La probreza en Uruguay
Análisis del economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte.
(Emitido a las 8.35)
EMILIANO COTELO:
De acuerdo a un informe que divulgó la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística, la pobreza registró una nueva caída en 2006.
¿En cuánto se ubica la pobreza en Uruguay?. ¿Quiénes son los grupos más afectados?. ¿Cuáles son las causas de la mejora observada el año pasado y cómo son las perspectivas para los próximos años? ¿Cuánto incidieron las políticas públicas en la reducción de la pobreza?... Estas son algunas de las preguntas que nos proponemos abordar en nuestro espacio económico de hoy. Enseguida, el diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte.
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Pablo, ¿a cuánto ascendía la pobreza el año pasado?
PABLO ROSSELLI:
En primer lugar, Emiliano, debemos aclarar que desde hace un tiempo el Instituto Nacional de Estadística presenta varias estimaciones: una primera basada en su propia metodología, una segunda estimación basada en la metodología de CEPAL y una tercera elaborada en base a una metodología sugerida por un panel de especialistas... Lógicamente, las estimaciones son diferentes porque surgen de aplicar distintos criterios de estimación que derivan en líneas de pobreza diferentes.
EC: - ¿Y qué muestran las cifras, Pablo?
PR: - El año pasado la pobreza en Uruguay alcanzó a 25,2% de la población urbana, considerando poblaciones de más de 5.000 habitantes y aplicando la metodología del INE. Eso significa que en 2006 había unas 725.000 personas viviendo en condiciones de pobreza.
Si se considera la metodología de CEPAL, que tiene una línea de pobreza más baja, un 16,4% de la población urbana (unas 470.000 personas) vivían en situación de pobreza... Y si consideramos la tercera metodología empleada, sugerida por algunos especialistas, la pobreza alcanzaba a 33,4% de la población urbana (casi un millón de personas).
EC: - Pablo, ¿cómo se explica que tengamos diferencias tan significativas en las estimaciones y cómo debemos interpretar esas diferencias?
PR: - En las diferencias metodológicas inciden algunos aspectos técnicos... Pero probablemente las diferencias metodológicas también reflejan distintas visiones normativas acerca de lo que cada analista considera una situación de pobreza y cuándo, al menos implícitamente, se entiende que son necesarias acciones de políticas públicas.
Pero más allá de las diferencias, todas las mediciones informan un descenso importante de la pobreza el año pasado... Considerando la metodología que tradicionalmente ha manejado el INE, la pobreza bajó desde 29,2% hasta el 25,2%, lo cual representa una reducción de más de 100.000 personas... Esta caída se suma a la baja que se había observado en 2005, que había sido la primera baja después de la crisis. En total, en el bienio 2005-2006 el número de pobres se redujo en unas 185.000 personas.
EC: - Después del descenso de la pobreza de 2005 y 2006, ¿cuán lejos de los niveles previos a la crisis estamos hoy?
PR: - Para contestar tu pregunta, Emiliano, tenemos que manejarnos con las cifras que surgen de la metodología propia del INE porque esa es la serie más larga con la que contamos... En el 98 la pobreza alcanzaba a un 16,7% de la población; aunque en 1999 la economía ingresó en recesión, la pobreza bajó hasta 15,3% de la población porque el empleo y los salarios siguieron subiendo... Quiere decir que aunque la pobreza cayó fuertemente en 2005 y 2006, el 25,2% de 2006 sigue siendo mucho más alto que los niveles previos al inicio de la recesión... De hecho, tenemos que retroceder hasta 1990 para observar un porcentaje de pobreza superior al actual (descartando lógicamente los años 2003 y 2004, cuando la pobreza trepó por arriba de 30%).
EC: - Pablo, ¿qué dicen las cifras en términos del impacto de la pobreza en los distintos grupos de la población?... Estoy pensando concretamente en la incidencia de la pobreza en la población más joven, que desde hace tiempo es un problema muy visible...
PR: - Es cierto, Emiliano. Si bien la incidencia de la pobreza en los niños y jóvenes también se redujo en 2006, lo cierto es que permanece todavía en niveles muy elevados.
Con la metodología del INE, la pobreza entre los menores de 6 años alcanza a 46%; entre los niños de 6 a 12 años, la pobreza se ubica en 43% y entre los adolescentes de 13 a 17 años llega a 38%... En el otro extremo, la pobreza entre los mayores de 65 años es de 7%... Los porcentajes varían según la metodología pero la conclusión se mantiene... La pobreza afecta fundamentalmente a los niños y adolescentes.
