El ministro de Economía, Danilo Astori, explicó las bases de la propuesta de reforma tributaria.

El gobierno presentó su reforma clave: la tributaria

Ayer el ministro de Economía, Danilo Astori, presentó las bases para la reforma tributaria. Entre otros cambios, se eliminan 15 impuestos, se introduce el impuesto a la renta personal, además de rebajar y generalizar el IVA. Astori no dudó en catalogar esta reforma como "la más importante, es una de las que le dan personalidad al gobierno".

(Emitido a las 9.09)

EMILIANO COTELO:
Un esquema tributario implica una visión de país, un modelo. Al cambiar la estructura de incentivos es esperable que ello afecte la matriz productiva, la asignación de recursos, la toma de decisiones, en fin. Se promueven unas actividades, se inhiben otras, mientras se busca una mayor eficiencia y una mayor equidad o justicia tributaria.

Por todas esas razones, este es, sin lugar a dudas, el paso más trascendente y, al mismo tiempo, más arriesgado que está dando la nueva administración.

Entonces, ¿cuál es ese modelo de país implícito en el proyecto de reforma tributaria cuyas bases se dieron a conocer ayer? Porque, ojo, se empieza este debate, se abrió una etapa de debate, de discusión de toda la sociedad, porque en opinión del gobierno la reforma "no se puede hacer entre cuatro paredes", según se señaló en el acto de la víspera.

Vamos a tratar de empezar a entender el tema, vamos a aterrizar información, vamos a tratar de aclarar algunas de las primeras dudas que se amontan por parte de la audiencia.

Para eso estamos con el contador Danilo Astori, ministro de Economía.

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Contador Astori, a propósito de lo que yo decía recién en la introducción en cuanto a que en una reforma tributaria hay implícita una reforma del modelo de país, ¿qué puede desarrollar usted? ¿Cuáles son las actividades que se defienden, que se promueven? ¿Cuáles son las que se pretende desalentar con este paso que se da?

DANILO ASTORI:
En principio quiero decir que estoy totalmente de acuerdo en destacar la importancia de esta reforma, para mí teniendo en cuenta este período de gobierno es la más importante de todas, es una de las que le dan personalidad, perfil diferenciador a este gobierno respecto de otros que ha tenido el país y por eso le asignamos tanta relevancia.

Yo preferiría señalar que está caracterizada por sus objetivos. En primer lugar el objetivo de equidad. El sistema tributario actual es muy injusto, está muy separado de la capacidad contributiva de la población. En segundo lugar, el objetivo de eficiencia. El actual sistema es tremendamente complicado y lleno de perforaciones y situaciones excepcionales de todo tipo que lo tornan relativamente caótico.

EC – Cuando dice perforaciones se refiere a exoneraciones.

DA – Me refiero a exoneraciones cuyo nexo causal no se comprende muy bien con objetivos o finalidades que se persiguen en el país. Creo que aquí ha pasado lo mismo que en otras actividades nacionales, ha habido una especie de acumulación por aluvión de situaciones específicas que hoy generan una estructura caótica. Y, finalmente –y lo quiero destacar especialmente–, queremos un sistema que sea coherente con lo que es por muy lejos el principal objetivo económico de este gobierno, que es incrementar la inversión productiva y las condiciones de generación de más y mejor empleo en el país. Por eso el sistema tiene que estar en línea con esta finalidad fundamental, y nosotros creemos que estamos proponiendo lineamientos para un sistema que cumpla con este criterio esencial.

EC – Sobre ese punto podemos hablar más en detalle un poco más tarde. Durante la campaña electoral el Encuentro Progresista dijo en infinitas ocasiones "que paguen más los que tienen más y paguen menos los que tienen menos". ¿En qué se traduce ese espíritu en estas bases de reforma?

DA – Fundamentalmente en la introducción de la renta personal, que debería, en términos de consigna, expresarse en términos de que pagará más el que gana más y pagará menos el que gana menos, cosa que hoy no ocurre con el Impuesto a las Retribuciones Personales, por muchas razones. No ocurre porque sólo pagan impuesto las rentas del trabajo, los salarios, las pasividades, y no ocurre porque prácticamente no existe progresividad en el actual impuesto a la renta personal, paga, por ejemplo, 6 por ciento una cantidad de rentas que difiere muchísimo en su volumen, y por lo tanto entendemos que se trata de un tributo que está muy distanciado de la equidad en cuanto a la capacidad contributiva.

