Entrevistas

Emiliano Cotelo: "La exigencia es una de las señas de identidad de En Perspectiva"

Emiliano Cotelo: "La exigencia es una de las señas de identidad de En Perspectiva"

Este año, En Perspectiva cumplió un cuarto de siglo al aire. Desde sus comienzos en Emisora del Palacio hasta su ubicación actual en Radio El Espectador, el programa ha recorrido un largo camino, convirtiéndose en referente periodístico para un gran sector de la sociedad uruguaya. Finalizando los festejos de este aniversario, el entrevistado fue el propio Emiliano Cotelo, director general y conductor de En Perspectiva.


(emitido a las 8.36)

EMILIANO COTELO:
Hoy, 31 de diciembre, cuando se termina el año del 25 aniversario de En Perspectiva, aquí estamos. De festejos, conmemorando.

Promediaba el año 1985. Todavía no se habían cumplido 100 días del retorno a la democracia en Uruguay. En aquel contexto tan especial, 25 años atrás, Claudio Paolillo, Enrique Alonso Fernández y Carlos Núñez, tres periodistas que venían de la prensa escrita, ponían en marcha un proyecto radial muy ambicioso: el 3 de junio de 1985 nacía En Perspectiva.

Un par de semanas después, ellos me invitaron a sumarme al equipo, buscando un colega que contara con experiencia de radio. Yo tenía, sí, pero no tanta. Había debutado en los informativos de CX30 en mayo de 1983 donde trabajé hasta febrero de 1985, cuando pasé al semanario Jaque. Allí conocí a Enrique Alonso, que en ese entonces era el secretario de redacción.

En Perspectiva dio aquellos primeros pasos en FM, en el 93.9 del dial, en Emisora Del Palacio, una radio cuyos pegotines mostraban una mariposa abierta con sus alas llenas de colores, todos los colores.

Seis años más tarde, cuando la FM Del Palacio cerró sus puertas, En Perspectiva dio un paso de gigante: en vez de hablarle solo al público de la capital, comenzamos a llegar a todo el país. Y, además, lo hicimos a través de una de las radios emblemáticas del Uruguay, El Espectador, la primera radio, que desde entonces ha sido nuestra casa.

Martín Lees, a quien nuestros oyentes conocen muy bien a partir de su tarea en Subrayado de Canal 10, integraba el equipo de En Perspectiva que hizo aquella transición de la FM a la AM.

Buen día, Martín.

MARTÍN LEES:
Buen día, Emiliano. Más que un honor, más que una distinción, esto es un profundo placer, es casi un regalo de fin de año poder estar en un estudio de radio.

EC - Bastante distinto al que conociste en aquellas épocas, ¿no?

ML – Muy distinto, muy cambiado, muy modernizado.

EC – ¿Cuántos años estuviste con nosotros en la etapa de emisora Del Palacio?

ML – Desde fines del 88 hasta que se hizo el traslado a El Espectador.

EC – Martín se encargaba de los informativos de la mañana de emisora Del Palacio, que en aquel entonces En Perspectiva coproducía. Pero, al mismo tiempo, Martín trabajaba en los informativos de El Espectador en la tarde.

ML – El multiempleo, que muchos colegas conocen, nos llevaba justamente a eso, a compartir la jornada de trabajo entre las dos radios, El Espectador y Emisora Del Palacio. Una radio a la que llegué con mucha expectativa, sobre todo porque era una emisora que había jugado un rol fundamental en la salida de la dictadura. Fue una radio que difundió muchísimo el canto popular, la música que se las ingeniaba para hacer llegar su mensaje a quienes desde los distintos sectores de la sociedad nos movilizábamos para cambiar esa realidad.

EC – Emisora del Palacio era una radio que había liderado en la inclusión de espacios periodísticos en FM, algo que en aquellas épocas, en Uruguay por lo menos, no se consideraba. La FM era para escuchar música, en principio ese era el concepto, ¿no?

ML – Exacto. Y centrándonos en En Perspectiva quiero tener un reconocimiento, un recuerdo para un maestro, Agustín Aguirre. Era quien estaba encargado de la parte informativa de En Perspectiva en aquel entonces y facilitó muchísimo la transición. Yo creo que si algo resultó cómodo, fácil, fue ese proceso. Sobre todo por el papel que jugó Agustín con su calidad humana, con su profesionalismo.

EC - Tú sustituiste a Agustín Aguirre en aquella tarea de los informativos de Emisora Del Palacio en la mañana, y el hecho de que al mismo tiempo trabajaras en El Espectador te convirtió de algún modo en nexo, en vínculo para lo que terminó siendo el pase de En Perspectiva para esta casa...

