Grupo Quanam se destaca en la "globalización del software"
El Grupo Quanam, una empresa uruguaya de conocimiento, desarrollará el software corporativo en las filiales de una de las 500 compañías más grandes del mundo. Este es uno de los contratos logrados por la firma aprovechando la tendencia mundial del "offshoring" informático. Su director, Víctor Ganón, explicó en qué consiste esta modalidad y llamó a capacitar a los jóvenes para este sector, con "cero por ciento de desocupación".
(Emitido a las 9.10)
EMILIANO COTELO:
Imaginen una empresa. Una empresa grande. Tan grande como para figurar en el Ranking Fortune de las 500 más grandes del mundo.
Ahora imaginen que esa compañía necesita desarrollar un software corporativo para implantarlo en sus filiales de distintos países.
Hasta ahí nada nuevo. Pero... ¿se imaginan que sea una empresa uruguaya la que colabore en el diseño y el desarrollo de ese software?
Esto que puede sonar a delirio está tan lejos de la ficción como que es un hecho, una realidad ya concretada. El protagonista de ese logro es el Grupo Quanam, una empresa 100% nacional, una verdadera transnacional uruguaya en la que hoy trabajan cerca de 500 personas; una firma que desde julio de 2005 es partner del gigante Oracle en la región.
Sobre el Grupo Quanam, sobre la tendencia a la globalización del software y el denominado "offshoring" y sobre la relación con esa empresa del Fortune 500 vamos a conversar con el ingeniero Víctor Ganón, socio fundador y director de Grupo Quanam.
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Ganón, para empezar, vamos a recordar algunos datos de Quanam. La firma nació hace 30 años.
VÍCTOR GANÓN:
Veintisiete, para ser exactos.
EC - Fue fundada... ¿por cuántos socios concretamente?
VG - Estamos Alfredo Halm y yo del grupo original. En la medida que la empresa después fue creciendo fue incorporando más socios, en este momento somos cinco.
EC - Grupo Quanam se define como "una empresa de servicios profesionales especializada en tecnología informática". Pero, más concretamente, ¿cuál es el negocio de Quanam?
VG - El negocio de Quanam es el conocimiento, nos definimos como una empresa de conocimiento.
EC - Seamos un poco más específicos.
VG - Lo que los clientes demandan y lo que nosotros ofrecemos es justamente eso. Eso está basado en nuestro capital intelectual, que tiene tres vertientes principales: el capital humano de la empresa, o sea todo lo que las personas saben y han aprendido en la universidad y en nuestra empresa, y otra cosa que se llama capital estructural, que son todas las metodologías que hemos desarrollado, todos los procesos que nos han llevado a certificarnos en calidad ISO 9001 y ahora en el modelo CMMI de Carnegie Melon, nivel 3, todo lo que nuestros líderes de proyecto han hecho y se han certificado como PMI, gente que sigue las normas del Project Management Institute. En definitiva es todo aquello que cuando los consultores salen de la empresa queda dentro y no figura en los balances.
EC - Hoy en el Grupo Quanam trabajan más de 500 profesionales: ingenieros, analistas, administradores, contadores y estadísticos.
VG - La cifra exacta de gente en total es 446. Hay más de 400 consultores dentro de esa cifra.
EC - ¿Cómo se reparten entre uruguayos y extranjeros? Porque Quanam tiene oficinas en varios países.
VG - En nueve lugares.
EC - Tengo algunos acá: México, Estados Unidos, Perú, Ecuador, Colombia, Argentina, Chile y Uruguay.
VG - Y Brasil.
EC - No todo el personal es uruguayo.
