Análisis Económico

El aporte de Milton Friedman, Premio Nobel de Economía

Análisis del economista Horacio Morero, de Tea Deloitte & Touche.

(Emitido a las 8.25)

EMILIANO COTELO:
La semana pasada falleció Milton Friedman, un reconocido economista estadounidense que realizó importantes aportes en el campo de la macroeconomía y fue galardonado con el Premio Nobel de Economía en 1976.

Esta noticia resonó en todas partes del mundo y por eso vamos a dedicar nuestro espacio de análisis económico de hoy a examinar algunas de las principales contribuciones de Friedman. Enseguida charlaremos sobre este tema con el economista Horacio Morero, de Tea Deloitte & Touche.

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Horacio, si te parece, comencemos por los aportes de Friedman a la economía monetaria. Te sugiero esto porque por lo que estuve leyendo en los últimos días las contribuciones en esa área son los que hicieron famoso a Friedman y le valieron el Premio Nobel de Economía.

HORACIO MORERO:
Efectivamente. Friedman hizo muchas contribuciones que dejaron huella, pero definitivamente sus trabajos en el campo de la economía monetaria fueron sus aportes más importantes y conocidos. Específicamente hay dos aportes en esta área que son de referencia obligada para todos los economistas: su teoría de la demanda de dinero y su contribución al debate sobre la relación entre inflación y desempleo.

EC - Vayamos por partes, entonces.

HM - Bien, comencemos por la teoría de demanda de dinero. Friedman reflotó la llamada teoría cuantitativa de la demanda de dinero, que sostenía que un aumento de la cantidad de dinero sólo provocaría un aumento proporcional del nivel de precios de la economía. Aquí cuestionaba la idea keynesiana de la validez de las políticas anticíclicas, en este caso el uso de la política monetaria para suavizar los ciclos económicos.

En concreto y para dar un ejemplo, Friedman cuestionó la idea de que una política monetaria expansiva podía ayudar a que una economía saliera de la recesión. Lógicamente todos los argumentos son complejos para detallarlos por radio, pero al menos damos la idea básica. 

Volviendo a la demanda de dinero, Friedman actualizó la versión original y sin duda su agregado más importante fue el reconocimiento de que la demanda de dinero es una función decreciente de la tasa de inflación esperada por los individuos.

EC - ¿Qué significa esto, Horacio?

HM - Esto quiere decir que cuánto más alta es la inflación, menos dinero quiere tener la gente en su poder. Esta es una idea bien fácil de entender: cuando hay inflación el dinero "rinde menos", el poder de compra de cada billete es menor porque los bienes se van encareciendo. Entonces, si los agentes son racionales se darán cuenta que mantener su riqueza bajo la forma de dinero en vez de comprar otros activos es cada vez menos conveniente, por lo que la demanda real de dinero será cada vez menor.

Friedman fue el primer economista en plantear explícitamente esta idea que hoy nos parece tan sencilla, que es ampliamente respaldada por la evidencia empírica y que está completamente aceptada a nivel de la academia.

EC - Bien, pasemos entonces al segundo aporte que mencionabas antes...

HM - Como decía, el otro aporte fundamental de Friedman fue su contribución al debate sobre la relación entre el desempleo y la inflación. Friedman reaccionó contra la idea generalizada que existía en los años sesenta de que la política económica podía reducir el desempleo en forma permanente si se aplicaban políticas monetarias y fiscales expansivas, que traían como consecuencia una suba de la inflación.

Quizás los oyentes recuerden que estuvimos manejando estas ideas hace algunas semanas, cuando hablamos de Edmund Phelps, que fue galardonado con el Premio Nobel de Economía este año. Las ideas de Phelps iban justamente en la misma línea que las de Friedman.  

EC - Refresquemos un poco la memoria de los oyentes.

HM - Tanto Friedman como Phelps insistieron en la neutralidad del dinero, en la idea de que la oferta de dinero no puede afectar de manera permanente a variables reales como el nivel de producción o el desempleo.