ML – Yo conté esa historia, creo que fue titulada aquí en los artículos que se publicaron...

EC - ...Está publicada en el especial de los 25 años.

ML – Exacto. Como una especie de puente, no lo puse yo el título, pero en alguna medida fue así. Y acá también aparece la figura de Lucas Mansilla, que creo que hay que mencionarla...

EC - ...Era el gerente general de El Espectador en ese momento.

ML – Y gran escucha de En Perspectiva. Él pensaba que ahí estaba la solución de El Espectador, que en aquel entonces pasaba por una situación muy complicada, era una radio estructuralmente complicada, con un panorama dificilísimo por delante desde el punto de vista financiero.

EC – No le costó mucho a Lucas Mansilla convencer a Luis De María, que era el director y propietario de la radio.

ML – A quien costó convencer fue a Emiliano Cotelo, no era fácil. Todos conocemos ese entrañable personaje –y gran amigo– que fue Luis De María, pero con su característica tan peculiar evidentemente no conciliaba mucho con lo que era en ese momento el formato y las características de En Perspectiva.

EC – Pero nos terminamos llevando muy bien.

ML – Yo creo que sí. Creo que no te lo conté, Emiliano, pero con Mansilla, con esa forma de ser tan metodológica que tenía, hicimos todo un ensayo, un período previo. Él suponía que yo te conocía mucho a vos, o conocía la interna de En Perspectiva, y semana tras semana nos reuníamos para ver, antes de hacerte el planteo formal, en qué cosas podíamos coincidir o no, en cuáles ibas a estar de acuerdo.

Yo recuerdo, por ejemplo, que el horario de comienzo del programa fue una discusión terrible. Porque en aquel entonces El Espectador tenía un informativo muy tradicional, el de 6.30 a 8.30, que la radio se resistía a perder...

EC - ...Y en aquellos años En Perspectiva ya se había instalado en Emisora Del Palacio, en el horario de las 7.00.

ML – Y eso era innegociable, yo recuerdo que cuando lo hablamos con Emiliano era un tema clave. Yo traté de avanzar todo lo que pude en eso y lo que sí tengo bien presente es que cuando se llegó a aquella reunión en el bar del viejo Victoria Plaza los dados ya casi estaban echados. A mí la propuesta me parecía lo bastante convincente como para que la radio te la pudiera trasladar.

EC – Uno de los secretos de la permanencia de En Perspectiva ha sido desde siempre el equipo, este equipo de profesionales rigurosos y comprometidos que lo han ido construyendo y renovando en cuanto a la propuesta periodística. Con varios de ellos vamos a ir conversando esta mañana, en este último día de 2010, cuando finalmente nos decidimos a festejar este cuarto de siglo.

Martín es la primera de las voces que se incorpora a esta celebración. ¿Y saben por qué está acá ahora? Porque el equipo actual de En Perspectiva –de Javier Castro, coordinador para todos los costados, Elena, Juan Andrés, Rosario– lo eligió a él para que se hiciera cargo de este tramo inicial que consiste en entrevistarme a mí.

ML – Qué responsabilidad...

EC – Una situación muy original, yo creo que no tiene antecedentes en estos 25 años, además estoy seguro de que soy un mal entrevistado, vamos a ver. En fin, Martín veamos cómo te las ingenias. De todos modos, por si acaso, vas a tener a mano a Rosario y a Juan Andrés, que son tus "ángeles de la guarda" en los próximos minutos.

ML – Y fue lo que me llevó a aceptar esta propuesta.

EC - Nos cambiamos de silla, ¿te parece? Yo voy para ahí, tú venís para acá.

ML – Veamos cómo funciona esto, Emiliano. Estabas recordando que el 3 de junio de 1985 nacía En Perspectiva, pero no estabas tú en ese equipo original, te incorporaste más adelante. Hablemos un poco de lo que fue el nacimiento del programa. ¿Cómo te incorporaste en ese momento al programa?

EC – Quizá después podamos conversar de eso con más detalle con el propio Claudio Paolillo, a partir de las 9.30, cuando iniciemos la Tertulia. Pero el equipo original de En Perspectiva estuvo conformado por Claudio Paolillo, Enrique Alonso Fernández y Carlos Núñez. Ellos se largaron a la cancha ocupando un horario, el de las 11.00 de la mañana, que en aquellos años, final de la dictadura principio de la democracia, se había convertido en el horario para los temas políticos. Era un horario que, por ejemplo, había marcado muy fuerte el editorial de José Germán Araújo en CX30, un ejemplo nada más de que a las 11.00 pasaban cosas importantes en la radio uruguaya en materia política.

