Entrevistas

Lo que dejó la asamblea del FMI y el BM

Este fin de semana terminó el encuentro anual de los gobernadores del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Entrevistado por El Espectador, el director gerente del FMI, Rodrigo de Rato, habló de los desafíos de Uruguay y afirmó que el gobierno de Tabaré Vázquez cuenta con todo el apoyo del organismo. La reunión también dejó varios deberes para las potencias mundiales y los países asiáticos, además de la profunda preocupación por la evolución del precio del petróleo. Contactos con Carlos Pauletti, enviado a Washington.

(Emitido a las 8.50)

EMILIANO COTELO:
Vamos a cerrar esta serie de contactos con nuestro enviado, Carlos Pauletti, quien ha estado siguiendo la reunión anual de gobernadores del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

Ya tuvimos más temprano un primer enfoque contigo a propósito de la aprobación del perdón de la deuda a los países de menor ingreso altamente endeudados. Veamos otras conclusiones que dejaron estas deliberaciones, por ejemplo a propósito de la economía global.

CARLOS PAULETTI:
Confirmando lo que habíamos podido adelantar al comienzo de las reuniones, existe optimismo con respecto a cómo se va a comportar la economía en lo que queda de este año y en el año próximo, pero hay temas que están creciendo muy fuertemente en la preocupación. Un tema que era muy importante y pasó a ser el de mayor preocupación para todos los países y para el FMI y el BM es nada más ni nada menos que el de los precios del petróleo, la volatilidad del mercado del petróleo, que hoy día es visto como de las principales amenazas para ese crecimiento mundial de 4,3 por ciento que se prevé para este año y sobre todo para el año próximo.

EC – El FMI volvió a aumentar su proyección en ese sentido.

CP – Sí, el FMI elabora cada seis meses –entre otros análisis que realiza de los distintos componentes– las distintas variables de la economía mundial, y en este momento tiene los ojos puestos en la evolución de los precios del petróleo, acaba de aumentar su previsión de los precios promedio de 46,50 a 54,23 dólares el barril, es decir ocho dólares más para lo que resta de este año. Pero quizás la suba más grande que prevé el Fondo como promedio sea la del año próximo, ya que su proyección pasa de 43,75 dólares el barril a 61,75 dólares, es decir un aumento de 18 dólares. Incluso señala que a principios de 2005 las posibilidades de que el petróleo West Texas estuviera en diciembre a más de 80 dólares eran de 0 por ciento, mientras que esas posibilidades ahora son de 20 por ciento. Y esto es previo a los dos huracanes que azotaron el Golfo de México, Katrina y Rita, por lo que no sería nada raro que estas previsiones volvieran a aumentar nuevamente en los próximos días.

EC – Brevemente, ¿otros problemas que ve en el horizonte el FMI?

CP – Los desequilibrios entre los países, los famosos desequilibrios de los que hemos hablado durante nuestras presentaciones. Obviamente la falta de ahorro en Estados Unidos, los problemas fiscales; nada menos que Alan Greenspan, el presidente de la Reserva Federal, en una conversación con sus colegas del G-7 advirtió en las últimas horas que Estados Unidos perdió el control de su déficit fiscal y presupuestario, hay falta de ahorro y obviamente falta de inversión. Se señala que Estados Unidos y varios países países, fundamentalmente europeos, incluyendo España, están viviendo una burbuja inmobiliaria y que sus déficit están siendo financiados en términos generales por los países más pobres o en desarrollo, en este caso los asiáticos y los petroleros.

El FMI propuso y los países ricos están analizando las siguientes medidas para superar esos desequilibrios. A Estados Unidos se le planteó que tiene que realizar un nuevo ajuste y una nueva consolidación fiscal para afianzar el ahorro y blindarse ante posibles cambios en el ambiente internacional. En el caso de Asia, de los países que han estado creciendo, algunos de los cuales, como China y la India, tienen un crecimiento muy fuerte y han tenido un tipo de cambio fijo o casi fijo en los últimos tiempos, se les está planteando como medida una mayor flexibilización en los mercados de cambio y dejar flotar sus monedas. En el caso de la zona euro, donde el crecimiento ha sido muy pequeño y se prevé un crecimiento para el año próximo, se sugiere y propone una serie de reformas estructurales, sobre todo en el mercado laboral. Y a Japón se le exigen reformas estructurales más profundas y una consolidación fiscal, entiéndase un nuevo ajuste fiscal.

Como ves, lo de las recetas no es sólo un tema que se nos plantea a los países en desarrollo, sino que se les está planteando a los propios países desarrollados.

EC – Y en cuanto al propio FMI en sí mismo, ¿qué cambios tiene por delante?

CP – El FMI se está planteando a sí mismo –esto fue aprobado tanto por el Comité Financiero como por la propia asamblea antes del cierre de ayer– establecer toda una serie de objetivos de mediano plazo que debe cumplirse con determinados pasos que tienen que comenzar ya el año próximo. Uno de ellos es el cambio en las cuotas de poder de los países dentro del Fondo; tú sabés que hay países, como los asiáticos, Brasil, la India y otros, que tienen un peso relativo muy grande, cuyas economías son grandes más allá de que están en desarrollo, y que han estado planteando –y yo diría presionando– crecientemente la necesidad de tener una cuota mayor en el capital accionario del Fondo. Cuando se habla de esto, obviamente, también se habla de tener mayor poder de voto, porque el voto de cada uno de los países y los grupos de países depende de la parte que tengan en el capital accionario del Fondo. Es un elemento que está sobre la mesa, finalmente se aceptó ponerlo arriba de la mesa y sobre el cual seguramente vamos a escuchar hablar bastante en los próximos tiempos. Va a ser muy difícil llegar a un acuerdo pero el tema está sobre la mesa. Fundamentalmente los países europeos, que tendrán que ver achicados su participación y su poder dentro del Fondo, no van a aceptar así como así esa reducción.

