Las cifras del mercado de trabajo de enero mostraron un aumento de la ocupación y al mismo tiempo del desempleo. Sin embargo, esos resultados están afectados por cambios metodológicos. ¿Cuál es la situación en el mercado de trabajo?
Análisis del economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte & Touche.
(Emitido a las 8.25)
EMILIANO COTELO:
El jueves de tarde, el Instituto Nacional de Estadística divulgó nuevos datos del mercado laboral. Esos datos mostraron una tasa de desempleo de 13,8% para el mes de enero, muy superior al 12,1% que indicaba la medición anterior.
El propio INE advirtió que los nuevos datos surgían de una nueva metodología de cálculo, pero esa advertencia no impidió que al otro día encontráramos en la prensa conclusiones muy variadas. Por ejemplo, La República decía "la creación de empleo sigue sin satisfacer las mayores expectativas de la población". Por su parte, El País señalaba que "pese a la suba del empleo se incrementó la desocupación" y El Observador titulaba que el "desempleo subió fuerte por los piquetes". Con esa suba del desempleo y esa diversidad de conclusiones, nos pareció oportuno dedicar nuestro espacio económico de hoy a examinar en detalle las nuevas cifras del mercado de trabajo. Enseguida, el diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte & Touche.
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Pablo, antes de entrar a las cifras, aclaremos los cambios metodológicos que introdujo el INE.
PABLO ROSSELLI:
Está bien, Emiliano. El INE introdujo tres cambios en su última publicación. En primer lugar, el INE comenzó a publicar el dato mensual mientras que hasta ahora, todos los meses hacía la encuesta y calculaba los indicadores pero los presentaba en trimestres móviles. La medición en trimestres móviles pretendía suavizar las series, eliminando variaciones muy puntuales propias de utilizar muestras relativamente pequeñas. Ahora, la muestra es más grande y por esa razón el INE entiende adecuado publicar los datos individuales de cada mes. Con este cambio, de todas maneras, ya debemos ser cautelosos, porque todavía no conocemos cuán volátiles serán las nuevas series.
Seguramente el INE entiende que la volatilidad de las nuevas series será aceptablemente baja pero hasta no tener unos cuantos datos, tendremos que hacer siempre esta primera advertencia. Las variaciones mensuales pueden ser importantes, sin tener un significado económico claro.
EC - ¿Cuáles son los otros cambios, Pablo?
PR - Un segundo cambio importante es que hasta ahora el INE relevaba en su encuesta de hogares a las poblaciones de más de 5.000 habitantes mientras que la nueva encuesta, que se denomina Encuesta Nacional de Hogares Ampliada, releva también poblaciones de menos de 5.000 habitantes y zonas rurales.
Y, en tercer lugar, al momento de establecer las condiciones para hacer el muestreo de hogares que efectivamente caen en la encuesta, el INE utiliza ahora los datos poblacionales del censo de 2004. Hasta ahora usaba los datos de 1996 para determinar cuántos hogares y en qué lugares se hacían las encuestas.
EC - ¿Y qué consecuencias tiene eso, Pablo?
PR - Bueno, al incorporar las características poblacionales de 2004, en lugar de seguir utilizando las características encontradas en el censo de 1996, el INE se asegura que la muestra estadística de hogares sea más representativa de la situación del país en un doble sentido. Es más representativa porque se realiza sobre una base más actual y porque comprende a la totalidad del país, no sólo a las poblaciones de 5.000 habitantes.
Sucede que estos últimos dos cambios, y sobre todo el último, pueden en teoría impactar significativamente en las cifras. El propio comunicado del INE señala que entre 1996 y 2004 hubo un aumento de la población que vive en las zonas periféricas tanto de Montevideo como del resto del área metropolitana y en las periferias de algunas capitales del interior. Y ese aumento estuvo particularmente asociado a un incremento de las poblaciones que viven en asentamientos irregulares. Entonces, ahora esas poblaciones están, correctamente, más representadas en la encuesta de hogares. Y como la inserción de esas personas en el mercado de trabajo es diferente al promedio de la población, el cambio metodológico hace que las cifras nuevas no sean estrictamente comparables con las cifras anteriores.
EC - ¿Cuáles son las diferencias de inserción en el mercado de trabajo a la que hacías referencia, Pablo?
PR - Considerando datos del INE de 2004, en el informe de pobreza de ese año, surge con claridad que los hogares pobres y los hogares indigentes tienen mucho más dificultades para conseguir empleo y, por lo tanto, la tasa de desocupación es sustancialmente más alta entre los hogares indigentes y pobres.
Mientras que en el promedio de 2004 la tasa de desempleo total del país fue de 13,1%, la tasa de desempleo en los hogares indigentes llegó a 29% y la tasa de desempleo en los hogares pobres se situó en 22%.
EC - Luego de esa explicación larga pero imprescindible, Pablo, ¿qué dicen las principales cifras?
PR - En enero, el desempleo total del país considerando poblaciones de más de 5.000 habitantes, poblaciones de menos de 5.000 habitantes y zonas rurales se situó en 13,4% de la población económicamente activa.
