¿El desempleo volvió a subir por encima de 12%? ¿Cuáles son las causas de esa suba? ¿Estamos ante un piso de desocupación elevado?
Análisis del economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte & Touche
Emitido a las 8:20
EMILIANO COTELO (EC): La tasa de desocupación registró una suba en el trimestre móvil junio-agosto, desde 11,8% hasta 12,3%. Se trata de un incremento significativo que se observa en medio de señales de disconformidad con la política laboral desde medios empresariales...
Algunos analistas señalaron que podríamos estar observando un piso para la desocupación, que quedaría -si así fuera- en niveles muy altos... Entonces, pareció oportuno examinar en detalle el comportamiento del mercado de trabajo. ¿A qué obedece la suba del desempleo? ¿Cuáles son las perspectivas para los próximos meses? ¿Estamos ante un "piso" alto de desocupación? ¿Cómo influyen los cambios en relación a la política laboral que ha implementado el nuevo gobierno?
Conversamos con el economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte & Touche. Comencemos con las últimas cifras publicadas por el INE. ¿Por qué subió el desempleo?
PABLO ROSSELLI (PR): Como adelantaste, la tasa de desocupación subió medio punto porcentual, hasta 12,3%, en la comparación junio-agosto, con el trimestre móvil inmediato anterior.
En esa comparación, la desocupación subió en realidad porque hubo más gente buscando trabajo. En junio-agosto, un 58,4% de los mayores de 14 años buscaron empleo, frente a un 57,8% en el trimestre anterior. En tanto, el empleo registró una suba leve en el mismo período, desde 51% hasta 51,2%, de la población mayor de 14 años.
EC: - Esas son cifras para el total del país. ¿Qué sucedió en Montevideo y en el interior?
PR: - En los dos casos aumentó el número de personas buscando trabajo. Pero mientras en Montevideo aumentó el empleo, en el interior se observó una caída de la ocupación.
EC: - Hasta acá, el comentario de las cifras puntuales del trimestre junio-agosto. En cualquier caso, parecería que hace varios meses que el desempleo ha dejado de caer. ¿Qué está sucediendo en el mercado de trabajo?
PR: - La verdad es que el desempleo efectivamente se encuentra relativamente estancado, en torno a un nivel elevado. En concreto, en los últimos seis meses y considerando el total del país, el desempleo ha fluctuado entre un máximo de 12,6% en el trimestre febrero-abril y un mínimo de 11,8% en el trimestre mayo-julio.
Y ese relativo estancamiento del desempleo, en torno de 12% de la población económicamente activa (de los que buscan trabajo), tiene como contrapartida una estabilidad o estancamiento en la ocupación. En los últimos seis meses, el empleo osciló entre un mínimo de 50,9% de la población mayor de 14 años (en marzo-mayo) y un máximo de 51,4% (en abril-junio). Estos niveles de empleo son superiores a los que teníamos un año atrás, pero la tendencia de los últimos meses ha sido de estancamiento de la ocupación.
EC: - ¿Y a qué obedece ese estancamiento de la ocupación? ¿Cuánto incide en esto la política laboral del nuevo gobierno o la caída del tipo de cambio?
PR: - Hay varios elementos a tener en cuenta. En primer lugar, históricamente se ha observado que el empleo crece mucho menos que la actividad económica. Es decir, hace falta que la economía crezca con mucha fuerza para encontrar un incremento significativo del empleo. En la medida que la economía se está desacelerando, luego de la fuerte recuperación de 2003-2004, no debe sorprender que la creación de empleos sea más lenta. Sin embargo, es claro que el desempeño del empleo está por debajo de las expectativas que en general teníamos los analistas privados y también el gobierno.
En segundo lugar, a nuestro juicio, la caída del tipo de cambio no constituye una explicación muy convincente del estancamiento de la ocupación, aunque podría tener alguna incidencia. La economía continúa creciendo, las exportaciones también, y los niveles de competitividad cambiaria del sector exportador (con el dólar actual) son razonablemente buenos, con la clara excepción de la relación con Argentina, que es muy adversa desde 2002.
EC: - ¿Y cómo puede estar jugando el cambio en la política laboral?
