Entre todos los intereses que tiene la Comunidad Iberoamericana el más importante es la lengua española", dijo el economista José García Delgado.

La multinacional del Español

Un grupo de investigadores españoles están analizando la lengua desde una perspectiva económica. "Entre todos los intereses que tiene la Comunidad Iberoamericana me atrevo a decir que el más importante es la lengua española", dijo el economista José García Delgado. Destacó que tras el crecimiento del idioma en el mundo, el desafío está en "hacer de él una lengua de negocios y de ciencia".

(Emitido a las 9.11)

EMILIANO COTELO:
Inglés, alemán, italiano, francés, portugués, chino, japonés, árabe... Una lista muy larga de idiomas que muchos uruguayos se esfuerzan por aprender, para lo cual invierten tiempo y dinero.

Pero mientras tanto, ¿somos conscientes de cuánto vale en este mundo saber hablar español? ¿Conocemos cuál es el "valor económico" de nuestra lengua?
 
Justamente ese fue el tema de un seminario que la semana pasada trajo a Montevideo a personalidades de la academia, la economía, la política y el mundo empresarial de toda Iberoamérica.

"Valor económico del español. Una empresa multinacional". Así se tituló este evento, una de las antesalas de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, organizado por la Fundación Círculo de Montevideo, la Secretaría General Iberoamericana y la Fundación Telefónica.

Resulta que esto de cuantificar económicamente nuestro idioma tiene su origen en España, en un proyecto de investigación que está a cargo del economista José Luis García Delgado, con quien vamos a conversar en los próximos minutos, llamándolo a Madrid.

El economista José Luis García Delgado fue recientemente designado como director del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, es miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y es catedrático de Economía Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid.

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Economista García Delgado, para comenzar, en términos generales, ¿cuál es el objetivo de esta investigación que usted está dirigiendo? ¿Es una reivindicación del español ante el liderazgo que el inglés ha ido consolidando en el mundo comercial, en Internet y en el ámbito científico y tecnológico? ¿Se lo puede ver así?

JOSÉ LUIS GARCÍA DELGADO:
De alguna forma sí, aunque nuestro problema –hablando de nuestra lengua como nuestro problema– no es competir con el inglés. El inglés ha conseguido, haríamos bien en examinar por qué, ser lengua franca en nuestro tiempo. El objetivo del español no es tanto competir con el inglés cuanto aspirar a algo que sí está en nuestras manos si hacemos bien las cosas: convertirlo en una segunda lengua franca en el mundo globalizado en el que ya estamos viviendo y seguiremos viviendo, el que viene. El que tenemos por delante va a ser, querámoslo o no, nos guste o no, un mundo globalizado, cada vez más globalizado, puede perfectamente haber sitio para dos lenguas. El inglés ya se ha hecho su sitio, el español como segunda lengua de comunicación internacional que ya es puede aspirar a ser una segunda lengua franca.

EC - ¿Hay antecedentes de estudios similares sobre el valor económico de otros idiomas? ¿Ya existe una metodología probada, o ustedes han partido de cero?

JLGD - Hemos partido de un estudio que se realizó hace algo más de un quinquenio, también por iniciativa española, por parte de quien entonces era subdirector de la Real Academia Española, un buen científico, muy preocupado por los temas de la lengua, don Ángel Martín Muniz. Tomó la iniciativa y emprendió un estudio, una investigación acerca del valor económico de la lengua española para tratar de poner en números, cuantificar efectivamente las diversas dimensiones de la lengua en tanto y en cuanto es materia prima para algunas actividades. Pensemos en las industrias de edición, discografía, etcétera, las industrias culturales, instrumento necesario para sectores absolutamente clave en nuestro mundo, en nuestras economías, todo el mundo de las telecomunicaciones. Actividad productiva ella misma en tanto y en cuanto genera puestos de trabajo y todo tipo de actividades conexas, como la enseñanza de la lengua como lengua extranjera fundamentalmente. La lengua tiene unas dimensiones directa o indirectamente productivas muy importantes. Fue hace un quinquenio cuando Ángel Martín Muniz emprendió aquella investigación que llegó a resultados llamativos para la economía española. Entonces se calculaba que aproximadamente un 15% del total de los ingresos que generaba cada año la economía española podía atribuirse a la lengua, lo cual es un porcentaje ciertamente importante. Ese ha sido el punto de partida. No hay estudios equivalentes para otras lenguas según el repaso que hemos hecho de la literatura internacional. Sí lo hay para la española, lo cual hace que aquel trabajo haya sido especialmente adelantado, de pioneros. Y ese trabajo es ampliable y mejorable, en eso estamos.

