"Queríamos crear un espíritu claro, moderno, inesperado", dijo Volker's Kaechele, director creativo de Hugo. "El espíritu de una mujer en armonía con su mundo, que se expresa en una ráfaga de energía pura. El púrpura es el color perfecto para ella; una fuerza real, positiva, femenina."

La fragancia. El ciclamen blanco y la nectarina crean una nota de cabeza fresca, burbujeante, que provoca que los sentidos cobren vida.

Según los expertos en aromas, como Alan Hirsch, fundador del Smell and Taste Foundation de Chicago, las notas de cabeza radiantes, vibrantes, que recuerdan el aire libre, pueden poner a la mujer en un estado de ánimo más juvenil y despreocupado.

Luego, Hugo modula hacia una nota de corazón espiritual con la deslumbrante violeta negra y acordes de bouquet floral.

Finalmente, la nota de base. Escondido en las profundidades suaves y sensuales del ámbar y la gamuza blanca, se encuentra el regalo inesperado del mazapán blanco.

El envase. El frasco fue creado por el diseñador Lutz Hermann, quien se inspiró en la belleza y la energía de una mujer en movimiento. A semejanza del giro ligero de un bailarín, es energía kinética pura: una graciosa helix triangular de cristal teñido de púrpura que gira y se alarga hacia arriba.

El empaque exterior es de color púrpura de una textura suave, con un ligero terminado metálico que lo hace resplandecer y cobrar vida.

Campaña de difusión. Una mujer que se apodera de la ciudad estadounidense Manhattan es la campaña de Pure purple de Hugo. Esta proposición atrevida está captada en una campaña de publicidad impresa y de televisión creada por el director Stephane Sednaoui.

El escenario es Nueva York. La gente sigue su rutina diaria: trabaja, maneja, camina. A diferencia de la cotidianeidad, una mujer (la modelo Natasa Voknovic) se mueve con velocidad convirtiendo la ciudad en su patio de recreo, sin obstáculos.