"Al oeste del fin del mundo": las virtudes de una historia pequeña
En "Al oeste del fin del mundo" el actor uruguayo César Troncoso encarna su primer protagónico en un filme de Pablo Nascimento, director al que fascinó con su rol en "El baño del Papa".
Por Alejandra Volpi
Desde entonces Nascimento lo convocó siempre que pudo para papeles pequeños y por eso también apareció en el largometraje que tuvo estreno en Montevideo en 2009, "En tu nombre";.
No obstante, entre aquella narración sobre las vivencias de una pareja durante la dictadura de Brasil y "Al oeste del fin del mundo"; hay grandes diferencias. Especialmente porque la película recién llegada es la postal de un tiempo detenido, enmarcada en un territorio que representa para algunos un refugio perfecto y para otros una especie de muerte sostenida.
"Al oeste del fin del mundo"; es una alternativa con acento latinoamericano dentro de la cartelera que, aunque ofrece varios títulos argentinos (como "El 5 de Talleres"; y "Tuya";), no deja de anotar sus mayores números de taquilla en las producciones norteamericanas cargadas de efectos especiales. En ese sentido, la historia pequeña de Nascimento se ubica en las antípodas de lo industrialmente rentable: gana el minimalismo, el ritmo lento, casi detenido y hasta repetitivo que puede asociarse –salvando las distancias estéticas y argumentales- a películas icónicas uruguayas como"Gigante";, "25 Watts"; y "Whisky";.
Hay muchos silencios y poca acción, pero incluso cuando en apariencia "no pasa nada";, los procesos internos de los personajes se mimetizan con el árido y desolado paisaje argentino bordeado por la cordillera.
El primer diálogo tarda en llegar. Una puerta se golpea por el viento una y otra vez: la metáfora. Troncoso encarna a un ex militar que combatió en la guerra de las Malvinas y decidió embarcarse en ese exilio voluntario, que lo mantiene a distancia de todo, incluso de su hijo. Dedicado a atender una gasolinera perdida en la ruta de tierra pronto conocerá a una mujer que escapa del maltrato de su marido y que llega azarosamente a la región.
No es el Troncoso de "El baño del Papa";, que conmueve por su intensidad, sino una versión introspectiva que dice más desde lo gestual y en ese desafío, el actor –que ya participó en una decena de filmes brasileños y trabajó para TV Globo- sale muy bien parado.
Es buena la retroalimentación: "Al oeste del fin del mundo"; le permite seguir teniendo presencia en el vecino país mientras que su protagónico es un gancho ineludible para que el público local acuda al cine, no para apoyarlo, porque los uruguayos no suelen hacer esas concesiones, sino por un interés real hacia su trabajo, porque Troncoso es junto con Daniel Hendler, el actor local con mayor proyección internacional. Vale la pena seguir su carrera.
Vea el trailer de "Al oeste del fin del mundo";