Emisora Del Palacio, que tenía algunos antecedentes de periodismo en FM, en el año anterior, el año 83, había tenido a esa hora un espacio de información, análisis y entrevistas políticas que habían conducido Aníbal Steffen y Graziano Pascale. Cuando ese ciclo se terminó, la dirección de la emisora decidió ir en busca de otra alternativa y fue allí que surgió la invitación a Alonso, Paolillo y Carlos Núñez.

ML – Eran otras épocas, sin duda. El país vivía otro momento político, pero era un horario en el que mucha gente estaba pendiente de lo que pasaba en la radio, sobre todo pendiente desde el punto de vista de las cuestiones políticas, de lo que pasaba en la sociedad uruguaya, ¿no?

EC – Sí, y el programa lo que hizo fue subirse a la ola. Al regreso de la democracia la ciudadanía uruguaya era una población muy ávida por conocer cómo funcionaba aquello por lo que se había peleado tanto, ese sistema que había estado clausurado desde junio de 1973 hasta unos meses antes nada más, marzo de 1985. Por ejemplo, el Parlamento concitaba buena parte de la atención, había otras emisoras que transmitían en directo las sesiones de las cámaras, no aquellas especiales sino todas. Estamos hablando de emisoras privadas, por ejemplo de CX36 Centenario. Eso da la pauta de cuál era el clima.

ML – Desde aquel entonces al día de hoy, 25 años, tengo claro la evolución que ha tenido el programa, cómo ha ido cambiando, cómo se han incorporado nuevos segmentos, cómo le has impreso una dinámica muy particular que no solo depende del conductor o de tu protagonismo sino del equipo que has conformado. Hay distintos espacios que hasta tienen su propia autonomía o su propia identidad. ¿Estás haciendo el programa que querés hacer?

EC – Probablemente esté cerca de hacer el programa que quiero hacer. Aunque esa respuesta es casi imposible, porque si algo caracteriza a este proyecto es la renovación. Entonces, ¿cuál es el programa ideal, cuál es el destino? No hay un destino. Pero sin duda que hemos avanzado mucho en estos 25 años. Fijate por ejemplo cómo era En Perspectiva cuando empezó. Primero eran tres periodistas: Enrique Alonso, Carlos Núñez y Claudio Paolillo. Después me sumé yo, éramos cuatro. Al poco tiempo Carlos Núñez se fue porque participó desde el comienzo en la gestación del semanario Brecha y unos meses después se retiró Claudio para asumir nuevas responsabilidades en Búsqueda.

Y hubo un período largo en el que En Perspectiva fuimos Enrique Alonso y yo, dos, con Elena González que era una especie de mujer orquesta, secretaria, productora, etcétera. Eso era En Perspectiva hasta el año 87, 88. Ese no era el programa que yo quería hacer, y caminar hacia el objetivo requirió tomarse las cosas con calma, saber que estábamos construyendo, que había que invertir. Y la inversión implicaba sobre todo invertir en trabajo, para que a partir del trabajo y los resultados viniera la repercusión, la audiencia, y de esa forma a su vez se incorporan los anunciantes que fueran generando un presupuesto mayor con el cual se pudiera incorporar otros servicios y otros profesionales.

ML – Tú hablabas de renovación y supongo que ese concepto no solo tiene que ver con el programa, con su contenido, sino también con la gente, con quienes hacen En Perspectiva. Y tengo la impresión de que no es sencillo trabajar en tu programa, de que es una exigencia periodística muy grande, desgastante en algunos casos. Cuando hablo de exigencias me refiero, por ejemplo, al cumplimiento estricto de horarios y de ajustarse...

EC - ...Horarios de comienzo, porque los horarios de final de la tarea muchas veces quién sabe a dónde llegan...

ML - Claro, y de ajustarse a determinados esquemas que pueden ser un poco ortodoxos, si se miran desde ese lado, pero que para quienes hemos pasado por el programa también han significado seguramente hasta una suerte de escuela. Yo escribía en ese artículo que quienes hemos pasado por acá hemos adquirido herramientas como para después aprovecharlas en otros lugares y hacerlo con éxito.

¿Sos consciente de ese grado de exigencia que marcás, que en algunos casos lleva a que tampoco haya un absoluto convencimiento de que eso tiene que ser así?

EC – Sí, soy totalmente consciente, es una de las señas de identidad de este programa y de este proyecto periodístico. ¿De dónde viene esa exigencia? Yo creo que tiene varios orígenes. Probablemente mi formación anterior al periodismo, en la ingeniería, me generó una determinada cabeza a propósito de cómo se trabajan los temas, con qué rigor hay que encararlos.

