Las perspectivas de la inflación tras el bajo registro de junio
Análisis del diálogo economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte.
(Emitido a las 8.34)
EMILIANO COTELO:
En estos días todos los uruguayos estamos pendientes del comportamiento de los precios que pagamos los consumidores, porque el domingo entró en vigencia la Reforma Tributaria, que plantea una disminución de la tasa de IVA y la eliminación del Cofis.
Más allá de la expectativa que genera el tema, el panorama en materia de los efectos de la reforma en los precios es bastante confuso. Por eso nos pareció que valía la pena detenernos en este tema hoy. Justamente, ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE) informó la inflación de junio, el mes previo al cambio tributario.
¿Cómo se debe leer la cifra de junio? ¿Qué tenemos que esperar para julio? ¿Se observará un efecto sobre los precios de la Reforma Tributaria? ¿Qué debe hacer el gobierno para asegurarse que los precios bajen? ¿Con la reforma se solucionan las presiones inflacionarias?
Enseguida el diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte.
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Pablo, si te parece comenzamos con un rápido repaso de la cifra de junio. El IPC subió 0,13% el mes pasado. ¿Qué lectura hacen ustedes de esa cifra?
PABLO ROSSELLI:
Lo primero que podemos decir, Emiliano, es que esta vez no tuvimos sorpresas con la evolución de la inflación. Nosotros esperábamos una inflación prácticamente nula este mes, al final fue de 0,13%. Un poquito mayor a nuestra proyección pero enteramente dentro de lo que son los márgenes normales de error de pronóstico.
El promedio de respuestas de la Encuesta de Expectativas que hace el Banco Central marcaba una inflación de 0,09%, muy alineada al resultado finalmente observado. En síntesis, no hubo sorpresas.
EC - ¿Y por qué fue tan baja la inflación de junio?
PR - Cuando miramos el desempeño por rubros del IPC, en junio vemos caídas en Vivienda (de 0,34%), en Transporte y Comunicaciones (0,11%) y en Esparcimiento (0,13%). En el caso de Vivienda y Transporte y Comunicaciones, las caídas recogen el efecto de la disminución de tarifas que dispuso el Poder Ejecutivo como adelantamiento de la Reforma Tributaria. En concreto, en el rubro Vivienda impacta la rebaja de las tarifas de agua corriente y de electricidad. Y en transporte y comunicaciones se refleja la disminución del costo de las llamadas de larga distancia nacional, que bajó al nivel del costo de una llamada local.
Además, en junio se observó un descenso de las frutas de algo más de 10%. En el programa comentamos otras veces que las Frutas y Verduras habían subido en forma muy significativa por problemas de oferta. También dijimos que para los meses siguientes correspondía esperar bajas, a medida que se normalizaran las condiciones de oferta. Bueno, tuvimos en junio un descenso de las frutas mientras que las verduras permanecieron prácticamente constantes (en realidad subieron 0,19%, que es una variación muy pequeña en comparación con la volatilidad que habitualmente muestran estos precios).
EC - ¿Cómo son las perspectivas para este mes? ¿Bajarán los precios? En estos primeros días se advierte un panorama bastante confuso. Algunos comercios han bajado precios, otros no y los consumidores, cuando son consultados, muestran percepciones bien variadas. Y a su vez no faltan los razonamientos suspicaces, que temen que esta rebaja de impuestos sea aprovechada por los comercios para mejorar sus márgenes.
PR - A ver, para ordenar las ideas lo primero que debemos decir es que a nuestro juicio la rebaja de impuestos al consumo debería generar en muchos casos alguna baja de precios. El temor de que eso no ocurrirá porque todos los comercios aprovecharán esta oportunidad para mejorar sus márgenes, en realidad se fundamenta en una visión que implícitamente supone que las empresas que fabrican sus productos o las que los comercializan pueden fijar los precios sin mayores restricciones. Sin embargo, las condiciones de competencia juegan un rol clave. Si bien es cierto que algunas empresas podrían tratar de mejorar sus márgenes sin trasladar la rebaja a los precios, también habrá casos en los que la competencia de las empresas hará que los precios bajen. Las empresas no fijan sus precios de venta en forma antojadiza. Si los precios de un producto son altos, baja la demanda. pero más importante, si hay empresas que bajan los precios y otras que no, los consumidores tenderán a comprar los productos de la empresa que sí los bajó.