La introducción del impuesto a la renta personal, también largamente anunciada por nuestra fuerza política en la campaña electoral, ahora va a hacerse realidad, a través de esta propuesta, de una manera dual. Digo de una manera dual porque el objetivo de incorporar todas las rentas, no sólo las de salarios y pasividades, nos lleva a plantear, por un lado un impuesto a las rentas del trabajo propiamente dichas, y por otro un impuesto a las rentas personales del capital, que incluyen, por ejemplo, intereses de colocaciones financieras, arrendamientos por propiedades inmobiliarias, regalías, etcétera.

EC – Usted dice que este impuesto es dual porque los dos tipos de renta que acaba de mencionar se gravan de manera diferente, no se suman en una única bolsa para después establecer el tributo que corresponde, sino que hay dos capítulos.

DA – Exactamente, es la terminología que se utiliza en lo tributario para especificar un impuesto de este tipo, en el que las rentas de diferente origen tributan también de una manera específica en función del objetivo que se persigue.

EC – Enseguida vamos a concentrarnos en el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas que, obviamente, despierta mucha curiosidad. Para seguir en un pantallazo, se pretende también eliminar impuestos, 15 impuestos, o sea simplificar la estructura tributaria. Ayer en la conferencia de prensa usted hacía una diferenciación que creo que vale la pena explicar. ¿Cuál es el criterio que se siguió para eliminar estos impuestos? Usted habló de "racionalizar" el esquema.

DA – Claro, hay dos procesos en marcha que conceptualmente son distintos. Por un lado la simplificación, ese es un proceso que conduce a la eliminación de impuestos, a tener un menor número de tributos, más eficaces que los que existen ahora. Y por otro lado la racionalización, que es un concepto distinto, al tiempo que simplificar hay que hacer que el sistema sea consistente internamente, que no se contradiga a sí mismo, que no cubra situaciones que específicamente están introduciendo dificultades, más que ayudas, en los objetivos que se persiguen. Entonces hay dos procesos, simplificar y racionalizar. La racionalización, entre otras cosas, tiende a evitar perforaciones que tornan inconsistente y contradictorio al sistema tributario concebido en su conjunto.

Las decisiones que conducen a la eliminación y a la racionalización tienen diversos fundamentos, por ejemplo el fundamento de la capacidad recaudatoria de los impuestos.

EC – Se eliminan algunos impuestos que al conjunto de la recaudación contribuyen con el 0,22 por ciento.

DA – Exacto, pero complican la vida, créanme que le complican la vida al contribuyente y le complican enormemente la vida a la administración tributaria.

EC – Rinden poco pero requieren papeleo, cálculos, trámites.

DA – Exactamente. Y cuidado, que tenemos que prestar mucha atención no sólo al contenido de esta reforma, sino a la coherencia entre su contenido y la administración tributaria, que es la responsable, en definitiva, de que este sistema no sólo esté bien diseñado sino que funcione correctamente en la práctica. El país ya ha tenido otras experiencias frustrantes en materia de reforma tributaria que en este caso queremos evitar.

Por todos esos motivos se llega a la conclusión de que hay quince impuestos que deben desaparecer ya y un decimosexto que va a desaparecer apenas podamos, porque estamos manejando esta reforma con un sentido dinámico de la responsabilidad fiscal. Si ustedes me permiten, quisiera poner énfasis en esto.

EC – Enseguida. Para los oyentes que no han tenido acceso al documento, detallo rápidamente cuáles son los que se eliminan: el IRP (impuesto a las retribuciones personales), el COFIS, el COSIFI (sistema financiero), IMESA (salud), el Imaba, el IMPEQUE (pequeñas empresas), Impuesto a las comisiones, ITEL (telecomunicaciones), el impuesto a las tarjetas de crédito, a la renta de la industria y el comercio, a la renta agropecuaria, impuesto a los pases de los deportistas, a la compra-venta en remates públicos y a las apuestas en las competencias. En una segunda instancia se quiere eliminar el ICOME (compras de moneda extranjera).

DA – Se quiere eliminar el impuesto a la compra de la moneda extranjera, que tiene una particularidad: sólo lo pagan las empresas públicas.

Pero yo le decía el sentido de responsabilidad fiscal, que en una perspectiva dinámica funciona así: no queremos hacer esta reforma para recaudar más, eso tiene que quedar clarísimo, no es un objetivo de la reforma aumentar la recaudación, los objetivos son los que ya dije: mayor justicia, mayor eficiencia, coherencia con la inversión productiva. Pero tiene que quedar muy claro que tampoco queremos recaudar menos, no queremos perder recaudación con esta reforma. Esta es una parte del enfoque dinámico de la responsabilidad fiscal. La otra parte, que es igualmente fundamental, es que apenas se consolide este sistema y funcione como esperamos que funcione, queremos empezar a reducir la presión tributaria que existe sobre los uruguayos, sobre la producción, sobre el consumo, sobre las condiciones de vida de la gente. Presión tributaria entendida como el cociente entre la recaudación y el Producto Bruto Interno.

