Técnicos reclaman política de Estado en biocombustibles
Uruguay carece de una política de Estado sobre energías renovables mientras "el barril de petróleo amaneció a 72 dólares y no tenemos perspectiva de que cambie", enfatizó la ingeniera Virginia Lobato. Esto requiere la coordinación entre el sector energético, el agropecuario, el de servicios y el industrial, afirmó. "Para conseguir un rumbo común alguien tiene que ceder", sentenció.
(Emitido a las 9.12)
EMILIANO COTELO:
Si la producción de biodiesel es tan conveniente como dicen, ¿por qué tenemos tantos problemas para implementarla en Uruguay?
Es una pregunta que muchos nos hacemos, en especial en tiempos en que el precio del petróleo sigue por las nubes y cuando la necesidad de generar puestos de trabajo en nuestro país sigue siendo imperiosa.
Hoy vamos a buscar respuestas a esa pregunta. Y para eso vamos a aprovechar una jornada que en estos días organizó la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Uruguay, una jornada informativa y de discusión que tuvo como título "Situación actual del biodiesel en Uruguay".
La charla estuvo a cargo de la ingeniera agrónoma Virginia Lobato, con quien vamos a conversar en los próximos minutos.
La ingeniera Lobato es consultora privada en temas de biocombustibles, docente de Mecanización Agrícola de la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República, responsable de biocumbustibles de Centro de Estudios sobre Tecnologías Apropiadas (CEUTA) e integra el Grupo Agroenergética de las gremiales agropecuarias.
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Ingeniera Lobato, para empezar, ¿cuánto se ha desarrollado efectivamente la producción de biodiesel en Uruguay? Porque escuchamos hablar mucho sobre la experiencia en Paysandú y algunas otras, pero ¿cuánto hay de realidad hoy en cuanto al biodiesel?
VIRGINIA LOBATO:
Hay muchas plantas de biodiesel funcionando, de diferente escala. Hay muchas pequeñas plantitas de biodiesel de entre 50 y 100 litros por día, hay otras un poco más importantes, cuatro, cinco o tal vez más plantas de mayor capacidad en el interior del país y una gran planta con capacidad de producción de 40.000 toneladas por día en Montevideo.
EC - ¿Cuál es esa planta?
VL - Ecodiesel, donde estaba la planta de Bao.
EC - Ancap también ha hecho lo suyo.
VL - Ancap no está produciendo biodiesel, no es productor, y creo que no se posiciona como productor sino en todo caso como comprador a futuros emprendimientos.
EC - También está la experiencia de la Intendencia de Paysandú, que hoy está desmantelada.
VL - Sí, pero está en vías de reconversión. Supuestamente va a trabajar en otra locación, no en Parada Esperanza, donde estaba ubicada, y con mejoras en su infraestructura.
EC - Hubo fallas en esta primera experiencia en Paysandú, según tengo entendido.
VL - En toda primera experiencia de todo producto innovador hay fallas, no sale de la regla.
EC - ¿Qué ocurrió en este caso?
VL - No soy la persona más indicada para explicar qué fue lo que pasó en Paysandú, pero tengo entendido que el biodiesel que se producía no era de una calidad normalizada.
EC - Según ha trascendido, el uso de ese biodiesel tuvo consecuencias negativas en los motores de los vehículos en los que se empleó.
VL - Eso pasa cuando no se utiliza biodiesel que corresponde a la calidad de la norma. Pasa siempre, no sólo en el caso de la Intendencia de Paysandú, en muchas de esas plantas privadas que mencionamos ha habido casos de problemas en los motores, problemas en el desempeño del biodiesel, porque no cumplía con los requerimientos mínimos para ser considerado tal. Si uno quiere que el emprendimiento no fracase tiene que elaborar un producto de calidad. Para eso UNIT el 21 de diciembre de 2005 emitió una norma a solicitud de Ancap, se creó un comité de normalización de biodiesel y se elaboraron las normas nacionales. Son las pautas que los productores de biodiesel deben seguir para obtener un producto de buena calidad y prever el buen desempeño en los motores.
EC - Ahí tenemos un avance importante que se ha producido en Uruguay: la aprobación de una norma de calidad sobre el biodiesel.
VL - Una norma nacional; normas internacionales existen, hay normas europeas, normas norteamericanas, hay indicadores de calidad en Brasil, pero una norma nacional es un paso, por cierto. De cualquier manera, el acatamiento de la norma es voluntario, la norma no obliga a un productor de biodiesel. Es el propio productor que debe obligarse a producir biodiesel de buena calidad porque siempre es más caro reparar los motores después que producir un biodiesel de buena calidad antes.
