La viuda de Williams no quiere acatar el testamento existente. En dicho documento, se indica que todas las pertenencias del actor deben quedar en manos de sus tres hijos, pero ella pretende quedarse con varios objetos que se encuentran en su casa de Tiburón, California.

Frente al reclamo, los jóvenes declaran que Schneider está "agregando un insulto a una herida terrible";. El pedido de la mujer al juez es que preserve de la herencia los objetos que hay en la casa de Tiburón que compartían, donde sucedió el fatídico hecho.

Dentro de lo que se reclama habría joyas y objetos valiosos relacionados con la carrera de Williams.

Los abogados de los hijos publicaron un comunicado que decía: "Los niños están dolidos por la petición de la esposa que estuvo casada menos de tres años con el señor Williams, porque ha actuado contra los deseos (del actor), desafiando los planes que cuidadosamente había previsto en su testamento".

El representante legal de Susan, James Wagstaffe, afirma que lo único que su cliente pretende es una guía de la Corte para determinar lo que significan algunos terminos del documento.

En relación a su esposo, se encargó de revelar que luchaba contra la depresión y la ansiedad a lo que se le sumó un diagnóstico de Parkinson.

También afirma que él deseaba que ella siguiera viviendo en la mansión de Tiburón, y que a su interpretar, dejaba a sus hijos solamente los objetos de su otra casa en Napa.

"Cualquier otra interpretación significaría que la casa de la señora Williams será despojada mientras ella aún vive allí", declaró su abogado.

Para los hijos el testamento no evidencia límites y la voluntad de su padre parecería ser que ellos se queden con todo sin importar el lugar físico donde se encuentren.

Según parece, Zachary, Zelda y Cody Williams, ya ingresaron a la vivienda de Susan sin su consentimiento y se llevaron algunos objetos.