Las remesas mejoran la distribución del ingreso
"Las remesas hacen que una gran cantidad de familias que antes estaba en el decil más bajo de la economía suba significativamente", dijo la economista estadounidense Susan Pozo, que investigó este fenómeno en Uruguay junto a su colega Fernando Borraz. Los envíos totalizan unos 70 millones de dólares anuales y cambian el índice de desigualdad, agregó.
(Emitido a las 9.10)
ANDRÉS GIL:
Según los últimos números, cerca de 13% de nuestra población vive actualmente en el exterior; y el número sigue creciendo.
Muchos de estos compatriotas trabajan en el extranjero y ganan sueldos que no obtendrían en Uruguay, a tal extremo que les queda margen para enviar dinero a sus familiares en el país.
He aquí el fenómeno de las remesas, del que se ha hablado mucho en los últimos años, en general sin datos demasiado concretos.
Pero los números aparecieron, de la mano de un trabajo académico. "Uruguay y las remesas", un informe elaborado por dos economistas, el uruguayo Fernando Borraz y la estadounidense Susan Pozo.
Las preguntas obviamente se acumulan. ¿Cómo evolucionaron las remesas a Uruguay en los últimos años? ¿Cuál es su contribución a la riqueza de los uruguayos? ¿Quiénes son los que las reciben mayoritariamente? ¿Cuál es su impacto social en nuestros hogares?
Vamos a conversarlo con la economista estadounidense Susan Pozo, doctorada en economía de la Michigan State University y profesora de economía de la Western Michigan University.
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Economista Pozo, yo decía en la introducción que hablábamos mucho pero sin datos. ¿Con qué antecedentes en materia de investigación se encontraron cuando empezaron a trabajar este tema para el caso uruguayo?
SUSAN POZO:
Yo creía que Uruguay tenía tantos emigrantes que debía estar recibiendo bastantes remesas, pero todo el mundo me decía "no, no llegan casi remesas a Uruguay". Yo dije "los uruguayos son muy astutos con su dinero, con los bancos, con las transferencias, Uruguay debe estar recibiendo más de lo que se da cuenta".
AG - No había estudios serios a propósito de remesas en Uruguay.
SP - Había algo pero muy poco y generalmente concluía que no había mucho.
AG - ¿Cómo termina una economista estadounidense involucrada en un estudio de caso para Uruguay?
SP - Siempre me fascinó Uruguay, mi padre es medio uruguayo, nació en Nueva York, en Estados Unidos, de padres españoles, pero a los cinco años vino a Uruguay y vivió aquí hasta los 18 años. Le encanta Uruguay y siempre me habló de Uruguay, de lo bonito que es.
AG - O sea que le interesaba Uruguay y además le interesaba el fenómeno de la migración, que le tocó de cerca.
SP - Exacto.
AG - Supongo que la falta de estudios cuantitativos está vinculada con lo complejo de un fenómeno que no es tan fácil de medir, de monitorear. ¿Cómo definiría esas complejidades?
SP - Es muy difícil, es distinto de unas transferencias que vienen a través de cambios de bienes de una empresa grande, cuando van saliendo grandes cantidades de mercancías y va llegando una gran cantidad de dinero de una vez. Las remesas son cantidades pequeñas que vienen de familiares, que vienen constantemente pero en pequeños montos.
AG - A veces sin regularidad.
SP - Sin regularidad y a veces informalmente, a veces formalmente pero a veces informalmente.
AG - Y no siempre llegan al país en forma de dinero, a veces llegan en especies, en alimentos, en objetos.
SP - Sí, especialmente cuando los costos para enviar dinero son muy altos, entonces la gente trata de buscar otras formas de enviar algo. Muchos envían bienes a través de compras en internet en los supermercados grandes.
AG - Para terminar con este primer pantallazo, los uruguayos tenemos la impresión de que somos un país expulsor, los números lo muestran, ese 13% o más de la población que vive en el extranjero lo certifica. Pero no sé si tenemos idea de cómo estamos ubicados en la comparación con otros países de la región. Se habla mucho de la emigración, algunos países son símbolos del proceso, como Ecuador o México, ¿cómo está ubicado Uruguay en el tema migración respecto de otros países de América Latina?
