El 24 de noviembre de 1991, al otro día de haber confirmado que padecía Sida, Freddie Mercury falleció en Londres a consecuencia de una bronconeumonía, a los 45 años de edad.

"Deseo confirmar que he dado positivo en las pruebas del virus y que tengo el sida. Es hora de que mis amigos y mis fans en todo el mundo conozcan la verdad, y deseo que todos se unan a mí, a mis médicos y a todos los que padecen esta terrible enfermedad para luchar contra ella", expresó Mercury luego de que circularan especulaciones sobre su estado de salud.

Tras su muerte, fueron otorgados numerosos reconocimientos en su memoria. En una encuesta realizada por Blender y MTV2, Mercury fue nombrado como el mejor cantante masculino de todos los tiempos. La revista Time Asia, lo consideró como uno de los héroes asiáticos más influyentes de los últimos 60 años. Classic Rock lo consideró el mejor cantante de la historia, y la revista Rolling Stone lo ubicó en el puesto número 18 dentro de los 100 mejores cantantes de todos los tiempos.

Dentro de sus mayores éxitos se encuentran: "Somebody to love", "Don’t stop me now", "Bohemian Rhapsody", y "We Are The Champions", entre otros.

Vendió más de 300 millones de discos, la mayor parte de ellos después de su muerte.

Se destacó por sus particulares movimientos arriba del escenario y por el excéntrico vestuario que usaba en sus shows. Fue un revolucionario de la música en los años 70 y 80.

Además de sus memorables canciones, decenas de frases dichas por el cantante se recuerdan hoy como fieles descriptoras de su esencia.

"No me importa morir mañana. He vivido, en toda la extensión de la palabra".

"No seré una estrella de rock. Seré una leyenda".

"¿Quién quiere vivir por siempre?".

"Mis dientes... no me gusta que sean tan prominentes. Me los quiero arreglar, pero no tengo tiempo. Por lo demás, soy perfecto".

"'We Are The Champions' ha sido adoptada por los hinchas de fútbol porque es una canción de vencedores. No imagino a nadie que escriba una nueva canción que pueda sustituirla".