Los índices inflacionarios en la región y sus tendencias
Análisis económico del economista Horacio Morero, de Tea Deloitte & Touche.
(Emitido a las 8.20)
EMILIANO COTELO:
En una coyuntura económica favorable tanto en Uruguay como en la región, a veces resulta conveniente elevar un poco la mirada y pensar en los temas que resultan clave para el crecimiento económico de largo plazo. Uno de esos temas es la inflación, tener una baja inflación en concreto. La evidencia a nivel de países marca que una inflación baja es probablemente uno de los prerrequisitos para que la producción crezca sostenidamente con el paso del tiempo, para que el clima de negocios funcione bien, sin distorsiones.
Bueno, hoy entonces nos preguntaremos en este espacio de análisis económico cómo anda la región en materia inflacionaria, cuáles son las tendencias, qué marcan los últimos números, cómo son las políticas que se están aplicando tanto en Argentina, como en Brasil y nuestro país. Dialogamos sobre este tema con el economista Horacio Morero, de Tea Deloitte & Touche.
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Horacio, ¿cómo está la región hoy en materia inflacionaria?
¿Aprobamos el examen o no?
HORACIO MORERO:
No hay dudas de que la región muestra hoy índices de inflación que son bajos en términos históricos si pensamos por ejemplo lo que pasó en Argentina, Brasil y Uruguay en los últimos 50 años. Desde esa perspectiva, entonces, la situación claramente es positiva, aunque luego podemos marcar algunas dudas que surgen de cara al futuro, principalmente en Argentina.
Este resultado, de una inflación baja en términos históricos, es de alguna forma una consecuencia de las políticas antiinflacionarios que comenzaron a aplicarse en los años 90, y que de alguna manera están marcando un cambio cultural importante en la región, con una población que se acostumbró a vivir durante varios años con índices inflacionarios menores y por lo tanto exige de cara al futuro que esta situación se mantenga. El gobierno que pierda el control de los precios en la región, cualquiera sea el país, pagará seguramente un costo político importante cuando los ciudadanos se expresen en las urnas.
EC - Y se ha logrado a nivel regional mantener una inflación baja a pesar de la crisis que nos tocó vivir entre 1999 y 2002 con una fuerte devaluación en Brasil primero, luego Argentina y finalmente aquí en Uruguay.
HM - Así es y si bien las fuertes devaluaciones provocaron una aceleración inicial de la inflación, esa aceleración fue transitoria y luego la inflación volvió a porcentajes reducidos. Pongamos como ejemplo lo que ocurrió en nuestro país: la inflación pasó de 3,6% en 2001 a 25,9% en 2002, pero en 2003 la inflación cayó a 10,2% y en 2004 volvimos a tener un crecimiento de los precios del consumo de un solo dígito que se mantiene hasta hoy.
La conclusión entonces es que la crisis no nos hizo perder el terreno ganado en esta materia en los años 90. Los gobiernos en la región en general han tomado medidas para que la inflación siga siendo baja tras la crisis y es una clara señal de que una inflación baja es un activo que la población valora.
EC - ¿La probable reelección de Lula en Brasil en alguna medida podemos asociarla entonces a este logro?
HM - Es imposible cuantificarlo, pero sin dudas que la población brasileña ha valorado positivamente que su gobierno ha logrado mantener el crecimiento de los precios en guarismos muy bajos, de hecho los más bajos de la región, aplicando una política monetaria que privilegió este objetivo.
EC - Bien. Pasemos a ver algunos números. Dijiste que Brasil tiene hoy la inflación más baja de la región. ¿De cuánto?
HM - En los últimos 12 meses terminados en setiembre la tasa de inflación fue de 3,7% según el índice IPCA conocido el viernes pasado. Y los analistas brasileños esperan que al cierre de año la inflación baje más todavía, al 3%, lo que sería el menor registro desde 1998, cuando los precios del consumo habían crecido solo 2,5%. La inflación parece consolidada en Brasil en valores muy bajos.
EC - ¿Y cuáles son los últimos números en Argentina y nuestro país?
HM - Bueno, en Argentina incluyendo el dato de setiembre que se divulgó la semana pasada, la inflación anual se ubica en 10,4% y es la más alta de la región.
