Las principales tendencias del mercado laboral
Análisis de la economista Sandra Pérez Ramos, de Tea Deloitte.
(Emitido a las 8.35)
EMILIANO COTELO:
El viernes pasado el Instituto Nacional de Estadística divulgó las últimas cifras sobre el mercado laboral: si bien en febrero la tasa de empleo del total del país llegó al 56% de la población mayor de 14 años, una cifra muy elevada a nivel histórico, la tasa de desempleo también subió y alcanzó al 10,2%.
Teniendo en cuenta ese panorama y tomando en consideración que hoy es 1º de mayo, el Día de los Trabajadores, creemos que es un buen momento para hacer una puesta a punto sobre el mercado de trabajo. ¿Cuál es la situación actual en materia de empleo y salarios? Y, fundamentalmente, ¿qué podemos esperar a futuro? El diálogo será con la economista Sandra Pérez Ramos, de Tea Deloitte.
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Sandra, si te parece, comencemos analizando las tendencias generales. ¿Cómo ha evolucionado el mercado laboral en los últimos años?
SANDRA PEREZ RAMOS:
Como todos sabemos, Emiliano, desde 2003 la economía viene creciendo en forma sostenida y actualmente la producción se ubica en niveles récords históricos. En ese marco, que es tan favorable a nivel económico, lógicamente también se registraron niveles de empleo crecientes. En particular, esa tendencia alcista se intensificó el año pasado.
EC - ¿Podemos dar algunos números?
SPR - Sí, por supuesto. Según las cifras oficiales del Instituto de Estadística, la tasa de empleo del total del país urbano alcanzó a 53,9% en promedio el año pasado, por encima del 51,4% que se había registrado en 2005. Es decir, una suba de alrededor de dos puntos y medio porcentuales aproximadamente. El año anterior, en 2005, el empleo había crecido poco más de medio punto porcentual.
Como resultado de esta tendencia creciente, la última cifra que difundió el INE, que se refiere a febrero de 2007, indica que la tasa de ocupación ya alcanzó al 56%.
EC - Sin embargo, el desempleo no se comportó tan bien.
SPR - No, eso es cierto. Como señalaste al principio, Emiliano, la tasa de desocupación subió 5 décimas en febrero y llegó al 10,2% para el conjunto del país. De todos modos, deberíamos relativizar un poco esa suba porque la serie mensual es bastante volátil. En algunos meses sube varias décimas y al mes siguiente vuelve a bajar. De hecho, se ubicó en 10% en noviembre, bajó al 9,1% en diciembre y, como decía, subió a 10,2% en febrero. Pero además, la suba del desempleo que ocurrió en febrero obedeció a que aumentó la desocupación sólo en el interior del país. En Montevideo la tasa de desempleo llegó al 8,7%, la tasa más baja en mucho tiempo, o sea que el aumento de la desocupación tampoco fue generalizado.
La volatilidad que tiene esta serie obedece a que si bien el empleo crece, en algunos meses también aumenta la cantidad de personas que buscan trabajo y entonces la tasa de desempleo sube. De todas formas, si miramos la tendencia de los últimos años, se observa claramente que hay una caída en los niveles de desocupación, aunque es cierto que los niveles actuales siguen estando lejos de los mínimos históricos, y un aumento del empleo. Es más, si nos enfocamos sólo en los últimos dos años. Es decir, desde que asumió el nuevo gobierno... podemos decir que en 2006 fue cuando se observaron los mejores resultados en materia laboral.
EC - ¿Y por qué creen ustedes que ocurrió eso?
SPR - Bueno, nosotros pensamos que es probable que ese resultado se deba a un tema de incertidumbre. Recordemos que en 2005 se produjo el cambio de gobierno y eso volvió más incierto el escenario para las empresas.
En ese contexto de mayor incertidumbre, probablemente los empresarios fueron cautelosos a la hora de contratar más personal y decidieron esperar para ver qué cambios realizaría el nuevo gobierno. Como resultado, las decisiones más importantes probablemente se tomaron, entonces, a partir del año pasado.
EC - En este escenario de aumento del empleo, ¿cómo evolucionaron los salarios?
