(Emitido a las 7.40)

EMILIANO COTELO: "Ahorita sí, México abrió el mercado para la carne." Así titula el diario El Observador, con un toque de ironía. Porque demoró esta reapertura. "Fin de una odisea": así lo califica en sus títulos de tapa.

Por su lado, El País lo plantea con un artículo que comienza de manera poco ortodoxa: "Uruguay cumplió ayer el sueño del pibe". Después de tres años de negociaciones, México quedó finalmente operativo para la exportación de carne bovina sin hueso y madurada.

Este mercado había cerrado sus puertas a raíz de la crisis de la epidemia de fiebre aftosa de fines de 2000, principios de 2001. Las negociaciones con México para reconquistar el mercado se iniciaron en el año 2003. O sea que estamos ante un cierre de mercado de cinco años y negociaciones que duraron tres años. México era el único mercado dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, según si sigla en inglés) que se mantenía cerrado para nuestras carnes hasta ayer. Estados Unidos y Canadá ya se habían abierto.

En una rueda de prensa, el ministro interino de Ganadería, Ernesto Agazzi, los directores de los Servicios Ganaderos, Francisco Muzio, y de la División Industria Animal, Héctor Lazaneo, junto al presidente del Instituto Nacional de Carnes, Luis Alfredo Fratti, dieron la noticia que el complejo cárnico venía esperando desde hacía ya varios meses.

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EC - Estamos con el doctor Francisco Muzio, director de los Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería.

¿Por qué se demoró tanto? ¿Por qué México se tomó tanto tiempo para rehabilitar el ingreso de carnes uruguayas?

FRANCISCO MUZIO:
Si hubiera sido por el deseo de todo Uruguay esto habría sido mucho más corto. Para entender por qué se demoró tanto hay que pensar que la legislación mexicana, en la parte sanitaria, no comprendía la posibilidad de importación de carne de un país libre de fiebre aftosa pero que procediera a la vacunación. Hubo que hacer un plan de trabajo acordado con las autoridades sanitarias mexicanas. Fue muy larga la negociación, tomando como base una experiencia que ellos ya tenían con otros países para la mosca de la fruta, con la presencia de funcionarios de ellos en el país, que pudieran dar las garantías para la exportación de carne.

EC - Usted subraya que México está haciendo una excepción al pasar a comprar carne de un país libre de aftosa pero con vacunación.

FM – Exactamente. Hubo que dar pruebas de la credibilidad del sistema sanitario de Uruguay y de los servicios sanitarios. Creemos que esa fue la base para volver a lograr ese mercado y el acuerdo para un plan de trabajo que tiene la presencia de cuatro veterinarios en el país.

EC - La decisión de México no sólo demoró, sino que en varias ocasiones estuvo a punto de salir. No sé cuántas veces hablamos en el programa de esa posibilidad...cuántas veces incluso entrevistamos a autoridades o a dirigentes de las gremiales de la industria frigorífica porque se daba como un hecho que venía la reapertura y después no venía.

FM – Claro. Nosotros también estuvimos por lo menos un par de veces en México. Es un país con más de 100 millones de habitantes, con su problemática...Creemos que el logro se debe a la persistencia de nuestra embajada, tanto del embajador anterior como del actual, que hizo un trabajo muy bueno, de mucha persistencia, venciendo cada uno de los obstáculos que se iban presentando en la negociación.

EC - Le iba a preguntar por qué tanto interés en el mercado mexicano, por qué estuvimos tan pendientes de esta reapertura durante estos tres años. Usted al pasar recién tiró un número que da una pista: estamos hablando de un país de 100 millones de habitantes. ¿Qué más?

FM - Que tiene un promedio de precios de importación muy interesante: de alrededor de 3.000 dólares.

EC - 3.000 dólares, ¿qué quiere decir ese precio?

FM - Por tonelada. Es un promedio que se ha podido estimar con los datos que tiene nuestra embajada. Es un mercado importador, tiene necesidad de importar para completar su dieta cárnica y principalmente está importando de Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. En ese escenario, la carne uruguaya tendría –ya lo sabíamos por los propios operadores mexicanos y la gente que está en el negocio de la carne– un escenario muy favorable en una ecuación precio/calidad.

EC - 3.000 dólares por tonelada promedio es el precio que paga México por sus importaciones. Es interesante ese precio. Porque según los datos del INAC de comienzos de julio, las exportaciones de carne bovina uruguaya tuvieron un precio promedio de 1.900 dólares la tonelada.

FM - Sí, está llegando a 2.000 dólares. Y después el tipo de corte. Según la información que hay disponible –aunque realmente se va a ver cuando se opere con el mercado– hay cortes como la bola de lomo y la entraña que -por las costumbres culinarias- son mejor pagados que otros, por ejemplo, el trasero.

EC - Antes de que se produjera la crisis de la aftosa estábamos exportando a México 25.000 toneladas anuales, ¿no?

FM – Probablemente. No recuerdo exactamente la cifra. Pero se estima que ahora se puede llegar a 50.000 anuales.

EC - ¿Qué significan esos números en el conjunto de las exportaciones de carne de nuestro país?

