Entrevistas

Uruguay exporta casas a Venezuela

Una empresa uruguaya venderá 12.000 casas prefabricadas para Venezuela, 2.000 para cubrir una emergencia en una zona de deslave y otras 10.193 para un barrio. Además, construirá escuelas, comisarías y policlínicas. La exportación se enmarca en el acuerdo entre los gobiernos y el titular de la firma, Alejandro Lagrenade, afirmó que en este proceso compitieron con compañías de todo el mundo.

(Emitido a las 9.13)

EMILIANO COTELO:
¿Se imaginan a una familia venezolana, viviendo en Venezuela pero en una casa fabricada en Uruguay?

Si no se lo imaginaron, hay alguien que sí lo hizo: un empresario uruguayo que, además de imaginarlo, lo llevó a cabo y ya concretó un acuerdo para vender a ese país más de 12.000 viviendas prefabricadas.

¿Durante cuántos años vimos casas que se instalaban en Uruguay pero que en realidad llegaban casi prontas desde el extranjero? Parece que, por lo menos en este caso, la tendencia se revierte.

Como si esto fuera poco, la experiencia tiene un ingrediente adicional, que es que esta exportación no tradicional se enmarca en el acuerdo –el tan publicitado acuerdo, demorado en su puesta en práctica real– de cooperación firmado entre los gobiernos de Uruguay y Venezuela, que permite pagar una parte de las importaciones de petróleo con exportaciones de nuestro país.

La empresa se llama Unión Metalúrgica Industrial del Sur SA (UMISSA), y con su titular, Alejandro Lagrenade, vamos a conversar en los próximos minutos, desde Costa Rica, donde lo encontramos esta mañana.

***

Señor Lagrenade, ¿dónde lo hemos encontrado?

ALEJANDRO LAGRENADE:
Ahora estoy en Bogotá.

EC - ¿Cuál es el motivo de este viaje? ¿Tiene que ver con estas exportaciones?

AL - Sí, hay unas pocas cosas que no tenemos en Uruguay y tenemos que proveer desde por acá. Estamos cerrando esos acuerdos.

EC - ¿Por ejemplo?

AL - Materiales para las cubiertas, por ejemplo.

EC - ¿Desde cuando existe UMISSA?

AL - UMISSA se formó para este proyecto de exportación y otros que estamos tratando, pero ya trabajábamos en el país desde hacía 14 años.

EC - ¿Tienen 14 años de experiencia en el rubro viviendas prefabricadas?

AL - En Uruguay sí. Este sistema existe en otros sitios, existe acá en Colombia y existe en Venezuela desde hace 25 años.

EC - Pero hasta ahora ustedes no habían exportado.

AL - Desde Uruguay no.

EC - Pero sí habían fabricado para el mercado local.

AL - Sí.

EC - ¿Quiénes habían sido hasta ahora los compradores de estas casas en nuestro país?

AL - Hemos trabajado para planes de vivienda y obras particulares de todo tipo.

EC - ¿Cuántas? ¿Se puede sacar cuentas de cuántas han vendido ya dentro de Uruguay?

AL - Dentro del mercado local hemos vendido unas 3.000 viviendas.

EC - ¿Algún ejemplo que los oyentes puedan ver en su entorno más cercano, en algunos lugares de Uruguay?

AL - Tenemos por todo el país lo que se llama núcleos básicos evolutivos, hemos hecho en todas partes. También hemos hecho escuelas en todo el país y casas, por ejemplo en Montevideo en Manantiales de Carrasco, en La Tahona. Es un producto industrializado, se puede hacer de todo, desde una vivienda económica como solución de emergencia hasta una casa más terminada, con más acabados, con revestimientos más caros, lo que sea.

EC - ¿En todos esos antecedentes que usted estaba mencionando la tecnología es la misma? ¿Y es la misma que van a utilizar en la exportación a Venezuela?

AL - Sí, es la misma.

EC - Vamos a detenernos en el sistema de prefabricado que ustedes han desarrollado. ¿En qué consiste?

