Informes

Cofac, el seguro de depósitos y algunas dudas latentes

Recién conformado, el seguro de depósitos ya tiene que comenzar a funcionar tras la crisis de Cofac. ¿Cómo será su operativa? ¿Qué implica que se gaste casi íntegramente recién instaurado? Estas y otras preguntas son contestadas en este informe sobre este nuevo actor del sistema bancario que nadie quiere que actúe pero es una tranquilidad que exista.

(Emitido a las 8.45)

EMILIANO COTELO:
Ya es un hecho: el gobierno va a estrenar el seguro de depósitos. 

Conformado hace menos de un año –en marzo de 2005– y con apenas cinco meses de aportes, el Fondo de Garantía de Depósitos "sale a la cancha" para pagar los depósitos que Cofac no está en condiciones de honrar.

Y esta noticia despertó algunas dudas a propósito de qué significa    en los hechos que se llegue a este extremo.

Las preguntas parecen ser: ¿el hecho de que se esté hablando de activar el "seguro de depósito" para Cofac significa de algún modo que la cooperativa va a ser liquidada? ¿Cómo se hace para pagar 53 millones de dólares con apenas 27, que es lo que hoy tiene el fondo? Y por último: ¿quién da seguridad a los depositantes del sistema de ahora en más si este fondo "se gastó todo" en las primeras de cambio?

En los próximos minutos vamos a tratar de echar luz sobre esos puntos, en este informe En Perspectiva.

¿Liquidación?

La respuesta a la primera pregunta es "NO": no necesariamente el uso del fondo está atado a una liquidación de la institución. Y para confirmar esto basta con repasar el artículo 49 de la Ley 17.613 de diciembre de 2002 – la llamada Ley de Fortalecimiento del Sistema Bancario – que es la que crea el Seguro de Depósitos: 

Dice el Artículo 49:  "Al disponerse la liquidación o la suspensión de actividades del intermediario financiero, la Superintendencia de Protección del Ahorro Bancario hará efectiva la garantía de los depósitos en las condiciones a que refiere el artículo 48 de la presente ley, procediendo al pago de los créditos cubiertos".

Repito la primera parte: "Al disponerse la liquidación o la suspensión de actividades del intermediario financiero"; es decir, no es necesario llegar a la liquidación sino que, por el contrario, el seguro de depósitos puede llegar a ser una herramienta para el salvataje de un banco.

De hecho, entrevistado hace algunos años en el suplemento Economía & Mercado del diario El País, el economista José Antonio Licandro, funcionario del Banco Central y experto en el tema de seguros de depósito o fondos de garantías, explicaba:

"Existen muchas maneras de garantizar un depósito. Una de ellas es reflotar la institución bancaria mediante una capitalización, lo que devuelve la viabilidad del banco y así cumple con su objetivo de salvaguardar a los depositantes. Esta solución implica mantener funcionando el banco. En las antípodas se encuentra la solución del cierre del banco, en cuyo caso el fondo de garantía no hace otra cosa que devolver a los ahorristas los depósitos asegurados y tomar a su cargo la liquidación de la empresa para resarcirse a sí mismo, participando en esta actividad con el resto de los acreedores. Entre estas dos soluciones extremas, existe una gama muy amplia de alternativas como la fusión con otra institución, la venta de partes   del banco, etc.", decía Licandro.

Es decir, y yendo al caso uruguayo, si bien la idea es garantizar los depósitos para el caso de la liquidación, la normativa establece que se puedan realizar "adelantos" en caso de "suspensión" para facilitar la continuidad de la operativa. Para el caso puntual de Cofac, es verdad, estamos hablando de un adelanto del 100 por ciento.

Resumiendo: en caso de liquidación, el seguro se activa automáticamente. En caso de suspensión deberá mediar una decisión política, la que por supuesto debería estar cimentada en la convicción de que hay un proyecto viable que justifica darle una chance más a la institución, evitando el camino de la liquidación.

Al fin y al cabo, lo que está de por medio aquí es que en los hechos  el Fondo de Garantía de Depósitos "compra" a Cofac esos depósitos, y se transforma en un acreedor más de la cooperativa. A partir de eso, obviamente, se genera un incentivo para que el BCU proteja esos activos, buscando la salida que maximice el recupero del dinero que se invirtió en compensar a los ahorristas.

¿De dónde salen los fondos para Cofac?

Otro frente de duda es el que refiere a la conformación del seguro, es decir: ¿de dónde sale el dinero para cubrir los depósitos de Cofac?

Porque, aprobado en marzo de 2005, el seguro está al día de hoy apenas a "medio armar". Esto es, el fondo no llegó a quedar conformado y ya tiene que enfrentar su primer "salvataje".
En los hechos, esto parece confirmar lo que algunos señalaban en su momento: que la creación del seguro de depósitos – más allá de que estaba prevista por ley desde el año 2002 – se apuró al inicio de esta administración porque el caso de Cofac estaba arriba de la mesa.