VG - Exactamente, en este momento un poquito más de un tercio es uruguayo y el resto lo hemos tomado de distintos países. Hay una razón importante para ello: si yo quiero crecer en otros países, lo tengo que hacer con gente del lugar. Hemos desembarcado en cada uno de esos países con núcleos pequeños de uruguayos que han fundado la filial y han trasmitido los valores y la forma de trabajo de nuestra empresa. Pero para poder crecer en cada uno de los países después yo preciso tomar gente local, por varios temas, en particular porque a su vez no es posible seguir exportando uruguayos y lo que me interesa es exportar el conocimiento de los uruguayos. Por eso esta modalidad del trabajo offshore que usted mencionaba.
EC - Para terminar esta introducción, ¿en qué tipo de proyectos se desempeña el Grupo Quanam cuando opera en otro país, en México, en Colombia o en Brasil? Algún ejemplo.
VG - Estamos en el nicho del software de aplicaciones de clase mundial. Es software desarrollado por grandes empresas, como Oracle, para empresas que facturan más de 300 o 500 millones de dólares al año. Lo que hacemos es implementar ese software en esas empresas y después darles servicios de mantenimiento, que se llaman de mantenimiento correctivo, mantenimiento evolutivo. Ese es básicamente el trabajo nuestro fuera de Uruguay.
En Uruguay hacemos muchas más cosas porque es una plaza más pequeña y tenemos mucha más raigambre.
EC - Se puede pensar que lo que hacen es implementar en Estados Unidos un software de Oracle, o en Colombia o en Chile. ¿Eso tiene valor?
VG - Tiene mucho valor.
EC - ¿Dónde está el valor agregado? ¿Qué es lo que ponen Quanam en esas tareas con esas empresas?
VG - En el negocio del software se reconocen dos tipos de empresas: las empresas de productos y las empresas de servicios. El negocio en sí es un tercio de productos y dos tercios de servicios. O sea que si hablamos de 700 billones de dólares, que es más o menos el total del negocio del software mundial, dos tercios de eso son servicios. Las compañías de software más grandes del mundo en general son las de servicios, no las de producto. Además compañías de productos puros quedan muy pocas, yo mencionaría ahora a Adobe y alguna más, todas son o puras de servicios o mixtas de productos y de servicios.
EC - Implementar un software en una determinada empresa implica adaptarlo.
VG - Exactamente. En general ninguna empresa puede implementar el software tal cual viene, en su versión "vainilla", como le dicen, hay que hacer una adaptación. El ejemplo que doy siempre es el de alguien que se va a comprar un traje: puede hacerse un traje de confección o comprarse uno que tiene que ajustar, ajustarle las mangas, el bajo, la cintura, etcétera. Eso es lo que se hace con este software, se ha visto que es mucho más práctico comprarlo y adaptarlo a cada una de las empresas. Ese proceso de adaptación generalmente, dependiendo del tamaño de las empresas y de la cantidad de cosas que hay que hacer, dura entre un año y dos años. Además son procesos de cambio en las organizaciones que implican también el auxilio de otro tipo de profesionales. El manejo del cambio de las organizaciones es algo que la gente resiste en general. Como consecuencia eso también es muy importante.
EC - Mencionamos al pasar la asociación con Oracle, Quanam es partner de Oracle, socio de negocios de Oracle. ¿Qué papel juega esa línea de trabajo en particular en la actividad del Grupo Quanam?
VG - Éramos partner de una compañía que se llama People Soft, lo fuimos durante muchos años, y al comprar Oracle a People Soft estamos trabajando con Oracle. Todo lo que era People Soft ha pasado a ser Oracle. Lo mismo ocurrió con otras dos empresas que también pasaron a ser Oracle. En este momento tenemos consultores que trabajan básicamente en cuatro líneas de negocios de Oracle.
EC - ¿De qué tipo de programas estamos hablando?
VG - Programas para toda la parte de finanzas, para toda la parte de recursos humanos, para toda la parte de manejo de inventarios, manejo de la cadena de suministros, call centers, manejo de clientes. Esas son las grandes líneas, cada una de las cuales implica entre 80 y 100 módulos de productos. Y el conocimiento que uno va adquiriendo para implementar eso es la razón de ser de nuestro grupo.
