Entrevistas

Arroceros: medida riograndense es una "insensatez"

La legislatura de Rio Grande do Sul volvió a aprobar una ley que dificulta el ingreso del arroz uruguayo. El presidente de la Asociación de Cultivadores, Hugo Manini, afirmó que no hay que "darle más importancia de la que tiene a esta historia repetitiva, monótona y aburrida". "Es una insensatez" frente a la que hay que buscar alternativas como los fletes marítimos. "Hay que buscar otro tipo de soluciones para no detener el progreso de nuestra comunidad", afirmó.

(Emitido a las  7.40)

EMILIANO COTELO:
Vamos a ocuparnos de una de las varias noticias que en estos días hablan de un clima enrarecido en el Mercosur. Hasta ahora nos habíamos concentrado en decisiones y acciones provenientes de la República Argentina pero en este momento el palazo tiene origen en el otro lado.

Título en el diario El País hoy: "Trabarían el arroz uruguayo". La nota, que resume información llegada ayer desde Porto Alegre, señala que la Asamblea Legislativa de Rio Grande do Sul reimplantó una ley que traba el ingreso del arroz uruguayo a Brasil y que había sido vetada antes por el gobernador de ese estado, Germano Rigotto. La decisión se tomó pese a la opinión contraria de la Cancillería brasileña, que sostiene que esa norma viola tratados internacionales suscritos por Brasil.

Ante el levantamiento del veto resuelto por la Asamblea Legislativa del estado, el gobernador Rigotto todavía puede intentar trabar la puesta en práctica de la ley presentado un recurso denominado "acción directa de inconstitucionalidad". Pero, ¿ya mismo empieza a tener efecto esta disposición? Creo que sí; vamos a averiguarlo.

La ley establece restricciones a la entrada de arroz y trigo provenientes de Argentina y Uruguay, además de los de otros países, condicionando su ingreso a la realización de análisis previos de residuos agrotóxicos y fungicidas. Además prevé el control obligatorio de pesaje en todos los pasos de frontera por donde entran los camiones que provienen del Mercosur.

Dicen las crónicas que esta decisión de los diputados riograndenses se tomó en medio de fuertes presiones de los productores arroceros brasileños, que asistieron a la sesión de la cámara desde las barras del recinto parlamentario.

Estamos en diálogo con Hugo Manini, presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz.

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Señor Manini, hace días que ustedes estaban pendientes de este pronunciamiento político, evidentemente con preocupación. ¿Podemos explicarles a los oyentes de qué se trata, qué historia tiene esta ley?

HUGO MANINI:
Con todo gusto. Se trata de un proyecto que a mediados del año 2005 fue presentado en la Asamblea Legislativa, que es el parlamento estadual de Rio Grande do Sul, un estado de 12.000.000 de habitantes, fronterizo con Uruguay, atendiendo a una preocupación por productos agroquímicos. Esos productos son los mismos que usan en Brasil, simplemente que allí se usan en forma más intensa porque el sistema de cultivo es más intenso, hay 1.000.000 de toneladas en un territorio un poco mayor a Uruguay, mientras nosotros producimos 165.000 (cifra de la última zafra) y se hace rotación con pastura, con ganadería. O sea que los mismos agroquímicos, los tres o cuatro principios activos que usamos acá, en Rio Grande do Sul se usan en forma bastante más intensa, pero se pretende hacer todo un sistema de controles en la frontera para demorar y eventualmente trancar el pasaje de camiones por el territorio de Rio Grande do Sul alegando preocupación por la salud de los habitantes de ese estado.

EC – Usted dice que es un proyecto de ley del año pasado. Ese proyecto había sido vetado por el gobernador del estado, Germano Rigotto, aduciendo inconstitucionalidad.

HM – Sí, el pasado 20 de noviembre, a fines de 2005, hace unos meses, el gobernador –con buen sentido– lo vetó por considerar que entraba en colisión con la normativa nacional de Brasil. Es como si acá la legislatura edilicia de Rivera, Artigas o Cerro Largo impusiera algún tipo de trabas al tráfico de mercaderías que ingresan desde Brasil en contradicción con los acuerdos aprobados entre el gobierno nacional uruguayo y el gobierno federal brasileño. Es más o menos lo mismo.