Pero vayamos a los números y repasemos "cuánta plata hay" al día de hoy en este fondo: por un lado tenemos los 20.000.000 de dólares que – al momento de su conformación – puso el Estado; a estos 20 se sumaron luego cerca de 7.000.000 que se fueron recaudando del aporte de los bancos entre setiembre de 2005 – primer mes en que se cobró el aporte – y enero de 2006. Es decir, durante cinco meses.

Hasta ahí llegamos a los 27.000.000; frente a los cerca de 53 que deberían disponerse para hacer frente a las obligaciones de Cofac con sus ahorristas. Recordemos que, según el decreto reglamentario el fondo cubre los depósitos de hasta 5.000 dólares (para moneda extranjera) y del equivalente a 250.000 unidades indexadas (para las colocaciones en moneda nacional).

Para el caso de Cofac, esto obliga al seguro a responder por el 35% de los ahorros en dólares y el 62% de las cuentas en pesos, con lo que se llega a esos 53.000.000 de dólares que señalábamos. 

Pero dijimos que teníamos apenas 27.000.000 de dólares. ¿Cómo se cierra esta brecha? Bueno, con el adelanto de los aportes de los bancos correspondientes a todo el 2006 y todo el 2007.

De hecho, el artículo 4º del decreto reglamentario de la ley, señala que "las oportunidades y forma de pago de dicho aporte serán determinados por la Comisión de Protección del Ahorro Bancario".
En base a esto, una circular de esta Comisión del Banco Central publicada al cierre de la semana pasada establece que:

"Las diez mensualidades correspondientes a los meses de marzo a diciembre de este 2006 deberán ser abonadas junto con la cuota correspondiente al mes de febrero 2006, cuyo vencimiento es el 24 de febrero de 2006".

Es decir, los pagos de todo el 2006 – cerca de 15 millones de dólares – adelantados para el 24 de febrero, o sea, este viernes.

Pero el comunicado agrega que "se establece el pago de un adelanto a  cuenta de futuros aportes, el cual será equivalente al monto anual que cada institución debió aportar durante el 2006. El vencimiento del pago del mencionado adelanto será el 31 de marzo de 2006".

Por este punto, se deberá adelantar el equivalente a todo otro año, un monto que no es necesariamente "el aporte de 2007", ya que el ese aporte varía en función de los depósitos que tiene cada banco y, por ende, todo el sistema bancario (información que – por supuesto – no se tiene de antemano).

Entonces, otros 15 millones adelantados para el 31 de marzo

En resumen, la fórmula incluye el adelanto – entre febrero y marzo –    de dos años de aportes de los bancos, por un total cercano – en números gruesos – a los 30.000.000 de dólares.

Entonces, 27 que teníamos, más 30 de los adelantos, da un total    de 57.000.0000 de dólares. Ahora sí, ya tenemos un seguro de depósitos suficiente para abordar esta coyuntura.

¿Y qué pasa si se "cae" otro banco?

A todo esto, hay una duda adicional que es legítima. El seguro de depósito no llegó a conformarse – o mejor dicho, ahora se conforma de apuro, adelantando pagos –; pero, al mismo tiempo, en el mismo acto de conformación, se gasta casi todo.

Entonces, el propio seguro pasa a quedar desfinanciado. ¿Qué pasa entonces si en los próximos dos años alguna institución bancaria enfrenta problemas? O apuntando más a la esencia del seguro,    ¿qué garantías, o mejor dicho qué "seguridades", da al sistema un "fondo de seguridad que no tiene fondos"? ¿A quién tranquiliza?

Bueno, ahí la solución está estipulada desde la propia conformación  del seguro: al momento de su creación, el Estado no sólo capitalizó el fondo en 20.000.000 de dólares, sino que además le abrió una línea de crédito de 40.000.000 de dólares, que sigue disponible ante cualquier eventualidad. Estos 40.000.000 se suman a los 4.000.000 de la diferencia entre los 57 acumulados en el fondo y los 53 que demanda la solución de Cofac.

Cabe señalar que en esta oportunidad, la Comisión de Protección del Ahorro Bancario prefirió no apelar a esta línea de crédito, ya que se inclinó por la solución de pedir los adelantos a los bancos. A la hora de especular, quizás lo hizo para evitar que se leyera la solución al caso Cofac como basada 100% en aportes del Estado; pero también – quizás – lo que se trató de evitar fue tener que "quemar las naves", apelando al "seguro del seguro" que en última instancia constituye ese crédito del Estado.

Según señalaban a En Perspectiva fuentes vinculadas al sector bancario privado, "todos teníamos claro que se trataba de una solución para Cofac; y al margen del caso de la cooperativa, no parece haber ningún problema claro en el horizonte en lo que a instituciones financieras refiere".

De todos modos, a la vista de lo que ha pasado en las últimas décadas en Uruguay, uno puede legítimamente preguntarse: ¿cuán tranquilos podemos quedarnos?