La cantante Beyoncé fue demandada por el artista Dwayne Walker, encargado de crear en el año 1995 el símbolo del sello discográfico del rapero Jay Z, el marido de la popular intérprete, por mostrar el logo de la citada compañía, 'Roc-A-Fella', en una grabación promocional del videoclip de su sencillo 'Drunk In Love' del año 2013.

En la declaración facilitada al juzgado que tendrá que investigar el caso, obtenida por el portal de noticias TMZ, el diseñador gráfico aseguró además que, como consecuencia del uso indebido de su creación, en ningún momento recibió los rendimientos económicos que le corresponderían en relación con los derechos de autor del producto, exigiendo por ello que el mencionado vídeo sea retirado de las plataformas en las que está disponible y que la intérprete le indemnice con un porcentaje de los beneficios que generó el sencillo.

De esta forma, Walker reorientó hacia Beyoncé el litigio judicial que inició el pasado mes de setiembre contra el famoso rapero por razones similares, reclamando unos 7 millones de dólares al músico, a su socio Damon Dash y a la distribuidora Universal Music Group por el uso comercial que habían hecho en los últimos 20 años del polémico logotipo y del que, según su versión de los hechos, él se habría quedado injustamente al margen.

Teniendo en cuenta que su primera reclamación por la vía legal fue desestimada al no contar, según el magistrado, con pruebas suficientes que justifiquen su derecho a ser recompensado continuamente por su trabajo creativo, ahora los abogados del artista elaboraron una nueva estrategia que implica directamente a la artista y que se basa en la aparición, durante escasos segundos, del símbolo de 'Roc-A-Nation' tanto en los créditos del tráiler promocional como en uno de los colgantes de diamantes que Jay Z luce en el famoso videoclip. Bang Showbiz