EC – Justamente, me llamaba la atención que disposiciones de este tipo pudieran tener origen en un estado, en este caso el de Rio Grande do Sul. Ese fue el argumento del gobernador para intentar vetar el proyecto de ley, pero no tuvo éxito, ayer el mismo Parlamento estadual levantó el veto.

HM – Efectivamente, la diputada del PMDB, que es el partido del gobernador, la vocera del gobernador, dijo en la sesión –que fue, como usted decía muy bien, agredida por tremendos piquetes de productores de arroz en los alrededores de la sala legislativa y en las barras– que esta ley transgrede normas jurídicas establecidas por Brasil en el mercado internacional, por lo tanto son inconstitucionales en virtud de que estas medidas son de resorte del gobierno federal.

Usted decía muy bien que el Ministerio de Relaciones Exteriores, Itamaratí, también advierte que la ley acarrearía discusiones con los integrantes del Mercosur en este momento especialmente delicado, pues buena parte de la maquinaria agrícola e industrial se exporta hacia Argentina –y en realidad también hacia Uruguay, el 90 por ciento de toda la maquinaria que usamos en la producción de arroz proviene de Brasil– con valor agregado de mano de obra brasileña. Hace treinta años, cuando yo comencé con la agricultura arrocera, había importantes emprendimientos para fabricar rastras, todos los equipos de arrastre, recuerdo al padre Monteleone en La Charqueada, a Darío Camacho en Varela, en Montevideo a Sureña, ABM, etcétera; todo se fue desmontando por el Mercosur, por la competencia en escala que representaban las metalúrgicas de San Pablo y Rio Grande do Sul, y hoy el 90 por ciento de esa maquinaria proviene de Brasil. O sea que esto atenta también contra la ley de reciprocidad del comercio, porque el comercio es una avenida de doble mano.

EC – De todos modos, pese a la opinión del gobernador, pese a los argumentos de los diputados del oficialismo del estado de Rio Grande do Sul, la Asamblea Legislativa levantó el veto. Se anuncia que todavía queda la posibilidad de que el gobernador intente trabar de todos modos esta ley presentando un recurso denominado "acción directa de inconstitucionalidad". Pero mientras tanto, ahora, en estos días, ¿ya rige esta norma?

HM – No, debe tener algún mecanismo jurídico especial de entrada en vigencia después de una determinada cantidad de días.

EC – O sea que en principio no tenemos hoy un impacto en el flujo comercial de arroz hacia Brasil.

HM – No, pero acá se trata de montar todo un sistema de trabas a los camiones. Tenemos una triste experiencia en esta materia, usted recordará que cuatro años atrás nos inventaron una bacteria, la Xanthomona, se prohibió el ingreso de arroz cáscara a Brasil y durante casi dos años estuvimos imposibilitados de exportarlo, hasta que después se demostró en un laboratorio objetivo de Rio de Janeiro que esa tal bacteria no existía en Uruguay, ni siquiera en la región. De manera que ya tenemos experiencia de hasta dónde llega la malicia de ese tipo de medidas, que se llaman pararancelarias o fitosanitarias, que son las mismas que Brasil, muchas veces como adalid de la lucha contra las inequidades en el comercio agrícola, ha impugnado en los foros internacionales. De manera que Uruguay estaría recibiendo el mismo tipo de vallas y de barreras con el que muchas veces los grandes bloques discriminan el ingreso de productos agrícolas.

EC – Lo curioso, por otra parte, es que esa barrera pararancelaria no está siendo establecida por el gobierno federal sino que estamos hablando de un impulso que surge de un estado brasileño, y es más, ni siquiera con el apoyo del gobernador. Es una situación particularmente extraña, rara, que hace crujir el funcionamiento del Mercosur por lados imprevistos.