EC – En esa línea se produce, además, la rebaja del IVA.

DA – Se produce la rebaja de los impuestos al consumo, que voy a pedir se me permita analizar en conjunto. Hoy el país tiene dos gravámenes que acumulan sus efectos, uno es el IVA y el otro es el COFIS, Contribución al Financiamiento de la Seguridad Social, más conocido por su sigla. Tienen el mismo impacto, sólo que es acumulativo.

La tasa básica del IVA hoy es 23 por ciento que, más 3 puntos de COFIS, lleva a que el uruguayo pague por tasa básica del IVA más de 26 por ciento, no es una mera suma de 23 más 3, porque este sistema tiene una particularidad muy perversa: se paga IVA sobre eel COFIS, o sea se paga IVA, se paga COFIS y se paga IVA sobre el COFIS, por lo tanto la carga es de más de 26 por ciento.

EC – No en todos los productos se suman los dos impuestos.

DA – En casi todos, prácticamente en todos, es absolutamente despreciable la cantidad de bienes y servicios que no tienen esta acumulación. Y en el caso de la tasa mínima ocurre exactamente lo mismo: el uruguayo paga 14 por ciento, más 3 de COFIS, más de 17 por ciento de carga al consumo.

Nuestra propuesta es reducir la tasa básica del IVA a 21 por ciento ahora –ahora voy a explicar por qué digo ahora–, pero con la eliminación del COFIS estamos disminuyendo la carga al consumo por este concepto en 5 puntos, de 26 a 21, de más de 26 a 21. Y en el caso de la tasa mínima del IVA la disminución es aún mayor, porque estamos disminuyendo 7 puntos, de los 17 se paga hoy a 10, teniendo en cuenta la eliminación del COFIS.

Subrayé la palabra "ahora" porque apenas podamos vamos a bajar un punto más en la tasa básica del IVA, llevándolo a 20 en esta primera etapa de este nuevo sistema.

EC – ¡El viejo 20 por ciento del IVA que ya ni nos acordamos cuándo fue! Supimos tener 20 por ciento de IVA.

DA – Supimos tener 20... Pero además, con la supresión del COFIS el impacto sobre el consumo va a ser muy importante. Y el mayor impacto sobre el consumo va a ser sobre el que hace la gente de menores recursos, porque esa gente tiene una gran proporción de su gasto en consumo asignada a bienes de primera necesidad, alimentos, servicios de primera necesidad, que se van a ver afectados positivamente por una rebaja de 7 puntos, que tiene el mismo efecto que un incremento de los ingresos de esas familias.

EC – Pero usted no ha mencionado hasta ahora el hecho de que, paralelamente a esta reducción en las tasas del IVA y la eliminación del COFIS, se produce una generalización del IVA, o sea que productos y servicios que hasta ahora estaban exonerados van a pasar a pagarlo. El oyente puede decir que entonces el beneficio se reduce, ahora va a haber que pagar IVA por el agua, por ejemplo, por el transporte. ¿Qué responde a esa objeción?

DA – Varios comentarios. En primer lugar, el concepto de generalización hay que manejarlo en términos relativos, porque no entran en el nuevo sistema todos los que hoy no pagan, solamente algunos. Porque entendemos que este tipo de generalización, que es relativa, no abarca todo lo que hoy está exonerado, extiende la base de aplicación del IVA de modo de permitirnos hacer la reducción que estamos proponiendo.

En tercer lugar, en algunos casos la implementación del sistema –que aún no está totalmente diseñada– va a conducir a que se cuide mucho el efecto, por ejemplo en el caso del agua. Como dice el documento que ayer presentamos en la página web, el consumo familiar de agua no va a ser incorporado al pago del IVA, se va a establecer un límite en función de los cómputos predominantes de consumo familiar hasta el cual no se pagar IVA.

EC – O sea, una cierta cantidad de metros cúbicos de agua en la factura de OSE no van a tener IVA; de allí para arriba el consumo superior a ese límite sí tributará IVA.

DA – Consumos importantes de agua con fines no familiares van a pagar IVA.

EC - ¿En el caso del transporte?

DA – Nuestros estudios indican, teniendo en cuenta casos como el del transporte, que esta generalización relativa del IVA nos va a permitir que el efecto global sobre el consumo, y en particular sobre el consumo de la gente de menores ingresos, va a ser ampliamente positivo.