SP - No creo que sea muy diferente. Hay muchos países de los cuales ha emigrado bastante gente, lo que está pasando es que el costo de moverse está bajando, y el costo de mantener contacto también ha bajado mucho. Es un poco más fácil vivir lejos de la familia porque uno puede mantener contacto, puede viajar otra vez. Es distinto de lo que ocurría en el 1800, cuando era mucho más difícil y costoso situarse en otra parte del mundo.
AG - El fenómeno es más o menos parejo para todos los países de América Latina.
SP - Puede haber un evento que dé inicio al proceso migratorio, pero una vez comenzado el proceso la gente tiene lazos familiares en otros países que bajan el costo de moverse. Eso va intensificando el proceso migratorio.
AG - Pasemos, ahora sí, a los grandes números que surgen de este trabajo, que ya repasamos aquí En Perspectiva en un informe que realizó nuestro compañero Carlos Pauletti a mediados del mes pasado. Pero vale la pena repasar los números y entrar en lo que dicen.
Comencemos con el número más grande, más macro: entre 2001 y 2005 la cantidad de hogares que reciben remesas en Uruguay se multiplicó por cuatro.
SP - Es así, la Encuesta Continua de Hogares dice que por cada hogar que recibía remesas en 2001 son cuatro los que las estaban recibiendo en 2005.
AG - ¿Qué les dice a ustedes este aumento?
SP - Hay varias hipótesis. Puede ser que estemos midiendo mejor los hogares que reciben remesas y estemos encontrando más. Pero puede ser también que los que hacen la encuesta pidan mejor la información para que la gente diga "sí, yo estoy recibiendo regalos de familiares en el exterior". Y puede ser también que esté aumentando la cantidad de remesas, el número de hogares que reciben remesas.
AG - ¿Hay algún dato a propósito de a cuánto corresponden en dólares? ¿Cuánto dinero entra por año a Uruguay por concepto de remesas?
SP - Hay muchos números y no creo que ninguno sea exacto, es muy difícil medir.
AG - Pero para dar un orden de magnitud, estamos hablando de decenas de millones de dólares.
SP - Si uno va a los indicadores del Banco Mundial acerca del Banco Central de Uruguay, dicen que más o menos están entrando 70 millones de dólares. Y muchos dicen que quizás esa cifra sea un poco baja. Necesitamos medir más, es muy difícil medir las remesas.
AG - ¿Cómo nos ubica en la comparación internacional ese aumento de las remesas? Ese crecimiento que hubo en Uruguay, ¿lo destaca en la comparación con otros países de la región o del mundo?
SP - Si uno mira México y la cantidad de hogares, el crecimiento de la cantidad de hogares que recibieron remesas entre 2002 y 2005 es parecido.
AG - Estamos en el medio de la tendencia.
SP - Sí, más o menos.
AG - ¿Qué se puede esperar para los próximos años? Porque sigue saliendo gente. Además hay un fenómeno vinculado con la maduración del emigrante como agente económico en el exterior, pasan algunos años antes de que el emigrado esté en condiciones de remitir dinero a su país de origen. ¿Cómo ven ese escalón, el próximo paso en materia de remesas en un país como Uruguay?
SP - Hay muchos motivos para emigrar y para enviar. Primero que todo, es un poco costoso emigrar y muchas veces al principio cuesta un poco enviar, porque hay que pagar el costo del viaje, hay que buscar donde vivir, hay que establecerse en el lugar donde uno está y trabajar. Generalmente después de un tiempo la gente empieza a enviar más. Y después puede ser que envíe menos, porque la razón que dio origen a la emigración ya pasó, puede haber sido una crisis familiar que ya haya pasado y entonces no sea necesario enviar más. O puede que siga.
AG - Seguramente ese proceso de adaptación tiene mucho que ver con el tipo de persona que termina emigrando, con la formación que tenga, las condiciones en las que termine emigrando. ¿Hay alguna medición a propósito de qué tipo de personas son las que envían las remesas?
SP - Los que son un poco más educados envían un poco más o son más aptos para enviar comparados con los menos, eso quiere decir que es verdad que los uruguayos que tienden a irse son un poco más educados, pero vemos que se están yendo y enviando de todas las clases.