EC - ¿Deberíamos esperar algunas bajas, entonces?
PR - A nuestro juicio sí, Emiliano. Hay servicios y tarifas públicas que probablemente recojan la reducción de IVA de forma inmediata. Y además, seguramente habrá otros precios de bienes de consumo que bajen, al menos en algunos comercios. Tendremos entonces casos con descensos nominales de los precios este mes. De todas maneras, no debemos perder de vista que en una economía con inflación, los precios tienden a subir mes a mes y de hecho, julio es un mes en el cual los precios tienden a subir por razones estacionales (en otras palabras, julio suele ser un mes de inflación alta). Por esa razón, en otros casos podría ocurrir que en lugar de tener una suba importante de precios, tengamos un incremento más leve.
EC - ¿Y qué debe hacer el gobierno ante este tema? Te lo pregunto porque en las últimas semanas han surgido iniciativas diversas para tratar de asegurarse que los precios terminen bajando, recogiendo las bajas de impuestos.
PR - A nuestro juicio, se debe hacer una distinción muy clara entre lo que pueden ser iniciativas de instituciones sociales de lo que pueden ser iniciativas del gobierno. Los precios en el país, salvo muy contadas excepciones, se fijan libremente en los mercados, en función de la oferta y la demanda. Y está bien que así sea. Cuando los gobiernos procuran afectar los precios en los mercados generan muchos problemas. Hay que tener claro que en última instancia, ninguna empresa puede ser obligada por mucho tiempo a vender un producto a un precio más bajo que el que la empresa considera necesario. Si el gobierno impide en forma administrativa las subas de precios, al final empieza a faltar la oferta de esos bienes. Justamente estos días estamos viendo eso en Argentina, donde hay una escasez notoria de energía. Entonces, desde esta perspectiva, el gobierno hace bien en no establecer mecanismos formales de control de precios, sin perjuicio de que alguna de sus oficinas pueda generar información para los consumidores.
EC - Para terminar, Pablo, ¿qué va a ocurrir con la inflación? ¿La reforma tributaria le dará un respiro al gobierno en este tema?
PR - Tendremos que ver dentro de un mes cómo cierran los números de julio. Ya hemos comentado otras veces que la estimación puntual para julio es bastante incierta porque justamente es difícil calcular con precisión el efecto de la reforma.
Pero más allá del número exacto, entendemos que la baja de impuestos va a contribuir a que en julio tengamos un número relativamente bajo de inflación... Sin embargo, a nuestro juicio no deberíamos concluir que las presiones inflacionarias están enteramente bajo control.
EC - ¿Por qué, Pablo?
PR - Por varias razones. En primer lugar, el efecto de la rebaja de impuestos opera una única vez. Tendremos que ver si es grande, mediano o pequeño, pero en cualquier caso lo tendremos una sola vez. En los próximos meses, además de la reforma tributaria tendremos probablemente descensos en las frutas y verduras. Quizás tengamos también alguna rebaja más de tarifas (sobre todo de energía eléctrica). Todas estas cosas podrían contribuir a que tengamos por algunos meses cifras de inflación algo más bajas.
Pero luego seguirán operando las presiones más firmes, más persistentes, que hemos visto hasta ahora dinamismo de la demanda interna y precios de exportación crecientes, que en un marco de tipo de cambio relativamente estable se trasladan al mercado interno. Y justamente las presiones inflacionarias más firmes no muestran, a nuestro juicio, signos de debilitamiento. De hecho, en junio, si se excluyen frutas, verduras y los precios administrados (que bajaron por adelantamiento de la reforma), el resto de los precios subieron en promedio un 0,6%, una cifra que sigue siendo alta (equivalente a un 7,4% anual).
Por esa razón, nos parece que seguirá siendo necesario que la política monetaria se vuelva más restrictiva de lo que ha sido hasta ahora.