EMILIANO COTELO:

Ya nos ocupamos de la dimensión política de la visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y vimos que en ese plano el balance es muy positivo. Pero alguien podría decir (eventualmente con razón), que de la política no se come.

Vamos a repasar qué ocurrió más allá de lo político, qué dejó este encuentro en materia estrictamente comercial.

¿Esta visita dejó alguna puerta un poco más abierta que antes?

En lo previo estaba claro que no necesariamente iba a haber novedades en este sentido, por lo menos no novedades concretas. Una señal muy clara es que las principales autoridades en materia de comercio del gobierno de Estados Unidos no venían hasta Montevideo, sino que se quedaron en la escala anterior de la gira, en Brasil.

Sin embargo, como era de esperar, lo comercial estuvo en las conversaciones. Y, si bien no se firmaron documentos, los diferentes ítems comerciales que interesan a Uruguay circularon por boca de las autoridades uruguayas que participaron de la reunión en Anchorena el sábado.

A la salida del encuentro, el ministro de Economía, Danilo Astori, dijo que "Uruguay tiene intereses en mejorar el acceso al mercado de Estados Unidos en carne bovina y ovina, lácteos, arroz, cítricos, arándanos y software".

El propio Astori un rato más tarde se refería al saldo que según él dejan estos contactos en esos puntos.

Vamos a recorrer esos ítems que el propio Astori citó y vamos a tratar de ubicar en qué punto se encuentran las conversaciones con Estados Unidos.

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Comenzamos por la carne vacuna.

CARLOS PAULETTI:

Uruguay tiene una cuota de 20.000 toneladas de ingreso de carne vacuna a Estados Unidos con arancel 0 y por fuera de esa cuota se exporta pagando el 26% de arancel. El planteo uruguayo es aumentar la cuota de carne que entra sin pagar arancel, ya que un 26% es un porcentaje muy importante. Y la voluntad política de que este tema esté en los próximos meses (seguramente en abril) sobre la mesa, quedó plasmada con algunos planteos concretos de aumento de cuota.

EC - Mujica mencionó un número impactante como aspiración: pasar de 20.000 a 80.000 toneladas, o sea que se cuadriplique el cupo.

CP - Cuando uno se pone a negociar tira lo máximo, o más allá de lo que se quiere o se sabe que es posible, para llegar al máximo. Es una posición más negociadora.

EC - Mujica también manejó la alternativa de bajar el arancel de 26,4%, por lo menos para una parte de las exportaciones que no entraran en el cupo sin arancel.

CP - Exactamente, un planteo mixto. Es decir, aumentar la cuota de arancel 0 y bajar el arancel para otra parte de la carne. Más del 80% de la carne que entra a Estados Unidos paga arancel.

EC - ¿Cuál es la impresión de Mujica sobre las posibilidades de estos planteos?

EC - Pasemos a otro rubro: la carne de cordero con hueso. Esta misma semana se están dando algunos pasos en esta materia.

CP - Son pasos que se venían negociando en función del acuerdo TIFA y desde antes, como temas puntuales. Entre hoy y mañana llega una misión sanitaria de Estados Unidos para dar un paso fundamental y aquí es donde entran las voluntades políticas y la importancia de esta visita hacia el futuro.

Como cuando Estados Unidos aceleró notoria y abruptamente los tiempos para el reingreso de carne vacuna uruguaya después de la aftosa. Allí hubo una voluntad política, más allá de los trámites burocráticos y de lo que establece la ley estadounidense como un proceso largo (con reuniones y asambleas con productores y consultas con consumidores e importadores). Es posible acelerar los tiempos.

EC - En función de cómo se dieron las cosas el sábado, esta inspección que recorrerá frigoríficos para evaluarlos y que luego elevará su informe, podría tener un trámite más rápido del que en principio podía esperarse.

CP - Exactamente, como pasó con la carne vacuna, se aceleraron los tiempos sustancialmente.

