Remesas, un ingreso fundamental para miles de hogares uruguayos
La cantidad de hogares que reciben remesas en Uruguay creció un 400% entre 2001 y 2005, según un estudio realizado por los economistas Fernando Borraz y Susan Pozo. Por otra parte, un trabajo del BID afirma que en 2006 ingresó al país un total de 115 millones de dólares por este concepto. El periodista Carlos Pauletti comentó este y otros datos.
(Emitido a las 8.31)
EMILIANO COTELO:
Las remesas que los emigrantes uruguayos envían desde el exterior a sus familias han aumentado de manera sensible en los últimos años, según surge de un informe que publicó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre América Latina y de un estudio muy reciente realizado por los economistas Fernando Borraz y Susan Pozo sobre el caso concreto de Uruguay, con datos 2005.
Según el informe del BID, las remesas crecieron 62% en 2006 con respecto a 2005, y llegaron a 115 millones de dólares. La cantidad de hogares receptores aumentó 400% entre 2001 y 2005, y el promedio mensual de remesas por hogar receptor bajó bastante en el mismo período.
Pero hay otros aspectos importantes de ese estudio que vale la pena abordar. Por ejemplo, las características especiales de las remesas uruguayas, sus efectos en la distribución del ingreso, la cantidad de personas y de hogares que las reciben. Y algo no menor: qué se espera para el futuro.
Vamos a repasar estas investigaciones con Carlos Pauletti, del Servicio Informativo de El Espectador.
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Carlos, en principio digamos algunas palabras sobre las características de este estudio.
CARLOS PAULETTI:
Lleva por título "Remesas en Uruguay" y fue elaborado por el economista Fernando Borraz, de la Universidad de Montevideo, y por la economista Susan Pozo, de la Western Michigan University, de Estados Unidos.
Fue realizado con el apoyo de la J. William Fulbright-Hayes Scholarship y la cooperación de la Comisión para el Intercambio Educativo entre Uruguay y Estados Unidos, y fue completado el pasado 11 de marzo.
EC - Si te parece ahora ubiquemos algunos antecedentes demográficos que resultan útiles para seguir este trabajo.
CP - El censo realizado en 1908 demostró que Uruguay era efectivamente un país de inmigrantes en ese momento. El 17,4% de su población había nacido en el extranjero y dos tercios de los inmigrantes eran originarios de Italia y España.
Casi un siglo después la cosa ha cambiado mucho y Uruguay es un país de emigrantes, al punto que en 2002 el 13% de su población vivía en el exterior.
Un promedio anual de 18.000 personas, o sea el 0,5% de la población, emigraron desde el año 2000, lo que duplica la tasa de una década antes. La mayoría de los emigrantes se dirigió a España y Estados Unidos.
EC - Veamos ahora cómo evolucionó la cantidad de personas que reciben remesas desde el exterior.
CP - En la década del 90, una de cada 2.000 personas era receptora de remesas. Esa cantidad aumenta sustancialmente, y en 2002 era una de cada 1.000 personas y, según los informes del BID, esa cantidad ha continuado creciendo.
Por otro lado, uno de cada cuatro emigrantes uruguayos envía remesas a sus familiares.
EC - ¿Qué características tienen las remesas de uruguayos residentes en el exterior?
CP - A diferencia de otros países a los cuales las remesas se envían casi todas en efectivo, en el caso de Uruguay una parte considerable es en bienes o especies.
Según señala el estudio de Borraz y Pozo, el 61% de las remesas llega vía transferencia (Western Union o Money Gram), el 1% llega por transferencia bancaria, y el 38% llega a través de compra de bienes vía internet en grandes tiendas uruguayas, como Tienda Inglesa.
EC - ¿Hay razones para esta composición de las remesas en el caso uruguayo?
CP - La causa principal es el costo y la alternativa que está disponible. Tomando el caso de las remesas que se envían desde Estados Unidos, una transferencia bancaria de 300 dólares cuesta 60 dólares, lo que equivale a 20%. Una transferencia vía Western Union cuesta entre 17 y 34 dólares, o sea entre 5,6% y 11,3%, dependiendo de desde qué estado se haga. Y una transferencia vía Money Gram cuesta entre 10 y 15 dólares, o sea entre 3,3% y 5%.