AL - Es un sistema que lleva una estructura de aluminio, porque trabajamos con una norma de mantenimiento cero, no hay deterioro, no necesita mantenimiento; después paneles con dos caras, que pueden ser en cemento, madera, yeso; espuma de aislación dentro; cubiertas de distintos tipos, por ejemplo chapa, fibrocemento, teja, lo que sea. Y el resto es todo decorativo, pinturas, revestimientos plásticos, de madera, de ladrillo, lo que fuere. No es necesario el revestimiento pero se puede poner cualquier cosa.

EC - Es un sistema de prefabricado que no recurre a los materiales tradicionales en la construcción en nuestro país. No hay de por medio hormigón, por ejemplo, tampoco ladrillos, salvo eventualmente en el revestimiento.

AL - Es un sistema industrializado, la fábrica produce cada elemento como si fuera una línea de montaje de autos. Los elementos son repetitivos, las columnas son todas iguales, hay seis modelos de paneles, y con esos materiales se pueden hacer una casita de 30 metros cuadrados o un colegio de 2.000 metros cuadrados, es indistinto, se repiten los elementos. Y en la obra el procedimiento es muy rápido porque no se corta nada, todos los elementos vienen a medida, los agujeros vienen hechos, sólo hay que poner los tornillos en el lugar exacto, no hay desperdicios, es limpio si la fundación es siempre de hormigón.

EC - Los uruguayos estamos demasiado acostumbrados a las construcciones hechas con ladrillos, cemento de Pórtland, hormigón, etcétera, y tendemos a considerar que una casa prefabricada como la que usted está describiendo es una construcción precaria, tosca, en el mejor de los casos algo de emergencia. ¿Cómo responde a ese tipo de prevenciones?

AL - Hay mucho para decir. Hace 15 años en Uruguay el 50% de las casas se hacía con planchada, hoy ese tipo de obra no sé si llega al 10%. La gente que por alguna razón ha tenido que vivir en el hemisferio Norte y ha vivido en una casa no tradicional se sorprendió al ver, por ejemplo, que en lugares con nieve durante seis meses del año, con temperaturas de 30º bajo 0, una casa con una pared finita y que parece que no va a aguantar, aguanta mucho mejor y es mucho más confortable que una casa con ladrillos. El desarrollo de la construcción surge por el clima, por la necesidad de protegerse del frío o el calor. En Uruguay tenemos la ventaja de que el clima no es ni muy frío ni muy caluroso, pero si vemos una de estas casas, una de bloques y una de ladrillo con pared simple –una casa sencilla– y le preguntamos a cada una de las tres familias cuánto consume en calefaccionamiento al año, la que está en esta casa consume un 10% de lo que consumen las otras. Ese dinero para ellas es como un gasto de mantenimiento.

Por otro lado, el mantenimiento de pintura, fisuras, humedades en esto es mucho menor, entonces la evaluación al cabo del tiempo es funcionalidad, es igualmente duradera o más duradera. Acá no necesitamos tanto todo eso, pero en el hemisferio Norte el desarrollo de esto surge de la necesidad.

EC - Está claro que estos sistemas de prefabricado no son un invento uruguayo, por el contrario, en Estados Unidos este estilo de construcción está muy desarrollado. Hace poco tiempo entrevistábamos a los responsables de la fábrica Urupanel, en Tacuarembó, que se dedica a fabricar paneles de madera que tenían como destino básicamente el mercado estadounidense y concretamente la construcción de casas y residencias. Ese es un ejemplo, nada más.

AL - En Uruguay estamos en ese proceso. Cuando nosotros empezamos no había prácticamente nada, sólo alguna casa de madera –la madera es un poquito más comprometida porque necesita más mantenimiento, la cultura del mantenimiento es complicada–, pero hemos tenido una buena inserción y la gente al final lo que necesita es una casa confortable, en la que pueda estar con su familia en pleno invierno, tener con muy poco una temperatura agradable, no tener que estar de campera, no tener problemas, una casa que no necesite mantenimiento.

EC - ¿Cómo es esto de que el mantenimiento de este tipo de casas es cero?