Pero al mismo tiempo, por otro lado, si yo terminé metiéndome en el periodismo sin duda que jugó muy fuertemente una especie de ambiente familiar. Mi padre fue periodista durante buena parte de su vida y una de las lecciones permanentes que se escuchaba en casa era la de informar con precisión y la de hablar con fundamento y con conocimiento, la de no payar.

Por último citaría un tercer origen. Desde que a mí me interesa la radio me interesa mucho escuchar y conocer otros modelos, sobre todo cómo se hace radio afuera del Uruguay. Y claro, en varios de los países que yo he tomado como referencia se cuenta con otros medios, para empezar porque los públicos son mucho más grandes y por lo tanto las facturaciones no se pueden comparar con las de una radio uruguaya.

Pero a mí me interesó siempre tratar de llevar a la radio uruguaya –
por lo menos a través de lo que nosotros hacemos acᖠa estándares de calidad, de rigor, de profesionalismo que creo que en buena parte del medio radial uruguayo han faltado.

ML - ¿Hay una escuela de En Perspectiva?

EC – Quizás suena un poco pomposo eso de escuela, pero de hecho termina habiendo. En el equipo del programa estamos todo el tiempo discutiendo y mejorando. Las reuniones de producción que tenemos después de cada uno de los programas, a las 11.00 de la mañana, tienen siempre algún tiempo –es variable, 10-15 minutos– de evaluación de lo que hicimos: dónde estuvieron las fallas y qué podemos mejorar, qué lecciones podemos sacar, qué nuevas reglas, qué nuevos sistemas podemos aplicar para que no nos pase tal cosa que nos pasó. Sí, de hecho hay algo muy parecido a una escuela.

ML – ¿Tú te considerás un referente de la radiotelefonía uruguaya, de los periodísticos del Uruguay? ¿Crees que tu programa influye de alguna forma en los acontecimientos que después se desarrollan?

EC – De nuevo puede ser un poco grandilocuente decir que soy un referente o que el programa es un referente, pero la realidad muestra que es así.

Yo recuerdo los primeros años de Emisora Del Palacio, el orgullo que los integrantes del equipo teníamos por ver que algunas de las entrevistas que nosotros realizábamos después repercutían en la prensa, aparecían citadas en diarios o en semanarios. ¿Por qué orgullo? Porque cuando nació En Perspectiva no era ni el primer programa periodístico ni el segundo ni el tercero. Estábamos empezando, estábamos desafiando el liderazgo, por ejemplo, de En Vivo y en Directo en Radio Sarandi, a cargo de Néber Araújo y todo su equipo, en una radio muy potente como era Sarandí en aquella época.

Entonces, la satisfacción se producía al ver que determinada declaración, que determinada situación que se había dado en el programa no se la llevaba el viento, aparecía impresa en negro sobre blanco. Creo que fue de las primeras retribuciones importantes que tuvimos, porque en aquellas épocas –y esa es otra historia– la verdad es que ganábamos muy poco haciendo En Perspectiva en Emisora Del Palacio. Todos teníamos alguna otra tarea, todos teníamos algún otro trabajo.

Entonces sí, es un hecho que desde aquella época En Perspectiva incide. Más aún con la incorporación de Espectador.com que permitió que todos nuestros contenidos estuvieran disponibles en versión audio, pero además en varios de los casos en versión texto. Al poco tiempo vimos, también con mucho orgullo, que llegaba a ocurrir que en una sesión de la Cámara de Diputados o en una sesión del Senado alguno de los parlamentarios tenía sobre la mesa una impresión de la entrevista a fulano de tal, donde se había subrayado tal cosa, tomada de la página web de En Perspectiva. Esas cosas ocurren hace tiempo, afortunadamente.

ML –  Justamente hablando de entrevistas, creo que es algo que te gusta mucho hacer, da la impresión de que te sentís muy cómodo cuando enfrentas a un entrevistado. ¿Recordás alguna entrevista en particular que haya marcado de alguna forma la vida de En Perspectiva en estos 25 años?

EC – Es muy difícil elegir. Por supuesto que ha habido entrevistas políticas muy importantes, con figuras del primer nivel, como Sanguinetti, Vázquez, Batlle, Lacalle... Con todos ellos hubo entrevistas movidas, en varios casos "peleadas", entrevistas cargadas de tensión o entrevistas muy sustanciosas en las que, sin que hubiera ese tipo de tirantez entre entrevistador y entrevistado, de todos modos surgían definiciones importantes.