FM - Para un comienzo de operativo –es una estimación de los propios operadores cárnicos– 50.000 toneladas a México sería una muy buena colocación. Estamos en una cifra récord de extracción, según las cifras del propio INAC llegamos a 23%; porcentaje que históricamente el país nunca había alcanzado. La composición de lugar es que se van a tener que reorganizar los destinos de la carne, carne que actualmente va a otros destinos será direccionada a México, y algunos cortes en especial.

EC - Pero 25.000 o 50.000 toneladas, ¿cuánto pesan en las exportaciones uruguayas de carne?

FM - Este año seguramente se va a batir otro récord. Esa cifra va a estar muy cercana al 10%.

EC – El 10% iría a México, si logramos efectivamente abrir el mercado con esa potencia que se está calculando.

FM - Es una potencialidad de futuro que hoy nadie se anima a estimar, porque las posibilidades son muchas. Ellos importan anualmente más de 400.000 toneladas.

EC - Además esta novedad ocurre en un momento en el que a Uruguay se le complican algunos mercados que se le habían abierto circunstancialmente hace pocos meses.

FM - Sí, eso lo señalamos en la conferencia de prensa ayer.

EC - Unión Europea, Chile y Rusia, por ejemplo.

FM - Al salir circunstancialmente Brasil y Argentina por razones sanitarias y de política de exportación, Chile pasó a ser un mercado importante. Pasó a pesar bastante; lo mismo que Israel, que aumentó su compra. Y está el mercado ruso, donde ya estaba Argentina.

EC - Esos mercados pasaron a comprarle a Uruguay durante los últimos tiempos y ahora se supone que vuelven a comprarles a Argentina y Brasil, que regresan.

FM – Exactamente. Vamos a tener la competencia de Argentina y Brasil en esos mercados.

EC - De ahí que la reapertura del mercado mexicano sea una solución para colocar los montos de carne que últimamente estaban yendo a esas plazas que recién mencionábamos: Unión Europea, Chile, Rusia.

FM - Exactamente.

EC - En cuanto a condiciones de ingreso, ¿qué pasa con los aranceles en México?

FM - Ese es el aspecto más interesante. Porque a raíz del Tratado de Libre Comercio (TLC) vigente, Uruguay tiene ventajas muy buenas sobre Australia y Nueva Zelanda. Uruguay este año va a pagar 8% de arancel sin cuota. A partir del 15 de julio del año que viene pasa a pagar 7%, mientras que Australia y Nueva Zelanda tienen 20% para carne congelada y 25% para la carne enfriada.

EC - O sea que estamos en condiciones de competir ventajosamente con esos otros proveedores. Tenemos aranceles más bajos debido al TLC vigente con México.

FM – Sí. Además no creemos que por ahora pueda entrar otro mercado a México. Porque lo que hacen para Uruguay es una excepción. Sanitariamente hay trabas para otros países.

EC - ¿Cuántos frigoríficos están habilitados inicialmente?

FM – Son 15 frigoríficos y cuatro depósitos de frío. Y dos frigoríficos más van a ser inspeccionados en agosto y creemos que también van a estar en la lista.

EC - ¿Cómo va a funcionar el control sanitario?

FM - Los médicos veterinarios mexicanos, un coordinador y tres a sus órdenes ya han coordinado con nuestra gente de la División Industria Animal, como estaba previsto en el plan de trabajo. Están completando la visita a todas las plantas y también han visitado establecimientos de campo y oficinas de Sanidad Animal en el interior. Van a controlar que todo esté de acuerdo con lo estipulado en la hoja de requisitos sanitarios.

EC - ¿Esos inspectores van a permanecer en Uruguay? ¿Esa posibilidad se manejó con insistencia en algún momento?...que hubiera una delegación permanente de veterinarios mexicanos trabajando en el control.

FM - Como decía, es una cuestión que México ya ha experimentado en el área agrícola para la mosca de la fruta. En principio, esto es un acuerdo por un año. Después habrá que evaluar el plan de trabajo y posiblemente cambien algunas condiciones.

EC - Pero inicialmente estos veterinarios se quedan acá.

FM - Sí.

EC - ¿Eso es algo que Uruguay ya ha aceptado en el pasado?

FM – No. No se había dado una situación como esta. En el anterior período éramos libres de aftosa sin vacunación.

EC - ¿Pero con otros países ha llegado a ocurrir esto, tener en Uruguay delegaciones permanentes de veterinarios?

FM - No, hemos tenido auditorías. Rusia tiene gente en Buenos Aires que viene a controlar cada embarque. Hay ese tipo de figuras, no con residencia permanente en el país. De todas maneras, en el propio TLC está previsto un intercambio de cooperación técnica y, por ejemplo, en el caso de la trazabilidad México está muy interesado en el proceso que está llevando adelante Uruguay y seguramente va a haber un intercambio de cooperación técnica.

EC - ¿Es sencillo para un país aceptar inspectores instalados permanentemente?

FM - Fue la manera que hubo de destrabar y reabrir el mercado. En el futuro se rediscutirá todo esto.

EC - ¿Quién corre con los gastos de esa delegación de veterinarios?

FM - La parte económica está cubierta por la propia industria frigorífica, eso se organiza a través del propio INAC. Está en el acuerdo que se hizo.