El verdadero Lobo de Wall Street está molesto con Leonardo DiCaprio

Jordan Belfort, el hombre que inspiró la película de Martin Scorsese "El lobo de Wall Street está profundamente disgustado con el actor que lo personificó en la película, Leonardo DiCaprio, pues asegura que no le devuelve sus llamadas a pesar de que prometió ayudarle a conseguir una carrera en el cine.
De acuerdo al portal ShowBiz Spy, Belfort afirma que pasó incontables horas con Di Caprio ayudándole a prepararse para el papel, y a cambio, el actor "no ha hecho absolutamente nada".
"Se muere por mejor sus habilidades interpretativas y pensó que si era bueno con Leo, Leo lo sería con él", sostiene.
DiCaprio habría prometido dar consejos y sugerencias a Belfort pero éste no ha podido contactarse con el actor una vez que la película fue estrenada, según ShowBiz Spy.
El lobo de Wall Street afirma sentirse utilizado.
Belfort ha escrito dos libros autobiográficos, "The Wolf of Wall Street" y "Catching the Wolf of Wall Street", traducidos a 18 idiomas y publicados en más de 40 países. La película de Scorsese se basa en estos libros.
Belfort comenzó su carrera como corredor de bolsa en LF Rothschild, quebrada en 1988.
En la década de 1990, fundó, junto a Danny Porush, la firma de corretaje Stratton Oakmont, empresa que funcionaba como una boiler room que vendía acciones a centavo y estafaba acciones fraudulentas a los inversores.
Durante sus años como presidente de Stratton, Belfort llevó un convulso estilo de vida, con continuas fiestas y una fuerte adicción a las drogas, destacando la Metacualona.
Stratton Oakmont llegó a emplear a más de 1000 corredores de bolsa y participó en la emisión de nuevas acciones por valor de más de 1000 millones de dólares de unas 35 empresas, incluyendo una OPV fraudulenta de la empresa de calzado Steve Madden Ltd.
El regulador financiero y Securities Commissioner por Alabama, Joseph Borg, formó un grupo de trabajo multi-estatal que llevó al procesamiento de Stratton después de que su oficina recibiera continuas quejas de clientes de la firma.
Belfort fue acusado en 1998 de fraude de valores, lavado de dinero y manipulación del mercado de valores. Tras colaborar con el FBI, fue encarcelado en una prisión federal durante 22 meses condenado por Pump and dump, lo que se tradujo en una pérdida de 200 millones de dólares para los inversores. Belfort tuvo que indemnizar con 110,4 millones a sus antiguos clientes.
Belfort conoció en la cárcel a Tommy Chong, quien lo animó a escribir sus historias y publicarlas.
Desde el año 2013, Jordan Belfort reside en Manhattan Beach, una pequeña ciudad del condado de Los Ángeles, California. Con motivo del estreno de la película "El lobo de Wall Street", la revista Time publicó en enero de 2014, un artículo en el que informaba que a pesar de lo aparentemente inverosímil de algunos sucesos narrados en la película, todos ellos son mencionados y contrastados por Belfort en sus memorias.
El más increíble es la escena en donde se hunde el extraordinario yate, hecho que sucedió tal cual es narrado en la película.
Belfort fue el último propietario del lujoso yate Nadine (rebautizado con ese nombre en honor a su segunda esposa, la modelo británica Nadine Caridi), yate que en un principio fue construido para Coco Chanel.
El yate se hundió frente a la costa este de Cerdeña en junio de 1996. Un grupo de élite de buzos militares italianos pertenecientes al Comando Raggruppamento Subacquei e Incursori Teseo Tesei resctató a todos sus pasajeros y tripulación.
Belfort declaró que el naufragio se debió a su insistencia en zarpar, en contra de los consejos del capitán, que le advirtió de la presencia de fuertes rachas de viento y marejada. El yate resultó hundido cuando una ola rompió la escotilla.
Actualmente, Belfort vive en un piso de tres habitaciones en un área relativamente barata de Los Ángeles. De su época de Wall Street sólo conserva un reloj Bulgari de 9.000 libras. "Las personas tienen derecho a redimirse. He cometido algunos errores terribles. Pero un leopardo puede cambiar sus manchas".