EC – Pero ya que mencionamos estos dos efectos, ¿cuánto va a estar gravada el agua potable? ¿A qué tasa del IVA?

DA – A la tasa básica, pero el agua en su utilización importante.

(...)

EC – Entonces tanto el agua como el transporte van a tener 21 por ciento.

DA – Sí, pero el agua en volúmenes importantes de utilización. Y quiero recordar, sobre todo en el caso del transporte, la posibilidad del descuento del IVA, esto es, el impacto del gravamen de IVA a cierto bien o a cierto servicio no tiene que ser tomado al pie de la letra, esto es, aumentará el costo de ese servicio en la misma proporción del impuesto, porque esto permite que las empresas que producen ciertos bienes o generan estos servicios descuenten su IVA, el IVA de compras, con lo cual el efecto neto de IVA pagado e IVA descontado es mucho menor que el que indica la alícuota del impuesto.

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EC – El punto "vedette" de esta reforma tributaria es la introducción del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas. Me gustaría que entremos rápidamente en él. Vamos a dar los criterios generales y después vamos a las preguntas de los oyentes.

DA – El Impuesto a la Renta de las Personas Físicas, que es uno de los capítulos de ese impuesto dual del que estábamos hablando, funciona sobre la incorporación de rentas que hoy no están gravadas, como dijimos al principio. Va a funcionar con en primer lugar una categoría de rentas que están constituidas, por ejemplo por los ingresos del trabajo, allí va a funcionar con tasas progresionales por tramo.

EC – Tasas progresionales, es un término relativamente nuevo.

DA – No, no, en materia tributaria no es nuevo.

EC – Pero la gente no está acostumbrada a escucharlo.

DA – No está acostumbrada y tenemos que explicarlo. A diferencia con el término progresivo, el término progresional obedece a la situación en que la tasa o la alícuota del impuesto se aplica en cada tramo, no a la totalidad del ingreso sino al tramo que está indicado. Antes se tomaba como referencia el salario mínimo nacional, ahora, desde que el salario mínimo nacional empezó a ser reajustado con otro criterio, se toman las bases de prestaciones como base de cálculo. Cinco Bases de Prestaciones y Contribuciones (BPC) representan algo menos de 7.000 pesos, pero pongamos 7.000 para redondear porque creo que la base de prestación está en 1.390 y algo. Hasta 7.000 pesos no se va a pagar impuesto, y luego las alícuotas empiezan a funcionar por tramo, por ejemplo una persona que gane 8.000 pesos va a tributar no por los 8.000 sino sólo por 1.000, esto es, lo que excede a los 7.000, y así siempre, tramo a tramo. Tenemos un primer tramo de 0 a 5 BPC, un segundo de 5 a 10 BPC, un tercero de 10 a 15 BPC, un cuarto de 15 a hasta 100 BPC y luego uno de más de 100 BPC, y las tasas son 0, 10, 15, 20 y 25. En primer lugar se trata de tasas progresionales.

En segundo lugar, se van a gravar, a diferencia de lo que ocurre en la situación actual, los ingresos del trabajo líquidos de aportes jubilatorios personales.

EC – O sea que para hacer la cuenta de en qué franja le caen a uno sus ingresos, si solamente está contando salarios, hay que tomar el nominal menos el aporte a la seguridad social.

DA – No, hay que tomar el nominal para ver en qué franja se cae para el cálculo, y luego el cálculo se realiza tomando el salario efectivo.

EC – Esa precisión es importante.

DA – Es el nominal menos el aporte jubilatorio personal. Quiero destacar la diferencia respecto de la situación actual, en la situación actual el montepío también paga impuesto a las retribuciones personales, en el impuesto a la renta personal no va a pagar impuesto. Y esto es muy importante porque hay aportes jubilatorios personales que a partir de cierto nivel de ingresos son muy importantes.

EC – Volviendo al ejemplo que usted manejaba, supongamos que alguien gana para quedar ubicado en la primera de las franjas, la que paga 10 por ciento, entre 5 y 10 bases de prestaciones y contribuciones. Supongamos que anda en los 8.000 pesos nominales, eso es lo que define que cae en la segunda franja, la primera que tributa. Pero no tributa por 8.000 menos 7.000...

DA – Tributa por 8.000 menos 7.000, que son 1.000 nominales, menos el aporte que corresponde a esos 1.000 pesos de diferencia.

EC – A ese número hay que aplicarle el 10 por ciento para saber cuánto se tributa en esa franja.

DA – En ese caso la tasa es de 10 por ciento.

