CAF: América Latina necesita otro modelo de crecimiento
El actual crecimiento económico en América Latina, llama al optimismo pero no a la complacencia, según el presidente de la Corporación Andina de Fomento, Enrique García Rodríguez. "Es una gran ventana de oportunidad para corregir los defectos estructurales de modo que la economía crezca en forma más estable y continua, con beneficios para la mayoría de la gente", agregó.
(Emitido a las 9.35)
EMILIANO COTELO:
¿Cuántas veces escuchamos hablar de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y de sus aportes millonarios para tal o cual proyecto?
Seguramente "infinidad de veces". La última de ellas cuando se confirmó que la Presidencia instalará sus oficinas en el edificio inconcluso del Palacio de Justicia, utilizando para ello un crédito de la CAF.
Pero, ¿cuántos de ustedes saben concretamente qué es la CAF?
Muchos tal vez empiecen por no entender cómo es eso de que la CAF le preste a Uruguay, que no tiene nada que ver con la región andina. Es que Uruguay es uno de los accionistas de esa institución, y además está en estudio una ampliación de su participación.
Hoy tenemos una buena oportunidad para pasar en limpio qué es, cómo opera y qué relación tiene con Uruguay la CAF. Porque el Segundo Encuentro Empresarial Iberoamericano, que se abre hoy en Punta del Este, trajo hasta nuestro país al presidente de la CAF.
Se trata del boliviano Enrique García Rodríguez, master en economía, con quien vamos a conversar en los próximos minutos.
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Economista García Rodríguez, ¿desde cuándo existe la CAF?
ENRIQUE GARCÍA RODRÍGUEZ:
Desde hace 36 años.
EC - Pese a esa antigüedad por estos lados se la conoce poco. Por eso empiezo preguntándole, ¿cómo podemos definir brevemente qué es la CAF?
EGR - La CAF es un banco de desarrollo multilateral, sería, para usar comparaciones, un equivalente al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o al Banco Mundial (BM). Es una institución multilateral con países miembros. La diferencia fundamental es que la CAF es una organización en la que los socios, los accionistas, los dueños son exclusivamente de América Latina y el Caribe y de fuera de la región sólo está España, mientras que el BID y el BM tienen como socios a Estados Unidos, Japón y varios países europeos. Esa es una diferencia fundamental.
La CAF como banco de desarrollo provee una serie de servicios financieros, préstamos, participación accionaria en empresas, da cooperación técnica para mejoramiento institucional, para creación de nuevas empresas y trabaja tanto con el sector público como con el privado. La actividad principal son los préstamos.
EC - ¿Qué significa eso que aparece explicado en la página web de la CAF cuando dice que juega un rol financiero anticíclico y catalítico?
EGR - Una de las funciones que tiene una institución como esta es estar presente cuando las cosas están más difíciles, es el banco que cuando llueve saca el paraguas porque en días de sol no se necesita paraguas. Eso es lo anticíclico, el rol más importante que jugamos es cuando la situación de los países, por factores internos o externos, se ponen difíciles y los bancos internacionales privados, los mercados de capital, se les cierran. Ahí nosotros aparecemos en el momento preciso.
Y catalítico quiere decir que por nuestra presencia podemos atraer a otros inversionistas tanto públicos como privados para el financiamiento de programas y proyectos en los países miembros.
EC - Ya dijo algo al pasar, pero sería bueno precisar un poco más quiénes son sus accionistas, cómo se reparte el capital accionario.
EGR - El origen de la CAF hace 36 años fue la creación de esta institución en el marco de la Comunidad Andina de Naciones (CAN). Consecuentemente los fundadores fueron los países miembros en ese momento de la CAN, que eran Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile. Posteriormente Chile se retiró de la CAN y quedaron cinco socios principales. Hace aproximadamente 12 años se definió la apertura de la CAF para invitar a otros países, y en ese contexto hoy son accionistas de la Corporación en el sur nuevamente Chile y todo el Mercosur, están Uruguay, Paraguay, Argentina y Brasil; en el norte están Panamá, Costa Rica y México; en el Caribe están República Dominicana, Jamaica y Trinidad Tobago; y fuera de América Latina está el Reino de España.