Pero si ahora tengo que elegir una se pone más compleja la cosa. Entonces opto por una que ya he mencionado otras veces, que es la entrevista con Julián Cabrera. ¿Quién es Julián Cabrera?, pueden preguntarse muchos oyentes. No se trata de ningún personaje famoso, se trata de un oyente, un pequeño productor agropecuario del departamento de Flores, que en determinado momento nos envió una carta muy larga y muy fundamentada, muy cuidada, en la que exponía su preocupación por cómo los temas de la vida en el campo, incluso las tradiciones del Uruguay profundo, no tenían en los medios de comunicación –sobre todo en los de la capital– la presencia que tenían que tener. De algún modo aludía al divorcio campo-ciudad, hablaba de incomprensión. La carta era tan punzante que me pareció que no solamente teníamos que leerla al aire –era una carta de las de antes, en papel– sino que teníamos que poner al autor al teléfono. Fue así que Julián Cabrera salió al aire desde su casa y fue un diálogo absolutamente removedor, totalmente estremecedor. Para todos, para nosotros como comunicadores, que de algún modo estábamos siendo desafiados por él, pero para todos los oyentes también. Diría que fue uno de los picos de participación de la audiencia, si es posible comparar. Esa fue una entrevista muy pero muy jugosa que a mí me quedó marcada.

***

EC – Mientras yo contesto tus preguntas, Martín, veo del otro lado de la mesa a Rosario y a Juan Andrés...

ML - ...Tú me dijiste que eran los ángeles de la guarda.

EC – Están un poco distraídos los ángeles de la guarda.

ROSARIO CASTELLANOS:
No es cierto...

EC – ...Están mirando todo el tiempo la bandeja en la que entran los mensajes de texto y los correos electrónicos.

RC – No simplemente eso, porque entre las cosas que llegaron una persona nos exigió que le pusiéramos el reloj de arena a Emiliano en sus respuestas. Lo intenté una vez y te aseguro que se pasó lejos, cosa que él no le permite a sus entrevistados y mucho menos a sus contertulios.

EC – Yo advertí que era un mal entrevistado, ustedes insistieron.

RC – Martín, tú preguntabas hoy si esto era una escuela de periodismo y yo debo admitir que todo lo que sé, si algo sé, lo aprendí en esta escuela. Pero fue durísima la enseñanza, de manera que darme esta oportunidad significa una pequeña venganza. Si bien todos conocemos a Emiliano como un hombre que al aire suena siempre de determinada manera, con un profesionalismo fenomenal, yo sé de inconvenientes que han surgido y que él pasa olímpicamente por alto en el sentido de que no se le nota, al punto de que yo, que estoy por fuera, muchas veces no lo noto. Entonces mi pregunta es: ¿qué cosas realmente te sacan de quicio en una entrevista o te pueden llegar a enojar?

EC – Ponemos la tanda, pienso la respuesta y volvemos.


***

EC - ¿Qué dicen los oyentes, Juan Andrés?

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Arrancan exactamente por lo que acabas de hacer. Ricardo de Florida dice: "El entrevistado no puede mandar a la tanda".

ML – Tiene razón el coterráneo.

EC – Pasa que Martín se distrajo y yo aproveché.

JAE – Me parece interesante, porque yo, que conozco el mundo de Sarandí y la audiencia, creo que la rigurosidad que planteaba recién Emiliano se refleja en los oyentes que, como éste, la exigen. Y ahora con la tecnología eso es inmediato.

La lista de saludos, felicitaciones, referencias y recuerdos es larguísima. Me quedaría con dos mensajes que llegan al muro de En Perspectiva en Facebook. Por ejemplo Lalo, que dice que "desde hace 25 años, desde la época de la Emisora Del Palacio, gracias por estar de ese lado acompañando mis mañanas. En aquella época aprontaba el mate, prendía la radio, anclada en Emisora del Palacio, revisaba los apuntes de la EDA y me iba a trabajar. Era soltero, vivía con mis padres y me estaba acercando a la hermana de un amigo, que hoy es mi esposa. Tengo tres hijos, ya no estudio, pero sigo aprontando el mate prendiendo la radio, hoy anclada a El Espectador. Desde siempre Emiliano me pone al día y me sigue abriendo la cabeza".

Gracias a la tecnología también se puede leer mensajes que llegan de afuera. Por ejemplo el de Amalia, que desde Canarias manda saludos a Emiliano: "Un abrazo muy fuerte, hace 25 años supimos navegar juntos, después los vientos nos separaron pero solo físicamente. Daniel y Amalia desde Canarias".

EC – Aprovecho para mandarles un abrazo grande a Daniel y a Amalia, a quienes por supuesto recuerdo perfectamente.

