El presidente de Ancap, Daniel Martínez, explicó las razones del aumento de los combustibles.

Martínez: importar es más caro que producir combustible

El presidente de Ancap, Daniel Martínez, dijo que históricamente está demostrado que importar combustibe es más caro que producirlo. Afirmó que el aumento de 8,9% fijado ayer era importergable porque la empresa perdía 400.000 dólares diarios. "Con lo que veníamos arrastrando se hacía absolutamente insostenible", explicó.

(Emitido a las 8.19)

EMILIANO COTELO:
El gobierno decidió ayer un incremento promedio de 8,9 por ciento en el precio de los combustibles, que ya está vigente.

¿Por qué se toma esta medida? ¿Cómo se supone que van a evolucionar los precios de los combustibles en los próximos meses? ¿Cuáles son los cálculos que hace el gobierno?

Para tratar de conocer respuestas a estas y otras preguntas estamos en diálogo con el ingeniero Daniel Martínez, presidente del Directorio de Ancap.

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Ingeniero Martínez, ¿por qué 8,9 por ciento en promedio?

DANIEL MARTÍNEZ:
El valor que tomamos como referencia fue 71. Tú bien decías, qué perspectivas tenemos; tomamos como base datos que se están manejando internacionalmente ahora pero en realidad nadie tiene certeza en cuanto a lo que va a pasar con el crudo. En este último período logramos mantener durante ocho meses el precio de los combustibles, con una rebaja de 3,2 por ciento en el medio.

EC - Sí, en noviembre se produjo una rebaja de 3,2 por ciento, fue uno de esos hechos que se dan pocas veces en la historia de nuestro país.

DM - Sí, y crucemos los dedos para que dentro de un tiempo se pueda dar lo mismo.

EC - La ilusión duró poco.

DM - Imaginate para nosotros, que en los primeros siete meses de gestión habíamos tenido que aplicar tres aumentos, esa rebaja fue como un respiro porque a nadie le causa ninguna gracia la situación que se está viviendo y tener que estar aumentando las tarifas.

EC - Aquello fue lo de noviembre. Ahora hay que aumentar.

DM - Pero te cuento porque es interesante, eso no quiere decir que haya habido estabilidad en los precios. Tuvimos desde meses muy buenos, como diciembre, cuando se pagó 59 y pico el promedio del WTI, hasta meses como enero, cuando estuvo a 65 el WTI, y llegó a haber momentos puntuales en que estuvo a 67. No hubo estabilidad, lo que importaba eran los promedios, que es por lo cual pagamos.

EC - La referencia anterior era 63 dólares.

DM - Sí. Por eso decía, lo importante es lo que pagamos. En enero además estaba el compromiso de hacer lo imposible por no aumentar las tarifas, e hicimos dos cosas, no aumentamos las tarifas y absorbimos el Imesi –que era pequeño pero de todos modos incidía–, que hay que ajustar cada seis meses, por ley, y que pesa sobre todo en la nafta pero casi no pesa en el gasoil.

EC - ¿Cuándo se volvió crítica la situación de Ancap?

DM - En la última semana de marzo comenzó el espiral de aumentos. Ayer conocíamos el valor del WTI que vamos a tener que pagar el crudo que embarcamos en la primera semana de abril, de 68 y pico, con lo cual si hay un millón de barriles más, hay casi 5.500.000 dólares que hay que pagar por ese embarque, es un hecho real, y aparte con combustible que ya desembarcó en la bolsa por lo tanto ya está el circuito en proceso, contablemente en proceso, y el que vamos a tener que fijar precios embarca el viernes o la semana que viene, que fue justo de esas partidas que no compramos a Venezuela, primero porque generalmente compramos crudos livianos con poco azufre para tener menos azufre final en las naftas y en el gasoil, y porque queremos tener una variación de suministradores, y si bien le compramos el 60, 70 por ciento a Venezuela, mantenemos vínculos con el mercado internacional de forma de tener ante cualquier eventualidad diversas líneas de suministro. Arrasó la licitación un crudo iraní que tiene referencia Brent, ese lo pagamos de acuerdo con el precio Brent, que por primera vez en dos años está sensiblemente más caro aun que el WTI.