EC - El seminario "Valor económico del español. Una empresa multinacional" ocurrió algunos días antes de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. Supongo que eso no fue casualidad. ¿Por qué se organizó este debate en este contexto?

JLGD - No es casualidad, desde luego. Fue una sugerencia que nos hizo la Secretaría General Iberoamericana y que la Fundación Círculo de Montevideo y la Fundación Telefónica inmediatamente recibieron y acogieron. No es casualidad, y está en la línea de lo que debemos hacer: ir rellenando de contenidos materiales concretos estas Cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno, ir ahondando y tomando cada vez más conciencia de los intereses comunes que tiene el conjunto que forman los países de la Comunidad Iberoamericana. Entre todos los intereses materiales, y no sólo materiales, que tiene la Comunidad Iberoamericana me atrevo a decir que el más importante de todos es la lengua española. La lengua española al conjunto de naciones iberoamericanas nos hace internacionales, no hay ningún otro elemento común ni particular de cada una de nuestras naciones que nos haga más internacionales, que nos proyecte más en el mundo que nuestra lengua. Por tanto ocuparnos de ella y que forme parte de la agenda, de las preocupaciones, de los intereses, de los debates de los máximos mandatarios de nuestros respectivos países es del todo acertado.

EC - Para varios de los asistentes al seminario fue una sorpresa conocer que el español es un idioma en franca expansión hoy a lo largo y a lo ancho del mundo. Y justamente sobre eso, antes de entrar en las conclusiones del encuentro de Montevideo, me interesa repasar algunos números que ustedes manejaron, que de a poco nos van introduciendo en la dimensión económica del idioma.

Casi 440 millones de personas hablamos español, ¿verdad?

JLGD - Sí, perfectamente censadas. Manejamos coloquialmente cifras aproximativas, 400, 450, a veces hablamos de 500, pero tenemos 440 censados, distinguiendo a aquellos que tienen el español como lengua materna, a aquellos que lo tienen como primera lengua adquirida aparte de la propia y a aquellos que lo tienen como segunda lengua extranjera. Tenemos localizadas en el mapamundi las personas que dominan el español, que hablan español.

EC - ¿Y cómo nos colocan esos números en el ranking de idiomas más hablados?

JLGD - Es la segunda lengua de comunicación internacional. Es muy importante, es la segunda lengua materna más hablada, la primera es el chino y la segunda es el español. Como lengua de comunicación internacional, primero el inglés y segundo el español. Y hay que subrayar que en este momento el crecimiento de quienes aprenden español es extraordinariamente importante. El Instituto Cervantes acaba de hacer pública estos días en que hemos celebrado la reunión en Montevideo, para conmemorar sus primeros 15 años, la que denomina Enciclopedia del Español al Mundo. Catorce millones de personas están aprendiendo en el curso 2006-2007 que ha comenzado en Europa, están aprendiendo español en el ancho mundo, de los cuales –esto es especialmente importante– siete millones están en Estados Unidos.

EC - ¿Qué pasa? ¿El español está de moda?

JLGD - El español crece, el español empieza a cotizar en el mercado de Estados Unidos, lo cual abre unas enormes posibilidades a la lengua española, el bilingüismo en español empieza a apreciarse en términos de ampliación de oportunidades de promoción social, en términos de mejora de salarios en Estados Unidos. Otro foco extraordinariamente importante es Brasil, en julio pasado se aprobó una ley por la que se hace obligatoria la oferta de español en la enseñanza media, en todos los centros públicos de la enseñanza brasileña. Eso asegura que entre 10 y 12 millones de estudiantes brasileños van a cursar estudios de español en los próximos años. En Europa se ha consolidado el aprendizaje del español como segunda lengua extranjera preferida, la primera es el inglés pero el español es la segunda en todos los países europeos, desplazando al francés, el alemán y el italiano; y es la primera extranjera demandada tanto en el Reino Unido como en Irlanda.

