ALUR, empresa creada entre Ancap y la CND para explotar el ingenio de Calnu, inauguró su zafra. Entrevista con Raúl Sendic.

Gobierno lanzó la zafra azucarera

ALUR, empresa creada entre Ancap y la CND para explotar el ingenio de Calnu, inauguró su zafra. Se busca abaratar la producción de azúcar, mejorar los ingresos de trabajadores y productores, además de desarrollar los biocombustibles y dinamizar la zona. No "venimos a exprimir a Bella Unión sino a establecer una distribución más favorable para trabajadores y productores", dijo el presidente de ALUR, Raúl Sendic.

(Emitido a las 7.40)

EMILIANO COTELO:
Ayer en el norte del país, la zona de Bella Unión asistió con gran expectativa a la inauguración de la primera zafra azucarera de Alcoholes del Uruguay SA (ALUR SA).

El servicio informativo de El Espectador se trasladó hasta allí y las crónicas estuvieron a cargo de nuestro enviado Wilmar Umpiérrez.

(Audio)

"WILMAR UMPIÉRREZ:
Se nota por lo menos una esperanza, como una luz que se abre ante esta posibilidad. Hay que recordar también que es una zona bastante deprimida económicamente y que este emprendimiento es recibido de la mejor manera y con, fundamentalmente, muchísima esperanza. Eso se notaba en el rostro de los obreros, de la gente que está trabajando allí, de sus familiares, en fin, hay todo un universo que gira en torno a este emprendimiento que se va a ver realmente revitalizado".

(Fin del audio)

Según anunciaron las autoridades, esta será la última zafra "sólo de caña de azúcar", porque para el año que viene ALUR prevé agregar la producción de alcohol.

ALUR nació en febrero de este año a partir de un acuerdo entre Ancap y la Corporación Nacional para el Desarrollo con el objetivo de revertir la larga agonía de Calnu.

Vamos a detenernos en los detalles de este proyecto, para lo cual nos dirigimos directamente a Bella Unión. El diálogo es con el vicepresidente de Ancap y presidente de ALUR, Raúl Sendic.

***

Señor Sendic, usted se ha quedado allí en Bella Unión...

RAÚL SENDIC:
Sí, hasta el viernes voy a estar aquí en Bella Unión.

EC - Vamos a ubicar cómo fue exactamente que se resolvió encarar este proceso de reconversión en esa zona del país. La historia de Calnu y sus problemas es muy larga; ¿qué decisiones se tomaron?

RS - Ancap venía diseñando un programa de producción de biocombustibles que abarcaba dos áreas, el etanol y el biodiesel. Con el etanol pensábamos en la necesidad de hacer un acuerdo o de tener algún tipo de participación en el único ingenio azucarero que hay en el país, que es el de Bella Unión. Cuando el año pasado supimos que Calnu entraba en cesación de pagos y su situación en el Banco República (BROU) estaba muy comprometida, hicimos una propuesta para comprar la cartera de la empresa, iniciar la ejecución y por otra parte arrendar el ingenio y todos los activos, de manera de poder iniciar la gestión de inmediato y evitar el corte de la cadena productiva que podía provocar la caída de Calnu. Nos interesaba muchísimo mantener los niveles de producción de esas 3.000 hectáreas de siembra de caña de azúcar, así que se hizo un acuerdo que se firmó en enero, y el 26 de enero Ancap, a través del ALUR, tomó posesión del ingenio azucarero e inició la gestión.

EC - ¿Cuánto se lleva invertido hasta ahora en este proyecto?

RS - Hasta ahora hemos invertido alrededor de un millón de dólares en las reparaciones profundas del ingenio que hubo que hacer una vez que tomamos el control. Hubo que hacer una reparación de las calderas para poder iniciar la zafra y a su vez reparar todo el trapiche y otras áreas de la industria que estaban con un deterioro muy importante. Por otra parte, establecimos un plan de financiamiento para la siembra de otoño que permitió la atención de la plantación de unas 1.400 hectáreas de caña de azúcar en el otoño pasado. En este momento estamos fijando el precio de los activos y de la cartera en conjunto con los tasadores del BROU, un trabajo que se viene realizando para poder concretar el traspaso de la cartera del BROU a manos de ALUR y estamos previendo la instalación de una destilería que va a rondar los siete u ocho millones de dólares, porque tiene a su vez una serie de otros agregados que permiten la conexión con las actuales instalaciones, o sea destilería y anexos para poder producir alcohol a partir de la zafra próxima.

