Análisis Económico

¿Cuáles son las perspectivas de inflación para este año? ¿A qué obedece la cifra tan baja de agosto?

Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Tea Deloitte & Touche.

(Emitido a 8.20)

EMILIANO COTELO:
Como ustedes saben, la inflación en nuestro país está siendo particularmente baja. En concreto, los precios del consumo subieron solamente 0,21% en agosto y acumularon en los últimos doce meses un aumento de 3,42%.

Se trata de un incremento de los precios claramente menor a la meta de inflación fijada por el Banco Central para el conjunto de este año, que es de entre 5,5% y 7,5%. Con estas cifras, la intuición diría que es difícil que se cumpla entonces el objetivo del Banco Central. Y, sin embargo, la encuesta de expectativas de inflación que el Banco Central realiza entre los analistas y que publicó esta semana prevé para este año una suba de precios de 5,95%, esto es dentro del rango objetivo. Con esas cifras un tanto desconcertantes, nos pareció oportuno dedicar nuestro espacio económico de hoy a examinar en detalle el comportamiento de los precios. En seguida, el diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte & Touche.

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Pablo, la inflación de agosto fue particularmente baja. Más allá del error inicial del INE, que informó una inflación prácticamente nula, luego el dato final mostró una suba de sólo 0,21%. ¿Qué sucedió en agosto? Te hago la pregunta porque de hecho los analistas esperaban un registro más alto.

PABLO ROSSELLI:
Es verdad, Emiliano. Según la encuesta de expectativas de inflación que realiza el Banco Central, los analistas esperaban para agosto una inflación bastante más alta, de 0,9%.

Nuestra última proyección para agosto, realizada a mitad de mes, era de 0,7%, un poco más baja que el promedio de la encuesta del Banco Central pero en cualquier caso bastante mayor a la efectivamente observada.

EC - ¿Qué sucedió en agosto, Pablo?

PR - Del análisis por rubro surgen varios descensos de precios. Los más relevantes obedecieron a factores transitorios. Me refiero por ejemplo a una caída de precios en la vestimenta por la liquidación de fin de temporada y a una caída de los precios de las frutas y verduras.

Además de esos factores transitorios, que no son fáciles de proyectar mes a mes, también incidió el descenso del tipo de cambio, que fue de 1,1% en la comparación promedio de agosto frente al promedio de julio.

EC - Más allá del dato puntual de agosto, Pablo, hay una tendencia más permanente de inflación baja. ¿Es así?

PR - Sí, Emiliano.

EC - Entonces, ¿cuáles son los factores que explican esa tendencia más permanente?

PR - Cuando miramos la evolución de los distintos componentes del IPC, observamos que los precios de los llamados bienes transables internacionalmente mostraron en los últimos doce meses un descenso en pesos de 0,7%. Eso, a su vez, se explica por el descenso del tipo de cambio, que fue de casi 16% en los doce meses a agosto. Los precios de esos bienes deberían recoger por un lado las variaciones en el mercado internacional y las variaciones propias del tipo de cambio. En términos generales, en el mundo ha habido una significativa inflación en dólares... Los precios en dólares han subido. Si el tipo de cambio no hubiese bajado en nuestro país, esos precios habrían registrado un incremento significativo medidos en pesos, pero como el dólar bajó, medidos en pesos esos precios registraron una leve caída en los últimos doce meses. En tanto, los precios de los no transables subieron a un ritmo de 5,6% en los últimos doce meses y los precios administrados subieron un poquito más (6,4%).

En síntesis, Emiliano, estamos observando que la inflación en los no transables ha sido relativamente baja (de hecho similar al límite inferior del rango objetivo para 2005) y que los transables internacionalmente no subieron en pesos, sino que por el contrario acusaron una leve caída. Esos dos factores explican los bajos niveles de inflación observados hasta ahora.

EC - Pablo, alguna otra vez tratamos este tema en el programa pero me parece que vale la pena detenernos de nuevo en esto... ¿Cuál es el problema de tener una inflación baja?... Te hago la pregunta porque es más o menos obvio que es malo tener mucha inflación pero quizás algunos oyentes se estén preguntando qué inconvenientes genera tener una inflación más baja que la meta.

PR - Es buena la pregunta, Emiliano. Desde el año pasado el Banco Central anuncia un objetivo de inflación. La idea de ese anuncio es contribuir con los agentes a que nos formemos una expectativa acerca del comportamiento de los precios. Antes de la devaluación de 2002 el gobierno anunciaba una pauta devaluatoria. Ahora, como no quiere asumir compromisos cambiarios, anuncia una meta de inflación. Si los agentes creemos en esos anuncios y luego la inflación resulta menor que la meta, entonces eso quiere decir para las empresas que los costos en términos reales de los contratos en pesos son más altos. Por ejemplo, eso quiere decir que el costo de la mano de obra, que el costo de la energía o de otros insumos, resultó mayor al previsto. Quiere decir también que el costo en términos reales de los créditos en pesos también fue mayor al previsto. Y si los costos son mayores a los previstos, de una manera u otra, eso resiente la actividad económica.

Además, que la inflación sea al final más baja que la meta supone, implícitamente al menos, que la política monetaria fue más restrictiva de lo necesario, lo que implica que la actividad económica se vio en alguna medida afectada por tasas de interés relativamente altas o, su contrapartida, por un tipo de cambio innecesariamente bajo.

EC - Creo que el punto queda claro, Pablo. Con eso en mente, entonces, ¿cuáles son las perspectivas para los próximos meses? A partir de lo sucedido en los últimos meses, ¿no resulta sorprendente que la encuesta de expectativas del Banco Central esté mostrando una inflación tan alta como casi 6% para el cierre de 2005?

PR - Bueno, para que se cumpliera esa previsión de inflación que surge de considerar el promedio de las respuestas, deberíamos tener una inflación mensual de 0,5% o 0,6% en los cuatro meses que faltan para fin de año.

Eso supone un incremento en relación a lo observado en los primeros 8 meses del año, cuando en promedio la inflación fue de 0,45% mensual.

Sin embargo, Emiliano, debemos hacer dos aclaraciones.

EC - ¿Cuáles son esas aclaraciones?

PR - La primera es que el aumento del ritmo inflacionario que se requiere para cerrar el año en torno de 6% no es tan significativo.

Y la segunda es que se debe tener en cuenta que las proyecciones de los analistas seguramente consideran el hecho de que el Banco Central se ha fijado ese objetivo de entre 5,5% y 7,5% para este año.

EC - ¿Cómo es eso, Pablo? ¿A qué estás haciendo referencia?

PR - A lo siguiente, Emiliano. En un régimen de objetivos de inflación, las proyecciones de los analistas deben hacer alguna conjetura en relación a cómo se moverá la política monetaria. A nuestro juicio, por ejemplo, es necesario que la política monetaria sea un poco más flexible para asegurar el cumplimiento del objetivo de inflación.

Entonces, como entendemos que el Banco Central procurará cumplir con ese objetivo de inflación, estamos asumiendo que en los próximos meses se inyectará un poco más de liquidez y que eso, eventualmente, empujará levemente el tipo de cambio... De esa manera, estimamos que podría cumplirse el objetivo de inflación.

EC - ¿Qué proyección de inflación están manejando para el cierre del año?

PR - Nuestra última proyección puntual marca una inflación de 5,7% para este año. Como te decía, ese pronóstico asume cierta flexibilización de la política monetaria pero de todas maneras marca cierto riesgo de incumplimiento de la meta, porque estaríamos muy cerca del límite inferior.