Análisis Económico

Las principales variables financieras brasileñas han mostrado un fuerte deterioro en los últimos días. ¿A qué obedece esa situación?

Análisis del economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte & Touche.

(Emitido a las 8.38)

EMILIANO COTELO:
En los últimos días se ha venido observando en Brasil un claro deterioro de los principales indicadores financieros. En particular, el real se depreció frente al dólar y las acciones en la bolsa de San Pablo cotizaron con fuertes bajas.

Como responsables de esta situación, los analistas apuntan, por un lado, a los "ecos" de la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos y, por otro lado, al caos en el orden público que se instaló en la ciudad de San Pablo entre el fin de semana pasado y los primeros días de esta semana y que, hasta al momento, dejó un saldo del orden de los 130 muertos... En ese contexto, Brasil era tema obligado para el análisis económico de hoy, que en seguida tendremos en diálogo con el economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte & Touche.

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Pablo, empecemos por recordar a los oyentes la magnitud del deterioro de las variables financieras en la última semana y media.

PABLO ROSSELLI:
Bueno, por un lado, el Indice de la Bolsa de Valores de San Pablo (Bovespa), pasó de casi 42.000 puntos el martes de la semana pasada a  38.300 puntos al cierre de ayer. Eso supone una caída de 9% en poco más de una semana.

A su vez, el riesgo país subió desde 215 puntos hasta más de 250 puntos básicos.

EC - ¿Y cuánto subió el dólar en Brasil?

PR - En una semana el tipo de cambio pasó de 2,06 reales por dólar a 2,18 reales por dólar, lo que significa una depreciación nominal de nada menos que 6%. Para ponerlo en términos de nuestro país, esto equivaldría a decir que el dólar subiera desde los 24 pesos actuales hasta casi 25,50 en cuestión de unos pocos días.

En realidad, no se observaba un deterioro tan fuerte de las condiciones financieras en Brasil desde el peor momento de la crisis política, allá por mediados de 2005. Inclusive, la suba del tipo de cambio de estos días es porcentualmente mayor a la que vimos cuando renunció el ministro Antonio Palocci.


EC - Pablo, ¿a qué obedece este deterioro de las condiciones financieras en Brasil? Te hago la pregunta porque algunos analistas apuntan a los disturbios en San Pablo y otros al contexto internacional y a la decisión reciente de la Fed de subir sus tasas de interés.

PR - Bueno Emiliano, no deberíamos atribuir a los disturbios en San Pablo toda la responsabilidad de lo que estamos observando, porque de hecho la situación en San Pablo estaba ayer bastante controlada y sin embargo las variables financieras siguieron deteriorándose. De hecho, el dólar volvió a mostrar una suba ayer y cerró en 2,18 reales.

EC – Igual en horas de la noche volvió a complicarse...

PR – Exacto. De todas maneras, debemos pensar que detrás de este deterioro financiero hay dos elementos: por un lado están los disturbios que seguramente jugaron un papel importante pero también estamos observando en los últimos días un contexto internacional más adverso, que efectivamente se asocia al comunicado de la Fed de que podría haber nuevas subas de tasas si fuera necesario para controlar la inflación. Y ayer, en particular, se conocieron datos de inflación alta en Estados Unidos, con una suba del IPC de 0,6% en abril. En ese contexto, luego de la reunión de la Fed los inversores se han mostrado preocupados por nuevas subas de tasas y las acciones también cayeron en Nueva York. Por ejemplo, en la última semana el Dow Jones bajó un 3,8%, lo que está pautando que en general los inversores están siendo más adversos al riesgo y eso tiende a perjudicar a los países emergentes, incluyendo a Brasil.

EC - ¿Qué significa este cambio de contexto financiero en términos de perspectivas para Brasil? ¿Debemos revisar en forma importante las proyecciones de crecimiento, por ejemplo?

PR - Bueno, a pesar del deterioro financiero de estos últimos días, debemos tener presente que hace una semana atrás teníamos a las acciones en máximos históricos, que el riesgo país estaba en niveles muy reducidos y que el tipo de cambio se había situado en los menores valores desde marzo de 2001.

EC - Entonces pese a estas pérdidas de los últimos días, las ganancias de quien, por ejemplo, invirtió en títulos públicos y en acciones de Brasil en el último año han sido igualmente importantes.

PR - Sin duda, Emiliano. Aún con las pérdidas de estos últimos días, el índice Bovespa acumula una suba de 100% medida en reales y de 200% medido en dólares. Y los niveles actuales de riesgo país en torno de los 250 puntos son mayores a los que teníamos hace diez días pero siguen siendo muy inferiores a los casi 450 puntos que teníamos un año atrás.

Ese auge bursátil y la reducción del riesgo país obedecen a que la economía brasileña se fortaleció en el último año, como marcan varios indicadores...

EC - ¿Qué indicadores, Pablo?

PR - Por un lado, la inflación se encuentra bajo control. Hoy por hoy la inflación se ubica en 4,6% anual, por lo que existe consenso de que la meta de 4,5% será cumplida sin mayores inconvenientes. Por otra parte, el superávit primario está alineado con la meta de 4,25% del PIB, la calidad de la deuda interna ha mejorado y la capacidad de pago del país frente a los compromisos externos mostró una mejora muy marcada.

Para mencionar un indicador puntual, Emiliano, el ratio de deuda externa líquida sobre las exportaciones alcanzaba a fines del año pasado a 85%. Eso equivale a decir que con los ingresos generados por las exportaciones más sus reservas, la economía tiene "resto" como para hacer frente a todos sus compromisos externos. En 2002, en plena crisis de confianza, ese indicador se encontraba en más de 300%, lo que equivalía a decir que hacía falta triplicar las exportaciones de aquel momento para cubrir la deuda externa.

EC - Retomo entonces la pregunta que hacía recién.
¿Cómo puede afectar este cambio de contexto las perspectivas de crecimiento? ¿Tenemos que corregir a la baja las proyecciones?

PR - En principio no, Emiliano. A pesar de este deterioro reciente de las condiciones financieras, los analistas brasileños están proyectando un aumento del PIB del orden de 4%, al impulso de un desempeño exportador muy favorable y de una expansión de la demanda interna. Eso supondría una notoria mejora en relación al incremento del PBI observado el año pasado (de solamente 2,3%) que en buena medida sería posible gracias a que la inflación ha bajado y le está dejando margen al Banco Central para recortar sus tasas de interés.