Análisis Económico

Ante la posibilidad de comenzar a negociar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, ¿cuál es el estado actual de nuestro comercio con ese país?

Análisis del economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte & Touche.

(Emitido a las 8.25)

JOSE IRAZABAL:
En una entrevista que le hizo el semanario Búsqueda la semana pasada, el Ministro de Economía y Finanzas, Cr. Danilo Astori, señaló que el país debía iniciar, cuanto antes, negociaciones para alcanzar un tratado de libre comercio con Estados Unidos... Inclusive, señaló que de conversaciones informales con gobernantes de ese país surge que el tema comienza a estar en la agenda de Estados Unidos.

Si finalmente se llegara a un acuerdo, los impactos en la economía serían seguramente muy importantes... Por eso, nos pareció oportuno dedicar nuestro espacio de análisis económico de hoy a examinar en detalle el estado actual del comercio de Uruguay con Estados Unidos. En seguida, el diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte & Touche.

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Pablo, estas manifestaciones del Cr. Danilo Astori surgen en un momento muy particular del MERCOSUR, a raíz de los enfrentamientos diplómáticos de nuestro país con Argentina... ¿Cómo deben evaluarse esas declaraciones? ¿Suponen un distanciamiento de Uruguay respecto de los otros socios? ¿Hay un cambio de estrategia, pasando desde un enfoque de negociación en bloque hacia un enfoque de negociación de del tipo 1+1, es decir Uruguay directamente con Estados Unidos?


PABLO ROSSELLI:
Son interesantes esas preguntas, José. Y en realidad, en la búsqueda de respuestas seguramente es necesario contemplar múltiples perspectivas. La perspectiva económica, la perspectiva de la política exterior, la perspectiva política interna, porque al presente no está claro si esas intenciones del Ministro de Economía son apoyadas por los demás integrantes del gabinete y por la cancillería.

Pero desde una perspectiva esencialmente económica podemos señalar dos cosas.

JI - ¿Qué cosas?

PR - En primer lugar, es obvio para todos que el MERCOSUR está en un mal momento. En estas semanas las relaciones diplomáticas con Argentina están muy deterioradas. Los cortes de puentes afectan la temporada turística pero el problema que plantean trasciende muchísimo ese aspecto, que es relativamente puntual. Pero aún dejando de lado ese episodio, el MERCOSUR no está funcionando bien. Por ejemplo, el volumen de comercio entre los socios cayó mucho a partir de 1999 sin que se pudieran alcanzar hasta ahora registros ni siquiera comparables con los que teníamos a fines de los 90, en el momento de auge de la integración regional. Y además, la institucionalidad del MERCOSUR sigue siendo muy débil, y eso se traduce en que se observan frecuentes interrupciones en los flujos comerciales entre los socios, sin que se cuenten con mecanismos ágiles de resolución de esos problemas.

En segundo lugar, la definición de si el país debe buscar acuerdos con terceros país negociando solo o haciéndolo en conjunto con sus socios del MERCOSUR es bastante compleja... Como decía recién, no está claro si el resto de los integrantes del gobierno apoyarían una estrategia de negociación uno a uno. Sin embargo, desde una perspectiva esencialmente económica podemos decir que la negociación en conjunto, por ejemplo MERCOSUR + Estados Unidos, plantea dificultades en el sentido de que los socios del MERCOSUR tienen objetivos diferentes. Brasil, por ejemplo, desea defender su industria de bienes de capital. Algo que Uruguay no precisa, como veremos más adelante. Por eso, si Uruguay negociara directamente con Estados Unidos debería ser más fácil determinar las prioridades de la negociación.

JI - Después de esa introducción, Pablo, ¿cómo están las relaciones comerciales con Estados Unidos? ¿Cuánto le exportamos y cuánto le compramos?

PR - Actualmente, Estados Unidos es nuestro principal cliente. En los últimos doce meses a octubre, nuestro país exportó a Estados Unidos unos 750 millones de dólares, que equivalen a más de 20% de las exportaciones totales del país. Para que los oyentes se hagan una idea, las exportaciones a toda la Unión Europea ascendieron en el mismo período a unos 570 millones de dólares... Las ventas a Argentina alcanzaron a 260 millones de dólares y las exportaciones a Brasil fueron de 470 millones.

En tanto, las compras que le hacemos a Estados Unidos sumaron en los últimos doce meses unos 260 millones aproximadamente.

JI - ¿Cuáles son los principales productos que le vendemos a Estados Unidos, Pablo? Todos tenemos presente que Estados Unidos es un gran comprador de carne uruguaya.

PR - Es verdad, José. Y eso es así desde que el país logró acceder al status sanitario de libre de aftosa con vacunación.

En los doce meses terminados en octubre, las ventas de carne a Estados Unidos alcanzaron a 450 millones de dólares, lo que representa un 60% del total de exportaciones cárnicas del país. Quiere decir que Estados Unidos es, por lejos, el principal comprador de carnes de Uruguay.

JI - ¿Qué otros productos nos compra Estados Unidos?