EC - Sí, ayer cerró en 73,80 dólares.

DM - Exactamente, mientras que el WTI, según lo que nos decían, ayer pegó un bajón por un días, que el fin de semana ya cambia, pero aunque sean algunos días de precios más bajos te bajan el promedio. El Brent ha seguido alto, por lo tanto esta partida para la que fija precio el día de embarque, también va a estar altísimo.

EC - ¿Entonces es correcto, Ancap venía perdiendo 400.000 dólares diarios?

DM - En el caso del iraní en ese orden. Hay que tomar promedios, tomando los números de hoy se vienen perdiendo 400.000 dólares diarios. Cada 25 días compramos un millón de barriles y pagamos 10 millones de dólares más por embarque, son 400.000 dólares.

EC - Pero ustedes habían dicho que el aumento quedaba para mayo, que no iba a ser ahora. ¿Por qué se adelantó?

DM - Porque el margen de ganancia que tiene Ancap es de poco más del 2 por ciento, de ahí se saca todo lo que es después inversiones, y al paso que íbamos nos íbamos a quedar sin poder hacer nada, íbamos a entrar en negativo directamente. Seis días implicaban dos millones de dólares más de pérdidas, con lo que veníamos arrastrando se hacía absolutamente insostenible.

EC - ¿Qué perspectivas hay de ahora en adelante? Se toma como referencia...

DM - 71 dólares.

EC - 71 dólares, con un dólar a 24,50.

DM - Si alguien me pregunta si tengo certeza respecto de lo que va a pasar, no, no tengo. En el precio final influyen tres elementos claramente en este momento: uno la realidad de la industria, me refiero a producción de los productores de petróleo que están cubriendo la demanda, por ese lado no hay problema; capacidad de refinación del mundo, que si bien está más o menos en el límite o tal vez con un pequeño déficit con respecto a situaciones de un año atrás, pero no ha empeorado sino al revés, hoy hay noticias de muchas refinerías en construcción, nosotros mismos estamos estudiando la posibilidad de aumentar nuestra capacidad instalada, o sea que el sentido no ha cambiado o en todo caso las perspectivas son favorables; tres, reserva de los países, sobre todo Estados Unidos está con muy altas reservas. Por el lado de la industria no se explicaría, hay factores políticos, el debate sobre el enriquecimiento de uranio por parte de Irán sin duda pesa, los atentados en algún oleoducto en Nigeria, que es un productor realmente importante de crudo también pesan, y luego los elementos especulativos. Con los metales ha pasado, de dos años a esta parte se convirtieron en commodities, empezaron a cotizarse a mercados futuros, los fondos de inversiones empezaron a tomar los precios, sobre todo de los aceros y los bronces, los aluminios, como un elemento de especulación y crecieron a más del doble. Lamentablemente eso está pasando también con el crudo y para los países como los nuestros, que están buscando un camino de desarrollo en medio de enormes dificultades es un golpe tremendo.

EC - Algunas preguntas que llegan de la audiencia. A efectos de intentar zafar en algo a esta escalada, pregunta Alfredo, de Parque Batlle, en qué se está notando el efecto de los negocios con Venezuela, de los contratos de compra de petróleo con Venezuela.