ML – Ya que estamos con los mensajes, me voy a apoyar en Javier de Palermo, porque era una de las preguntas que también se me había ocurrido trasladarte. Javier dice: "¿Por qué Emiliano nunca hizo TV?". Yo voy a corregir, creo que hubo una experiencia televisiva, un ciclo de programas, pero quedó ahí. Has tenido ofrecimientos de televisión.

EC – Sí, aquella fue una experiencia muy puntual que hicimos con el grupo Innomedia, que editaba la revista Tres y que se proponía también realizar productos de televisión y de radio. Nos planteamos un ciclo de entrevistas a personalidades de la política internacional yendo a buscarlos en sus lugares, en sus respectivos ámbitos. Fue una experiencia interesante pero que terminó desbarrancando, porque no era nada fácil insertarse desde Uruguay en las agendas de esos líderes políticos.

De todos modos fue un aprendizaje que valió la pena pero que además me permitió comprobar que no es sencillo hacer este programa de radio todos los días de lunes a viernes y sumar otra tarea. Hubo una época en la que lo hice, eran las épocas en las que teníamos que consolidar e implantar En Perspectiva. Pero en la medida que lo fuimos complicando tanto, en la medida que incorporamos sistemas de trabajo y de producción tan exigentes, no queda mucho tiempo. Es muy difícil agregarle un programa de televisión una vez por semana o más, por ejemplo.

ML – Tú te consideras lisa y llanamente un hombre de radio, si es que se puede decir que hay hombres de radio, hombres de televisión, etc.

EC - Sí, eso es lo que sé hacer y en lo que me he especializado. Ese es otro detalle, hacer televisión implicaría que yo me metiera en un terreno que no conozco. De hecho me metí en esos dos programas que salieron, pero es evidente que yo no conozco los códigos de ese medio y que no necesariamente las cosas salieron como debe ser o como corresponde. Tendría que haber toda otra etapa de aprendizaje para eso.

ML – Yo he escuchado que sos blanco, que sos frenteamplista, que sos colorado. ¿Cómo te manejas con lo que se puede sostener es tu filiación política, si es que la tenés?

EC – Me divierto mucho.

ML – Por ejemplo, ¿en las elecciones votas algún partido?

EC – Sí, claro, voto, pero nunca voy a decir a quién. También debo decir –y es lo único que puedo agregar en esto– que el propio trabajo periodístico, con estos criterios tan firmes de independencia que hemos manejado en estos años, me tiró abajo muchos esquemas, y por lo tanto me convirtió en un ciudadano más libre de lo que era cuando empecé en esto.

ML - ¿Incluso los familiares? Te lo pregunto por lo que se conoce de la filosofía política de tu padre, e incluso de tus comienzos en el periodismo vinculado a medios de izquierda.

EC – Sí, es así. Cuando preparamos temas para el programa yo aprendo mucho. Y una de las cosas que ocurre en ese estudio para una entrevista, para un informe, es que muchas veces yo dejo por el camino ideas preconcebidas que tenía. Eso pasa todo el tiempo y por lo tanto también ha cambiado mi cabeza desde el punto de vista político. Yo me muevo hoy, como ciudadano, con mucha independencia. Es así.

ML – ¿No te llega eso de que eventualmente podés ser un operador? Supongo que lo has escuchado.

EC – Sí, lo he escuchado, pero por suerte lo he escuchado con interpretaciones de signo distinto. En algunas épocas he sido operador de tal partido, en otras épocas fui operador de otro. Por eso te diría que la reacción que me provocan esas especulaciones es la de la sonrisa. Y te diría que hasta la de la satisfacción, porque como muchas veces las elucubraciones son tan cruzadas podría concluirse que estamos haciendo las cosas bien.

RC – Una aclaración, y esta es la de la cocina: no pocas veces dentro del equipo hemos intentado hasta apostar a ver quién puede adivinar cuál puede ser la tendencia política de Emiliano. Y a lo largo de estos años no lo hemos logrado nunca. Así que ni quienes trabajamos con él hoy nos animaríamos a esa afirmación.

JAE – Tampoco el equipo de fútbol...

RC - ...No, en eso tengo mis sospechas...

ML – ...Es de Defensor.

EC – No, estás con los papeles atrasados. Durante muchos años fui hincha de Peñarol, desde chico. En mi casa esa era la preferencia, tanto de mi padre como de mis hermanos. Mi madre no, mi madre es de Nacional. Pero fui hincha de Peñarol, disfruté y padecí resultados de Peñarol.

Después hubo un momento en que el fútbol dejó de interesarme por completo. Yo no sé si tuvo que ver con el hecho de que yo tuve que dejar de jugar al fútbol cuando mi miopía creció mucho y yo no me llevaba bien con los lentes de contacto; no sé si por el hecho de no jugar al fútbol y quizás también por algunas malas épocas de Peñarol el fútbol dejó de interesarme.

