Stora Enso, horizonte prometedor aunque lejano
Miles de puestos de trabajo en el centro del país. Es - al menos- la auspiciosa perspectiva tras la reciente confirmación de que Stora Enso invertirá en Uruguay. De todas formas, la firma maneja unos ocho o 10 años de plazo y por ahora sólo se dispone a iniciar un estudio socioeconómico y ambiental. "Los plazos son los plazos", dijo hoy a En Perspectiva Jaime Igorra, ministro interino de Medio Ambiente.
(Emitido a las 8.48)
JOSÉ IRAZÁBAL: La empresa Stora Enso confirmó que invertirá 1.200 millones de dólares en Uruguay, en una planta de celulosa que va a estar ubicada en el centro del país.
ANDRÉS GIL:
Así lo hicieron saber ayer las autoridades de esta empresa sueco-finlandesa después de mantener una reunión con el subsecretario de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Jaime Igorra. El director forestal de la compañía para Brasil y Uruguay, João Borges, aseguró que el proyecto de Stora Enso en Uruguay recién empezó y estimó que la fábrica podría construirse en un plazo aproximado de entre ocho y 10 años.
(Audio)
"El año pasado iniciamos la plantación en Durazno y Tacuarembó. Plantamos 5.000 hectáreas. Estamos por tanto en el inicio del proyecto. Respecto de la ubicación de la planta, estamos hoy en los estudios básicos. Pero una cosa importante es que el proyecto ahora está en la fase de forestación. Entonces nuestro objetivo principal es consolidar el proyecto forestal. Más tarde vamos a iniciar estudios más profundos sobre la ubicación y sobre la inversión industrial."
(Fin del audio)
AG - Parece que la tiraron un poquito para adelante, ocho a 10 años...vamos a estudiar, tenemos que hacer estudios de impacto socioeconómico, socioambiental, tenemos que esperar que crezcan los árboles... Consolidan su presencia en Uruguay pero, para mi gusto, postergan un poquito las expectativas que había respecto de la planta.
JI - Vamos a conversar sobre el tema con el arquitecto Jaime Igorra, ministro interino de Medio Ambiente.
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JI - ¿Tiene la misma impresión que Andrés? ¿Los plazos son tal vez mucho más largos que lo que se podía esperar en un principio para la construcción de esta planta en el centro del país?
JAIME IGORRA:
Los plazos son los plazos. Afortunadamente ya soy abuelo y en determinado momento pensé que debería ser muy lindo ser abuelo, pero primero hay que tener un hijo o una hija, que tiene que crecer, se tiene que desarrollar, luego se vincule con alguien que quiera y engendre un hijo para tener el nieto. Esos plazos son insoslayables. Esta empresa se instaló en Bahía (Brasil) y está operando una planta de un millón de toneladas. Está estudiando la instalación de otra planta en Río Grande del Sur y una planta en Uruguay, para lo cual lo primero que tiene que hacer es tener la masa crítica forestal suficiente, para no depender de tener que traer de otro sitio la madera para hacer la celulosa. Ellos van a fabricar celulosa para llevar a las plantas de papel que tienen en el hemisferio Norte.
AG - La analogía es interesante pero para mi gusto tiene una debilidad. Uno no puede comprar hijos, no debería poder comprar, en cambio puede comprar árboles ya plantados. De hecho ha sido la estrategia que han seguido algunas de las empresas que han venido a instalarse.
Ja I - Es la que están siguiendo ellos. Tienen que tener una masa de 130.000 toneladas, para lo cual no sólo están plantando su propia forestación sino que al mismo tiempo están conviniendo con forestadores uruguayos lo que ya esté instalado a los efectos de contratar con ellos y tener la seguridad de que también van a tener esa producción.
AG - Pero Botnia no hace ocho años que está en Uruguay.
Ja I No. Pero viene operando desde el año 2003, aproximadamente, o 2004.
AG - Iba a propósito de que los plazos siempre son flexibles en función de la voluntad política de las empresas.
Ja I - Por supuesto, eso es indudable. Tenemos que tener claro lo siguiente: primero, la obtención de masa forestal. Tal como lo hizo ENCE, que ya tiene la masa forestal en el país, tal como lo hizo Botnia, que ya la tiene. Y están Botnia en la construcción de su planta y ENCE con una nueva localización. Y Stora Enso ya está operando en Uruguay. Está estableciendo oficinas en Durazno y en San Gregorio, adquiriendo tierras y ya forestando. Ya tiene 5.000 hectáreas forestadas con eucalipto.
JI - Desde el punto de vista del ordenamiento territorial, que también le corresponde a su cartera, ¿qué seguimiento se va a hacer de los suelos donde se van a hacer todas estas plantaciones? Aparecen como superficies realmente muy importantes las que van a ser plantadas por Stora Enso para luego abastecer a la planta.
