El cantante Bobby Brown, exmarido de la malograda Whitney Houston y padre de la también fallecida Bobbi Kristina, la única hija que tuvo con la legendaria cantante, asegura haber dejado definitivamente atrás su turbulento pasado con el alcohol y los estupefacientes al haberse rehabilitado completamente por medio de varias estancias en prisión, hasta el punto de que no duda en atribuir a la rigidez del sistema penitenciario la fuerza de voluntad que le ha llevado a redimirse.

"Está claro que la cárcel hizo que dejara de drogarme, y como está claro que no quiero volver a estar encarcelado, jamás volveré a pasar por todo eso, nunca más. No estoy dispuesto a poner en riesgo mi libertad y mi vida", asegura el músico en una sincera entrevista al programa de televisión del famoso Dr. Oz.

Pero al polémico artista no le preocupan tanto las consecuencias personales que podrían derivarse de una nueva condena como el sufrimiento que esta pueda infligir en sus hijos -Landon (30), LaPrincia (26), Bobby (24), Cassius (7) y Bodhi (15 meses)-, teniendo en cuenta que en los últimos tiempos Bobby Brown ha hecho todo lo posible por convertirse en un buen ejemplo para ellos y por demostrarles que la vida siempre da segundas oportunidades.

"No podría soportarlo si mis hijos tuvieran que verme entre rejas una vez más, no me perdonaría volver a hacerles pasar por algo así. Siempre he sido una persona dispuesta a evolucionar, a ser mejor persona, a enseñar a los míos que, si he sido malo en el pasado, ahora puedo compensarlo tratando de transformarme en la mejor versión posible de mí mismo. Y lo hago por ellos, por mis hijos, ya que directamente no estaría aquí si no fuera por el amor que les tengo", confesó en la misma conversación.

Además de haberle ayudado a poner orden en los diferentes ámbitos de su vida, la decisión de abandonar para siempre el alcohol y otras perjudiciales sustancias ha tenido un impacto muy positivo en su estado de salud y, de paso, en la actitud con la que encara el hecho de haber perdido a su exmujer y a su hija.

"Estoy muy bien, la verdad, tanto a nivel físico como emocional. Evidentemente, sigo pensando en ellas a diario, y este es un proceso de curación que me llevará mucho tiempo completar. Pero me consuelo sabiendo que están en un lugar mejor, que ya no sufren, y me siento agradecido por ello", manifiesta.