Espectáculos

Los objetos que emocionaron e inspiraron a Matisse se exponen en Londres

Los objetos que emocionaron e inspiraron a Matisse se exponen en Londres

A Matisse no le seducían los materiales valiosos sino objetos que, por algún motivo y en un momento concreto, le emocionaban o sorprendían. Muchos de ellos, además de en su casa, acabaron retratados en sus obras y, como fuentes de esa inspiración, protagonizan una exposición en Londres.

La muestra "Matisse, en el estudio", que estará abierta al publico en la Real Academia de las Artes de Londres desde el 5 de agosto hasta el 12 de noviembre, "revela cómo era Matisse como artista y nos ofrece lo extraordinario que había en su mente", según declaró a los medios Ann Dumas, una de las comisarias de la muestra.

"Matisse no coleccionó materiales valiosos sino objetos que de manera espontánea vio en un momento en el que estaba emocionado, quizás en un mercado, y otros ni siquiera sabemos de dónde los sacó", señaló Dumas, para precisar que el artista "siempre vivió rodeado de estos artículos" en su estudio.

La recopilación, que se considera la primera que exhibe los objetos personales del artista francés Henri Matisse (1869-1954) en Europa, recoge 35 piezas junto alrededor de 65 pinturas, esculturas y otros dibujos.

Entre los objetos destacados, está una silla de estilo veneciano que, según la comisaria, "cautivó a Matisse" por su peculiar forma, compuesta por una concha de plata y una especie de delfines como reposabrazos.

Después de comprar la silla, Matisse dijo que fue "el objeto que más anheló durante años", tal y como recordó la comisaria.

Entre las curiosidades de los cuadros que representan este asiento, Dumas destacó "lo diferente que es la pintura a lo que es la silla en realidad", ya que en la obra dibujó unas flores y escribió sus iniciales, cambiando totalmente su imagen.

También resalta un vaso verde de cristal que compró en España en 1911 y el cual pintó en dos de sus cuadros, y una olla para hacer chocolate que le dieron al artista francés como regalo de boda.

Una de las galerías está dedicada a la colección de esculturas africanas, que le ofrecieron al artista fauvista una nueva perspectiva en el arte occidental para retratar la figura humana, principalmente el desnudo femenino.

"Diseñar era más importante que crear formas realistas", comentó otra de las comisarias, Helen Burnham, quien añadió que estos artículos fueron "muy importantes en un momento donde la representación del cuerpo estaba cambiando".

De esta galería, llama la atención la escultura "Two women", creada a partir de una fotografía de la revista francesa "L'Humanité féminine", que muestra dos chicas identificadas como tuareg, del pueblo bereber del norte de África.

Según Burnham, la escultura de Matisse trata de "hacer una exploración de la sexualidad" porque al observar la obra desde una perspectiva determinada "puede verse a un hombre o a una mujer"

La habitación destinada a los retratos indaga en cómo el pintor francés transmitió a través de sus creaciones, las ideas y tradiciones sin tener que recurrir a la semejanza física.

El más llamativo es su cuadro "Marguerite", que representa a su hija y es una de las pocas obras de la exposición que no pertenecen al artista, ya que fue un cuadro que el francés le dio al pintor español Pablo Picasso en un intercambio de regalos.

Asimismo, la muestra recoge algunos artículos de la cultura y del arte islámico que Matisse pintó en muchos de sus cuadros y que siempre estuvieron presentes en su estudio.

"Matisse estaba entusiasmado con el norte de África después de visitar Marruecos y Argelia, con su cultura y con el arte procedente del islam", recalcó Dumas, y sostuvo que estas creaciones le "ofrecieron otro punto de vista más en la representación del arte occidental".

En la parte final de la exposición destacan las obras de Matisse sobre la simplificación del lenguaje y los signos, y en ella resalta un cuadro negro y dorado con caracteres chinos, que puede verse en algunas de las fotografías en las que él aparece retratado en su estudio. EFE