PR - El segundo renglón de exportación son combustibles, y en particular naftas, que ANCAP produce en exceso de lo que vende en el mercado interno. Se trata de un caso bastante especial, que obedece a la necesidad de refinar crudo para obtener el gasoil demandado en el país y eso hace que sobre nafta... A Estados Unidos le vendimos unos 120 millones de dólares en naftas, siempre en el período de doce meses terminado en octubre.

Dejando ese rubro de lado, tenemos varios productos de origen agropecuario con volúmenes similares. Pieles y cueros por más de 25 millones de dólares; preparaciones diversas de carne o pescado por unos 20 millones; lácteos por casi 30 millones; maderas y productos de madera por 15 millones. Entre la carne, las naftas y esos otros rubros tenemos un 90% de las ventas totales a Estados Unidos. En síntesis, al margen de las naftas, le vendemos productos de origen agropecuario.

JI - ¿Qué le compramos a Estados Unidos?

PR - La gran mayoría (casi un 75%) de las compras de Uruguay a Estados Unidos son de bienes de capital: maquinarias y equipos de diversa índole. Además, compramos productos plásticos, productos químicos y farmacéuticos por más de 20 millones de dólares. Esos productos representan un 10% de las compras. Y el restante 15% está muy atomizado en muchísimos rubros, cada uno de muy baja importancia.

JI - ¿Cómo impactaría un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos?

PR - Todavía es muy apresurado entrar en detalles, porque ni siquiera sabemos cuándo podría alcanzarse ese acuerdo, qué reducción de aranceles se acordaría, para qué productos y en qué plazos. De todas maneras, José, de los comentarios anteriores surge con claridad que las exportaciones uruguayas de productos de origen agropecuario aumentarían considerablemente si se firmara un acuerdo de desgravación arancelaria bien amplio, sin restricciones. Tengamos en cuenta, por ejemplo, que las exportaciones de carne bovina a Estados Unidos, que totalizaron unos 450 millones de dólares en los doce meses a octubre, entran en su gran mayoría pagando un arancel de 26%. Si se eliminara ese arancel, el precio de exportación subiría considerablemente, propiciando una mejora de nuestros ingresos del orden de los 100 millones de dólares al año. Solo en ese rubro. También habría mejoras en los precios percibidos en los otros rubros. Por ejemplo, actualmente el acceso al mercado americano con productos lácteos está muy limitado. Sólo se pueden ingresar cantidades limitadas por cuotas de manteca y quesos. Fuera de esas cuotas, los recargos hacen inviable la exportación. En esta industria, entonces, habría enormes oportunidades. En los textiles también habría oportunidades importantes, si el país acordara que las confecciones hechas en Asia con tejidos uruguayos pudieran ingresar en condiciones ventajosas.

JI - Es claro que aumentarían nuestras exportaciones agropecuarias. Pero, supongo que en contrapartida, tendremos más competencia de productos de Estados Unidos en otros rubros.

PR - Es cierto, José. Eso es inevitable en los acuerdos comerciales, cada país debe resignar algo a cambio de lo que obtiene. Y en ese sentido corresponde esperar, efectivamente, una mayor competencia en algunos rubros. De todas maneras, hay que tener en cuenta tres factores muy importantes, que determinarían que las ventajas de un acuerdo con Estados Unidos sean para el conjunto de la sociedad muy superiores a los costos.

JI - ¿Cuáles son esos tres factores?

PR - En primer lugar, mucho de lo que compramos actualmente a Estados Unidos son, como decíamos antes, bienes de capital. Y esos bienes de capital ya entran al país sin pagar aranceles, justamente porque Uruguay no tiene producción competitiva y precisa comprar bienes de capital como parte del proceso de inversión... Por eso negoció en su momento con los socios del MERCOSUR no cobrar aranceles a esas importaciones, a pesar de que Argentina y Brasil sí los cobran.

El segundo factor es que en los demás rubros, que actualmente le compramos muy poco a Estados Unidos, probablemente las industrias uruguayas ya enfrentan una competencia muy fuerte de nuestros dos vecinos, Argentina y Brasil. No debemos perder de vista que en virtud de los acuerdos con el MERCOSUR rige con nuestros socios una desgravación arancelaria completa. Eso determina que muchas industrias locales que no tienen mucha capacidad de competencia internacional ya estén enfrentando la competencia de nuestros dos vecinos. Un acuerdo con Estados Unidos podría acentuar esa competencia externa en algunos de esos casos.

Y en tercer lugar, el acuerdo podría permitir que nuestro país comprara en Estados Unidos a menor costo productos que actualmente está comprando en Argentina y Brasil a costos más altos que los de Estados Unidos, gracias a que Argentina y Brasil entran sin arancel y Estados Unidos entra con arancel.

JI - En síntesis, Pablo, un acuerdo con Estados Unidos sería muy favorable para nuestro país.


PR - En principio estimamos que sí. Lógicamente, en el camino Uruguay también deberá hacer concesiones y algunos sectores verán un aumento de la competencia externa, pero las exportaciones de los rubros en los cuales Uruguay es competitivo podrían aumentar mucho. Y eso, además, alentaría la inversión en esos sectores, que tendrían un mejor acceso al mercado de Estados Unidos.