Esto hace que los horizontes del español sean ciertamente halagüeños. Hay que huir de la autocomplacencia, que es mala consejera para casi todo en la vida, pero cuando hay razones hay que tener también sensibilidad para la autoestima. En este momento la comunidad de quienes hablamos español tiene razones de autoestima, tenemos una lengua que está demostrando ser aceptada y apropiada para la comunicación internacional, con un rápido crecimiento. Nuestro desafío es hacerla también lengua de negocios definitivamente y lengua de ciencia. Nuestro mayor déficit es que la ciencia hoy en el mundo se hace fundamentalísimamente en inglés. Tenemos que aspirar a ser segunda lengua franca ojalá que también en el terreno de la ciencia.

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EC - Usted decía que casi 440 millones de personas hablamos español. ¿Qué porcentaje de ese total vive en países en los cuales el español no es el idioma oficial, es decir, para cuántos es una lengua extranjera?

JLGD - Para contestar la pregunta deberíamos primero ponernos de acuerdo en si considerar o no que en Estados Unidos es una lengua propia o no. En Estados Unidos, ahora que hay 300 millones de estadounidenses, la cifra oficial es que el 14,2% habla español, por lo tanto ahí tenemos largos 40 millones de hispanohablantes. No es lengua oficial, no hay ninguna lengua oficial en Estados Unidos, pero por muchas razones debemos empezar a considerar que en ese país el español es lengua propia, por lo menos para un porcentaje superior al 14% y rápidamente creciente. Una de las mejores noticias para el español en los últimos años es su rápido crecimiento en Estados Unidos y que el bilingüismo en español se empieza a apreciar allí.

Después, tratando de contestar al tema que tenemos planteado, rápidamente crece en Brasil, en el conjunto de países europeos, en Europa se están ensanchando extraordinariamente las fronteras del español y a buen ritmo han comenzado a hacerlo también las de Asia. Por todo esto hay razones para mirar con esperanza, hay un futuro prometedor para el español, y nuestro desafío es aprovechar bien estas oportunidades que nos brinda la situación actual.

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EC - ¿Cómo pasamos de esto que estábamos hablando a considerar la posibilidad de analizar al idioma español como un "activo valuable"?

JLGD - Es complicado, no es fácil. Hay que medir un territorio que no tiene fronteras bien definidas, límites bien perfilados, hay que ir atribuyendo valores a toda una serie de funciones que cumple la lengua, que intuitivamente entendemos que están ahí pero que son difíciles de contornear.

EC - Además del hecho de que cada vez más personas hablen español, ¿qué otras variables "potencian" el valor económico de este idioma?

JLGD - ¿Qué valor le podemos atribuir a la reducción de costes de transacción –esto es, identificación del interlocutor, búsqueda de acuerdos con la otra parte, etcétera– en todos los intercambios comerciales financieros que realizan empresas dentro de un condominio lingüístico multinacional como el que conforma el español? ¿Qué valor les podemos atribuir a las operaciones en esa misma línea de internalización de las empresas? ¿Qué valor le podemos atribuir –pensemos desde la perspectiva ahora española– a la facilidad de integración laboral y social que encuentran quienes desde las naciones iberoamericanas emigran hacia España y gracias a la lengua común –lengua que es también cultura, prácticas, valores, comportamientos– encuentran una accesibilidad al mercado de trabajo y una facilidad de integración social extraordinariamente acusadas en comparación con quienes no tienen de partida el dominio de esa lengua?

EC - Este tema ha sido muy delicado en estos últimos años por otro tipo de cosas.

JLGD - Exactamente, en España estamos muy sensibilizados al respecto. Hay un conjunto de funciones que cumple la lengua que no es fácilmente valuable pero al que es posible atribuir un valor. Por eso nuestra investigación, que es extraordinariamente atractiva desde el punto de vista científico, analítico, no es fácil pero es posible. ¿Qué valor atribuir a que el bilingüismo empiece a cotizar en la economía y en la sociedad de Estados Unidos? Es un valor, quien es bilingüe inglés-español en Estados Unidos encuentra más posibilidades de promoción social, mejores salarios que quien sólo domina una de las dos lenguas en la mayor parte de los casos. Eso tiene un valor.

EC - ¿Por qué ustedes hablan del idioma como una "empresa multinacional"?