EC - En el análisis que tú haces de la situación del biodiesel en Uruguay pones énfasis especial en el vacío legal, como que allí está una de las claves del freno en el que andamos. ¿Concretamente qué pasa con el marco jurídico?
VL - El vacío legal es uno de los obstáculos, una de las barreras, hay muchas otras barreras a considerar. El vacío legal es un obstáculo en cuanto a la producción de biodiesel por parte de productores privados porque no saben a qué atenerse.
EC - El vacío legal tan vacío no es, hay una ley, el Parlamento uruguayo aprobó en octubre de 2002 la ley la 17.567, que declara de interés nacional la producción de "combustibles alternativos, renovables y sustitutivos de los derivados del petróleo, elaborados con materia prima nacional de origen animal o vegetal".
VL - Esa ley fue casi pionera en América Latina, puesto que no existían otras normativas aprobadas, había mucha discusión pero normativas aprobadas no. Fuimos pioneros en la declaratoria de interés nacional, pero no fuimos consecuentes con esa declaratoria puesto que la ley nunca fue reglamentada. Hubo una manifestación de deseos de un decreto reglamentario pero nunca se llevó a cabo, y últimamente, desde la asunción del nuevo gobierno, la Dirección Nacional de Energía se abocó a la elaboración de un decreto reglamentario de la ley que en los últimos tiempos se transformó en un nuevo proyecto de ley.
EC - Además de ese proyecto que está por ir del Poder Ejecutivo al Parlamento, hay otras tres iniciativas. Según nuestros cálculos, en el Poder Legislativo se han presentado tres proyectos entre junio del año pasado y abril de este año.
VL - Sí, hay tres proyectos de ley presentados y hay otros dos en elaboración por parte de otros legisladores; en total serían seis eventuales proyectos de ley.
EC - ¿Por qué es importante llenar este vacío legal? ¿Qué problemas tiene no haber reglamentado aquella ley que está vigente desde 2002?
VL - Primero que nada, nadie sabe si el biodiesel entra o no dentro del monopolio de combustibles de Ancap. Segundo, nadie sabe cómo lo tiene que comercializar, si con IVA, si con Imesi, si con impuestos o no, porque la ley faculta al Poder Ejecutivo a exonerar de los impuestos que gravan al gasoil; no exonera, faculta a exonerar, que no es lo mismo. La reglamentación habría dicho si exoneramos en una tasa mínima, en una tasa media, si en definitiva en este momento se debería comercializar con impuestos, si es que se puede comercializar y no entra dentro del monopolio de Ancap. Si se lo gravara con los impuestos que gravan al gasoil, sería netamente desfavorable económicamente.
EC - Ese es el problema.
VL - Ese es uno de los problemas, hay otros.
EC - ¿También vinculados con el marco legal?
VL - Vinculados más que nada con aspectos culturales, barreras culturales a la adopción de nuevos combustibles, barreras culturales por parte de los tomadores de decisiones y escepticismo en los propios científicos involucrados en la investigación.
EC - ¿Cómo es esto? ¿Podemos desarrollarlo?
VL - El biodiesel es un producto complejo, no sólo en Uruguay, es un producto complejo en el mundo, particularmente porque involucra sectores que de otra forma no estarían involucrados entre sí. El sector energético petrolero porque estamos hablando de un combustible que sustituye un derivado del petróleo nuestro y en general en el mundo está acostumbrado a manejar un producto, el petróleo y en general un dueño de ese producto. En el caso del biodiesel estamos hablando de una multipropiedad de ese recurso, de múltiples productores agropecuarios que producen granos, que a veces están organizados y a veces no; el sector energético tiene una desvinculación histórica de los sectores productivos no minerales, biológicos.
Por otro lado tenemos un sector agropecuario tradicionalmente habituado a producir alimentos, no energía; no debería darse la competencia entre alimentos y energía, debería haber una política agrícola estratégica para producir alimentos y una política agrícola estratégica para la producción de energía. Y por otro lado el sector servicios, por ejemplo el transporte, que hasta hace muy poco tiempo no se había dado cuenta de que existía un combustible sustituto de o alternativo a los derivados del petróleo, que ahora se ha convertido en una masa crítica importante, empresas de transporte tanto de carga como de pasajeros, taxis, remises y flotas que entienden que no tienen un solo producto para utilizar.
Hay que coordinar los intereses de estos sectores, más el sector industrial, que también se ve involucrado puesto que para producir biodiesel se requieren los residuos de un frigorífico o de una planta aceitera, además de una planta de producción de biodiesel. Estamos hablando de cuatro sectores, el energético, el agropecuario, el de servicios y el industrial, con intereses que a veces incluso han sido contrapuestos, que no coinciden. Entonces conciliar los intereses de todos estos sectores, coordinarlos, articularlos y hacer que a partir de eso se elabore un producto de calidad, que sustituya un combustible fósil, que tiene ventajas ambientales, ha sido sumamente difícil. La coordinación de estos sectores es difícil, cada uno defiende sus intereses y alguien tiene que ceder, siempre en estos casos para conseguir un rumbo común alguien tiene que ceder.