EC - Además al presidente Bush y a sus acompañantes se les dieron a probar tanto carne vacuna como carne ovina.

CP - Aparentemente les causaron muy buena impresión.

EC - Pasemos al rubro arroz, que también mencionaba el ministro Astori.

CP - Allí hay dos temas: el comercio bilateral y la denuncia de Uruguay ante la OMC por los subsidios al arroz de Estados Unidos, que perjudican a nuestros mercados. El acceso del arroz uruguayo al mercado de Estados Unidos y los subsidios que Estados Unidos paga por el arroz que exporta al resto del mundo, son dos vías de negociación que están íntimamente vinculadas.

Este tema va a estar en la reunión del TIFA, los grupos técnicos van a empezar a trabajar en pocas semanas y (se verá) la voluntad política hasta donde puede llegar. Es complicado levantar el sistema general de subsidios de Estados Unidos.

EC - La delegación de Estados Unidos respondió que la posibilidad de terminar con el subsidio que reciben los miles de productores de arroz estadounidense es muy brava. "Si lo hacemos, esos productores desaparecen", habrían sostenido los delegados que acompañaban a Bush.

De todos modos, según comentaba el ministro Astori, puede existir algún otro tipo de camino.

CP - Sí, el camino del mercado propio de Estados Unidos y el de los avances que pueda haber en la Ronda de Doha, que se está tratando de acelerar.

EC - Los delegados de Bush habrían hablado de su disposición a colaborar con Uruguay y sus productores "para abrirle otros mercados a este cereal uruguayo". ¿Cómo sería esto?

CP - Seguramente hay cuotas de ingreso de arroz producido por Estados Unidos en otros países. Si bien Uruguay es un fuerte productor de arroz, lo que se comercia en el mundo es una enormidad y el cereal tiene enormes subsidios en Asia. Seguramente se va a analizar la apertura de esas vías conjuntas para ocupar algún nicho de mercado en otro lado.

EC – En Arándanos, un sector incipiente en la economía uruguaya, todavía no se habla de grandes volúmenes pero sí, de un modo simbólico, es una apuesta nueva que se hace en la producción uruguaya. El ministro Astori lo mencionaba, porque hay de por medio cuestiones de tipo sanitario.

CP - Sí, es un tema de los equipos técnicos. No hay un tema arancelario, sino un tema básicamente sanitario, igual que en los cítricos. Son dos elementos clave y ahí también puede jugar la voluntad política para acelerar los tiempos de tramitación.

EC - Pasemos a los cítricos.

CP - Es muy similar. Hay unas barreras paraarancelarias, fitosanitarias, que básicamente esconden una oposición muy fuerte de los productores de la Florida (en Estados Unidos la producción cítrica se concentra en ese lugar). Cuando se hacen esos trámites de consulta, las objeciones vienen por temas sanitarios y fitosanitarios. Es difícil, aunque no imposible el tema de los cítricos.

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EC - También se conversó de los productos de la industria textil uruguaya. Quizás el ítem que más ansiedad despertaba, en la medida que ese sector de la actividad nacional está pasando por una situación dramática. Ya se han cerrado fábricas y otras podrían hacerlo en el futuro, dependiendo de qué acceso se tenga a determinados mercados. Y el de Estados Unidos es clave; el TLC habría sido una tabla de salvación indudable, según han coincidido desde dirigentes empresariales hasta dirigentes sindicales. Para la industria textil uruguaya y la de la vestimenta un tratado de libre comercio con Estados Unidos era prácticamente la vida. Pero ese camino quedó bloqueado.

¿El sábado se abrió alguna posibilidad? Astori describía así el resultado.