EC – Si la persona además del salario tiene otros ingresos, supongamos honorarios profesionales, tiene que sumarlos también.

DA – Exactamente, van a pasar a tributar los honorarios profesionales y, naturalmente, en el marco del impuesto dual, todas las rentas del capital, por ejemplo intereses de colocaciones financieras –excepto los títulos públicos, que van a permanecer exonerados–, bonos del tesoro, letras de tesorería, lo cual nos parece elemental en esta fase de tributación que estamos proponiendo. Van a tributar los arrendamientos percibidos, las regalías y otros derechos percibidos como rentas de capital, así que se generalizan las rentas que se toman en cuenta para pagar el impuesto correspondiente, también a diferencia de la situación actual.

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EC – Esto es un resumen de lo principal de la reforma tributaria y una síntesis muy apretada de lo que dispone en especial en cuanto al Impuesto a la Renta de las Personas Físicas.

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EC – Seguimos en entrevista con el ministro de Economía, Danilo Astori, pero ahora incorporando también a los contertulios de los martes: Juan Carlos Doyenart, Adolfo Garcé, Javier de Haedo y Gabriel Papa.

No sé qué preguntas tienen ustedes sobre el Impuesto a la Renta, que era lo que recién venía explicando el ministro. Yo tengo una, de mil que se pueden hacer: ¿qué diferencias implica el impuesto a la renta en cuanto a lo que va a tributar un empleado o un pasivo en comparación con lo que se tributa hoy con el impuesto a las retribuciones personales? ¿Se va a pagar más, se va a pagar menos? ¿En qué casos se paga igual?

DA – Ahí hay un corte que cuando afinemos el análisis vamos a establecer específicamente. Pero hasta cierto nivel de ingresos, partiendo de los tramos más bajos, se va a pagar mucho menos con el nuevo sistema que con el actual, y a partir de ciertos niveles se va a empezar a pagar cada vez más. Probablemente el corte esté ubicado, para hacer una primera aproximación no muy fina, entre los 25.000 y los 30.000 pesos. Entonces en primer lugar a partir de esos niveles la diferencia empieza a ser muy leve y más pesada para el actual sistema que se está proponiendo, y en las franjas más elevadas la diferencia comienza a agrandarse, que es lo que se supone tiene que ocurrir con un impuesto a la renta personal. Esa suerte de progresividad hoy, en el actual impuesto a las retribuciones personales, ha desaparecido por complejo, porque la tasa máxima, que es la de 6 por ciento, castiga con el mismo rigor un sueldo de 30.000 pesos y un sueldo de 500.000, ambos pagan 6 por ciento de Impuesto a las Retribuciones Personales. Esto no ocurre con el impuesto a la renta personal que se está proponiendo, habida cuenta de que se trata de tasas progresionales, esto es, que se aplican por tramos.

EC – Usted hablaba de que el impuesto a la renta de las personas físicas se introduce de manera dual, de una cierta forma se gravan las rentas del trabajo, y de otra las rentas del capital. En especial, entre las rentas del capital que se gravan, están intereses de depósitos, de papeles –salvo los públicos–, regalías, ganancias de capital y similares. Brevemente, en el capítulo intereses de depósitos, ¿cómo es el sistema?

DA – Antes que nada una apreciación general. Las rentas del capital se gravan en forma proporcional con una tasa del 10 por ciento, y me refiero a todas ellas. En el caso de los intereses de los depósitos vamos a introducir una diferencia no poco importante para estimular los depósitos a plazo y en moneda nacional o unidades indexadas, lo cual está en línea con dos tendencias que nos interesa mucho estimular: por un lado la desdolarización de la economía nacional, y por otro la conformación de un mercado de capitales en moneda nacional y a plazos que sean coherentes con nuestro objetivo de estimular la inversión. Por eso los depósitos a más de un año de plazo en moneda nacional o en unidades indexadas, en vez de tributar 10 por ciento van a pagar un 3 por ciento, de acuerdo con esta propuesta, por concepto de impuesto a las rentas del capital.

EC – Recalco que lo que se grava no es el depósito en sí sino los intereses.

DA – Exactamente.

EC – Para cerrar con este tema, una de las opiniones críticas o dudas que han surgido en estas horas dice: entonces esto va a implicar la fuga de los depósitos hacia bancos en el exterior, en un momento en que la banca uruguaya estaba recuperando volumen de depósitos después de la crisis de 2002, con esto se desalienta ese proceso.

