Análisis Económico

En 2005 Brasil fue el país de menor crecimiento en América del Sur. El PBI aumentó solamente 2,3%. ¿Por qué creció tan poco Brasil y cómo se presentan las perspectiva para 2006?

Análisis del economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte & Touche.

(Emitido a las 8.25)

EMILIANO COTELO:
En 2005 la economía de Brasil creció solamente un 2,3%. ¿Y saben una cosa? Esa tasa de crecimiento fue la menor en América Latina, con la única excepción de Haití, que como ustedes saben está sumido en una profunda crisis política. Se imaginan, entonces, las reacciones a que dio lugar la noticia, que entre otras cosas reavivó el debate en torno de la severidad de la política monetaria.  Y por otro lado, a pesar de ese crecimiento tan pobre, la agencia calificadora de riesgo Standard & Poor’s subió la nota de Brasil, de BB a B-, mostrando en definitiva su conformidad con la marcha de la economía norteña.

Entonces, ¿qué sucedió con la actividad económica en Brasil? ¿Qué responsabilidad le cabe a la política monetaria? ¿Por qué, en ese contexto, mejora la nota de Brasil? ¿Cuáles son las perspectivas para este año?... En seguida, el diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte & Touche.

***

Pablo, si te parece bien, comencemos con las principales cifras.

PABLO ROSSELLI:
Tú adelantabas la cifra de cierre de 2005. En Brasil el PIB subió 2,3% en la comparación promedio de 2005 con el promedio de 2004, mientras que en 2004 había crecido un 4,9%. A pesar del debate a que dio lugar, la noticia no fue una sorpresa, porque en general los analistas esperaban más o menos ese cierre, debido sobre todo al mal desempeño que se había observado en el tercer trimestre del año.

En particular, el dato que se conoció el viernes fue que en el cuarto trimestre el PIB mostró una suba de 0,8% en relación al tercer trimestre. Pero en el tercer trimestre se había observado una caída de 0,9%. En definitiva, como consecuencia de la caída del tercer trimestre, los analistas esperaban un cierre pobre para el conjunto de 2005, como efectivamente ocurrió.


EC - ¿Qué sucedió cuando se miran los diferentes sectores de la economía brasileña, Pablo?


PR - En general hubo una desaceleración en relación al 2004. En el caso de la producción agropecuaria, se observó una suba de solamente 0,8%, que fue la más baja desde 1997. Los servicios aumentaron un 2% y la industria subió un 2,5%, impulsada en buena medida por las industrias extractivas y las industrias de servicios públicos, mientras que la industria manufacturera y la construcción crecieron en conjunto solamente 1,3%. Quiere decir, Emiliano, que en general se observó un aumento pobre del nivel de producción.

EC - ¿Cómo se explica ese desempeño tan pobre? Se supone que el contexto internacional fue muy favorable para las economías emergentes. De hecho, yo adelantaba hace instantes que en 2005 se dio la particularidad de que Brasil fue el país que creció menos en América Latina, dejando de lado a Haití.

PR - Es verdad, Emiliano. En realidad todavía no están disponibles las cifras oficiales de todos los países de América Latina (de hecho, todavía no tenemos por ejemplo el dato de Uruguay). Pero las estimaciones mayoritarias apuntan a eso que tú marcabas. CEPAL, por ejemplo, estima para el conjunto de América Latina y el Caribe un aumento de la producción de más de 4%. América del Sur, en particular, habría tenido un incremento de casi 5%.

Habrá que ver si en definitiva Brasil termina siendo el país de menor crecimiento sin contar Haití, pero por allí va a estar, creciendo lo mismo que El Salvador, y menos que Ecuador, México y Paraguay (para los que se estima un aumento del PIB del orden de 3%). En ese marco externo, no son pocos las voces que señalan que Brasil perdió una oportunidad el año pasado.

EC - ¿Por qué pasó eso, Pablo? Hay analistas que apuntan a la política monetaria de altas tasas de interés. Por mi parte, supongo que habrá también quienes apunten a la caída del tipo de cambio.

PR - Sin dudas, las cifras conocidas días atrás reavivaron el debate en torno de la política monetaria, que supuso una fuerte suba de las tasas de interés. Cuando se mira el desempeño de la economía desde la perspectiva de la demanda agregada, se observa que la inversión bruta en activos fijos prácticamente se paralizó, porque solamente subió 1,6%.