Y en nuestro país, considerando también la cifra de setiembre que fue anunciada la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística, la inflación anual se ubicó en 6,6%. Ya que estamos podemos agregar que la inflación en Paraguay se ubica en torno del 8%, así tenemos un panorama completo de los cuatro países que iniciaron el Mercosur.
EC - Bien, y como mencionaste entonces al principio, podemos decir que estos números son positivos desde una perspectiva histórica, ya que son tasas bajas de inflación.
HM - Sí. Y estos resultados en realidad son una tendencia que se observa más allá de la región. Si analizamos los datos inflacionarios de los restantes países de América Latina, encontramos en todos los casos tasas anuales de inflación inferiores al 5%, con la excepción de Venezuela que tiene una inflación cercana al 15%.
EC - Interesante. Para ir terminando, Horacio. ¿Y cuáles son las perspectivas en esta materia en nuestra región? Mencionaste al principio que existen algunas dudas en Argentina particularmente.
HM - os analistas coincidimos que el gobierno argentino no tiene entre sus prioridades el tener una inflación baja. Y si bien el 10,4% de inflación actual puede considerarse baja en términos históricos, es alta en la actual coyuntura y de hecho la más alta en América Latina junto con la de Venezuela. La política monetaria en Argentina, y esto lo hemos comentado otras veces, se ha dedicado más a mantener un tipo de cambio alto que a conservar una inflación baja. Están dadas las condiciones para que Argentina tenga una inflación muy baja, pero el Banco Central, o el gobierno si se quiere hablar más ampliamente, ha fijado otros objetivos.
El gobierno de Kirchner sólo se ha preocupado por este tema cuando la inflación superó el 12% a principios de año y estaba en franco ascenso. A partir de ahí tomó medidas, pero sin modificar la política monetaria que sostiene un dólar alto. El gobierno prefirió actuar directamente sobre los precios de productos clave para frenar la escalada inflacionaria: entonces prohibió las exportaciones de carne, limitó las de leche, inspeccionó a muchas empresas y siguió negando la readecuación de las tarifas públicas. Y con todas estas medidas logró estabilizar la inflación en torno de 11%, pero con una política que genera muchas distorsiones y de dudosa eficacia en el mediano plazo. En síntesis Emiliano, en el contexto actual, que Argentina siga teniendo una inflación de dos dígitos es un mal resultado, y nada indica que la política vaya a cambiar. Por lo tanto, las perspectivas en Argentina no son muy buenas en esta materia.
EC - ¿Y Brasil?
HM - Al contrario que Argentina, Brasil viene ejecutando prolijamente desde hace varios años una política de objetivos claros de inflación, que empezó durante el gobierno de Cardoso y siguió en este de Lula. Y para ello al Banco Central no le tembló el pulso cuando el dólar empezó a caer. Y los resultados inflacionarios están a la vista.
EC - Y nos quedaría finalmente nuestro país...
HM - Creo que aquí la situación es bastante bien conocida, podemos decir que nosotros nos acercamos un tanto a la política brasileña, aunque surgieron dudas sobre si se podrá lograr la meta de inflación anual, ya que existen presiones de costos importantes (salariales por ejemplo y energéticos hasta hace dos meses). Y por otro lado vemos que el Banco Central está en plena experimentación con los instrumentos, primero se controlaba la base monetaria, luego se pasó a un agregado monetario más amplio como lo es el llamado M1, y ahora se está estudiando la posibilidad de pasar a controlar la tasa de interés.
EC - Parecería que no hay entonces homogeneidad entre las políticas que se aplican en la región.
HM - No hay homogeneidad en las políticas porque no lo hay en los objetivos, y como consecuencia tampoco surgen resultados inflacionarios similares como ya describimos.
Creo que para terminar es una buena reflexión en momentos en que estamos discutiendo mucho sobre los pros y los contras del Mercosur. Sin dudas que tras la crisis no se han hecho avances evidentes en la coordinación de las políticas monetarias dentro del grupo, y cada país elige instrumentos y fija objetivos siguiendo exclusivamente los intereses internos. En este tema, es la realidad del Mercosur, como en otros donde la cosa no funciona bien.