Aunque el cantante Justin Bieber no dejó de generar polémica desde que arrancó su exitosa gira mundial 'Purpose World Tour', lo cierto es que en los escasos ratos libres el intérprete se dedica a leer el libro más sagrado del cristianismo para dar un mayor sentido a su existencia y huir de los 'demonios' que a su juicio habitan en la industria discográfica.

"Durante su 'Purpose Tour', Justin aprovecha los momentos de descanso en su camerino para estudiar algunos pasajes de la Biblia, ya que está convencido de que tanto él como su equipo deben aplicar en la vida cotidiana muchas de sus enseñanzas morales. Quiere que todos antepongan a Cristo sobre todas las cosas", indicó una fuente al diario The Sun, antes de ligar el interés del canadiense por la moral cristiana a su lucha contra los vicios que se derivan del mundo del espectáculo.

"Su meta final es la de cambiar la vida de todos aquellos a los que ama y advertirles de los muchos demonios que hay en este negocio", apuntó el mismo informante.

Según su círculo más cercano, el controvertido artista se habría echado a los brazos de la religión para tratar de encauzar su vida y evitar que las tentaciones de su profesión le dirijan irremediablemente a un trágico destino, como le ocurrió a muchos ídolos juveniles que terminaron cayendo ante los peligros de la fama.

"Desde que descubrió a Dios, Justin se transformó por completo y aprendió a tomar decisiones que le convienen a él y a todos los que están a su alrededor. Gracias a su fe encontró la paz interior que necesitaba y la sensatez que le llevará a seguir por el buen camino. No quiere terminar desviándose de lo correcto como le pasó a otras celebridades, está haciendo todo lo posible por ser feliz y hacer feliz a los demás", explicó el informante.