Es probable que ese casi estancamiento de la inversión esté relacionado con la política monetaria, que promovió el mantenimiento de altas tasas reales de interés, lo cual inevitablemente desalienta la inversión. Pero es probable que en alguna medida también haya incidido la crisis política.

EC - ¿Y qué papel jugó la caída del tipo de cambio?

PR - Sin dudas, la baja del tipo de cambio afecta negativamente la rentabilidad exportadora. De todas maneras, las exportaciones fueron el componente más dinámico de la demanda agregada, con una suba de 11,6% en términos reales. Con ese desempeño, parece razonable concluir que además de la crisis política, las tasas de interés frenaron la economía a través de la caída de la inversión.

EC - ¿Qué pasó con el consumo, Pablo?

PR - El consumo creció a un ritmo moderado, de 3,1%, alentado por la recuperación de la masa salarial y por la expansión del crédito. En este caso particular, a pesar de las tasas altas, el stock de crédito al consumo subió más de 30%.

EC - Ahora, si en un contexto externo tan favorable, Brasil creció tan poco debido a las altas tasas de interés, ¿no tienen razón los que sostienen que la política monetaria debió ser más flexible?

PR - Ese es un punto siempre debatible. Una política monetaria más flexible habría permitido tener un mejor crecimiento económico, pero también habría propiciado mayores tasas de inflación... En 2005 la inflación en Brasil fue de 5,7%, lo que supuso una baja frente al 7,6% del 2004. Está claro que desde que Lula tomó el gobierno, las autoridades del Banco Central han privilegiado bajar la inflación, que en 2002 había trepado hasta 12,5%. Para este año se prevé que el Banco Central pueda recortar sus tasas de interés y que al mismo tiempo la inflación baje hasta 5%.

Esta estrategia tiene sus detractores y tiene quienes la apoyan. Los que se oponen señalan que en el mundo hay otras economías emergentes, como Rusia, que han aceptado tener más inflación para crecer más. En el caso de Rusia, el PIB subió 7% en 2005 y la inflación superó levemente el 10%.

EC - ¿Y qué responden los que defienden la política monetaria brasileña?

PR - Responden dos cosas. Primero, a la larga, es mejor tener inflación baja. Porque si la inflación es baja, la estabilidad macroeconómica debería contribuir a tener más inversión, que es lo que a largo plazo define el crecimiento económico.

Y en segundo lugar, sostienen que es mejor combatir la inflación cuando la economía está creciendo en medio de un contexto internacional favorable, que dejar que la inflación siga en alza y tener que aplicar políticas contractivas cuando se revierta el contexto externo.

En fin, es un debate eterno, de difícil solución... En parte, porque nadie sabe a ciencia cierta cuánto pesa cada cosa en el crecimiento de largo plazo de los países, y en parte, porque nunca es buen momento para ajustar y aplicar un manejo contracíclico de las políticas macroeconómicas.

EC - Pablo, no quisiera que termináramos esta charla sin hacer alguna referencia, al menos, a la decisión de Standard & Poor’s de subir la nota de Brasil. ¿Cómo se entiende esa decisión?

PR - A nuestro juicio, Emiliano, no sorprende la decisión de Standard & Poor’s. Semanas atrás estuvimos comentando que los inversores en general se muestran muy satisfechos con la evolución de la economía de Brasil y que el riesgo Brasil se encuentra en niveles mínimos.

Y la agencia S&P reafirma eso en su comunicado. Brasil ha mostrado una mejora sostenida del superávit primario. Las exportaciones continúan creciendo y eso reduce la vulnerabilidad externa del país, porque baja el ratio de deuda externa sobre exportaciones y la inflación, remarca la agencia, es baja gracias a la política aplicada por el Banco Central... La propia agencia admite que la severidad de la política monetaria es debatible, pero pondera favorablemente que la inflación esté controlada y que el Banco Central mantenga un régimen de flotación de la moneda.

EC - Para terminar, Pablo, ¿cómo son las perspectivas de crecimiento en Brasil para este año? ¿Se repetirá un desempeño tan pobre como el de 2005?

PR - Las proyecciones de los analistas apuntan a un mejor desempeño este año, con una suba del PIB de 3,5%.

Esa mayor suba del PIB estaría asociada a un repunte de la inversión, que se vería favorecida por menores tasas de interés, y a una nueva expansión de las exportaciones y del consumo.

Si se alcanzara esa suba prevista de 3,5%, se trataría de un aumento superior al promedio de los últimos diez años, que no alcanza a 3% anual.