Y comprar vía internet un bien o una canasta de productos en una gran tienda uruguaya que hace la entrega en Uruguay, pagando con tarjeta de crédito en Estados Unidos, cuesta cero.
EC - Si la remesa es un bien, si se mandan alimentos, el uruguayo emigrante se asegura que todo su dinero termina en manos de la familia en Montevideo.
¿Qué podemos decir sobre la cantidad de hogares uruguayos que reciben remesas?
CP - El estudio hace referencia a la Encuesta Continua de Hogares que realiza el Instituto Nacional de Estadística, según la cual uno de cada 160 hogares uruguayos recibió remesas del exterior en el período 2001-2005.
En cuanto a la evolución en la cantidad de hogares receptores, Borraz y Pozo afirman que aumentó 400% en ese período.
También hacen referencia a la Encuesta de Caracterización Social realizada por el Banco Mundial (BM) en 2002, donde el 1,88% de los hogares uruguayos reportó haber recibido remesas de hijos o hijas en el exterior ese año. La encuesta del BM no preguntaba sobre remesas de otros parientes ni tampoco incluía como tales las compras de bienes o canastas de productos por internet, con lo cual ese porcentaje aumentaría en forma muy considerable.
EC - Vayamos a los hogares receptores. ¿Qué se sabe sobre ellos? ¿Hay algún perfil que pueda definirlos?
CP - Hay algunas características salientes. Es más probable que los jefes de hogar receptores de remesas sean de sexo femenino, no casados y en promedio más educados, es decir con 9,3 años de educación, frente a 8,8 años de los jefes de hogares no receptores.
Residen mayormente en Montevideo, tienen menos cantidad de integrantes trabajando y un número de componentes de 2,6, menor que el de los hogares no receptores, que tienen un promedio de 3.
EC - ¿Están estudiados los efectos de las remesas en la distribución del ingreso?
CP - Una de las conclusiones es que las remesas tienen un profundo impacto en la ubicación de los hogares receptores en la tabla de distribución del ingreso.
El 28% de los hogares receptores estaría en el último decil, es decir en el 10% inferior, si no hubiera recibido remesas, y sólo el 4% estaría en el primer decil o 10% superior si no las hubiera recibido.
Por otra parte, si al ingreso de esos hogares se agrega lo que se recibe por remesas, sólo el 4% queda en el último decil o 10% inferior, mientras el 15% pasa al decil más alto, o 10% superior en cuanto a la distribución del ingreso.
EC - ¿Cómo ha evolucionado el promedio mensual de remesas que llega a cada hogar receptor?
CP - Este promedio ha disminuido bastante en dólares. En 2001 era de 448 dólares por mes; en 2002 se redujo a 297 dólares mensuales; en 2003 baja hasta 231 dólares; en 2004 cae hasta 203 dólares; y en 2005 se recupera algo y llega a 263 dólares por mes.
EC - ¿Cómo se explica esta caída?
CP - Se manejan dos causas posibles, que en cierta medida son complementarias. Una es que por efecto de la devaluación de 2002 con menos dólares se consigue la misma o quizás mayor cantidad de pesos. Y otra, que complementa a la anterior, es que quizás las características de los emigrantes cambiaron con la crisis de 2002, y esto, a su vez, produjo cambios en el patrón de las remesas.
EC - Hemos estado hablando de un análisis sobre lo que ocurrió, ¿qué señala el informe en cuanto a perspectivas para el futuro?
CP - El documento afirma que el alto crecimiento de las remesas de uruguayos en el exterior continuará durante algunos años más, debido fundamentalmente al mantenimiento de la emigración y a la tendencia de los emigrantes que comienzan a enviar remesas tras un tiempo que necesitan para asentarse en sus nuevos países de residencia.
Un datito más con respecto al mantenimiento de la emigración: aparentemente el año pasado aumentó nuevamente, alrededor de 17.000 uruguayos emigraron en el correr de 2006.
Lea completamente el informe de Borraz y Pozo
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Edición: Mauricio Erramuspe