En el caso concreto del supuesto dilema entre inflación y desempleo, Friedman y Phelps argumentaron que la expansión monetaria iba a provocar, tarde o temprano, un cambio en la forma de fijar los precios y los salarios y en última instancia el desempleo siempre volvería a una tasa de equilibrio, determinada exclusivamente por el funcionamiento del mercado de trabajo. 

EC - ¿Entonces la política macroeconómica no tiene nada que hacer para bajar el desempleo?

HM - Los aportes de Friedman y Phelps dejaron en claro que con políticas macroeconómicas que generen más inflación, no se puede bajar el desempleo en forma sostenida. Para bajar el desempleo en forma permanente, se deben aplicar básicamente políticas microeconómicas.

Friedman incluso iba más allá de esta conclusión y negaba también, como ya dijimos, un posible papel para las políticas anticíclicas en el corto plazo. De hecho, llegó a proponer que la política monetaria se determinara por una regla monetaria simple, sin que existiese un margen de discrecionalidad para las autoridades.

EC - ¿Existe consenso hoy en día en torno a estas ideas?

PR - La idea de que a largo plazo no había un dilema entre inflación y desempleo resulta francamente crucial, es algo que desde hace tiempo nadie cuestiona.

Pero el espacio para las políticas anticíclicas en el corto plazo es una idea que todavía está en el centro del debate. A nivel de la academia existe consenso en que definitivamente no es deseable que las políticas sean procíclicas, pero todavía está en discusión si debieran ser anticíclicas como sugieren las escuelas de corte más keynesiano o si, por el contrario, la política macroeconómica debería mantenerse neutral.

EC - Me parece que queda claro este tema. ¿Hay algún otro aporte de Friedman que valga la pena destacar?

HM - Son muchos y la verdad es que sería un poco pretensioso intentar resumirlos en este espacio tan corto. Simplemente voy a mencionar algunos, sin entrar en mayor detalle.

En el campo puramente teórico Friedman hizo aportes valiosos sobre cómo los agentes toman sus decisiones de ahorro y consumo. Tenemos aquí la hipótesis del ciclo vital de vida o de la renta permanente, según la cual los individuos no toman sus decisiones de consumo según su ingreso de cada momento sino en base a su ingreso "permanente", en base a los ingresos que espera obtener a lo largo de toda su vida. Esta es una idea que tuvo mucha influencia en trabajos posteriores y aún está presente en el debate académico. 

También hizo aportes importantes en el campo metodológico. Sostenía que una teoría no debía juzgarse por los supuestos empleados para desarrollarla (algo por lo que los economistas somos habitualmente criticados) sino por la validez de sus implicaciones verificables. Muchos opinan que sus aportes en este campo ejercieron una influencia enorme en la investigación en economía.

En el campo más empírico, es ineludible la referencia a un trabajo que hizo Friedman en conjunto con otra economista, Ana Schwartz, acerca de la historia monetaria de Estados Unidos. Este trabajo generó mucha polémica porque ilustraba cómo la política de la Reserva Federal acentuó la Gran Depresión del 29 y cuestionó el diagnóstico keynesiano.

Friedman también se metió en temas de filosofía política...

EC - A ver, Horacio...

HM - Friedman fue un gran defensor de la libertad económica y su principal tesis de filosofía política es que la libertad económica es una condición necesaria para que exista libertad política. Desde este supuesto, abogó a favor del libre comercio y por la eliminación de las intervenciones del Estado en la economía, defendiendo ideas como la desregulación y la privatización de las empresas públicas y opinando sobre temas que iban desde el servicio militar obligatorio hasta la legalización de las drogas.

Friedman fue asesor de varias personalidades importantes e influyó directamente en las decisiones de personajes como el presidente Ronald Reagan en Estados Unidos y la primera ministra británica Margaret Thatcher. No olvidemos tampoco que Friedman fue uno de los representantes más sobresalientes de la Escuela de Chicago, cuyas ideas tuvieron un impacto muy significativo en varios países latinoamericanos en los años setenta, particularmente en Chile.