Los argentinos llegaron en un vuelo rentado al aeropuerto local y salieron por la pista evadiendo a periodistas e hinchas, para trasladarse sin tener contacto alguno hacia un hotel de la capital de Minas Gerais, en donde también entraron por las puertas del fondo para subir a las habitaciones por elevadores de servicio.
  
El principal objetivo, según allegados, es mantener blindado el plantel albiceleste de cara a este trascendental cotejo. Un fuerte operativo de seguridad acompañó a los rioplatenses desde que pusieron pie en suelo brasileño.
  
La presión está más centrada en el combinado brasileño tras la criticada derrota 2-0 del domingo como visitante ante Paraguay, luego de una caída histórica en amistoso ante Venezuela (2-0) en Boston. De su lado, Argentina logró un agónico empate 1-1 en casa
ante Ecuador.
 
Así, Brasil figura ahora quinto en la tabla con 8 puntos -debajo de Uruguay que tiene igual puntaje y mejor saldo de goles- detrás de Paraguay (13), Argentina (11) y Colombia (9).  

Riquelme y su compañero Javier Zanetti (Inter de Milán) dieron en el hotel una corta conferencia de prensa para dar sus opiniones sobre el partido. Afuera habían quedado más temprano un grupo de hinchas argentinos que querían tomar fotos y recibir autógrafos.  

Riquelme destacó que este es un clásico "entre dos selecciones con grandes jugadores, reconocidos mundialmente, y esto es lo que lo hace tan atractivo".
  
El argentino coincidió con lo dicho por varios compañeros y por buena parte de los rivales, acerca de que este "es un partido especial". "Esperamos jugarlo de la mejor manera porque con Ecuador no jugamos bien y ahora queremos mejorar contra Brasil",
aseguró.
 
"Contra Ecuador no tuve un rendimiento bueno, espero contra Brasil poder mejorar para darle una victoria a Argentina y poder posicionarnos mejor en la tabla", acotó el crack.

(Fuente: Noticias Argentinas)