Una cosa muy interesante dentro del ecosistema de Oracle es que somos prácticamente únicos, no hay otra empresa de nuestro estilo que tenga oficinas en nueve países, que cubra toda la región de América Latina y el Caribe y que pueda darles a ciertos clientes que son multinacionales un servicio como el que damos nosotros.
EC - En resumen, estamos hablando de un grupo que tiene 27 años de existencia, que al día de hoy cuenta con unos 450 profesionales, que se ha desplegado en nueve países y que está facturando, ¿cuánto?
VG - De junio de 2005 a mayo de 2006 cerramos en 16.000.000 de dólares. Pienso que vamos a cerrar el año 2006 en unos 20.000.000 de dólares.
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EC - ¿Se puede decir que estamos en una "época de oro" para el Grupo Quanam?
VG - Estamos en una época de oro para la economía en general en el mundo y nuestros negocios no son algo extraño a ello.
EC - ¿Cuánto tiene que ver en eso la consolidación de la tendencia del offshoring como una práctica corriente en el mundo del software?
VG - Siempre hemos sido una compañía de servicios, jamás tuvimos un producto propio. En broma le llamo a Quanam "the softwareless software company", "la compañía de software que no tiene un producto". Hemos ido implementando distintos productos y por eso tenemos esta flexibilidad, que es el denominador común de esta época. Esa flexibilidad que permite que podamos saltar de una línea de negocios a otra porque tenemos el conocimiento funcional y la parte técnica es muy fácil de aprender. Este fenómeno de offshoring se ha desarrollado prácticamente en los últimos cuatro o cinco años.
EC - ¿Qué es el offshoring? Lo hemos mencionado más de una vez, estamos utilizando el término en inglés, vendría bien definirlo.
VG - Hay dos conceptos relacionados entre sí. El concepto de outsourcing o tercerización consiste en que cierto trabajo de una empresa sea hecho por otra empresa que no está ligada a la primera en forma directa, por una empresa de fuera. El fenómeno de offshoring es similar pero un poco diferente, puede ser un outsourcing, o sea trabajo hecho por una tercera empresa, o puede ser realizado por la misma empresa pero fuera del país. Una empresa americana puede hacer parte de sus operaciones en la India, como lo hacen Citibank, General Motors y General Electric.
EC - ¿Es el caso de Tata, por ejemplo?
VG - No, Tata es una empresa de servicios como nosotros. Empresas de fuera pueden realizar offshoring, las más conocidas y famosas son las indias, la industria india de software es casi 100% de servicios, no hay producto. Nómbreme un producto de software de la India; prácticamente no existe, ellos se dedicaron a desarrollar este negocio de servicios y les va muy bien. El negocio de servicios implica que para crecer hay que crecer en cantidad de gente, es directamente proporcional, si yo quiero crecer mi facturación crezco en cantidad de gente. Les pasa a los indios y nos pasa a nosotros.
EC - ¿Cómo opera el offshoring? Ejemplos concretos.
VG - Usted mencionaba la compañía de Fortune 500...
EC - Que no sabemos cuál es.
VG - Sí sabemos, pero todavía no podemos dar nombres.
EC - No podemos decir cuál es, no conviene decir cuál es.
VG - Son problemas de confidencialidad, todavía no está terminada la primera etapa y no queremos romper el convenio.
EC - Lo cierto es que hay una empresa del ranking Fortune 500 que termina contratando al Grupo Quanam. ¿Por qué?
VG - Necesita desarrollar un software, su empresa matriz define los lineamientos generales y nosotros escribimos todo el software para que cumpla con esas especificaciones. Lo hacemos desde Uruguay trabajando en forma remota; es más, el servidor ni siquiera está en sus oficinas, ellos están en Bruselas y el servidor está en Londres. Tanto da estar trabajando codo a codo con alguien, en la pieza de al lado o a 8.000 o 10.000 kilómetros de distancia, la tecnología en este momento permite eso. Y además hemos desarrollado metodologías que permiten asegurar que ese trabajo es de calidad, para nuestros clientes ha sido una gran sorpresa que el software que les hemos entregado tenga menos errores y sea de mejor calidad de lo que esperaban.