Ja I - El primer organismo que tiene que ver con este tema es la Dirección Forestal, que tiene establecido para Uruguay, en un estudio de vieja data que ha perfeccionado este gobierno, un máximo de 3 millones de hectáreas para ser forestadas. Uruguay tiene 18 millones de hectáreas, de las cuales va a destinar hasta tres para producción forestal. De esas tres hoy tenemos 750.000. Hay que tener en cuenta que Hernandarias trajo las vacas aquí 400 años antes que el señor Tomkinson trajera los árboles. O sea que tenemos una larga experiencia y una gran dotación de ganado pero recién estamos empezando a darnos cuenta de lo bien que crecen los eucaliptos y los pinos y que nos pueden dar una riqueza muy importante luego de aquel famoso diagnóstico de la CIDE de 1963. Hicimos la Ley Forestal en el 87 y estamos en producción. Hay 750.000 hectáreas forestadas que están dando la masa forestal a los grandes aserraderos que ya se han instalado en el país, como Wayer Houser, Urupanel y otros más, y a estas fábricas de celulosa que están instalando sus industrias. Stora Enso está anunciando la construcción de su fábrica en un horizonte de varios años y está en este momento en la etapa de forestación.
AG - Respecto de la ubicación de la planta, la empresa dice que va a hacer un estudio de impacto socioeconómico, socioambiental, ¿qué es concretamente lo que le preocupa a Stora Enso?
Ja I - No es que le preocupe. Es una política de la empresa que nos parece muy buena. Ya lo ha hecho en Brasil, tanto para la planta que está funcionando en Bahía como para la que van a construir en Río Grande del Sur. Y lo van a hacer en Uruguay (ese fue el motivo de su visita). Es política de la empresa tener un relacionamiento muy estrecho con la sociedad civil en el lugar donde se va a instalar. Una planta de este porte, si se compara con la que está en Brasil, tiene una dotación de 3.000 empleos fijos. Por cada empleo fijo hay entre 10 y 13 empleos indirectos. Esto siempre produce un impacto social muy importante. Ayer estábamos en la zona de La Floresta por el incendio y pudimos relacionarnos - sin pensarlo - con unos turistas brasileños que eran gente que trabajaba en plantas de celulosa en Brasil. O sea que de esas 225 plantas que tiene Brasil ya hay gente que tiene el ingreso suficiente como para venir a veranear a Uruguay. Esos son impactos importantes. En ese lugar del centro del país, un impacto social de este tipo requiere un estudio que la empresa está dispuesta a hacer y que está llevando a cabo.
El otro estudio es el de los recursos, tanto en tierra como en agua. En todo el tema del recurso agua, nuestro país luego de la reforma constitucional exige al Estado un control muy estricto. Ellos ya empiezan a estudiar lo que van a insumir en tierras para forestación, para la instalación de la planta y lo que eso implica, y la utilización del recurso agua.
JI - ¿Qué características tiene la planta para tener una ocupación tan elevada? Usted hablaba de 3.000 operarios permanentes en la planta.
Ja I - Eso fue lo que ellos dijeron ayer en la reunión y es lo que nos dicen que está funcionando en Bahía.
JI - ¿La idea es hacer todo el proceso de elaboración del papel aquí?
Ja I - No, para nada.
JI - Se lo pregunto porque la diferencia en el número de operarios es muy importante entre esta planta y la planta de Botnia.
Ja I Exactamente. Pero no olvidemos que en la operación de la planta tienen una dotación permanente en tierras propias para el manejo forestal, a diferencia de lo que sucede en otras empresas en que la dotación de madera es producida por contratación de otros forestadores.
AG - Los 3.000 puestos no son de la planta directamente sino del grupo Stora Enso en Uruguay.
Ja I - Exactamente.
AG - ¿Qué impresión se llevó respecto de la posición de los empresarios con relación al conflicto de Uruguay con Argentina por las plantas de celulosa? Se lo pregunto atándolo con la impresión inicial que planteaba. ¿Puede ser que hayan decidido tomarse con calma los tiempos a la espera de que se termine de consolidar el modelo en Uruguay?
Ja I - No creo que sea esa la razón. Tiene mucho que ver con los tiempos y los crecimientos que requieren. Han seguido este conflicto con expectativa, pero no es exclusivo de Uruguay tener algún conflicto de esta naturaleza. Existen organizaciones no gubernamentales en el mundo que tienen una animosidad muy fuerte frente a la producción forestal y en otras latitudes también han llevado a cabo algunas acciones que se han discutido y se ha llegado a entender cuáles son los procedimientos y a comprender que las viejas plantas (que tanto problemas ocasionaron donde se establecieron) han sido totalmente superadas. Y que las plantas de alta tecnología tienen exigencias muy fuertes, son amigables con el ambiente y no llegan de ningún modo a los extremos de daño ambiental que estos grupos manifiestan. Es un proceso que requiere su tiempo.