DA - Yo pregunto hacia dónde va a ser la fuga, porque en todos los destinos posibles –en América salvo sólo Paraguay– se paga este impuesto, así que supongo que esa elección de nuevos destinos por esta razón no va a tener una importancia significativa.

EC – Ahora sí, vamos a los integrantes de la mesa.

JAVIER DE HAEDO:
Tendría muchas cosas para conversar sobre lo que va a ser el articulado de estas pautas, pero quiero hacer una consulta, una reflexión desde el punto de vista de la contabilidad nacional, de las cuentas nacionales. Tenemos al sector público y al sector privado, el sector público no debería cambiar en las grandes líneas de su resultado con esta reforma, es una reforma que no va a recaudar más impuestos sino que va a recaudar distinto, que no aumenta el gasto público, que no va a cambiar las metas fiscales que están previstas, o sea que desde el punto de vista fiscal esta reforma es neutral.

Vayamos al sector privado. El sector privado tiene dos subsectores, los de mayores ingresos y los de menores ingresos. Los de menores ingresos tienen mayor propensión a consumir, no a ahorrar, van a bajar sus impuestos y los recursos que van a tener los van a consumir. Los de mayores ingresos tienen mayor propensión a ahorrar y menos a consumir, a ellos se les va a cobrar un impuesto a la renta que les va a detraer quizás, no sé si todo, pero una parte sustancial de lo que ahorran, y esos recursos van a ir a los de menores ingresos que los van a consumir. O sea que el sector privado en su conjunto va a ahorrar menos y va a consumir más. A nivel agregado de la economía, entonces, va a subir el consumo, va a bajar el ahorro, por lo tanto, o baja la inversión o vamos a tener un mayor déficit en cuenta corriente.

DA – Yo no comparto este razonamiento, porque estamos perdiendo de vista que –a nuestro juicio, al menos– va a haber importantes estímulos para la inversión en el funcionamiento del Impuesto a la Renta Empresarial, que no es el que estábamos analizando ahora, estábamos analizando el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas. El Impuesto a la Renta Empresarial es el que sustituye al actual Impuesto a la Renta de Industria y Comercio, ahí no sólo vamos a bajar 5 puntos la alícuota del impuesto –actualmente está en 30 y proponemos que sea 25–, sino que vamos a ampliar el período de reserva de los bienes de activo fijo que pueden ser objeto de estímulos a la reinversión, ampliar el número y la calidad de bienes de activo fijo que pueden ser objeto de estímulo a la reinversión, llevar a cinco años la posibilidad de descontar pérdidas de ejercicios anteriores. Todos estos son estímulos importantes a la inversión, esto es, al ahorro.

En pocas palabras: los dividendos o las utilidades destinados a la reinversión van a tener un tratamiento fiscal favorable. Pero además hay que agregar a esto los beneficios que ya están establecidos, en vigencia, de la ley de inversiones de 1998, que van a estar en línea con el funcionamiento de esta reforma tributaria y a mi juicio van a ser más eficaces que hasta ahora en su aplicación, no en su diseño; el diseño ya está hecho.

Así que nosotros esperamos que esta reforma sea coherente con el objetivo de lograr mayores niveles de inversión productiva en el país.

GABRIEL PAPA:
Me interesa ahondar en el tema del vínculo entre la propuesta de reforma tributaria y la estrategia de especialización productiva que se planteó durante la campaña electoral y que plantea este gobierno. ¿En qué medida, tanto en el aspecto de la eliminación de exoneraciones tributarias como en este nuevo esquema que tiene que ver con la renta empresarial, se vincula esta propuesta tributaria con la estrategia de especialización productiva?

DA – La estrategia de especialización productiva no está vinculada con la reforma tributaria específicamente considerada. Dicho en otras palabras, no estamos incluyendo en la propuesta beneficios especiales para tal o cual sector. Es más, creemos que un buen sistema tributario tiene que empezar a revisar el importante número de perforaciones que tiene el actual sistema y las excepciones vinculadas a situaciones especiales que no están muy claras, que se vinieron acumulando aluvionalmente en el país con poco fundamento y que tornan inefectivo o ineficiente el funcionamiento de todo el sistema.

JDH – Y las rentas afectadas también.

DA – Por ejemplo. Es un criterio de renovación presupuestal que queremos poner en práctica.

JDH – Se van a cambiar por créditos presupuestales explícitos.

DA – Queremos empezar a eliminar las rentas de afectación especial, y de hecho ya lo estamos empezando a hacer en este presupuesto, que los recursos vayan a la tesorería y que la tesorería diga: "Bueno, señor, el país está gastando tanto en tal cosa", y que los uruguayos sepan.

EC – Que los subsidios sean explícitos.

DA – Claro, porque las rentas de afectación especial tienen un doble efecto: primero, no sabemos cuánto recaudamos; segundo, no sabemos cuánto gastamos, le dedicamos a tal gasto tal impuesto, y nos quedamos sin saber.

Vuelvo a la pregunta. La estrategia de especialización productiva radica en la propia potencialidad de ventajas competitivas que tienen las actividades que se vienen desarrollando en el país y que nosotros tenemos que salvaguardar y apoyar por la vía de tener, entre otras cosas, un sistema tributario transparente que le permita saber a la gente cuánto contribuye cada uno y hacia dónde van los recursos. Los pilares de esa estrategia están cantados en el Uruguay de hoy y tienen que ver con la agroindustria alimenticia, con el complejo forestal industrial, con una gama de servicios que hace centro en los transportes, las comunicaciones, los servicios portuarios, el turismo y las actividades conexas, y los sectores de producción "inteligente", que son tecnologías de la información y ahora, con la instalación del Pasteur en Uruguay y una tecnología que tuve la suerte de percibir con mis ojos en París hace pocos días, Uruguay pasa a niveles de primer mundo en materia de investigación biológica, con consecuencias importantes no sólo en la calidad de vida de la gente sino en la producción, concretamente en la producción primaria. Viene por ahí la estrategia de especialización productiva, no porque el gobernante señale con el dedo "esta va a ser la especialización del país", sino porque Uruguay tiene condiciones y masa crítica para eso y es el papel del gobierno empezar a limpiar el terreno para que eso funcione claramente.

EC – Vamos a completar la rueda con una pregunta de Juan Carlos y una de Fito.

JUAN CARLOS DOYENART:
La impresión general que a uno le da una primera lectura de esto, sin ser técnico especialista, es que acá viene la reforma importante de este gobierno.

DA – Yo creo lo mismo, creo que es "la" más importante.

JCD – Pero mi preocupación apunta a esto, esa primera impresión también me lleva a pensar si esta reforma impositiva no está castigando a las clases medias uruguayas. Los sectores menos favorecidos de la sociedad, los que vuelcan todos sus recursos al consumo salen favorecidos claramente con esta reforma y son un porcentaje muy amplio de la población; los sectores de mayores ingresos, los que están en el otro extremo, son los que tienen más posibilidades de evadir; sin embargo la clase media, aquel que tiene un pequeño capital que puede ahorrar, me da la impresión de que este sistema lo perjudica, le cambia lo que venían siendo las reglas de juego para él hasta el momento.

DA – No es esa nuestra percepción ni nuestra intención. El concepto de clase media es muy amplio, creemos que Uruguay necesita impulsar una nueva cultura tributaria, una nueva cultura tributaria orientada, inspirada por el valor de la solidaridad, en el sentido de asumir cada vez más conciencia de que cada uno de nosotros tiene que aportar en función de sus posibilidades. Con ese criterio ha sido diseñada la reforma.

Si vamos al caso de los ingresos, gran parte de la llamada clase medio no sólo no se va a ver perjudicada por esta reforma sino que se va a ver favorecida. Veámoslo en conjunto, porque el beneficio puede no venir solamente por el hecho de que va a pagar menos impuesto a los ingresos personales, sino también porque va a pagar mucho menos impuesto al consumo, y eso es fundamental, tiene el mismo efecto que un incremento salarial la disminución de la carga de la imposición al consumo. Yo no creo que esté castigada la clase media como una cosa muy extendida, muy amplia; al contrario, dentro de la llamada clase media funcionará el mismo criterio de tratar de que aporten más aquellos que están en mejores condiciones de aportar al esfuerzo colectivo. No va a ser fácil esto, porque Uruguay tiene una cultura tributaria muy apegada a los valores de la evasión, de la elusión, es un valor no pagar impuestos, no sé si me explico, o tratar de lograr la pequeña ventaja que lo coloca a uno al margen de sus obligaciones tributarias. Ahora se trata de impulsar una nueva responsabilidad al respecto.

ADOLFO GARCÉ:
Ustedes han escogido un procedimiento para elaborar la reforma muy elogiable, por un lado se apoyaron en las mejores acumulaciones técnicas, tuvieron una participación importante Barreix, Roca, Lagomarsino, Bravo y otros economistas del propio ministerio, y por otro lado buscan abrir a partir de ahora una instancia de diálogo con otros actores de la sociedad. La pregunta es, cosa que me parece muy importante: ¿en qué medida una propuesta tan pensada, tan cuidadosamente elaborada, admite, desde el punto de vista de ustedes, modificaciones, correcciones? ¿Y en qué ámbito está previsto que esto se haga?

DA – Empiezo por el final, aunque me gustaría hacer una reflexión sobre la primera parte de la pregunta. Las admite, sin ninguna duda. Las admite en el ámbito general de la opinión pública durante el transcurso de todo el mes de noviembre, porque nos hemos dado ese plazo para recibir propuestas a través de los medios electrónicos y por otras vías que la gente entienda necesario utilizar. Las admite políticamente, vamos a escuchar a todos los partidos en materia de opiniones, de reflexiones, de críticas que pueda haber. El proceso que nos hemos trazado es el de dedicar todo este tiempo a recibir esas sugerencias, luego vamos a elaborar el proyecto de ley, que aún no está elaborado, y pensamos enviarlo al Parlamento el 1 de marzo, cuando se abra el período. O sea que tenemos tiempo para trabajar.

Sobre la primera parte, me gustaría destacar que la conformación del grupo la hemos hecho de tal manera, no sólo de recibir el aporte de valiosos profesionales con mucha experiencia internacional, como Barreix y Roca, gracias al aporte generoso que hizo el BID, que los puso a disposición de nuestro grupo de reforma, sino también profesionales uruguayos que aseguraran coherencia de esta reforma con otras. Por ejemplo, con la reforma de la salud, y ahí estuvo Carlos Grau trabajando, que al mismo tiempo está trabajando en el Seguro Nacional de Salud, porque no puede haber incoherencia entre el impuesto a la renta personal y el Seguro Nacional de Salud que va a integrar la reforma de la salud. Y también para asegurar coherencia con algo de lo que no hablamos en toda la mañana –queda para un futuro encuentro–, que es la modificación de los aportes jubilatorios patronales, que hoy están en situación absolutamente caótica y que nosotros también pensamos transformar en línea con la reforma tributaria, y por eso ha estado Gabriel Lagomarsino, que es un economista que trabaja con las autoridades del Banco de Previsión Social. Nuestra propuesta de aportes jubilatorios patronales se ubica en el 7,5 por ciento hoy en día para todo el mundo, excepto las empresas del sector financiero público y privado porque aquí está en juego la realidad de la Caja Bancaria, que no se puede tocar, por lo menos hasta que haya una propuesta de reforma el año próximo.

EC – Se plantea una tasa única de 7,5 por ciento para los sectores industrial, comercial y de servicios que desarrollan su actividad en la órbita privada.

DA – Exactamente.

JDH – Y agropecuario también, con una consideración especial.

DA – Esa es nuestra propuesta. Y luego ir abordando otros alcances en materia de aportes patronales, pero hoy el país necesita pasar a una situación de mayor equidad desde este punto de vista, de mayor transparencia y también de mayor coherencia con la propuesta. Por eso me interesaba hacer esos comentarios acerca del grupo que ha venido trabajando sobre estos temas.

JDH – Una muy breve. La reforma de la salud es la otra gran reforma de este período. ¿Este impuesto a la renta va a ser la fuente de financiamiento?

DA – No.

JDH - ¿Va a haber un adicional al impuesto a la renta?

DA – No, no va a haber un adicional, va a haber un Seguro Nacional de Salud que va a tener que estar en línea con este impuesto a la renta. Por eso queremos asegurar desde ya, en el diseño del impuesto a la renta, que no se van a generar contratiempos, contradicciones sobre el financiamiento.

JDH – Pero los contribuyentes del impuesto a la renta iban a tener derecho a ser usufructuarios del Seguro Nacional de Salud. ¿No es con esta contribución? ¿Va a ser otra contribución?

DA – No es con esta contribución, va a haber una contribución que va a estar en línea con esta.

JDH – Que va a complementar a esta y también va a ser progresiva, seguramente.

DA – No, no podemos adelantarlo desde ya, porque no está diseñado. Seguramente va a estar en línea con esto en el sentido de la aplicación progresional, que no es igual a lo que podríamos llamar progresivo en términos estrictos. No me quiero adelantar a los detalles; lo que sí quiero asegurar con total claridad es que no va a haber contradicciones entre un sistema y otro.

JDH – Pero sí acumulación.

DA – Sí; depende de qué se entienda por acumulación. Va a haber un Seguro Nacional de Salud, que es una parte del nuevo sistema, y ese seguro no entrará en colisión con el actual sistema tributario propuesto ni tampoco supondrá una carga inabordable para sectores de la población, porque se trata precisamente de lo contrario, de asegurar un acceso correcto y equitativo al Sistema Nacional de Salud.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Alexandra Hahn