¿Cuáles son las consecuencias de la caída del dólar en Brasil?
Análisis de la economista Sandra Pérez Ramos, de Tea Deloitte.
(Emitido a las 8.30)
EMILIANO COTELO:
Como ustedes ya saben, el dólar se está depreciando en los mercados internacionales. Y por supuesto esa tendencia también se visualiza en nuestra región. Más específicamente, en Brasil el tipo de cambio cayó por debajo de los 2 reales por dólar y sigue bajando.
Por eso nos pareció interesante mirar con un poco más de detalle lo que ocurre en Brasil. ¿Por qué está bajando el tipo de cambio? ¿Qué consecuencias tiene esa caída? ¿Qué es lo que se está haciendo en materia de política económica? Y fundamentalmente. ¿Cómo afecta a nuestro país esa baja del tipo de cambio? Enseguida dialogaremos sobre este tema con la economista Sandra Pérez Ramos, de Tea Deloitte.
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Sandra, empecemos comentando algunas cifras, ¿de cuánto ha sido la caída del tipo de cambio en Brasil en los últimos meses?
SANDRA PEREZ RAMOS:
Bien. Desde mediados del año pasado el tipo de cambio ha venido cayendo prácticamente sin interrupciones, pero el proceso se dio con más fuerza este año. Hace algunas semanas y contra las previsiones de la mayoría de los analistas de ese país, se "quebró" la barrera de los dos reales por dólar y el viernes pasado el dólar se ubicó en 1,90 reales, que es el valor más bajo desde noviembre de 2000.
Y ese valor, de 1,90 reales, significa que en el acumulado del año la caída del tipo de cambio, o apreciación de la moneda brasileña como también se le dice, alcanzó a 11%, un porcentaje realmente elevado. Cuando comparamos contra el valor de un año atrás, la apreciación del real llega a 16% y si nos extendemos aún más, a los dos últimos años, estaríamos hablando de una apreciación del orden del 20%.
EC - ¿Y qué es lo que está presionando a la baja al tipo de cambio?
SPR - Puntualmente, Brasil tiene hoy un flujo de divisas realmente extraordinario. Las exportaciones se ubican en niveles récord y eso permitió obtener superávits comerciales muy importantes en los últimos años. En 2006, por ejemplo, el superávit de la balanza comercial fue de más de 46.000 millones de dólares. Pero además, hay un flujo muy fuerte de inversión extranjera directa, del orden de los 16.000 millones de dólares.
Y esta situación de ingresos fuertes de divisas se ha dado en un marco de crecimiento económico, orden fiscal e inflación bajo control, una combinación muy buena y que le ha valido a Brasil una mejora de su credibilidad internacional. En otras palabras, Emiliano, en Brasil se ha registrado una continua mejora de sus fundamentos económicos lo cual, a su vez, genera un atractivo aún mayor para los inversores internacionales.
Pero si el tipo de cambio sigue cayendo, ese escenario tan positivo podría terminar revirtiéndose. De ahí la preocupación de algunos analistas respecto a esa tendencia bajista del dólar.
EC - A diario leemos que el Banco Central de Brasil está comprando volúmenes muy importantes de divisas para tratar de evitar una caída mayor aún del tipo de cambio ¿no es así?
SPR - Sí, es cierto Emiliano. Pero al mismo tiempo, la autoridad monetaria también ha flexibilizado su política monetaria a través de una reducción sostenida de la tasa de interés de referencia y eso de forma indirecta también puede llegar a incidir sobre el valor del dólar.
EC - Detengámonos primero en la compra de divisas... ¿a cuánto ascienden esas compras?
SPR - El Banco Central está comprando grandes cantidades de dólares en el mercado, que se reflejan en una suba muy fuerte de las reservas de la autoridad monetaria. En el primer cuatrimestre del año, que es hasta donde tenemos datos, esas reservas crecieron cerca de 36.000 millones de dólares, pasaron de unos 86.000 millones a fines de 2006 a cerca de 122.000 millones al cierre de abril, un récord absoluto. estamos hablando, Emiliano, que en cuatro meses las reservas del Banco Central de Brasil crecieron casi dos veces el Producto de Uruguay. Y a pesar de eso el tipo de cambio igual cayó.
EC - ¿Podemos deducir entonces que una política de compra de divisas es ineficaz para incidir sobre el tipo de cambio?