Después me entusiasmó mucho Defensor, cuando logró salir campeón y produjo el sacudón que produjo en el fútbol uruguayo. Pero nunca terminé siendo ni socio ni hincha ferviente.

Y lo que terminó ocurriendo en los últimos años es que debido al fanatismo de Felipe, uno de mis hijos, por Danubio termino yendo mucho a ver a Danubio. Y a esta altura podría decirse que ando muy cerca de ser hincha. Estoy muy compenetrado con la forma como Felipe vive los campeonatos, los partidos, los resultados, me termina contagiando a mí.

JAE – O sea, un pastelero. (Risas)

RC – Un pastelero, así se llamaba.

JAE – Martín, no dejes que se escurra, no contestó la pregunta de Rosario de qué es lo que lo enerva en una entrevista, qué lo saca de quicio.

EC – Bueno, las entrevistas tienen muchas situaciones complicadas pero...

RC - ...En general, sin nombres, no importa.

EC – Como ustedes mencionaron, hay un problema en las entrevistas en vivo en una radio que es la lucha contra el tiempo, el tratar de que en el tiempo disponible se pueda abordar los asuntos que tenemos que abordar y que el entrevistado responda lo que queremos que responda. Entonces, la extensión de las respuestas es un problema.

Pero diría que lo que más me enerva, si tengo que contestar así tan puntualmente, es el entrevistado larguero pero que además se va por las ramas. Hay un tipo de entrevistado que no cierra nunca una frase, que cuando uno cree que está por llegar al punto, y por lo tanto va a estar dada la oportunidad para cortar y meter la pregunta siguiente, hace una vuelta, hace un malabarismo raro, y agrega otra idea, mete otro tema. Y cuando está por llegar a otro punto tampoco lo mete y vuelve a abrir otra rama. Ese tipo de entrevistado es el más difícil, porque el entrevistador a su vez se siente ante el brete de cortarlo o dejarlo seguir. Quizás si lo deja seguir responda algo que valga la pena. Se supone que el hombre está haciendo un cierto desarrollo, que incluso a sus seguidores por ejemplo puede interesarles. Pero eso que está haciendo es absolutamente incompatible con el diálogo que estamos teniendo. Y resulta que si uno lo corta también ocurre que aparecen oyentes que dicen "pero no deja hablar a la gente". ¿Cómo que no dejo hablar? Hace cinco minutos que está hablando pero no termina, no redondea y me sigue abriendo ventanas. Esa es una situación muy complicada.

***

EC – Volvemos a los oyentes, ¿qué encontraron ahí en la bandeja?

JAE – En este mar de saludos, de felicitaciones, de referencias puntuales, encontramos una aclaración. Hay un oyente que dice que Julián Cabrera en realidad es de Florida, no de Flores. Esto tiene que ver con lo que decíamos hace un rato: cuando hay un error, que es natural porque somos seres humanos, tenemos la colaboración inmediata de la audiencia que hace la precisión para que esto salga perfecto.

RC – Más allá –y esto también es una aclaración– de que a Emiliano le fastidia mucho equivocarse. Dentro de lo que es el rigor que nos exige a los demás, el autorigor es aún más duro que con el resto del equipo.

EC – Tiene toda la razón la señora. Pero aprovecho, y no es demagogia, para agregar algo a lo que decías sobre los oyentes y sus aportes: son fundamentales y nos ayudan mucho. Francamente es una tranquilidad saber que tenemos, en cualquier tema que toquemos, muchos oyentes que conocen de cerca ese tema. Es un problema también, porque nos obliga mucho a nosotros. Pero permite que cuando hay errores los podamos corregir de inmediato, o que cuando hay algo que no percibimos –una faceta un detalle del que no nos dimos cuenta– eso aparezca también aportado desde la audiencia. Es fundamental.

ML – Si me permitís una acotación y un paréntesis en la entrevista, la radio históricamente tiene un vínculo muy llano, muy directo con el oyente. Yo recuerdo en la época de los informativos de El Espectador, cuando yo recién ingresé a la radio, allá por el 84, que existía un formato que se llamaba "El oyente corresponsal de El Espectador". Allí surgían noticias que no aparecían en ningún otro medio y que la propia audiencia las volcaba como cosa trascendente.

EC - Eso se facilitó mucho en los últimos años con los mensajes de texto y el correo electrónico. Permanentemente estamos dando noticias de las que nos enteramos gracias a uno, dos o tres oyentes que mandan un mensaje de texto, por ejemplo.

***

EC – ¿Qué más dicen los oyentes?