EC - ¿En definitiva estamos hablando de una inversión de qué orden?

RS - En total, incluyendo la destilería, de unos 11 millones de dólares.

EC - ¿Esa cifra incluye lo que aporta el gobierno de Venezuela, o la inversión venezolana es aparte?

RS - ALUR cuenta en este momento con siete millones de dólares que aportó Ancap y siete millones de dólares que aportó Venezuela, en el presupuesto del que hablamos ya están contemplados los recursos que aportó Venezuela.

EC - Que son en definitiva un crédito que se va a pagar después con alcohol.

RS - Exactamente, con productos. Un mecanismo muy similar al que se usó para la última remodelación de la refinería.

EC - En cuanto a hectáreas plantadas con caña de azúcar, ¿cuáles son los números hoy?

RS - En esta zafra entran 3.200 hectáreas al ingenio y se agregan las 1.400 que se sembraron en otoño y 2.000 que se van a sembrar en primavera con un plan de financiamiento que también va a establecer ALUR que va a permitir que el año que viene tengamos unas 6.500 hectáreas.

EC - ¿Qué implica esa cifra de 6.500 hectáreas con respecto a la realidad de los últimos años en esa zona?

RS - Es una duplicación de área muy importante de un año a otro, sería el crecimiento mayor de un año a otro en extensión de la plantación de caña. Implica a su vez que una buena parte del mercado azucarero doméstico que era de Calnu y ahora va a ser atendido por ALUR queda abastecido con materia prima nacional y significa una ventaja económica muy importante para la empresa porque hay una diferencia muy importante con respecto a la materia prima importada, que se encareció producto de la suba de precios internacionales que tuvieron el alcohol y el azúcar, por lo tanto contar con materia prima nacional para la empresa es una urgencia, una necesidad para poder abaratar costos.

EC - Ese es otro punto que es interesante conocer a propósito de este proyecto, la viabilidad de la producción de caña de azúcar en Uruguay para elaborar azúcar. ¿Cómo son los números hoy? Porque ese tema ha sido muy discutido en los últimos años.

RS - El alza del precio del petróleo determinó una inclinación del mundo a la producción y el consumo de los biocombustibles, en particular el alcohol. En los últimos años se establecieron porcentajes obligatorios en Japón, la Unión Europea estableció metas de mezcla de alcohol con los combustibles líquidos, Estados Unidos decidió sustituir el MPB de las naftas por etanol... Entonces hay una demanda muy fuerte que sube el precio del alcohol y por ende el del azúcar, porque el alcohol compite con el azúcar en su materia prima, que es la caña. Eso cambia absolutamente el panorama porque lo que era una ventaja hasta hace un tiempo, importar crudo brasileño y refinarlo, ahora se convirtió en una enorme desventaja. Hoy estaríamos pagando la materia prima brasileña a unos 450 dólares la tonelada, mientras que según el acuerdo que hicimos con los plantadores aquí vamos a estar pagando la materia prima a 290 dólares la tonelada. Hay una diferencia muy importante en el precio de la materia prima.

EC - ¿Y qué va a pasar con el precio del azúcar al consumidor?

RS - Si en la ecuación de costos, de utilidades llegamos a la conclusión, ahora que empezamos con nuestra producción, de que es posible bajar el precio al consumidor, lo vamos a hacer. Hemos trabajado con un criterio de poner sobre la mesa toda la estructura de costos del productor, estableciendo un margen razonable de utilidad para ellos, y nuestros costos de la industria, pretendiendo tener un margen razonable de utilidades, y si toda esa ecuación nos permite llegar a un precio favorable para el consumidor lo vamos a hacer, no vamos a participar en la escalada de precios del azúcar de los últimos meses.

EC - De por medio están los costos del productor. Y a propósito llega esta pregunta desde la audiencia: Pedro, del Cordón, dice que ayer se vio por televisión que los obreros de la caña de azúcar se encuentran en la misma situación que durante toda su vida: con unos sueldos miserables. ¿Eso va a cambiar?

RS - Supongo que se refiere a los trabajadores rurales. En esta última negociación el sindicato de trabajadores rurales exigió una recuperación salarial que establecía el pago de 115 pesos la tonelada de caña de azúcar en la cosecha. Nosotros decidimos, en negociación con los productores, que son los que en definitiva pagan ese trabajo, que debía contemplarse esa recuperación que exigían los trabajadores rurales porque han sido los más postergados en estos últimos años. Así que este año ellos pasaron de 86 pesos que se pagaba el año pasado la tonelada de caña en el corte a 115 pesos. Consideramos que es una recuperación interesante, importante, que nunca se había dado de un año a otro.