SPR - Teóricamente una política de este tipo sólo podría influir a corto plazo sobre el tipo de cambio, pero no a largo plazo. Si uno mira la evolución del tipo de cambio y la de las reservas en Brasil, queda claro que no se ha logrado el objetivo de frenar la caída del dólar pero nunca podremos saber qué hubiese pasado si el Banco Central no hubiera intervenido en el mercado, quizás el tipo de cambio hubiera caído más aún.
Entonces, creo que no se debe desestimar la incidencia que puede tener una política de compras de divisas, aunque también hay que tener presente que los efectos pueden llegar a ser limitados y además los costos también pueden ser muy elevados.
EC - Pasemos ahora a analizar la segunda política que mencionabas antes, el manejo de la tasa de interés. ¿Cómo funciona esa política?
SPR - Bueno, el Banco Central de Brasil toma decisiones sobre la tasa Selic, que es la tasa de referencia de la economía. Si bien básicamente la Selic es la herramienta que usa el Banco Central para influir sobre la inflación, lateralmente también tiene incidencia sobre el tipo de cambio.
EC - ¿A través de qué mecanismo ocurre eso?
SPR - Lo que está sucediendo hoy en Brasil es que el Banco Central ha "aflojado" la política monetaria, reduciendo paulatinamente la tasa Selic, porque está con un nivel de inflación incluso por debajo de lo deseado.
Pero si las tasas de interés son más bajas, hay menos incentivos a que los inversores se posicionen en reales y esto es especialmente importante cuando hay enormes flujos de capitales que están ingresando a la economía. Cuanto menores son los incentivos, menor será la oferta de divisas y eso en definitiva puede terminar presionando al alza al tipo de cambio.
Esta política tiene un beneficio adicional en el plano fiscal, porque una parte muy importante de la deuda brasileña está indexada a la Selic y si esa tasa baja, Brasil debe pagar menos intereses. El peligro de esta política está por el lado de las presiones inflacionarias que se pueden generar, pero ese por ahora no parece ser un problema gracias a la caída del tipo de cambio.
EC - En definitiva, ¿cuál es la síntesis que podemos extraer de esta situación?
SPR - Yo diría que en un contexto internacional de depreciación generalizada del dólar, donde además hay un contexto de crecimiento económico y de ingresos de capitales muy importantes, es difícil muchas veces evitar la tendencia que pauta el mercado... si hay presiones para que el tipo de cambio caiga, a veces es difícil frenarlas.
EC - Si te parece bien, Sandra, hablemos ahora un poco sobre el tema de competitividad, ¿cómo ha afectado la caída del tipo de cambio a los niveles de competitividad de Brasil?
SPR - Sin duda, Emiliano, que cuando las monedas se aprecian se produce un efecto negativo en la competitividad. De todas formas, si bien el tipo de cambio real de Brasil muestra un descenso importante en los últimos años, desde una perspectiva histórica está todavía muy por encima de los registros prevalecientes durante el Plan Real.
EC - Sin embargo, a pesar de esa caída del tipo de cambio real, decías antes que las exportaciones estaban creciendo mucho ¿no?
SPR - Sí, Emiliano. Las exportaciones en Brasil muestran un dinamismo realmente extraordinario, desafiando esa apreciación del tipo de cambio. Hoy por hoy Brasil se encuentra con niveles récord de exportaciones. Pero claro, debemos considerar que estos niveles de exportación se han dado en un contexto internacional muy favorable, con precios de los commodities en niveles récord.
EC - Para ir terminando, Sandra, ¿cómo nos afecta a nosotros, a Uruguay, esta situación de caída sostenida del dólar en Brasil?
SPR - En primer lugar claramente un tipo de cambio más barato en Brasil mejora la competitividad de los productos uruguayos en ese mercado. De hecho, las exportaciones uruguayas hacia Brasil están aumentando más de 20% interanual, medidas en años móviles.
Pero al mismo tiempo, una caída tan fuerte del real ejerce una presión para que el peso uruguayo también se aprecie y eso puede hacernos perder competitividad frente a Estados Unidos.
Entonces, lo que debe quedar claro es que en términos generales lo mejor es que haya siempre un equilibrio. No es bueno mejorar la competitividad con un sólo mercado si a la vez perdemos competitividad con otros aunque claro que esto es a nivel general, porque cada actividad tendrá su propia realidad y a cada una le puede convenir más una situación o la otra. De todos modos, y vuelvo a reiterar que esto es en términos generales, hoy estamos con buenos niveles de competitividad frente a la mayoría de los socios comerciales, más allá de las particularidades de cada uno.