DM - Nosotros siempre aclaramos cómo funciona el contrato con Venezuela y de qué forma nos íbamos a beneficiar. De todas formas somos conscientes de que tal vez por parte de algunos hubo un error, no de gente de Ancap, en explicarlo claramente. ¿Qué ventaja tienen los contratos con Venezuela? Ellos no nos venden crudo más barato porque no pueden, son parte de la OPEP y tienen reglas de juego que cumplir. Nosotros pagamos el 25 por ciento de cada factura, de cada embarque que le compramos se la pagamos a 15 años más dos años de gracia con una tasa del 2 por ciento de interés. De esa forma generamos una deuda a una tasa muy baja, del 2 por ciento. Ancap heredó una situación financiera entre horrible y pésima, con indicadores que marcaban luces rojas por todos lados. Tenemos deudas a pagar con intereses muy altos, de 7, 8 y 9 por ciento. Estamos usando el dinero de los pagos de Pdvsa que vamos difiriendo, lo tomamos como si fuera un préstamo de un banco a intereses muy bajos y pagamos los intereses caros. ¿Cómo impacta esto en la economía de Ancap? Eso está tenido en cuenta, ahora voy a explicar cómo el precio de los derivados, de la nafta y el gasoil, etcétera, ha aumentado mucho menos de lo que tendría que haber aumentado por lo que tendría que ser la incidencia del crudo en el precio final, ese dinero es ahorro de intereses que este año más o menos va a ser de cinco millones de dólares a fin de año, que ya están en la cuenta, y es lo que ha permitido que pese a que el crudo, con el valor que tomamos como referencia, aumentó un 70 por ciento –cuando asumimos teníamos un crudo de referencia a 42 y ahora está a 71, es prácticamente un 70 por ciento de aumento, que a su vez incide en un 60 por ciento en el precio final de los combustibles–, el aumento ha sido de 26, 27 por ciento. Nos ayudaron dos cosas, el dólar que se ha mantenido un poquitito por debajo de lo que suponíamos, y ahorros internos y situaciones como lo de Venezuela, que lo ponemos dentro del cálculo económico y que ha permitido que el precio de los combustibles no haya acompañado el precio del crudo internacional.

EC - En cuanto a la posibilidad de importar combustibles, la libre importación de combustibles que está proponiendo desde hace tiempo el Herrerismo, que estos días se relanzó con planteos de Isaac Alfie, ex ministro de Economía, ¿por qué no es una solución? ¿Por qué no es un mecanismo a atender a los efectos de bajar los precios?

DM - Justamente por lo que usted está diciendo, porque no los baja, los encarece. Es más caro importar que fabricar nosotros los combustibles. Se lo explico con un ejemplo muy claro. Uno de los dramas que tenemos, que le sale 30 millones de dólares al año a Ancap, es que Uruguay consume 30 litros de gasoil por cada litro de nafta. Eso pasa en toda la región. Si importamos derivados, por poco que importemos, no conseguimos gasoil en ningún lugar cercano a nuestro país, hay que traerlo desde muy lejos con un sobrecosto de fletes impresionante, lo que hace que cada vez que importemos salga mucho más caro de lo que sale fabricarlo en Uruguay. La cuenta global lo hace así, el gasoil impacta más en la cuenta final porque es prácticamente la mitad de lo que se consume de hidrocarburos en Uruguay, por lo tanto si tú importás lo que es mayoritario en tu consumo a precio mucho más caro te desbalancea, aunque puedas importar la nafta más barata, que eventualmente puede ser, porque en toda la región, como en Uruguay, sobra nafta, pero en el balance global, si uno hace lo que se llama la economía de refinación, es siempre más caro, nos ha pasado en los últimos 12 años, es totalmente comprobable matemáticamente, no hay ninguna discusión, y están los datos históricos, que uno termina pagando mucho más por importar que por fabricar en nuestro país.

Es importantísimo fijar políticas estratégicas. Nos hemos embarcado en lograr reservas propias y una nueva refinería. Si hubiéramos destinado los 250 millones de dólares que perdió Uruguay en negocios en el exterior, sobre todo en Argentina, hace diez años a tener reservas propias, como hizo ENAP de Chile, seguramente hoy tendríamos independencia y un pulmón, como lo tiene Argentina, que tiene reservas propias y por lo tanto subsidia la mitad del precio de los combustibles. Tenemos que discutir cómo hacer para que esto no nos pase dentro de cuatro o cinco años.

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Edición: Mauricio Erramuspe