AL - Los sistemas constructivos, por ejemplo los industrializados, básicamente dependen de los materiales, hay materiales que no necesitan mantenimiento, que pueden estar en el exterior, expuestos a la lluvia, el sol, el viento, la corrosión y no tener ningún tipo de daño. Estos sistemas que fabricamos no necesitan ningún tipo de mantenimiento. En una casa con ladrillo es conveniente –sobre todo en Montevideo, que tenemos mucho viento– sellar las juntas del mortero de ladrillo porque si no con los vientos y las lluvias la humedad algún día pasa. Ese sellado hay que hacerlo cada tanto, si no hay que pintar con pinturas acrílicas para que no pase la humedad. Con esto eso no es necesario, tampoco se pinta. Al final de cuentas las casas se deterioran y si la gente no tiene plata para cuidarlas o recuperarlas se vienen abajo y se terminan dañando.

EC - El sistema que UMISSA está empleando, ¿es creación de ustedes?

AL - Sí, es creación nuestra. Estamos trabajando en eso.

EC - ¿Cuál es el costo del metro cuadrado de construcción con este sistema, preguntan desde la audiencia?

AL - Para el caso de Venezuela tenemos dos soluciones. Hay una solución que se llama de emergencia, que se va a usar para las zonas de deslave, en las laderas de las montañas; para esas casas el costo del kit de metro cuadrado con todos los materiales es de 101 dólares. Eso incluye paredes, techos, puertas, ventanas, cielorrasos, pintura, sanitaria, electricidad, etcétera. Y las otras viviendas, que son 10.000 y pico, son para hacer barrios, urbanizaciones con casas más grandes, con más terminaciones, y tienen un costo de 145 dólares el metro cuadrado. (*)

EC - Esos precios que usted está manejando, ¿incluyen la base de hormigón que hay que realizar en el lugar?

AL - No, no incluyen la base. Este acuerdo implica que haya trabajo y mano de obra uruguayos y que también haya trabajo y mano de obra venezolanos.

EC - Al pasar usted señaló que esta tecnología permite incluso construir residencias suntuosas. ¿Cómo es?

AL - Por lo mismo, con otras terminaciones interiores y distintos tipos de revestimientos exteriores hacemos una casa suntuosa. Lo que importa es el alma de la casa, que tenga buena aislación, que no pase la humedad, que no tenga mantenimiento, y después se reviste de ambos lados con lo que haga falta. Así hacemos casas más suntuosas.

EC - ¿Hay ejemplos en Uruguay?

AL - Sí, claro.

EC - ¿Cuántas?

AL - No son muchas, en eso trabajamos sólo durante dos años, pero serán unas 30 casas de entre 200 y 300 metros cuadrados.

***

EC - ¿Cómo logró "meter" su oferta, meter este sistema de construcción de viviendas prefabricadas en el mercado venezolano? ¿Tuvo que participar en alguna licitación?

AL - Venezuela manifestó públicamente una demanda importante de viviendas hace unos tres años.

EC - La historia tiene tres años...

AL - Nosotros desembarcamos allí hace unos dos años y medio, en octubre de 2003.

EC - Bastante antes de que se firmaran estos acuerdos de cooperación Uruguay-Venezuela, que son de marzo del año pasado.

AL - Sí, mucho antes. Nos presentamos allí, como otros, y las autoridades de vivienda iniciaron una evaluación técnica. Esto es algo muy complejo porque allá tienen efecto de sismos, entonces los sistemas tienen que ser antisísmicos, hay básicamente climas calurosos, porque no hay frío, entonces las casas tienen que estar adecuadas para mucho calor. Recorrimos una instancia técnica, había unas 60 propuestas y llegamos a principios del año pasado con una cosa muy avanzada, cuando aparece el acuerdo de cooperación y amistad entre los países y nuestro gobierno evaluó que se incluyera la propuesta que estábamos haciendo dentro del convenio. El gobierno lo vio adecuado y nos incorporó al convenio.

EC - ¿Qué facilidades implicó la incorporación de su oferta a este convenio Uruguay-Venezuela?

AL - Ahora es un convenio uruguayo, no es una empresa privada; técnicamente es una empresa privada, pero fuimos con el país, que es mucho mejor. Por otro lado, al país también le servía porque no había gran cantidad de productos uruguayos que se pudieran usar en este canje, entonces cuando el presidente fue a Venezuela en marzo y llegó a Brasilia dicen que dijo "pagamos la deuda petrolera con canjes de productos uruguayos", o sea que también sirve por ese lado. A nosotros nos sirvió, no sé si apuró el trámite, pero lo hizo nacional, que es ventajoso.