JLGD - Lo digo en un doble sentido, por lo menos para el español. Por una parte, por su ramificación internacional está presente en un conjunto amplio de países, una veintena de países lo tienen como lengua propia, hay 22 Academias de la Lengua Española –porque también Estados Unidos tiene su Academia de la Lengua Española–. Es multinacional por su ramificación pero también en cierta medida porque múltiples son también y de diversos lugares, de diversa procedencia, sus focos de creación. El español es un idioma policéntrico, de norma policéntrica, creamos español desde diversos puntos, desde diversas naciones. De hecho, la mejor literatura en español ha venido en el curso de los últimos cincuenta años de América, no de España, los grandes creadores que han renovado la literatura española contemporánea –sin desmerecer a los grandes escritores españoles–, ha venido de América el reimpulso creativo desde el punto de vista narrativo de la lengua española. También es empresa multinacional la lengua española desde ese punto de vista de múltiples focos creativos. Aunque gracias a la labor de homogenización de las academias de la lengua, comenzando por la Real Academia Española, esta lengua de norma policéntrica que es el español tiene un alto grado de homogeneidad fonética, ortográfica, sintáctica, lo cual le da una ventaja extraordinariamente importante en el panorama internacional para quienes la aprenden porque se encuentran con una lengua muy homogénea que les va a servir en unos lugares u otros.

EC - Sería bueno resumir las conclusiones de estos debates realizados en Montevideo. Supongo que el estudio sobre el valor económico del idioma español aún no está terminado. ¿Qué se puede ir adelantando?

JLGD - Efectivamente, no está terminada la investigación, todavía tenemos dos años por delante. Llevamos diez meses trabajando un equipo muy amplio de investigadores en el que hay sociólogos, demolingüistas, economistas y algún destacadísimo lingüista como el profesor Guillermo Rojo, que estuvo con nosotros en Montevideo, secretario de la Real Academia Española.

Las principales conclusiones que se pusieron de manifiesto en el seminario de Montevideo son las siguientes. Primero, establecer la cartografía del español, es importante pasar de cifras aproximativas y más o menos redondeadas a cifras que precisen cuántos somos, dónde estamos y en qué condición lo hablamos, si como lengua materna o adquirida. Ese trabajo está muy avanzado y en los próximos meses podremos presentarlo definitivamente.

Un segundo punto que se abordó es el valor económico que genera la propia enseñanza de la lengua, se enseña en muchos lugares de nuestros respectivos países. En Montevideo presentamos una prueba a escala de laboratorio de la economía que genera la enseñanza de la lengua en un distrito académico industrial que es Salamanca, la capital salmantina, cuna de la universidad más antigua de España, que realmente es un centro de enseñanza del idioma a quienes proceden de casi un centenar de países. Hemos tratado de precisar ese valor para a partir de ahí, una vez que hagamos pruebas de consistencia del modelo, aplicarlo en unas u otras latitudes, en unos u otros lugares de nuestros respectivos países.

Y para tomar una tercera conclusión y poner el acento en lo que nos falta por hacer, en los deberes que todavía tenemos que realizar, se puso de manifiesto en Montevideo la escasa presencia todavía del español en la red, en este mundo que viene ya no hay futuro sin red, se dijo allí, y tampoco hay futuro para la lengua si no consigue acceder a la red, si el español no pasa la prueba de ser un idioma adaptable a la red.

EC - ¿Eso requiere políticas públicas? Se lo pregunto porque Francia ha logrado que el francés se ubique como segundo idioma en la red en materia de cantidad de páginas, y lo ha hecho trabajando duramente para conseguirlo. ¿Falta hacer algo similar a los países hispanohablantes?

JLGD - Exige políticas públicas, el caso francés es muy llamativo, ilustrativo, ejemplarizante en ese sentido. Exige políticas públicas, qué duda cabe. Pero me gusta insistir en otro ángulo de la cuestión: exige solvencia y pujanza de nuestras economías, credibilidad de nuestras sociedades. Nuestro idioma sólo será fuerte finalmente y sólo acabará siendo competitivo, sólo conseguiremos hacer del español una segunda lengua franca para el mundo que viene si nuestras economías son vigorosas, pujantes, nuestros crecimientos son sostenidos y nuestras instituciones son creíbles y el mundo puede mirar a Iberoamérica como una región de democracias consolidadas, creíbles, solventes, sistemas institucionales ejemplares y economías con buen pulso, no un año, un ejercicio, no un bienio sino en el medio-largo plazo.

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Edición: Mauricio Erramuspe