EC - Y en Uruguay eso cuesta.
VL - Y en muchos lados también, pero en Uruguay seguramente cuesta.
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EC - Llegamos a este punto de la charla sin haber hecho una definición rápida de lo que es el biodiesel. Tengo la impresión de que ya es bastante conocido por la audiencia, pero viene bien poner algunos puntos sobre las íes: ¿qué es el biodiesel?
VL - Voy a explicarlo con un ejemplo. Hace un tiempo, en 1999, fuimos a una jornada técnica, como cientos que hicimos en el interior del país un grupo de técnicos de la Universidad de la República para poner este tema en discusión, y un productor rural preguntó "¿qué es el biodiesel?", y una compañera le contestó: "son ésteres monoalquílicos de ácidos grasos de cadena larga". Eso es correcto, pero fundamentalmente el biodiesel es un combustible con origen biológico que sustituye a los destilados medios del petróleo, en este caso el gasoil, que puede ser mezclado con el mismo o puede ser utilizado puro y la materia prima para su fabricación son aceites vegetales o grasas animales.
EC - Y, por ejemplo, entonces, ¿se puede producir a partir de qué cultivos?
VL - Se puede producir a partir de cualquier cultivo oleaginoso. En Uruguay estamos hablando de soja y girasol porque son los cultivos oleaginosos tradicionales, pero no hay que descartar la colza, que es el cultivo ideal para invierno, porque para tener un suministro constante a planta hay que tener no sólo cultivos de verano como la soja y el girasol sino también cultivos de invierno. En el mundo entero se plantan diferentes cultivos para la producción de biodiesel que en general corresponden a los climas de los países. En Malasia la principal materia prima es la palma, en Brasil el ricino y la palma, en Canadá la canola y la colza, en Alemania también.
EC - Las ventajas del biodiesel son innumerables, a algunas ya las hemos mencionado. Por ejemplo, su impacto ambiental en comparación con el gasoil tradicional.
VL - Supongamos que un camión tanque derramara 40.000 litros de gasoil; implicaría un daño ambiental bastante importante y no sabemos hasta dónde el país está preparado para enfrentar ese tipo de desastre ecológico. Pero si suponemos un derrame de un camión tanque con 40.000 litros de biodiesel, en 21 días la naturaleza lo biodegrada.
EC - Otras ventajas. Estamos hablando de un combustible renovable, a diferencia de los que tienen origen en el petróleo.
VL - Es un combustible renovable mientras existan tierras de cultivo para producirlo. No debemos olvidar que el suelo del que provienen las oleaginosas también es un recurso finito no renovable, tenemos una cantidad determinada de suelo y no lo podemos inventar.
EC - Estamos hablando de ahorrar divisas, de no tener que importar por lo menos una parte de los combustibles que consumimos. Estamos hablando de generar puestos de trabajo en Uruguay, en cada uno de los países donde se lo produzca.
VL - Estamos hablando de que tenemos una absoluta y total dependencia de los combustibles fósiles y las lluvias. En este sentido tanto el biodiesel como otros biocombustibles contribuirían a una cierta autosuficiencia energética.
EC - ¿Cuánto beneficiaría a la actividad nacional? Hay un estudio del Partido Nacional que presentó hace pocos días el economista Washington Ribeiro, con quien conversamos hace unos días. Ribeiro decía que sustituyendo el 8% del gasoil que se consume en el país por biodiesel se generarían 2.500 puestos de trabajo directos que, sumados a los indirectos, llegarían a 5.000. El economista explicó que el cultivo de los granos a partir de los cuales se puede producir el biodiesel ocupa actualmente en nuestro país unas 550.000 hectáreas, pero que "esa superficie puede crecer mucho", con un potencial de tierras que pueden llegar a ser utilizadas de cuatro millones de hectáreas. ¿Usted comparte estos números?
VL - En el Grupo de Agroenergética integrado por las gremiales agropecuarias estamos realizando un estudio profundo y serio, entre otras cosas para que los legisladores cuando llegue el momento de discutir los diferentes proyectos de ley tengan otra visión, la visión de las gremiales agropecuarias de cuál sería el impacto en el sector agropecuario de la producción de biocombustibles en general y de biodiesel en particular.
EC - ¿Alguna aproximación? ¿Esos números están encaminados?