En esta primera fase de incorporación de los países la mayoría accionaria del capital la tienen los países fundadores, el 85% de los 4.000 millones del patrimonio de la CAF ha sido puesto por esos cinco países, y el 15% está distribuido entre los otros, entre ellos Uruguay. Lo interesante es que por el peso que ha tomado la CAF en los últimos años se ha ampliado la posibilidad de que países como Uruguay, Brasil, Argentina, México, en fin, puedan incorporarse como socios plenos de la institución si lo desean. Tendrían que hacer un aumento importante del capital, y al mismo tiempo podrían ser elegibles a todos los servicios financieros con las mismas características que los demás países.
En este momento de la cartera total de las operaciones de la CAF, de lo que está vigente, de los préstamos de cartera, que llegan más o menos a 9.000 millones de dólares, un poco más del 80% está en los cinco países fundadores y el resto en los demás. Si se incorporan plenamente, estos países tendrían los mismos derechos, o sea que un país como Uruguay, que hoy tendría limitación de préstamos a no más de un 8% de la cartera total de la CAF, podría crecer igual que Colombia, Bolivia y llegar a un 25% o 30%. Es muy importante porque abre posibilidades para programas y proyectos en los ámbitos público y privado.
EC - Un detalle que quizás valga la pena destacar para terminar de presentar a la CAF es que entre sus accionistas también tiene bancos.
EGR - Hay 16 bancos privados, todos de la región, especialmente de la región andina, cuyo aporte de capital es muy pequeño pero tiene un significado, es una señal importante de que la CAF trabaja tanto con el sector público como con el privado. Incluso dentro del Directorio de la Corporación, que es de muy alto nivel, está integrado por ministros de los países o delegados en el caso de los países no andinos un grupo de países nombra a un país para representarlo, hay un miembro del sector privado.
EC - ¿De dónde provienen los recursos financieros que la CAF presta o intermedia?
EGR - Por un lado los países han hecho un gran esfuerzo en la institución, el patrimonio, el capital pagado más las reservas acumuladas bordea los 4.000 millones de dólares. Sobre esa base de una gran calidad de la cartera, una solvencia financiera, una solidez financiera, la CAF tiene el mérito de tener una calificación de riesgo de las agencias principales del mundo, de Moodys, Standard & Poors, Fitch, superior a la de todos y cada uno de los países de América Latina, incluso Chile, que tiene el mejor rating, está uno o dos niveles debajo de la CAF. Esto significa que la CAF tiene un acceso muy importante, privilegiado, a los mercados de capital y en todos los momentos. Esto es especialmente crítico en los momentos de vacas flacas. Como consecuencia la principal fuente externa de financiamiento para la CAF viene de los mercados internacionales de capital, o sea de Europa, Estados Unidos, Japón, Asia en general, de los países con excedentes en el Medio Oriente o en América Latina cuando las condiciones se dan.
Y tenemos otras fuentes, acuerdos importantes con países en Europa, con España, con Alemania, con Holanda, con Japón, estamos haciendo un acuerdo importante con el Banco de Desarrollo de China, estamos trabajando con la India. Esto muestra la versatilidad de las fuentes de financiamiento y el tipo de proyectos que financiamos, que son muy variados.
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EC - Recién veíamos dónde obtiene la CAF los fondos con los que opera. Ahora vamos a ver en qué tipo de proyectos se canalizan esos recursos.
EGR - Más o menos 35%-40% de los financiamientos va a lo que podríamos denominar infraestructura económica de los países, por ejemplo carreteras, puertos, gasoductos, programas de electrificación, energía hidroeléctrica, termoeléctrica, teléfonos. Otro porcentaje, alrededor de 30%, se dirige a lo que sería desarrollo social e infraestructura social, por ejemplo agua potable, alcantarillado, saneamiento básico y programas y proyectos en áreas de educación, de salud, de desarrollo rural integrado, desarrollo comunitario. Y el remanente va al desarrollo de los sectores más productivos, estaríamos hablando de industria, pesca, agroindustria, minería, turismo, servicios en general. Dentro de esto aproximadamente 35% de las aprobaciones de la CAF va directamente al sector privado y el resto al sector público.
EC - Por ejemplo en el caso de Uruguay, ¿cuáles han sido los últimos proyectos apoyados por la CAF?
EGR - Como el aporte original de Uruguay fue pequeño, aunque ha habido un aumento, hemos dado prioridad, junto con los gobiernos, a programas de infraestructura con un contenido de integración regional. El caso de Uruguay es más simple porque por su ubicación geográfica y su dimensión relativamente pequeña los proyectos de infraestructura en general son una base de integración.
