"No podía estar más de 30 minutos o una hora sin cocaína y la llevaba a los aviones" aseguró la cantante de 21 años y jurado de X Factor. Contó que llevaba su dosis de contrabando en los aviones, esperaba a que todos durmieran en la primera clase y consumía.  

Demi confiesa que fue muy buena ocultando su enfermedad y que además sabía cómo manipular a la gente que la rodeaba: "Soy muy, muy buena manipulando a la gente y eso fue algo que hice durante mi enfermedad. Había veces que continuaba mintiendo, así que todo parecía bien desde afuera".

Su adicción también llevaba aparejada problemas con el alcohol. Contó que cuando iba a los aeropuertos, llenaba una botella de Sprite con vodka para que no la descubrieran.

Estos problemas se suman a trastornos alimenticios. "Empecé a comer compulsivamente, podía cocinar galletas y luego comerme todo. Pasé de eso a sentirme infeliz con mi cuerpo. Pasé a matarme de hambre y luego vomitar... me di cuenta que si no paraba eso moriría" indicó la cantante.

"Tenía toda la ayuda del mundo, pero yo no la quería", admitió Lovato, que finalmente comenzó un tratamiento de rehabilitación en 2010.

Foto: EFE