Análisis Económico

La marcha de la inflación y la política monetaria

Análisis del economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte & Touche.

(Emitido a las 8.29)

EMILIANO COTELO:
Como ustedes saben, el contexto inflacionario actual es bastante particular. ¿Por qué digo esto? Porque las últimas cifras, correspondientes a octubre, mostraron deflación, es decir una caída del Índice de Precios del Consumo, de 0,2%. Y este mes, las cifras de inflación recogerán los efectos de la baja de combustibles y del boleto de transporte colectivo.

En este contexto, nos pareció oportuno dedicar nuestro espacio de análisis económico de hoy a examinar en detalle el comportamiento de los precios. ¿Cuáles son las perspectivas de inflación para lo que resta del año? ¿Se cumplirá la meta de inflación prevista para el cierre de 2006? ¿Son necesarios cambios en la política monetaria? ¿Cómo deben interpretarse los anuncios del Banco Central de que se comprarían dólares de aquí a fin de año?

Enseguida, el diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte & Touche.

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Pablo, para situar a los oyentes en el contexto, comencemos comentando los principales números de octubre.

PABLO ROSSELLI:
Me parece bien, Emiliano. Tú adelantabas que en octubre los precios del consumo registraron un descenso de 0,2%. Eso determinó que la medida usual de inflación en 12 meses móviles bajara a 6,1%, frente a 6,6% en los 12 meses a setiembre y a 6,9% en los 12 meses a agosto.

Si bien la inflación se ubicaba dentro del rango objetivo que se había fijado un año atrás, de entre 5% y 7%, los registros de agosto y setiembre mostraban que la inflación estaba por encima del límite superior del rango objetivo que el Banco Central tenía para el cierre del año, que va de 4,5% a 6,5%. Con las cifras de octubre, la inflación se ubica entonces dentro del objetivo fijado para el conjunto de 2006.

EC - ¿Cómo se explica la caída de los precios del consumo de octubre?

PR - En octubre el Indice de Precios de Consumo recogió el efecto de la baja de 7% de los combustibles que se había aprobado a fines de setiembre. Como el índice se calcula en base al promedio de las cuatro semanas de cada mes, las cifras de setiembre contemplaban solamente de manera parcial esa baja de combustibles y el mayor efecto se dio en las cifras de octubre.

La baja de los combustibles se reflejó en caídas en los rubros vivienda y transporte y comunicaciones. De todas maneras, los demás precios de la economía mostraron incrementos bastantes moderados. En particular, el rubro alimentos y bebidas (que tiene una alta ponderación en el IPC), subió sólo 0,2%.

EC - ¿Cómo son las perspectivas para los próximos meses? Te hago la pregunta porque con la nueva rebaja de combustibles y con la caída del boleto deberíamos tener cifras de inflación bajas, por lo menos este mes. ¿Es así, Pablo?

PR - Es así. En el caso de los combustibles, tenemos una nueva rebaja que rige desde el primero de este mes para las naftas, el querosene y el supergas, con porcentajes que van desde 1% hasta 4,2%. En cambio, el precio en el surtidor del gasoil subió 1,8%. Nosotros estimamos que el efecto neto de suba del gasoil y descenso de los demás combustibles debería jugar ligeramente a favor de una baja inflación. Y además, tenemos la rebaja en el precio el boleto de transporte colectivo de pasajeros. Considerando el boleto común en Montevideo, tenemos un descenso de casi 12%.

Teniendo en cuenta esos elementos, pensamos que este mes veremos probablemente un nuevo descenso del IPC, leve como en octubre, pero descenso al fin.

EC – Ustedes prevén un noviembre también con deflación.

PR – Probablemente un par de décimas negativas.

EC - Entonces, Pablo, ¿se cumplirá la meta de inflación para este año?

PR - Pensamos que sí. Asumiendo un descenso del IPC de 0,2% en noviembre y una suba moderada, de 0,3% en diciembre, tendríamos que la inflación cerraría 2006 en 6,1%, dentro del rango fijado como objetivo por el Banco Central para el cierre del año.

EC – Siempre te pregunto esto y nuevamente te pido una respuesta breve: ¿por qué tanta atención al cumplimiento de la meta fijada por el BC?