En Montevideo, el desempleo fue de 12,4% mientras que en el interior del país la desocupación alcanzó a un 14%, que a su vez se descompone en un 15,1% en las localidades de más de 5.000 habitantes y en un 10,2% en las localidades pequeñas y en las zonas rurales.
EC - Pablo, llama la atención lo bajo que resulta la tasa de desempleo en las localidades pequeñas y en las zonas rurales.
PR - Es cierto, Emiliano. Pero de eso no deberíamos concluir que en esos sitios hay menos problemas de empleo. Por el contrario, es muy probable que ello obedezca a las migraciones de la población dentro del país. Es usualmente admitido que cuando las personas no encuentran empleo tienden a mudarse hacia zonas de mayor población, porque allí visualizan mayores oportunidades de obtener un empleo y porque es más probable obtener, mientras tanto, algunos ingresos para subsistir.
EC - Y entremos ahora en la parta más complicada, ¿cómo comparar esas cifras con los datos anteriores?
PR - Los últimos datos que teníamos correspondían al trimestre móvil octubre-diciembre de 2005 y marcaban una tasa de desempleo de 12,1% para el total del país, considerando lo que hasta entonces se relevaba que son las poblaciones de 5.000 habitantes.
Para poder comparar, en alguna medida, esa cifra de 12,1% del trimestre octubre-diciembre con los nuevos datos, el INE está divulgando por cierto tiempo una serie adicional de desempleo, que solamente considera las poblaciones de 5.000 habitantes. A nivel de total del país considerando poblaciones de más de 5.000 habitantes, los nuevos datos marcan que en enero la desocupación fue de 13,8%, lo cual resulta muy superior al 12,1% previo, como tú marcabas al principio.
EC - ¿Y cómo se entiende ese salto, Pablo?
PR - El INE advierte que los dos números no son estrictamente comparables y nosotros entendemos que esa es la primera conclusión que debemos sacar. A pesar de que las dos cifras, el 12,1% y el 13,8%, hacen referencia a poblaciones de 5.000 habitantes o más, la forma de selección de los hogares encuestados es diferente. Ahora están más representados los hogares de las zonas periféricas, donde el desempleo es mayor.
Para que se entienda lo que significa pasar de un desempleo de 12,1% a una tasa de 13,8% nos fijamos cuándo en el pasado habíamos tenido un salto de igual magnitud.
EC - ¿Y hasta cuándo tuvieron que retroceder, Pablo?
PR - Hasta el trimestre julio-diciembre de 2002, cuando como los oyentes recordarán la economía estaba en el peor momento de una de las peores crisis económicas de la historia.
Esta comparación muestra un salto en la tasa de desempleo extraordinariamente importante, que no se condice con la marcha de los demás indicadores económicos y que a nuestro juicio obedece principalmente al cambio de metodología aplicado.
EC - ¿Y no hubo ningún efecto de los cortes de puentes que pueda estar explicando al menos parte de esa suba?
PR - Quizás los cortes de puentes tuvieron algún impacto negativo en el empleo, pero la verdad es que no lo podemos saber, Emiliano.
En realidad, si comparamos los datos de empleo de octubre-diciembre con los de enero, siempre considerando las poblaciones de más de 5.000 habitantes, vemos que de octubre-diciembre a enero los datos muestran una suba de la ocupación.
EC - Es importante lo que decís, Pablo... Los datos muestran que hubo más ocupación en enero que en el último trimestre del año pasado... Es decir que de los datos no surge ninguna pérdida de empleo...
PR - Exactamente, Emiliano. Por el contrario, la tasa de empleo pasa de 51,9% a 53,3%. Si asumiéramos que las cifras son comparables, estaríamos hablando de una creación de unos 30.000 empleos, también una cifra muy grande que no parece razonable para un solo mes.
Y supongo, Emiliano, que algunos oyentes habrán notado que si las cifras muestran a la vez más desocupación y más puestos de trabajo, entonces las cifras de gente en busca de empleo (que se refleja en la llamada tasa de actividad) también dan cuenta de un incremento. La tasa de actividad pasó de 59% en octubre-diciembre a 61,9% en enero, una suba en un solo mes de una magnitud que no encontramos en una larga serie que comienza en el año 1987.
EC - Después de esta larga charla con tantas cifras, Pablo, ¿cuáles son las conclusiones y cifras que deberíamos retener?
PR - Cifras. El desempleo en enero fue 13,4% de la población económicamente activa en el total del país, considerando poblaciones de más de 5.000 habitantes y localidades pequeñas y zonas rurales.
Esa cifra representa de mejor manera la situación del mercado de trabajo, porque la nueva encuesta de hogares es más amplia y refleja los cambios poblacionales de los últimos diez años. Esa cifra nos dice que los desocupados son, porcentualmente, más que lo que informaban las encuestas anteriores.
Pero, segunda conclusión, a nuestro juicio no podemos concluir que en enero haya aumentado la desocupación. Los cambios metodológicos son muy importantes y los resultados de enero son muy diferentes a los obtenidos con la metodología anterior.
Y por último, deberemos aguardar varios meses para comenzar a comprender cómo se comportan los nuevos datos del mercado laboral y para extraer conclusiones firmes sobre tendencias en el mercado de trabajo.