AG - A propósito de la forma de envío, según el estudio 61% de las remesas que llegan al país lo hace a través de una transferencia (Western Union o Money Gram), 1% llega por transferencia bancaria y 38% llega a través de compra de bienes vía internet en grandes tiendas o supermercados uruguayos. ¿Qué les dicen estos datos? ¿Hay implícita una garantía de en qué gasta ese dinero quien lo recibe, o es más una cuestión derivada de los costos?
SP - Esos datos vienen de Pellegrino y Vittorio, pero nosotros hemos visto en la encuesta que mucho está viniendo por compras en internet. Una razón puede ser que los que envían quieren tener seguridad de en qué están gastados los envíos, y que por eso envíen por internet. Pero también es menos costoso.
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AG - A ustedes les importaba especialmente, más que medir su volumen, estimar el impacto social de las remesas. En Uruguay, ¿siempre hablamos de remesas que se envían para la "supervivencia" por decirlo de algún modo de familiares? Porque también podría ser para inversiones o compra de activos. ¿Se puede hacer esa clasificación?
SP - Es un poco difícil, no tenemos datos, no preguntamos cómo se usa el dinero que viene del exterior. Pero con la Encuesta Continua de Hogares sabemos cuáles son los hogares que están recibiendo las remesas y vemos cómo se comportan sus niños en el colegio, si están en el colegio, cuántos años están en el colegio, cuántas horas están trabajando el jefe y la jefa del hogar, qué electrodomésticos tienen en la casa. Con eso podemos ir viendo cómo están usando esos recursos.
AG - ¿Cuáles son las características de los hogares que reciben remesas? ¿Se puede definir una familia tipo, o es un fenómeno que alcanza a las distintas capas de la sociedad? ¿Qué tipo de familia tiene más probabilidades de recibir remesas en Uruguay?
SP - Son más bien hogares con jefas mujeres, hogares con niños, pero abarcan a casi todos, a todas las clases.
AG - He visto que hay datos que dicen que es más probable que las personas que reciben no estén casadas.
SP - Sí.
AG - Viven mayoritariamente en Montevideo, hay una concentración en el sur del país.
SP - Sí, hay una concentración en Montevideo.
AG - Usted decía algo que resulta interesante, cómo cambia el comportamiento del hogar cuando se reciben recursos del exterior. Supongo que el alivio económico permite trabajar un poco menos a los integrantes del hogar. ¿Eso se constata en los números de la Encuesta de Hogares?
SP - Sí, hemos encontrado que en los hogares que reciben las remesas los hombres no trabajan menos, siguen trabajando más o menos igual, pero las mujeres trabajan un poco menos, unas tres horas menos, y las mujeres trabajan un promedio de 18 horas, quiere decir que están trabajando un poco menos. Eso nos indica que quizás tienen más tiempo para los niños en el hogar, hay un cambio en el comportamiento. Pero no es un cambio malo.
AG - Uno podría pensar que los jóvenes o los niños de un hogar que recibe remesas quizás tengan una mayor holgura, una mayor comodidad para seguir estudiando. ¿Eso se confirma en los números que manejan ustedes?
SP - Exacto, encontramos que la brecha educativa en años escolares es más pequeña para los hogares que reciben remesas, los niños no pierden tanto tiempo en el colegio, pierden menos tiempo.
AG - Pierden menos años los niños de hogares que reciben remesas.
SP - Exactamente.
AG - Hay otro dato más cualitativo que tiene que ver con la familia, porque recibir remesas significa muchas veces haber perdido a un integrante de la familia, en algunos casos al padre o a la madre. ¿Cómo impacta eso? ¿No hay un efecto negativo sobre las capacidades de los niños para seguir atendiendo en clase y tener un buen desempeño?
SP - Esa pregunta es muy buena, es muy diferente medir el impacto de las remesas por eso, porque muchas veces tenemos dos procesos, la emigración y las remesas, y puede ser que la emigración haga más difícil que el hijo o los hijos vayan al colegio, pero vemos que las remesas están sobrepasando eso, parece que las remesas están compensando a los familiares ausentes.