VL - Más que nada nos interesa no dividir los sectores, no decir "se utilizarían tantas hectáreas de cultivo", "se generarían tantos puestos de trabajo", porque eso es muy variable. Nos queremos centrar en los dispendios de divisas que nos preocupan fundamentalmente, por ejemplo la integración de los sectores que están involucrados, no seguir compartimentando los sectores sino integrarlos dentro de una misma línea. Uruguay se dio el lujo el año pasado, en 2005, de exportar la casi totalidad de su producción de soja y girasol como commodities, sin ningún tipo de valor agregado, mientras simultáneamente el sector agropecuario se vio obligado a importar fundamentalmente desde Argentina el país comprador de los commodities 10 millones de dólares en harinas para la alimentación animal, por nuestro déficit de forraje entre otras cosas por la sequía. Si uno lo mira como país, harinas para la alimentación animal pueden ser fabricadas como subproducto de la producción de biodiesel.
EC - Ese dato sí que es interesante, yo no lo sabía.
VL - Cuando hablamos de cuáles han sido los obstáculos tradicionales para la producción de biodiesel, uno de los principales ha sido la falta de percepción global, la falta de integración de todos los sectores que se involucran, de una percepción integrada del producto final y de todas sus externalidades. Así como estamos produciendo un combustible, también tenemos subproductos de alto valor agregado para utilización dentro del país que no sólo evitarían comprar el petróleo fuera sino también darles trabajo a los que fabrican las harinas fuera del país.
EC - Más chocante resulta que estemos tan atrasados en el proceso de producción de biodiesel en Uruguay. ¿Cuáles son las causas? Tú venías mencionando algunas, pero no hemos hablado nada de la rentabilidad de este negocio. ¿Se necesitan subsidios? Un colega tuyo, el ingeniero agrónomo Albérico Banquerque, que integra la División Biocombustibles de Ancap, decía en el semanario Crónicas hace pocos días que "los estudios realizados hasta el momento sobre la implementación del biodiesel y sus efectos sobre la economía indican que en una primera etapa ese combustible alternativo necesitaría ser subsidiado en alguna parte de la cadena, porque llega a un precio, luego de pasar por el agro y la industria, que supera el precio del gasoil sin impuestos". Y aclaró que "recién cuando el precio del barril de petróleo alcance los 93 dólares pasará a ser más barato producir biodiesel que gasoil en un régimen industrial".
VL - Esa es una de las razones por las cuales el Grupo de Agroenergética que convoca a las gremiales agropecuarias va a hacer sus propios números.
EC - Si esos números son correctos, si hay que subsidiar tanto la producción, no se entiende muy bien de qué estamos hablando, estaríamos demasiado lejos de que esto fuera viable.
VL - No estamos muy de acuerdo con que haya que subsidiar, y tampoco le tenemos mucho miedo a la palabra subsidio. La empresa del Estado no sólo tiene un fin económico, también tiene un fin social, entonces si vamos a involucrar la generación de empleo, tanto directo como indirecto, si vamos a involucrar el tema ambiental, si vamos a asumir el compromiso de adoptar un combustible menos contaminante, pensemos que también puede llegar el día en que se penalice la utilización de combustibles fósiles. Es un problema económico, pero no sólo. En general los técnicos cuando no sabemos muy bien qué contestar a una pregunta decimos que es un problema económico, porque ahí ya nadie pregunta más nada. Pero no es así. Es un problema social, un problema cultural, un problema entre otras cosas de afincamiento del productor en el medio rural, de evitar la migración, la migración hacia las ciudades, de fomentar la producción de nuevas oleaginosas o de nuevos cultivos para la producción de biodiesel, de comercializar bonos de carbono con los países del Anexo 1.
Si vamos a hablar de un subsidio vamos a tener que involucrar para calcularlo a todos aquellos factores económicos y sociales que también tienen una traducción económica, porque todo tiene un valor económico, la generación de empleo y el desempleo tienen un valor económico. Si vamos a decir que vamos a frenar o no vamos a fomentar la producción de biocombustibles porque requieren un subsidio, yo podría decir que el sector agropecuario ha subsidiado a muchos otros sectores durante más de 50 años de la historia de nuestro país.
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EC - ¿Qué queda por agregar en este primer análisis del tema, sobre todo mirando hacia delante?
VL - Debería haber una política energética común y estratégica, una política de Estado que trascienda gobiernos, partidos políticos.
EC - Está faltando una política en materia de biodiesel.
VL - En materia de biocombustibles y de energías renovables en general, no sólo de biodiesel. En aras de un futuro que no tiene mucho, hoy el barril de petróleo amaneció a 72 dólares y no tenemos mucha perspectiva de que esa tendencia cambie.
Documento relacionado:
Barreras y oportunidades para el biodiesel en Uruguay. Por la ingeniera Virginia Dobato
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Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Alexandra Hahn