"La exitosa franquicia de coches hace honor al fallecido Paul Walker con una sólida séptima entrega. (...) Como uno de sus aparentemente indestructibles cochazos, "Rápido y Furioso 7" emerge milagrosamente sin un rasguño", afirmó Scott Foundas en la revista Variety.

El prestigioso periódico británico The Guardian sostiene que todo en esta entrega "es extragrande, desde los actores hasta el metraje dedicado a la destrucción urbana (...) Hay que felicitar a Diesel y compañía por un viaje que consigue ser disfrutable incluso en las peores circunstancias".

En la misma línea y, con ironía John DeFore escribe en The Hollywood Reporter: "Estupendamente estúpida y estúpidamente entretenida (...) Walker, Diesel y compañía lo revientan en su última aventura juntos" .

Sin embargo, el New York Post no es tan benévolo:  "Una despedida emotiva, pero absurda para Paul Walker (...) a pesar de la dirección hábil de James Wan y de un reparto bien dispuesto, el conjunto acaba tambaleándose como un eje estropeado".

"Siempre he disfrutado más del concepto de las películas de 'Rápido y Furioso' más que de su ejecución, pero esta última entrega es la más potente", opinó el crítico Robbie Collin en Telegraph.

"Es la película más grande y más tonta de la franquicia, transformando oficialmente la saga en 'Los Vengadores' con coches de alto rendimiento. Pero ¿cuál es el problema con lo grande y lo tonto?", se pregunta  Jacob Hall en su crónica del New York Daily News.

El exigente Peter Travers de Rolling Stone escribió: "Es la mejor de la saga hasta la fecha, dos horas de pura potencia (...) Los fallos habituales -los saltos en el guión, las actuaciones musculosas, los diálogos twitteros- desaparecen frente a la camadería dentro y fuera de la pantalla".