HM – Vamos a decir la verdad –con esto no quiero ser descortés ni faltarles el respeto a figuras encumbradas como son los legisladores estaduales de Rio Grande do Sul–, es más o menos lo mismo que está pasando con los piquetes en el puente de Gualeguaychú.

EC – Evidentemente el paralelismo surge, cualquiera lo hace en este momento. Con Argentina tenemos el enorme lío que tenemos a partir de un movimiento que se inicia en una provincia, en Entre Ríos, que ha terminado teniendo el visto bueno o por lo menos la tolerancia del gobierno federal; me refiero a la tolerancia con los piquetes. En el caso brasileño está pasando algo similar con el arroz.

HM – Todo esto tiene su origen en los bajos precios que están recibiendo los productores de arroz de Rio Grande do Sul. Bajos precios que son, por supuesto, superiores a los que reciben los agricultores arroceros uruguayos. A esto se suman los altos costos, en primer lugar del real, la moneda brasileña, que se ha avaluado más que el peso uruguayo, y del combustible, porque el gasoil, que en Brasil históricamente fue un insumo de bajo costo, está prácticamente al mismo valor que en Uruguay o centavos menos –un kilo de arroz al consumidor hoy vale la mitad que un litro de gasoil en Uruguay y en Brasil–, y esta gente, que no tiene alternativas, igual que en Uruguay los arroceros no tenemos posibilidades de suspender el cultivo de arroz y dedicarnos a otro tipo de cultivo agrícola, realmente está desesperada desde 2004 porque no encuentra soluciones, entonces señala equivocadamente al arroz uruguayo como causante de este problema.

EC – La Asociación de Cultivadores de Arroz, la gremial que agrupa a los molinos arroceros, ¿qué tipo de acciones va a llevar adelante ahora que se consumó esa decisión en la Asamblea Legislativa de Rio Grande?

HM – Quiero hacer dos consideraciones importantes para la audiencia. En primer lugar, acá no se acaba el mundo, nosotros no exportamos arroz masivamente a Rio Grande do Sul. Brasil fue nuestro principal mercado de colocación hasta el año pasado, cuando Irán entró a tallar fuerte y prácticamente le exportamos lo mismo que a Brasil. El arroz uruguayo va al mercado de San Pablo y al nordeste, a Fortaleza, Recife, Pernambuco, adonde llega por barco.

EC – O sea que se sortearía el pasaje por la frontera con el estado de Rio Grande.

HM – Sí, ya lo decía el ministro Mujica –algunas personas lo tomaron como una broma pero lo dijo con mucho sentido– cuando surgió este problema seis meses atrás, cuando se presentó este proyecto de ley que se transformó en ley por voto de la inmensa mayoría de esta misma Asamblea a mediados del año 2005: que había que conseguir fletes marítimos. Eso es una solución también, hoy por hoy los fletes de camión son muy altos y el mercado de San Pablo a través de Santos puede ser un poco más caro pero sería una solución.

En segundo lugar, el stock de arroz en el mundo, que junto con el trigo es el principal alimento de la humanidad, ha venido bajando en forma increíble en los últimos cinco años, de 140 millones de toneladas que había en 2001-2002 para 2005-2006 se prevé que haya 64.000.000 de toneladas. Quiere decir que mercados para el arroz van a seguir surgiendo.

Y en tercer lugar, el tema está en la lucha contra los subsidios y la competencia desleal del arroz de Estados Unidos. En ese sentido estamos trabajando en una comisión bilateral y creo que vamos a tener algún éxito por ese lado.

Uruguay y el sector arrocero uruguayo no deben darle más importancia de la que tiene a esta historia, que es repetitiva, monótona y aburrida, es una insensatez de gente que no ve más allá de su nariz, que no ha comprendido la importancia que tiene el Mercosur como bloque. Hay que ser realista y pragmático y decir: si por acá no vamos, hay que buscar otro tipo de soluciones para no detener el progreso de nuestra comunidad y de nuestro pequeño país.


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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe