EN PERSPECTIVA:

A la hora de diseñar un nuevo sistema de recaudación, que sea "lo menos injusto posible", tengamos presente qué clase de ciudadanos queremos formar: ¿más trabajadores, imaginativos, ahorrativos y honestos o más dependientes, desmotivados, gastadores y evasores?

El IVA, o impuesto al consumo, recauda gracias al que gasta (al que compra más y más caro) y desalienta el derroche consumista.

El impuesto a la renta, recauda a costa del que más se esfuerza y desalienta el trabajo, la inversión y el ahorro; además de alentar la corrupción, porque el que produce y declara, no solo es un héroe sino un gil.

Los Estados Unidos tienen EL PROBLEMA del impuesto a la renta, porque no poder establecer nunca quiénes tienen que pagar cuánto, además del otro problema de no saber cómo hacer para controlar lo que la gente verdaderamente gana.

Estos problemas se notan menos en una economía grande que en una pequeña, como la nuestra, más dependiente de inversiones extranjeras, donde se produce menos y se gana menos.

Si copiamos el sistema del impuesto a la renta (al trabajo, la inteligencia, la inversión y el ahorro), conoceremos la recesión (la gente se acobarda y produce menos) y la corrupción (el que más tiene va a poder mentir mejor porque va a poder pagar un buen contador), a niveles históricos, lo cual será mortal en el caso de nuestra pequeña economía.

Federico