AG - Los cálculos estadísticos realizados a partir de los datos dicen que en el balance los niños tienen mejor escolaridad en los hogares que reciben remesas.
Hablando ya del impacto de la sociedad en su conjunto, más allá de los beneficios que obviamente tienen las remesas como factor no solo de dinamización de la economía, sino también de mejora de la calidad de vida de algunas personas, lo cierto es que también generan algunos efectos perversos, como se suele decir en economía. Hay un impacto en la distribución del ingreso en función de quiénes reciben esas remesas. ¿Pudieron avanzar en los números a propósito de ese punto?
SP - Medimos cuál es la distribución de ingresos en las familias sin remesas y en las familias con remesas, y hemos visto que cambia muchísimo, que las remesas hacen que una gran cantidad de familias que estaban en el decil más bajo de la economía antes de recibir las remesas van subiendo una cantidad significativa cuando las reciben. Así que va cambiando el índice de desigualdad.
AG - Ustedes dicen que las remesas favorecen una mejor distribución del ingreso.
SP - Sí.
AG - ¿Y eso no choca con la idea de que quienes más emigran, mejor emigran y en mejores condiciones son los que envían más remesas y por tanto esas remesas van a parar a hogares de mejores condiciones socioeconómicas?
SP - Está pasando en todos los tipos de hogares, pero están mejorando los hogares más bajos, es lo que vemos en la Encuesta Continua de Hogares.
AG - ¿Ustedes dicen que tiene un efecto positivo sobre la distribución del ingreso?
SP - Es positivo.
AG - Es interesante, porque uno tiende a pensar otra cosa. Supongo que en esas cuestiones tiene mucho que ver la formación de las personas que emigran. Pero en un balance general, ¿cómo definen ustedes, a partir de los resultados de la investigación, el impacto general de las remesas? ¿Es un fenómeno positivo para un país recibir tantas remesas, o hay algún elemento negativo de por medio?
SP - Hay elementos negativos y elementos positivos.
AG - Hagamos un repaso.
SP - Por ejemplo, la tasa de cambio desfavorece al país que recibe muchas remesas.
AG - Usted dice que el ingreso de divisas hace que el tipo de cambio tienda a bajar y afecte la competitividad de empresas, por ejemplo.
SP - Exactamente.
AG - Pero ese valor en un país como Uruguay todavía es bajo, estamos hablando de 100 millones de dólares de remesas comparados con 4.000 millones de dólares de exportaciones al año, el efecto todavía es marginal.
SP - Sí, el efecto es marginal, porque suponemos que los ingresos en Uruguay son 1% del producto neto bruto.
AG - Los ingresos por remesas.
SP - Digamos que es más o menos ese porcentaje. En República Dominicana ese porcentaje es más o menos 10%, entonces impacta aun más en el sentido de la tasa de cambio. Grandes cantidades pueden impactar.
AG - En algunos países como República Dominicana, El Salvador, México, donde la proporción del volumen de remesas respecto del ingreso del país es muy alta. ¿Eso tiene que ver con el diferencial de ingresos entre el país que recibe y el país desde donde se envía la remesa? ¿Eso quiere decir que en Uruguay, un país no tan pobre como algunos países centroamericanos, cueste más que el efecto de las remesas se note en la economía, en el producto, en los ingresos de los hogares?
SP - Porque es menos lo que está entrando con relación al tamaño de la economía uruguaya. Puede ser, en la República Dominicana y México la emigración a Estados Unidos empezó mucho más temprano; la emigración uruguaya a países más ajenos, como Estados Unidos y España, empezó un poco más tarde, la mayor emigración.
AG - ¿Tiene previsto seguir monitoreando este proceso? Porque el estudio va de 2001 a 2005, ¿tiene previsto avanzar?
SP - Estoy esperando los datos de la Encuesta Continua de Hogares ampliada de 2006, que nos va a contestar muchas preguntas que todavía quedan, porque el cuestionario es más amplio y la muestra más grande, nos va a decir mucho más. Sí, voy a seguir con esto, me parece fascinante.
Informe de Pozo y Borraz
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Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Guzmán Gordillo