PR – Por lo siguiente:_desde medidados de 2002 tenemos un régimen de flotación cambiaria. En los regímenes de flotación cambiaria, los agentes debemos tener alguna forma de establecer nuestras expectativas de inflación para tomar la decisiones que todos tomamos, como contratación de nuevos empleados, decisiones de gasto, de ahorro. Y en un marco de flotación cambiaria, la mejor manera para que los agentes nos fijemos expectativas adecuadas de inflación es en un régimen donde el Banco Central anuncia un objetivo. Por supuesto que pequeños desvíos en el cumplimiento del objetivo de inflación de por sí no son malos, pero si sistemáticamente hay desvíos en los objetivos de inflación, entonces los anuncios dejarían de ser creíbles y todos tendríamos más dificultades para formarnos esas expectativas y con dificultades para tomar las decisiones.

EC - ¿Y cómo están viendo la evolución de la inflación con vistas al año próximo? ¿Está controlado el riesgo inflacionario o serán necesarios ajustes en la política monetaria?

PR - A nuestro juicio, el comportamiento de la inflación en el horizonte más previsible estará en línea con el objetivo de 4,5% a 6,5% anual que tiene el Banco Central.

Si bien es cierto que hasta hace un par de meses la inflación estaba siendo bastante alta, actualmente se está observando un descenso importante de las presiones inflacionarias. En buena medida, esas menores presiones inflacionarias tienen que ver con estos dos aspectos que estábamos comentando (descenso de los combustibles y rebajas en el boleto). Tendremos que ver, en todo caso, si a partir de enero las presiones inflacionarias retoman el comportamiento de meses atrás o no.

Pero a nuestro juicio, por ahora, el Banco Central no tiene necesidad de introducir modificaciones en la tónica de su política monetaria. Las perspectivas para los próximos dos meses son de bajos niveles de inflación y probablemente la Reforma Tributaria también contribuirá favorablemente porque la rebaja prevista en el IVA, la eliminación del Cofis y la reducción en promedio de los aportes patronales podrían propiciar algún descenso por única vez, pero descenso al fin, del IPC en algún mes del año próximo.

EC – Falta saber aún cuándo entra en vigencia la Reforma Tributaria.

PR - Eso es cierto pero asumiendo que entra en algún momento del año próximo, habrá una pausa en las presiones inflacionarias.

EC - ¿Cómo deben interpretarse, entonces, los anuncios del Banco Central de que se comprarían dólares de aquí a fin de año?

PR - Estamos ingresando en un período del año en el cual siempre aumenta fuertemente la demanda de dinero. Para satisfacer la mayor demanda de dinero, el Banco Central debe inyectar liquidez en la plaza. Tal como lo hizo el año pasado, esa inyección de liquidez se realiza a través de la compra de divisas en el mercado.

Pero no deberíamos interpretar de los anuncios del Banco Central una vocación más expansiva de la política monetaria o un deseo particular de hacer subir el tipo de cambio. Se trata, solamente, de un mecanismo de expansión de la oferta de dinero para acompasar el aumento estacional de la demanda de dinero.

EC – También es cierto que contribuye a sostener un poco el precio de la divisa que anda con ganas de caer, ¿no?

PR – A ver... La alternativa que tenía el Banco Central en todo caso era tratar de inyectar más liquidez retirando letras.

EC - Esa era otra posibilidad...

PR – Sí, de regulación monetaria... La verdad es que no siempre los vencimientos de letras calzan bien con la necesidad de inyección de liquidez en el mercado. Desde ese punto de vista, además de cancelar letras e inyectar liquidez de esa manera, el BCU opta por recurrir al segundo mecanismo que tiene que ver con comprar divisas. Además, cumple con su objetivo de ir acumulando reservas que siempre está presente.

¿Esto determina que el tipo de cambio suba o no? Bueno, si no hay más liquidez definitivamente el tipo de cambio bajaría pero lo relevante en este esquema de política monetaria es qué es lo que se requiere para que la inflación esté dentro del rango objetivo fijado por el gobierno. Decíamos recién que a nuestro juicio no hace falta modificaciones en la tónica de la política monetaria y eso querría decir que, desde el punto de vista de los objetivos de inflación, no es necesario tener un tipo de cambio ni sustancialmente más alto ni sustancialmente más bajo que el que estamos teniendo ahora.