CP - Uruguay ha quedado casi fuera del mercado y va a quedar más aun, frente a la competencia china por el trato a la nación más favorecida que le otorgó Estados Unidos hace un tiempo y por los costos de producción de China (estándares laborales, costos y escala). Pero además están los países que están firmando TLC con Estados Unidos. Si para confecciones Uruguay tiene que pagar 18% y Colombia, Perú o Guatemala, los países de Centroamérica, donde hay una fuerte radicación de industrias textiles, pagan cero, evidentemente está fuera de mercado.

EC - Sobre esto no hubo avances en la reunión.

CP - No.

EC – Sin embargo, Astori destacaba que sin lugar a dudas los textiles van a ocupar un espacio en la agenda de las reuniones de los grupos de trabajo del TIFA a fines de abril en Washington.

CP –Dentro del grupo de trabajo hay un grupo que trata el tema textil específicamente. Hay un acuerdo mundial y hay mecanismos que pueden suavizar la situación, pero no darle una solución definitiva, ya que esa solución definitiva para la industria textil, que sería la posibilidad del libre comercio por el momento está bloqueada.

EC - Hablando de negociaciones, un elemento interesante que surge de estos comentarios de Astori y de lo que se habló el fin de semana es que las tratativas bilaterales de comercio con Estados Unidos se están dando en dos planos institucionales diferentes. Por un lado, por el Sistema General de Preferencias y por otro, por los mecanismos previstos en el TIFA firmado por los dos países en enero pasado en Montevideo. De todos modos, Astori dijo que esas dos vías deberían converger.

EC - ¿Qué está diciendo Astori a propósito del Congreso de Estados Unidos?

CP – Con esto volvemos al tema del año pasado, el fast-track. La administración Bush le solicitó al Congreso la renovación del fast-track, que es la autoridad para negociar por la vía rápida (de la que tanto se habló el año pasado). Aparentemente hay avances en la materia, una cierta reformulación, y está de por medio la Ronda de Doha. Originalmente el fast-track fue pedido para la Ronda de Doha y se hace con carácter general, o sea para el eventual acuerdo en la OMC, pero también para las negociaciones bilaterales.

EC - ¿Astori sugiere que con los cambios que se le puedan imprimir al fast-track en el Congreso de Estados Unidos –ahora con mayoría demócrata– quizás la potencialidad de un TIFA podría cambiar? ¿Podría llegar más lejos?

CP - Me dijo claramente el sábado, en la puerta de la residencia del embajador de Estados Unidos, que hay que esperar eso. Y cuando le consulté si quería decir que con un fast-track nuevamente sobre la mesa la posibilidad de llegar más lejos en la vía del libre comercio sigue abierta, contestó: "No tenga ninguna duda de que la vía del libre comercio sigue abierta, no está descartada. Mientras tanto el TIFA es un ámbito de negociación".

Recordemos que varios de los TIFA que firmó Estados Unidos en el pasado culminaron con tratados de libre comercio. Lo que queda planteado es que posiblemente Uruguay, en los próximos tiempos, se verá enfrentado –en función de cómo marche la negociación del TIFA– a la misma decisión a la que se vio enfrentado el año pasado: hasta dónde llegamos teniendo un fast-track.

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EC - La frase de Mujica fue muy expresiva: "Uruguay está mejor que antes de este encuentro". Dicho por Mujica (que además reconoció lo difícil que le había resultado darle la mano a Bush y conversar con él, admitiendo que seguramente a Bush también le habría resultado difícil dialogar con él, porque con seguridad conocía todos sus antecedentes) parece un balance cautamente optimista.

CP - Exactamente, y hay coincidencia a nivel empresarial y de la oposición. Esto tiene relación con lo que decía la oyente, Uruguay está dando una imagen de Estado más allá de las diferencias internas. Esa decisión que quizás tenga nuevamente ante sí en los próximos meses de hasta dónde llegar en la negociación con Estados Unidos, va a tener que ser tomada como fue tomada esta visita y como se están tomando estos temas: como una cuestión de Estado, en la que los temas se tienen que evaluar en función del interés nacional y no de otra forma. Es lo que dice todo el mundo, también los empresarios.