EC - Sí, esos proyectos de infraestructura, por ejemplo las carreteras, no sólo sirven para las comunicaciones internas sino también para favorecer la integración.
EC - En los países no fundadores el énfasis está dado en proyectos de infraestructura de integración. En América del Sur en los últimos ocho años hemos aprobado 50 proyectos de características de integración que incluyen carreteras, gasoductos, pasos de frontera, que representan una inversión total superior a los 12.000 millones de dólares, de los cuales la CAF ha contribuido directamente con alrededor de 3.500 millones.
EC - En el caso de Uruguay en estos días se está poniendo en marcha el llamado para llevar adelante la finalización de lo que iba a ser el Palacio de Justicia y ahora será oficinas de la Presidencia de la República, un proyecto financiado por la CAF.
EGR - Ya estamos en la última fase para apoyar ese proyecto.
EC - ¿Van a tener oficinas allí? Se ha hablado de que la CAF tenga sus oficinas regionales en ese edificio.
EGR - En la ampliación que está haciendo la CAF, aparte de su sede, que es Caracas, tenemos oficinas en Bogotá, en Quito, en Lima, en La Paz y en Brasilia, pero estamos contemplando con esta ampliación que estamos llevando adelante ubicarnos en otros países miembros. Desde luego una prioridad es venir a Uruguay, de modo que es algo que estamos analizando, vamos a ver si lo podemos hacer el próximo año. Y haríamos oficinas también en los otros países. Uruguay es un lugar estratégico para el sur, entonces estamos considerando seriamente cómo nos ampliamos aquí.
EC - La última pregunta tiene que ver con las actividades en las que usted viene participando allí en Punta del Este. En este Segundo Encuentro Iberoamericano Empresarial que está por abrirse se ha elegido como leitmotiv "consolidar la bonanza económica". Usted va a participar en un panel cuyo tema es: "¿Cuánto más va a durar la bonanza económica en la región?". Entonces, ¿qué se puede hacer para extender este ciclo por el que estamos pasando?
EGR - No tengo duda de que la coyuntura económica, macroeconómica que América Latina está viviendo en estos momentos es la mejor que he visto en los últimos 30 o 40 años. Sin embargo siempre hay que ver las cosas con cautela, este ciclo muy positivo está muy ligado a una economía mundial que también en forma excepcional tiene un gran dinamismo en todos lados, especialmente el fenómeno de una fortaleza en la economía americana y el fenómeno de China, la India, Japón recuperándose. Los países de América del Sur se están beneficiando muchísimo con esta situación.
¿Cuánto dura este ciclo? Hay varias teorías, una es que va a durar bastante por el fenómeno de China, pero otras voces dicen que los ciclos son ciclos y puede durar menos. El mensaje es que hay que ser optimistas y estar muy contentos por lo que está pasando pero no hay que ser complacientes.
EC - ¿Usted cree que está instalada entre los empresarios y los gobiernos de la región la preocupación de cómo aprovechar este momento, esto de estar en la cresta de la ola, para garantizarnos el futuro?
EGR - Hay conciencia pero no la suficiente, hay un poco de euforia. El mensaje que doy todo el tiempo es que es una gran ventana de oportunidad para corregir los defectos estructurales de modo que la economía latinoamericana crezca en forma más estable y continua, con beneficios para la mayoría de la gente. Para eso se tienen que profundizar reformas y trabajos no tanto en el campo macroeconómico, o sea la parte fiscal, monetaria, en lo que se está haciendo muy buena letra; es en el campo de la infraestructura, de la tecnología, de la educación, del fortalecimiento de las instituciones, de la creación de iniciativas que vayan más allá de la exportación meramente de materias primas que el valor intelectual, tecnológico, es fundamental.
Si América Latina en los próximos cinco años hace bien su tarea en estas áreas y crea condiciones para que los beneficios del crecimiento vayan llegando en forma creciente a la mayoría de la gente, estará mucho mejor preparada. En lo macro ha hecho un muy buen trabajo, no se están dilapidando los recursos, se está pagando deuda, se están acumulando reservas, eso hará que cuando el ciclo baje haya un amortiguador importante.
Pero eso no basta, tenemos que proyectar un nuevo modelo de crecimiento, y este es el momento mejor para hacer esos cambios. Ojalá que los países, tanto los gobiernos como el sector privado y la sociedad, entiendan que ventanas de oportunidad se abren pero también se cierran.
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Edición: Mauricio Erramuspe