EC - Tenemos un caso concreto de offshoring de esta empresa que no hemos mencionado. Hay que entender que el offshoring es teletrabajo.
VG - Es un trabajo a distancia, obviamente.
EC - Pero es mucho más que eso, tiene otras características particulares.
VG - Hablamos de fábricas de software.
EC - ¿Qué es una fábrica de software?
VG - Una fábrica de software es un grupo de gente que tiene ciertas metodologías de trabajo y que está habilitada para trabajar a distancia. Tenemos fábricas de software en aplicaciones Oracle, en aplicaciones de business intelligence, en aplicaciones a medida, y vamos a seguir desarrollando esa fábrica de software de acuerdo con el negocio que surja. Por eso le decía que volvemos al principio, en vez de mandar nuestra gente al exterior, estamos mandando el conocimiento de nuestra gente que está aquí en Uruguay que como consecuencia no tiene que trasladarse. Igual hay traslado, no es 100% trabajo a distancia.
EC - Ustedes tienen una base de operaciones acá, pero si están hablando de implementar determinado tipo de software para una empresa que tiene filiales en varios países van a tener que viajar a esos países.
VG - Claro, en el caso de esta multinacional efectivamente habrá un grupo, que no va a ser mayor a dos o tres personas, que tendrá que ir país por país implementando el software.
EC - Vamos a destacar ese dato: en el caso de esta empresa de Fortune 500 ustedes van a tener que poner en funcionamiento ciertas necesidades de software en 78 países.
VG - En otros casos las personas que están en el exterior y junto al cliente son de nuestras oficinas en los nueve países que hemos mencionado, ya tengo esa gente en México, en Río, en San Pablo, en Santiago, no tengo que trasladar gente. El trabajo se hace entre la gente que tengo en esos países y la que trabaja desde Uruguay.
Es una situación win-win para todos, porque el cliente tiene un trabajo de primera línea pero a un costo sensiblemente menor que si tuviera que trasladar gente a su país. Y para nuestra gente también, que en promedio ahora anda en los 30, 30 y pocos años, antes tenía 20 y pocos y no estaba casada pero ahora está casada, tiene hijos chicos y su capacidad de viajar también ha disminuido mucho. Entonces tratamos y lo hemos logrado con esta metodología de trabajo- de generar una situación de win-win para todas las partes.
EC - Esta tendencia al offshoring ha venido para quedarse en el software.
VG - Exactamente, es mi visión. Es más, la forma de crecimiento de las empresas de software está por el lado de los servicios, no tanto por el lado de los productos.
EC - ¿Qué países son los que demandan offshoring, trabajo offshore?
VG - En este momento casi todos. Hemos trabajado offshore para casi todos los países de América Latina; por supuesto, los mayores demandantes son los países de habla inglesa, que son Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido, donde las empresas indias tienen su gran mercado.
EC - Iba preguntarle, justamente, del otro lado de la punta, cuáles son los países que hacen trabajo offshore. Uruguay es uno de ellos, pero, ¿con qué otros países estamos compitiendo en este rubro?
VG - El líder claro y nato es la India, después hay 50 países que están ofreciendo trabajo offshore y quizás el año que viene haya 70 u 80. Lo importante es que hay nichos, para un país como Uruguay y para una empresa como la nuestra hemos encontrado nichos en los que podemos competir y hemos competido con empresas indias y hemos ganado. Y no sólo competimos, también trabajamos en conjunto con ellas porque este mundo de la informática es tal que a veces hay cooperación entre empresas.
