"Sacamos un puntazo por como se dio el partido", afirmó Carlos Bueno, quien convirtió un golazo de cabeza. "Al principio, cuando perdíamos dos a cero, no jugábamos a nada", dijo el delantero aurinegro, "pero después empezamos a crear los espacios y, como me sentía bien, le pedía al Cebolla que me tirara la pelota".

Por su parte, Abreu reconoció que gritó el gol del empate con gran euforia. "Y... a uno le sale el hincha de adentro. No fue un triunfo pero se disfrutó como tal", afirmó. "Teníamos muy claro de que debíamos entrar ordenados. Que corriera más el balón que nosotros por el tema de la altura. Ellos presionaban cerca de nuestro arco porque sabían que si nosotros llegábamos iban a sufrir atrás. El partido se veía complicado pero en el segundo tiempo tuvimos mejor criterio con la pelota. No nos desesperamos y así vino una gran jugada colectiva con ese gran cabezazo de Carlitos y luego mi gol. Lo importante es que tuvimos paciencia. Ibamos perdiendo pero sabíamos que teníamos la posibilidad de revertir el resultado", explicó Abreu.

Sobre las bromas que le hicieron sus compañeros en vestuario por el gol que erró cuando estaba por finalizar el partido y que hubiera dado el triunfo a Uruguay, Abreu dijo: "No soy rápido en el llano y querés que sea rápido en la altura".

El zaguero cada vez más titular de la celeste, Martín Cáceres, quién interceptó el último remate de los bolivianos posibilitando así la concreción del empate, se refirió al partido de la siguiente manera: "En lo personal corrí igual que mis compañeros, todos corrimos. "Tuve la suerte de sacar varias pelotas, había gente que se tiraba por mi sector, fue difícil pero pudimos controlarlo".
Respecto al resultado, Cáceres dijo que se fue a Bolivia a sacar los tres puntos pero "un empate también es bueno". Sin duda que sí.