EC - ¿Cómo le resulta a usted estar manejando estos temas, Sendic, en particular estas cuestiones de la retribución de los trabajadores rurales vinculados con la caña de azúcar, teniendo en cuenta toda la historia que tuvo a su padre como impulsor de las luchas de los cañeros de Artigas en los años sesenta? ¿Cómo juega ese factor familiar, emotivo, que está de por medio?

RS - Ayer se lo comentaba al presidente de la República, es de esos giros increíbles que pega la historia. Justo a nosotros nos tocó el privilegio de estar al frente de este emprendimiento por parte de Ancap. Ayer lo dijimos. Ancap no viene a Bella Unión a perder plata, consideramos que es un emprendimiento que debe ser rentable, eficiente, pero tampoco venimos a exprimir a Bella Unión, venimos a establecer mecanismos de distribución más favorables para trabajadores y productores para revitalizar una zona y trabajar con un concepto muy fuerte de responsabilidad social. Para nosotros es un privilegio que nos haya correspondido esta tarea, tenemos una excelente relación. El periodista de ustedes lo narraba con mucha claridad, hay una expectativa, una esperanza y una confianza enormes, hay un compromiso de toda la sociedad de Bella Unión con este proyecto que se nota cuando uno anda por la calle.

EC - ¿Qué va a pasar en cuanto al impacto en el empleo en Bella Unión? ¿Qué cálculos tienen ustedes?

RS - No lo había mencionado, pero tenemos previsto llegar a las 10.000 hectáreas en el año 2008. En este momento en la industria trabajan 500 trabajadores en el ingenio, pero en la medida que aumenta el área de caña aumentan los meses de zafra, que eran dos. Ya este año la zafra va a ser más extensa y el año que viene, con mucha más caña, se va a extender a cinco o seis meses, lo cual también es un beneficio para los trabajadores. No pensamos incrementar el trabajo industrial, van a ser unos 500 trabajadores en el ingenio, pero el crecimiento de área va a tener un fuerte impacto en el parte agrícola, donde está previsto llegar a unos 3.000 puestos de trabajo. Hoy hay unos 1.400 puestos y estamos hablando de que en total serían entre 3.000 y 3.500 puestos, más todas las tareas complementarias que se generan, transportistas, fleteros, etcétera. La empresa tiene una política que hemos llamado de mayor valor agregado local, que consiste en incentivar que los servicios se suministren desde aquí. Se creó una cooperativa de mujeres para confeccionar los uniformes, otra cooperativa que hace el lavado permanente de los bigbags, se han formado pequeñas empresas para el suministro de leña, porque sustituimos la cáscara de arroz por leña para su utilización en las calderas. Va a haber un impacto muy favorable en la generación de empleo.

EC - Yo le preguntaba a propósito de la viabilidad de la producción de azúcar en Calnu en las nuevas condiciones de los mercados internacionales, pero la segunda etapa de este proyecto implica generar alcohol, etanol. ¿Cómo viene ese segundo componente, con qué niveles de producción, con qué impacto en la modificación de la matriz de combustible en Uruguay?

RS - La destilería va a tener capacidad para producir 120 metros cúbicos diarios de alcohol. Con ese volumen estaríamos pudiendo sustituir hasta un 5% del volumen de consumo de naftas del país, lo cual tendrá un impacto muy favorable para Ancap porque va a permitir tener un mayor volumen para la exportación o bajar los niveles de importación de crudo.

EC - Se va a poder sustituir un 5% del consumo de nafta, ¿en cuánto tiempo? ¿Ya el primer año?

RS - No, de aquí a 2010, necesitamos crecer en el área cañera porque pretendemos mantener el mercado azucarero también. Para poder incrementar los volúmenes de alcohol necesitamos más producción de caña. Tenemos un plan de producción para este año de 48.000 toneladas de azúcar, que es un incremento importante respecto de lo que produjo Calnu el año pasado, porque pretendemos entrar en la industria del dulce y las bebidas que hasta ahora importaba azúcar sin aranceles. Estamos pudiendo llegar con un precio que nos permite colocar unas 10.000 toneladas, por lo tanto incrementamos el plan de producción del año pasado a este a 48.000 toneladas y el año que viene vamos a empezar a producir los primeros volúmenes de alcohol durante la zafra. Empezaremos a mezclar primero volúmenes muy pequeños con las naftas para irlos incrementando gradualmente.

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Edición: Mauricio Erramuspe