RC – Por lo pronto, hay uno que propone que entrevistes más mujeres porque hablan mucho más corto, son mucho más concisas y no se van por las ramas, así que te facilitarían la entrevista, ¿no?

EC – Podríamos pensarlo. Es una buena sugerencia.


***

ML – Ahora sí, un gran ejercicio de poder de síntesis, Emiliano. Dos preguntas para el final. La primera: he escuchado en rueda de colegas que En Perspectiva, o el tipo de programa que hacés, de alguna forma va quedando fuera de tiempo. ¿Vos sentís que vas actualizando el programa, acompañando la evolución de la dinámica del periodismo?

EC – Yo creo que sí y cualquiera que haga un poco de memoria y repase la evolución de En Perspectiva notará lo que han sido los cambios, lo que han sido las adaptaciones. Hasta en la forma de comunicación, en los formatos. Incluso lo que han sido los cambios hasta en mí mismo como conductor del programa, yo supe ser mucho más duro y acartonado de lo que soy hoy. De todos modos...

ML - ...Ahora, tenés una competencia con generaciones más jóvenes en la mañana.

EC – Sí. De todos modos, este es un tipo de programa periodístico que tiene límites, que se ha fijado a sí mismo límites en cuanto a las concesiones que está dispuesto a hacer a cambio de la captación de determinados tipos de públicos. Este programa tiene un marco, y ese marco es perfectamente compatible con tendencias de la radio periodística en el mundo de hoy. Si algo de positivo tiene el estallido de los medios de comunicación de los últimos años es que hay opciones para los distintos gustos. Mi convicción es que hay un tipo de público que por su interés en el seguimiento de la actualidad, por su cabeza abierta, por su disposición a atender los cambios que se están dando en la política, en la economía, en la sociedad, en el mundo, precisa un programa de este tipo. Es a ese público al que apuntamos.

ML – Que no necesariamente es un público montevideano.

EC – No, no necesariamente. Por suerte esa misma bandeja de mensajes de texto y correos electrónicos que tú estás viendo tiene un altísimo porcentaje de mensajes provenientes de oyentes del interior. Y por supuesto también tenemos a los oyentes de afuera, que es otra dimensión de nuestro alcance.

ML – Emiliano, hemos cumplido con el horario, no sé si con el contenido de esta entrevista. Un profundo agradecimiento a los compañeros de El Espectador, sobre todo de la producción, que realmente me han honrado con esta distinción de entrevistar, por primera vez en la historia de En Perspectiva, a Emiliano Cotelo, cambiando su rol de toda la vida.

RC – ¿Cómo se habrá sentido Emiliano? Porque la condición era que nadie le iba a decir una palabra sobre lo que le íbamos a preguntar. Y le dijimos que no se podía ni siquiera tomar un minuto para responder.

JAE – Sí, en algunas se pasó del minuto...

EC – Me pasé sí...

RC - ...Se pasó pero no en el silencio, porque hubo quien señaló que se tomaba un minuto de silencio.

EC - ¿Quién dijo eso?

RC – Creo que fue una entrevistadora de prensa escrita.

EC – Claro, cuando es una entrevista en prensa probablemente uno se tome algún tiempo más. Pero hice un esfuerzo y hubo varias respuestas muy breves, creo. Después vamos a cronometrar.

JAE – Hay tantos mensajes que los vamos a tener que publicar en Espectador.com. También están en el muro de Facebook. De repente alguno de los mensajes son preguntas que merecen una respuesta, tal como ocurre con los entrevistados habituales cuando aparecen este tipo de fenómenos...

RC - ...A quienes él compromete al aire a que respondan, por lo tanto tú estás haciendo lo mismo.

JAE – Exactamente, y corro el riesgo que después en la reunión de producción me diga "¿cómo me metiste en este brete?".

EC – En el especial de los 25 años hay una sección que se llama "Querías saber..." y allí ya hemos contestado unas cuantas preguntas de los oyentes. Ese canal sigue abierto y quizás en ese mismo lugar podamos dar respuesta a estas preguntas. Espero que no sean 200, pero haremos lo posible.

JAE – No llegan a tanto, pero...

RC – Y no pocas son comprometedoras.


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EC – Martín, gracias por acompañarnos en estos minutos, pero no te vayas. Quedate porque ahora vienen otros amigos a ocupar esta mesa y tu lugar aquí está asegurado.

JAE – Y el tuyo también, porque ahora volvés a tu silla habitual.

EC - Vuelvo para la silla que ahora está ocupando Martín.


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Vea el video de la entrevista

Escuche la Tertulia conmemorando los 25 años de En Perspectiva


(La transcripción completa estará disponible en el correr de los próximos días).