SPR - En línea con esa reactivación económica de la que hablábamos antes, en los últimos años también se registró un aumento importante de los salarios. Pero esta suba fue más tardía que la del empleo. De hecho, los salarios reales comenzaron a subir recién en 2004.
De todas maneras, según la última información del INE, los salarios reales se ubicaron en febrero de este año todavía más de un 10% por debajo del nivel promedio de 1998.
EC - O sea que básicamente los aumentos de salarios ocurrieron durante el gobierno actual. ¿Y cómo incidió la reimplantación de los Consejos de Salarios en esa suba?
SPR - En primer lugar, hay que tener en cuenta que en un contexto económico en expansión como el que se observa actualmente, es razonable que los salarios reales crezcan y más aún cuando sufrieron una caída tan importante como la que ocurrió durante la crisis. Para que los oyentes se hagan una idea, en 2003 en promedio los salarios reales se ubicaban casi 25% por debajo de los de 1998, antes de comenzar la crisis. Entonces, como decía, es natural que luego haya presiones para que los salarios aumenten. Y esas demandas se canalizaron a través de los Consejos de Salarios pero si éstos no hubieran existido creemos que igualmente se habrían observado subas importantes en las remuneraciones. De hecho, si miramos los dos últimos años, las subas de salarios fueron más intensas el año pasado que en 2005. En 2005 los salarios reales privados subieron 4% y en 2006 aumentaron 5%. Y esto probablemente también esté relacionado con el tema de la cautela de los empresarios en el primer año de gobierno, que mencioné anteriormente.
EC - Volviendo un poco al diagnóstico actual del mercado laboral... hablamos de un contexto de fuerte crecimiento económico, con aumentos importantes del empleo y de los salarios ¿no?
SPR - Es correcto en términos generales, sí.
EC - Y en ese marco, ¿qué podemos esperar para el resto de este año y para 2008, por ejemplo?
SPR - Bueno, partiendo de la base que la economía va a seguir creciendo en ese horizonte, es razonable también esperar que las empresas continúen demandando más personal y, en ese marco, el empleo debería seguir creciendo, al igual que los salarios.
EC - Para ir terminando, Sandra, ¿no piensan ustedes que las subas de salarios puedan provocar más inflación en el futuro?
SPR - Bueno, en realidad no seríamos tan categóricos. A ver. El impacto que tienen los aumentos salariales sobre la inflación puede ser enfocado desde dos perspectivas distintas: mirando a los salarios como un costo para las empresas o desde el punto de vista de la demanda, es decir, desde la perspectiva de los ingresos de los trabajadores.
EC - Muy bien, comencemos si te parece, por el primer enfoque.
SPR - Claramente los salarios son un costo para las empresas, de ahí que si suben los salarios, a las empresas les aumentan sus gastos. Pero unido a este costo está el tema de la productividad. Esto es, si aumenta la productividad del trabajo, es decir que las horas de trabajo contratadas rinden más, la empresa no tendría mayores necesidades de trasladar los incrementos salariales a los precios de sus productos y por lo tanto, por ese lado las presiones inflacionarias estarían un poco acotadas.
Lo que está sucediendo actualmente es que la productividad de las empresas está subiendo y eso limita el impacto que tienen las subas salariales sobre la inflación.
EC - ¿Y si miramos a los salarios desde el punto de vista de la demanda, como señalaste anteriormente?
SPR - Bueno, desde esa óptica los salarios representan los ingresos de los trabajadores. Entonces, si los salarios suben, los trabajadores tienen una mayor capacidad de compra y la teoría indica que eso podría terminar derivando en un aumento de la demanda agregada de la economía. Esto a su vez, podría terminar presionando también al alza los precios minoristas. De hecho, en el último año móvil los precios de los bienes y servicios no transables acumularon una suba de alrededor de 8%, que probablemente recoge en parte el impacto de un mayor poder adquisitivo de los trabajadores.
Por eso, hace unos días hablábamos en este mismo espacio de la importancia que tiene el hecho de que las políticas macroeconómicas sean consistentes entre sí. Porque si la política fiscal o la política salarial, en este caso, son demasiado expansivas pueden terminan obligando a hacer un esfuerzo aún mayor de la política monetaria para controlar la inflación y como dijimos, una situación como esa siempre acarrea el peligro de que se genere algún tipo de impacto negativo sobre la actividad económica.