Tras hacerse público que el corazón de Nicole Scherzinger volvía a estar ocupado tras su ruptura con Lewis Hamilton, por el tenista Grigor Dimitrov para ser exactos, resultaba inevitable que a la cantante de 38 años comenzaran a preguntarle cuándo se iba a animar a debutar en la maternidad. Sin embargo, ella ahora no siente ninguna necesidad de tener hijos porque le basta con cuidar a los niños de su familia para aplacar su instinto maternal.

"La verdad es que no", confesó la cantante a la revista OK! cuando le preguntaron si tenía ganas de convertirse en madre. "Tengo la familia más grande que te puedas imaginar en Hawái y no paran de tener más y más niños cada día. Ya me llegará a mí el turno cuando sea el momento".

Aunque actualmente esté plenamente centrada en su carrera profesional para construir un legado que inspire a generaciones futuras, Nicole sigue teniendo en mente pasar por el altar y formar su propia familia algún día.

"Siento que Dios me ha puesto en esta tierra para crear algo realmente especial y compartir los dones que me ha dado, bien sea haciendo música o ayudando a otros. Ahora mismo quiero actuar con cabeza y tomarme mi tiempo para preparar mi próximo proyecto y mi música, porque quiero que transmita un mensaje importante que resista el paso del tiempo. Pero tengo muchas ganas de casarme y tener hijos, por supuesto, sería maravilloso", aseguró.

Pese a que la artista se resiste a concretar si esos planes de futuro incluyen a su actual novio, resulta más que evidente que su relación se ha consolidado hasta el punto de que Nicole ya accede a mencionarle en sus apariciones públicas, aunque sea de manera vaga, para confirmar que ambos son la viva imagen de la estabilidad.

"Ya llevamos juntos un tiempo considerable, así que estoy disfrutando del momento y me siento muy feliz", reconoce Nicole, que parece haber encontrado por fin junto al tenista el equilibrio que durante tanto tiempo había anhelado.

"Me perdí el tener una vida normal debido a mi trabajo, porque poner todo tu tiempo, tu corazón, todo, en un trabajo supone un gran sacrificio. Tus relaciones personales se resienten".