Entrevistas

Argentina busca "liberarse" del FMI

Sorpresivamente, la administración de Néstor Kirchner resolvió pagar 9.810 millones de dólares de obligaciones impagas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Según el economista Javier de Haedo, la medida intenta "tener una agenda distinta a la que el FMI recomendaba" para Argentina. "Hay elecciones de vuelta dentro de dos años y esto uno lo tiene que interpretar como que Kirchner quiere llegar a las elecciones con la cincha un poco más suelta".

(Emitido a las 7.30)

EMILIANO COTELO:
¿Cómo se observa desde Uruguay la decisión de Argentina de amortizar 9.810 millones de dólares de sus obligaciones con el Fondo Monetario Internacional? Esta medida tiene un impacto regional, entre otras cosas, porque viene después de otra en similar dirección por parte de Brasil.

Les proponemos un primer enfoque al respecto, el del economista Javier de Haedo, integrante de nuestras tertulias En Perspectiva.

***

Javier, ¿te sorprendió esta medida?

JAVIER DE HAEDO:
Sí, esa es la primera reacción: sorpresa ante una medida que no estaba en los cálculos. Posiblemente el presidente Kirchner toma esta medida aprovechando la coyuntura de que Brasil estaba haciendo lo mismo. De algún modo, para mostrar un parentesco entre las dos medidas. Pero son situaciones totalmente distintas.

EC – A ver, ¿por qué son distintas?

JDH – Brasil ya lo había anunciado desde hace muchos meses. De hecho cuando lo anuncia tiene una deuda de 25.000 y pico de millones de dólares con el Fondo y a esta altura ya había hecho pagos por 10.000. Lo que hizo fue simplemente anticipar los 15.000 restantes. Ya había anunciado que lo iba a hacer e incluso no los había contabilizado dentro de las reservas que se informaban habitualmente. Habían quedado fuera de la cuenta de la reserva para que el día que ese desembolso se hiciera no afectara en nada hasta la publicación de una serie estadística.

EC – Un comportamiento muy prolijo, ¿no...?

JDH – Muy prolijo. Argentina, no. Lo hace "a lo Kirchner", al golpe directamente. Ese concepto de prolijidad que tu decías al pasar es justamente clave. Normalmente cuando un país hace esto, lo hace porque es "más realista que el rey", por decirlo de algún modo. Chile no tiene acuerdo con el FMI desde hace 15 años pero no lo necesita porque de hecho por sí mismo se autocontrola de un modo que no precisa esa "segunda firma" del vale.

Brasil está en ese camino, a tal punto que con la crisis política terrible que ha pasado este año, la economía no se dio por enterada como en algunos países del primer mundo: cuando hay crisis política la economía sigue de largo. Es distinto al caso de Argentina, que no venía teniendo ese comportamiento y cada dos por tres desde la propia Presidencia de la República se anunciaba que el FMI no... Se le estaba pagando de hecho pero con otro tono. No es que yo digo: "voy a dejar de pagar porque no preciso". No. Se estaba comprando dólares y juntando reservas para pagarle, para prescindir y tener una agenda distinta a la que el FMI recomendaba para Argentina.

EC – Justamente, cuando Argentina salda su deuda con el FMI, ¿en qué escenario pasa a moverse? Un escenario en el que se libera de los condicionamientos que un organismo como el FMI puede poner....

JDH - El otro día en La Tertulia, cuando comentamos el relevo de Lavagna, hablábamos de esto y yo comentaba que en general lo que el consenso esperaba después de estas elecciones que hubo hace pocas semanas es que Argentina empezara a cumplir las asignaturas pendientes que estaban en línea con una agenda de discusión con el FMI y que era la que impedía, justamente, que se llegara a un acuerdo. Yo interpretaba el relevo de Lavagna como que ese camino no parecía el más probable. Y ahora se confirma. Esta es la primera gran medida de Kirchner como "ministro de Hacienda", en última instancia. De hecho la interpretación que hubo ese día fue que el ministro sería Kirchner, iba a tener el control directo, Lavagna le estaba molestando un poco.

¿Cuál era la agenda? Es notorio... Por ejemplo la política monetaria y cambiaria. El FMI siempre ha insistido en que Argentina deje flotar el tipo de cambio que va a encontrar un equilibrio más abajo. Argentina no ha querido hacerlo porque fiscalmente le sirve tener un dólar alto. Guillermo Calvo decía, el otro día en el evento de los 20 años de Ceres, que no es por defender al exportador que tienen un dólar de tres pesos, es para defender las finanzas públicas. El principal impuesto que genera el superávit allá son las detracciones sobre las exportaciones que, casualmente, son un gravamen terrible sobre los exportadores.

Entonces, esa es una de las bolillas de la agenda en las que era diferente el punto de vista entre Argentina y el FMI.

Otro, los aumentos de servicios públicos que están postergados hace muchísimo tiempo y que en caso de confirmarse generarían un impacto inflacionario muy fuerte.

La propia política tributaria. Calvo decía eso el otro día: tienen algunos impuestos malos como las detracciones y los impuestos a los cheques y mañana, desde un superávit fiscal, se podrá hacer una reforma tributaria que cambie esos impuestos malos por impuestos más razonables. Por lo visto eso no está ahora en la agenda, definitivamente.

Después estaba lo que quedó del canje, lo que quedaba del viejo default. Hay una serie de bonos con algunos acreedores que no se cumplió y el FMI hubiera puesto énfasis en que eso se cumpliera.

EC –  El FMI, a través de su director gerente Rodrigo de Rato, le había pedido a Argentina que siguiera los pasos de Brasil. Hay satisfacción con una decisión como ésta.

JDH – Pero es diferente. Una cosa es llegar a esa situación desde la ortodoxia, desde el cumplimiento de una política afín -porque me imagino que al FMI le gusta la política económica que se está siguiendo en Brasil- y no desde una política económica que en cuatro puntos importantes era discrepante entre Argentina y el FMI.

Kirchner lo dice. Esto es para ganar "grados de libertad". Bueno... libertad para hacer cosas distintas a las que al FMI le hubieran gustado.

EC - ¿Qué cabe esperar? ¿Esto implica algún riesgo para la economía argentina?

JDH – Existe un riesgo, sí. Es el riesgo de volar sólo, sin copiloto, ¿verdad?  Ellos dicen que van a seguir con el proceso de la "consulta artículo cuarto" que es el mínimo relacionamiento que existe entre un país y el FMI. La interpretación que siempre hacemos los economistas es que obligaría al país que decide no acordar con el FMI a ser "más serio", entre comillas, de lo que sería teniendo el acuerdo. Lo obliga a poder prescindir en el buen sentido. Si esto es para hacer las cosas que los mercados esperan que se hagan, en buena hora. Claro, hay elecciones de vuelta dentro de dos años y esto uno lo tiene que interpretar como que Kirchner quiere llegar a las elecciones con la cincha un poco más suelta.

EC – En cuanto a la evolución del tipo de cambio, ¿qué puede esperarse?

JDH – No debería esperarse mucho. En un escenario con acuerdo con el FMI uno podría esperar una apreciación de la moneda argentina pero un escenario de estos es para seguir en la situación en que está. Pero un tipo de cambio más alto tampoco tendría sentido. Argentina ya tiene un tipo de cambio altísimo, no es el tipo de temor que a uno le venía a veces cuando veía a ese país entrando en una zona de riesgo: "Uy, va a haber devaluación en Argentina, ¿cómo nos va a pegar?" No. Ese no es el riesgo porque ya están devaluados.

------------------------------
Transcripción y edición: Mauricio Erramuspe