PR: - Ese es un factor que a nuestro juicio podría estar explicando, al menos en parte, el estancamiento del empleo. La convocatoria de Consejos de Salarios introdujo probablemente cierta incertidumbre sobre el futuro de las relaciones laborales, lo que también acontece con la discusión del proyecto de ley de fuero sindical. Esa incertidumbre probablemente ha llevado a algunas empresas a postergar la contratación de mano de obra, aceptando eventualmente utilizar una mayor cantidad de horas extras para seguir aumentando la producción.
EC: - ¿Y cuál es la evaluación que en forma preliminar se puede hacer de esta primera ronda de negociaciones en los Consejos de Salarios?
PR: - Hay que tener en cuenta dos aspectos. El primero tiene que ver con los porcentajes de recuperación salarial que se acordaron en los distintos sectores. En general, los acuerdos se ajustaron a la pauta del Poder Ejecutivo, que apuntaba a una suba del salario real promedio anual de entre 2% y 4%. A partir de algunas estimaciones que hemos realizado en Tea Deloitte & Touche, a nuestro juicio ese porcentaje de recuperación salarial no debería poner en duda la continuidad de la recuperación del empleo. A nivel macroeconómico, aunque por supuesto a nivel sectorial puede haber excepciones, esos porcentajes de recuperación resultan sostenibles en función del nivel de actividad y de productividad que se observan actualmente en la economía uruguaya.
EC: - Pero decías que había que considerar dos factores. ¿Cuál es el otro?
PR: - El segundo factor es más incierto y por tanto difícil de evaluar. La negociación colectiva introduce inevitablemente cierta rigidez en las relaciones laborales. En forma concreta, en cada subgrupo se negociaron salarios mínimos por categoría. Para las empresas más pequeñas, que tienen un impacto importante en la demanda de mano de obra, esos salarios mínimos por categoría eventualmente pueden resultar en algunos casos elevados en relación a los niveles de capital que disponen esas empresas y, consiguientemente, elevados también en relación a la productividad del trabajo. Seguramente eso ocurrió a nivel de alguna empresa, pero todavía no estamos en condiciones de evaluar si eso fue algo más extendido.
En cualquier caso, aún si en esta ronda de negociaciones los acuerdos alcanzados a nivel de subgrupos respetaron razonablemente los niveles de productividad prevalecientes entre las empresas de menor eficiencia, podría quedar de todas maneras una incertidumbre sobre las futuras rondas de negociación. Por tanto, no podemos descartar que este cambio en la política laboral esté afectando el empleo, al menos por la vía de alentar una postergación de la contratación de mano de obra.
EC: - ¿Y cómo son las perspectivas para los próximos meses?
PR: - Como prevemos que la economía continúe creciendo en los próximos meses, también prevemos que el empleo retome una trayectoria creciente.
De todas maneras, parecería que deberemos revisar nuestras proyecciones de desocupación al alza. Estábamos previendo un desempleo del orden de 10% para el promedio de 2006. Y hoy eso parece un poco difícil.
EC: - ¿No estaremos ante un piso de desocupación alto, del orden de 12%?
PR: - No es algo que podamos descartar completamente. En la segunda mitad de la década del 90, con la economía creciendo fuertemente, el desempleo prácticamente no bajó nunca de 10%. La recesión del tequila en 1995, que fue muy leve en comparación con la crisis de 2002, nos dejó con un salto de más de un punto porcentual en la desocupación. Es posible entonces que la crisis de 2002 haya provocado un efecto similar.
EC: - ¿Por qué podría pasar eso?
PR: - Algunas personas que perdieron su empleo en los años de la crisis quizás hoy encuentren muy difícil reinsertarse en el mercado de trabajo, porque quizás las empresas pretenden de los nuevos trabajadores un conjunto de habilidades diferentes a las que ofrecen esas personas. Además, en general los empleadores evitan contratar personas que hayan estado desocupadas por mucho tiempo. Esos dos factores hacen que para algunas personas, el desempleo se vuelva un problema estructural, de difícil reversión.
Si estuviésemos ante un piso de desempleo estructural tan alto como 12%, entonces serían necesarias políticas específicas para tratar de generar empleos para ese tipo de personas.
De todas maneras, tenemos que señalar que en la medida que la economía continúe creciendo y considerando los salarios reales actuales, que son muy inferiores a los de los años 90, a nuestro juicio deberíamos observar un incremento de la ocupación y un algún descenso del desempleo, aunque probablemente no se llegue al 10% el año próximo.