Por otra parte, el Fondo va a realizar una serie de reformas internas para tener una supervisión más efectiva, es decir trabajar mucho más en la previsión de futuras crisis para evitar tener que actuar como bombero apagando los incendios, y va a hacer toda una reorganización de su trabajo basado en un presupuesto prudente de mediano plazo. Éstas son las propuestas que se aprobaron y en las cuales se va a trabajar muy a fondo en los próximos meses dentro del propio FMI.

***

(Emitido a las 7.57)

EMILIANO COTELO:
Carlos, ya culminó la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), ¿no?

CARLOS PAULETTI:
Sí, culminó en las últimas horas.

EC – Y, entre otras cosas, se aprobó el perdón de la deuda para los países pobres, una posibilidad que se venía discutiendo. ¿Cómo es la medida concretamente?

CP – Se aprobó el perdón de la deuda para 18 países muy pobres altamente endeudados; ésa es la categoría en la que se pusieron de acuerdo los países integrantes del FMI y el BM. Precisamente, uno de los problemas era la definición de qué países, qué tipo de países podían ser alcanzados por esta medida, en función de que si se llevaba alguna propuesta del staff del FMI, según se señalaba, el número de países podía haber sido mucho mayor.

EC – Finalmente fueron 18 países. Se trata de: Bolivia, Benin, Burkina Faso, Etiopía, Ghana, Guyana, Honduras, Madagascar, Malí, Mauritania, Senegal, Tanzania, Uganda, Zambia, Mozambique, Nicaragua, Níger y Ruanda.

CP – Exactamente. Incluso en las últimas horas se conversó –y evidentemente va a pasar– la posibilidad de incluir en el total del perdón aprobado por el FMI y el BM 50.000 millones de dólares en deuda y aproximadamente 3.200 millones de dólares de deuda que tienen los países de nuestro hemisferio que entraron en el perdón de la deuda con el Banco Interamericano de Desarrollo.

EC – A partir de esta novedad tú conversaste con Rodrigo de Rato, el director gerente del FMI, vinculando esta decisión con Uruguay. ¿Por qué? ¿Cómo fue esa consulta?

CP – La consulta fue acerca de cierta inquietud que existe –lo constatamos en contactos que hemos hecho con varias delegaciones–, bastante comprensible, en el siguiente sentido: ¿qué mensaje se está dando con esto hacia el futuro a países, como por ejemplo Uruguay que durante 150 años no ha perdido un solo pago de su deuda y sus obligaciones, y otros, como México, Bangladesh, que tampoco han incurrido en impago, en no pagar su deuda y hacen enormes esfuerzos por pagarla? Quizás el mensaje que se esté emitiendo hacia el futuro sea que tal vez el mejor negocio sea no pagar porque luego se consigue un perdón o ir directamente al default, como hizo Argentina.

Ante esta pregunta Rodrigo de Rato nos decía lo siguiente:

(Audio entrevista Rodrigo Rato.)

"CP – Yo le preguntaba hace un rato y quisiera tenerlo en español: Uruguay ha sido un país que se ha roto la espalda por pagar, no ha perdido un pago en 150 años; otros países también.

RODRIGO DE RATO:
Hay muchos países.

CP – México es otro y hay varios.

RR – España es otro, Bangladesh...

CP – Entonces la pregunta que quería hacerle es: ¿no hay un mensaje complicado aquí para los países que han pagado?

RR – No lo creo para nada, la opinión pública mundial entiende perfectamente que hay un número de países, algunos de ellos en América Latina y muchos en África, que tienen un grado de pobreza extrema y que la estrategia de solidaridad mundial que hoy reciben es una ayuda que en parte es directa y en parte se convierte en ayuda a través de la cancelación de la deuda. Es un hecho reconocido y que hace ya tiempo que ha sido un avance de la política de solidaridad internacional.

Por otra parte Uruguay, que se ha enfrentado a situaciones muy difíciles recientemente y ha contado con el apoyo de la comunidad internacional a través del FMI, está haciendo un esfuerzo importante en su propio beneficio, lo cual le va a rendir no sólo credibilidad internacional sino ser un país que se integre en la comunidad internacional, en la que ya está, y reciba inversiones. En ese sentido los desafíos de Uruguay, por suerte para él, no tienen nada que ver con los desafíos de los países más pobres del mundo, sino que son otros, que pueden ser difíciles, que pueden exigir esfuerzos, pero que no se parecen en nada a los desafíos de países con 200 dólares per cápita. Le aseguro a usted, si no los ha visto, que son muy distintos, muy distintos.

EC - ¿Cuáles son los desafíos que usted destaca para Uruguay?

RR – Uruguay tiene un desafío claro de consolidar el esfuerzo que ha hecho en los últimos dos o tres años en su sistema financiero, haciéndolo más sólido; tiene un desafío claramente en su política presupuestaria de conseguir al mismo tiempo una mayor equidad, un mejor sistema tributario y un mejor gasto social; y también reducir la deuda, mantener un ritmo de crecimiento importante. En ese camino en Uruguay se acaba de producir un cambio político, y una de las buenas cosas que hemos visto todos es que independientemente de los programas políticos, que son distintos, hay una concepción de estabilidad macroeconómica común, lo cual lo sitúa en un camino de normalidad junto con las economías más abiertas del mundo, en las que los cambios políticos no producen transformaciones macroeconómicas. Yo he tenido la ocasión de ver al presidente y al ministro de Economía hace poco aquí y creo que el gobierno de Uruguay está haciendo un esfuerzo serio, importante y que desde luego tiene todo nuestro respaldo".

(Fin del audio)

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe