio en Brasil, por otro lado el Banco Central podría iniciar una trayectoria de descenso de la tasa Selic que le daría algún sostén al tipo de cambio.

EC - Para terminar, Pablo, ¿cómo incide esta situación en nuestro país?

PR - La caída del tipo de cambio en Brasil hasta ahora nos ha permitido mejorar nuestra capacidad de competencia. Si el dólar permaneciera en Brasil en este nivel, tendríamos los mejores niveles de competitividad desde 1992, superando inclusive los registros del Plan Real.

Como decía recién, en Argentina se terminará observando una inflación en dólares muy importante en el corto o mediano plazo (por ejemplo en los próximos 18 meses), sin que podamos descartar que finalmente el Banco Central deba permitir un descenso del tipo de cambio nominal. Entonces, con Argentina iremos mejorando nuestra capacidad de competencia desde los niveles actuales, que son muy bajos.

Sin embargo, en un marco de inflación en dólares en nuestra región y de mejora de la capacidad de competencia con nuestros dos países vecinos, podríamos observar en nuestro país algunas presiones adicionales para un descenso del tipo de cambio también aquí. Es algo que no podemos descartar porque la evidencia empírica muestra que la inflación en dólares en la región tiende a trasladarse a nuestro país. Eso determinaría cierto descenso de nuestra capacidad de competencia en otros mercados, como Estados Unidos o Europa, a partir de niveles actuales que son razonablemente buenos en el primer caso y muy buenos en el segundo caso.