EC: - ¿A qué se debe esto, Pablo?
PR: - Desde hace mucho tiempo la pobreza afecta severamente a los niños, pero en los años 80 las diferencias eran menores cuando se consideraban los distintos grupos etáreos. Y eso es así porque en el transcurso de estos últimos veinte años bajó sustancialmente la incidencia de la pobreza entre los mayores de 65 años, pasando de 33% en 1986, a 13% en 1990 y llegando a menos de 4% en 1999. Uno de los factores que seguramente influyó en esta trayectoria fue el incremento de las pasividades en términos reales que se observó en los 90 y que en buena medida obedeció al aumento de recursos destinados a la seguridad social luego de la aprobación de la reforma constitucional de 1989.
EC: - Pablo, queda claro entonces que la pobreza afecta fundamentalmente a la población joven... Ahora, ¿qué otras características tiene esa población que vive en situación de pobreza?... Un tema que se me ocurre es importante es el relacionado con el acceso al mercado de trabajo...
PR: - Sin dudas, Emiliano... Lamentablemente esta vez el informe del INE no se detiene particularmente sobre este aspecto. De todas formas, podemos sacar algunas conclusiones en base a cálculos que realizamos con los datos de la Encuesta Continua de Hogares. Los datos que están disponibles corresponden a 2005, pero al tratarse de características estructurales pensamos que es razonable recurrir a ellos...
EC: - ¿Y qué se puede concluir, entonces?
PR: - En primer lugar, la incidencia del desempleo es sustancialmente más severa en los hogares más pobres... En 2005, el desempleo promedio de la economía se ubicó en torno a 12%, pero el desempleo en los hogares pobres superó el 20%.
En segundo lugar, los hogares pobres tienden a ser más numerosos y a tener más personas en relación a la cantidad de perceptores de ingreso. En este sentido, los datos de 2005 muestran que mientras que un hogar promedio hay 1,7 personas por cada perceptor de ingresos, en los hogares pobres cada perceptor de ingresos mantiene, en promedio, a 2,5 personas...
Y el ingreso promedio de esos perceptores es además más bajo... Estos datos nos están marcando que la creación de empleos en forma sostenida es crucial para abatir la pobreza y para eso hay que preservar un clima adecuado para la inversión.
EC: - Para terminar, Pablo, ¿cuánto incidieron las políticas públicas como el plan de emergencia en la disminución de la pobreza?
PR: - El informe del INE identifica a la implementación del PANES, la suba del Salario Mínimo Nacional y la convocatoria de los Consejos de Salarios como posibles causas de la reducción de la pobreza, pero al mismo tiempo reconoce que deberían realizarse otros estudios.
Seguramente en algunos casos el ingreso ciudadano hace la diferencia entre estar arriba o debajo de la línea de pobreza... Pero, quizás sean pocos los hogares que cruzaron la línea gracias al ingreso ciudadano porque el programa está muy enfocado en hogares de ingresos muy reducidos que, por tanto, están lejos de alcanzar la línea de pobreza... Eso no quita que esa asistencia contribuya al menos a mitigar la insuficiencia de ingresos de esos hogares y que en muchos casos, junto con una mejora de los ingresos del hogar derivada del mejor marco laboral, la asistencia del PANES también haya contribuido positivamente.
En síntesis, a nuestro juicio, el principal factor que está detrás de la reducción de la pobreza es la marcha de la economía... Tenemos la actividad económica, el empleo y los salarios reales creciendo de manera sostenida. Es posible que los consejos de salarios y la suba de los salarios mínimos hayan contribuido a apurar la recuperación salarial, pero a nuestro juicio los fundamentos de los salarios ya apuntaban a una suba importante en el último bienio.
EC: - ¿Cuáles son las perspectivas para los próximos años?
PR: - Este año y probablemente el próximo la economía continuará creciendo a buen ritmo a instancias del contexto internacional favorable y eso debería permitir una nueva caída de la pobreza.
Ahora, mirando más hacia delante, la clave es preservar un entorno favorable para la inversión y la creación de empleos, sin que eso suponga descartar el efecto de otras políticas públicas o la necesidad de aplicar políticas de empleo específicas para algunos grupos de la población que padecen una situación de desempleo muy estructural.