EC - Pero desde el punto de vista de los precios para Venezuela, ¿cómo hicieron para "derrotar" otras ofertas?

AL - Somos más competitivos, lo fuimos desde el principio, hasta a China le ganamos en su momento.

EC - ¿Con empresas de qué países estuvieron en competencia?

AL - Del mundo entero, de Italia, España, China, Brasil, Irak... Había muchísimos otros, estos somos los que quedamos medio finalistas, y terminamos firmando, que yo sepa, hasta ahora, España, Brasil y nosotros.

EC - La semana pasada salieron rumbo a Venezuela las primeras 200 casas.

AL - En realidad no es tan así, salieron 340 partes de una parte de las casas, 250 de otra, porque no van casas completas por contenedor, los suministros se van entregando a medida que se necesitan en las obras, y además en los contenedores no se pueden mezclar unas cosas con otras, por peso, porque se dañan o lo que sea.

EC - El total supera las 12.000 casas.

AL - Son 2.000 de emergencia, 10.193 para barrios y además tenemos escuelas, colegios, comisarías, policlínicas y campos deportivos.

EC - Tengo entendido que los embarques van a ir desplegándose a lo largo de un año.

AL - Sí, durante un año.

EC - Un negocio de este porte, ¿cuánto le exige a su empresa? ¿Cuántas personas trabajan habitualmente en su fábrica? ¿Cuántas van a trabajar para procesar esta exportación?

AL - Si multiplica por 10, por lo menos, tenemos en forma directa e indirecta entre 750 y 1.000 puestos de trabajo.

EC - Entre 750 y 1.000 personas intervienen de manera directa e indirecta en este proyecto en Uruguay.

AL - La parte indirecta es muy importante, porque los que suministran aluminio, por ejemplo, tienen que crecer su producción en un 50%, cosa que no hacían porque el mercado local no lo demandaba, pero como este es un proyecto muy concreto se han organizado para crecer en este volumen. Hay mucho trabajo indirecto, hay una fábrica que va a hacer puertas, porque lo que hacemos es juntar una cantidad de partes, de las cuales nosotros hacemos algunas.

EC - Una vez que las partes de las casas llegan a Venezuela, al destino que sea, ¿cuánto tiempo demora el armado, cuánto tiempo demora que la casa esté pronta, disponible, utilizable?

AL - Tenemos un video en el que mostramos que dos casas de los núcleos básicos de 33 metros cuadrados o una de 66 metros, con seis personas, se arma en dos horas y media. Ese no va a ser el ritmo, en Venezuela va a ser a otro ritmo, porque toda la mano de obra de armado va a ser venezolana con asistencia de técnicos uruguayos que van a ir a enseñar y dirigir la construcción. Si nos organizamos muy bien, que es lo que queremos hacer junto con el gobierno venezolano, ellos van a incorporar los sistemas de cooperativa que tienen, que son de trabajo –no cooperativas de vivienda sino de trabajo–, entonces un barrio de 1.000 casas se puede fácilmente hacer en tres meses.

EC - En el lugar hay que hacer el acondicionamiento del terreno y la preparación de la plancha sobre la cual después se ubica la casa.

AL - Las alcaldías de los lugares donde van a estar las viviendas preparan el terreno, hacen las calles, infraestructura de agua, luz, etcétera; después el gobierno, no sé por qué medio, contrata la platea de hormigón de fundación; llegan nuestros materiales a unos depósitos donde se van a guardar –algunas cosas se van a terminar de ensamblar allá, por volumen–; y empieza el armado, que es un trabajo muy sincronizado. Es bastante sencillo, se pone el perfil de piso, después la estructura, después los paneles; es un proceso muy fácil, todo lo que requiere es mucha organización. Ese es el sistema que está implementando el gobierno venezolano.

EC - Usted ha dicho que aspira a consolidar las casas prefabricadas de UMISSA como una exportación no tradicional de Uruguay. ¿Tiene otras ventas al exterior tiene en el horizonte?

AL - Estamos tratando dos proyectos más, bastante avanzados.

EC - ¿Con qué países?

AL - No puedo nombrar los países todavía, si no le importa. Estamos bastante avanzados y esperamos poder terminar haciendo una exportación no tradicional.

(*) N. de R.: Los precios no incluyemn flete ni instalación.

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Edición: Mauricio Erramuspe