EC - Es evidente que existen ciertas condiciones que hacen a un país más competitivo que otro en este terreno del offshoring. ¿Cuáles son esas condiciones críticas?
VG - Las empresas se fijan en muchas cosas. Una es el costo de la mano de obra, pero si fuera por eso todo el mundo compraría en Vietnam, que es el país más barato, o en la China o la India, pero no es así, hay 60 u 80 países que están ofreciendo offshoring. Es muy importante el país en sí mismo, qué tipo de estabilidad tiene desde el punto de vista del gobierno, se elaboran índices de democracia, de transparencia, de corrupción; todo eso hace que las empresas se fijen no sólo en el aspecto costo sino en el país, en esas cualidades. Y desde el punto de vista de la empresa también, no es lo mismo una empresa que ya tenga experiencia en lo que quiere hacer que una que recién está empezando, una empresa con 400 personas, 2.000 o 5.000 personas que una de 10. Aunque creo que hay trabajo para todas, la demanda es tan grande que hasta empresas de 10 o 5 personas pueden encontrar su lugar en este momento en el mundo.
EC - Por ejemplo, ¿Irlanda es un país con el cual competimos?
VG - Competimos, pero ellos están en otro tipo de negocios, no en este en el que estamos nosotros.
EC - Irlanda tiene una ventaja fuerte: una población angloparlante.
VG - Sí, como la India.
EC - Manejemos los dos ejemplos, la India e Irlanda; nosotros no tenemos una población angloparlante, ¿cuánto terreno perdemos por esa carencia?
VG - Bastante. En muchos trabajos el inglés es una condición sine qua non, hay que reconocerlo y hay que trabajar para que eso sea cada vez menos un impedimento.
EC - ¿Y qué pasa con nuestra disponibilidad de ingenieros y técnicos en informática? Hace ya un tiempo que se está hablando de que el mercado uruguayo está saturado.
VG - Sí. Las empresas indias tienen 50.000 o 60.000 personas cada una y estamos hablando de las tres más grandes, no de las que siguen y crecen a tasas de 10.000, 15.000, 20.000 personas por año. Emular eso es imposible, pero de todas formas mi empresa en forma global va a tener que crecer a esas tasas, 40%, 45% anual, si no crecemos nos quedamos fuera de este partido. Eso significa que vamos a ser 500 y pico el año que viene y 600 en 2008. Entre Uruguay y los otros países eso es absolutamente factible. Si me pregunta si Uruguay, que exporta 100 millones, puede exportar 200 en dos años, pienso que sí.
EC - Mi pregunta era si tenemos profesionales para encarar semejante desafío.
VG - Pienso que sí. Tata, que no existía hasta hace poco tiempo, hoy en Uruguay emplea a más de 500 personas; si no hubiera estado Tata no sé dónde estarían empleadas esas 500 personas. En la medida que hay trabajo la juventud y la gente se va a ir formando o reciclando en esta zona del mundo laboral en la que hay cero desocupación.
EC - ¿Existe suficiente coordinación con las instituciones de enseñanza para abarcar esta ola?
VG - Las empresas hemos dado el mensaje, las instituciones educativas lo saben, lo que falta quizás es el mensaje hacia la sociedad en forma general. No digo que no haya vocaciones en otras áreas, pero si no hay vocaciones muy firmes en otras áreas sería bueno que se orientaran hacia esta. Además no tenemos por qué ser todos doctores y masters en esto, hay posibilidad de trabajo para diversos estadios de desarrollo de la tecnología de la información.
EC - ¿Algunos ejemplos?
VG - Hay gente a la que le gusta programar y que va a ser programadora toda su vida, y está bien que sea así, mientras que otros serán analistas, otros serán líderes de proyecto y otros investigarán en tecnologías de la información. Para todos ellos hay lugar, es como una pirámide; tenemos que alimentarlo. Por eso formar programadores, que es relativamente más fácil, se puede hacer en poco tiempo.
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Edición: Mauricio Erramuspe