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"Totem", el nuevo viaje hipnótico del Circo del Sol, aterriza en Europa

"Totem", el nuevo viaje hipnótico del Circo del Sol, aterriza en Europa

Después de dos años, el Circo del Sol vuelve a hiptnotizar en Europa con "Totem", un viaje al origen de la humanidad, desde los anfibios a los deseos del hombre de volar, cargado de símbolos y números deslumbrantes en los que también tiene cabida el flamenco.

El espectáculo se estrena este viernes en Bruselas y hará una larga parada en España, en Madrid (10 de noviembre), Sevilla (25 de enero), Barcelona (23 de marzo) y probablemente otras dos ciudades "aún por concretar", dijo el director de la gira Frank Hanselman.

El público se ha rendido ya, en su preestreno europeo, a cada una de las acrobacias que fluyen sobre el escenario, que parecen casi espontáneas, aunque son en realidad fruto de más de diez horas de ensayo diario; y el resultado es impecable, con una precisión técnica abrumadora que cuestiona los propios límites del cuerpo humano.

Quizá ese es precisamente el hilo conductor de "Totem", el espectáculo más simbólico del Circo del Sol, "más temático", según Hanselman, que ha encontrado la inspiración en la tierra natal de la compañía, Québec (Canadá), donde surgió en 1984 gracias a un grupo de circo de calle.

La música, el baile, y el propio título, un tributo a los animales venerados por las tribus indígenas, son "un viaje a los orígenes de Norteamérica", en un constante diálogo de ida y vuelta desde los mitos primitivos hasta nuestros días.

Pero "Totem" es también un viaje por el mundo, que mezcla los tambores de música tradicional africana con la seducción de Bollywood o el flamenco, ritmos que acompañan a los personajes en un colorido y apasionado camino por el planeta.

Neandertales, primates y hombres rana conviven con científicos y hombres trajeados, en una reflexión sobre la especie humana y su interacción con la naturaleza.

Un cromatismo excepcional que sumerge al espectador en los paisajes oníricos de los números, por los que pasan las cuatro estaciones, con seis personajes que, sin hablar casi una sola palabra, narran una historia universal.

En esos números no faltan los ingredientes clásicos del circo: anillas, el diábolo, monociclos, sentido del humor y, como no, un payaso, que hace soltar carcajadas a un espectador boquiabierto.

"Totem" mantiene toda la esencia del Circo del Sol, según Hanselman, para quien la mezcla de "artes circenses, acrobacias, tecnología, música en directo y vestuario son los elementos que hacen único cada espectáculo".

"Siempre intentamos hacer algo impactante y creo que lo hemos conseguido también en Totem", sostiene, un espectáculo que ha conquistado ya a unos cinco millones de personas desde su estreno en Montréal en 2010.

El trabajo es fruto de un equipo de 118 personas, 46 artistas y otros tantos técnicos, de 28 nacionalidades, una auténtica Torre de Babel que no impide una sincronización perfecta en el escenario; entre los artistas destaca un español, Ale Romero, el director musical, un sevillano que ha colado la guitarra española en escena.

Romero, que soñó con formar parte del Circo del Sol cuando vio un espectáculo en 2004 y lo logró tres años más tarde, apunta entre bambalinas la necesidad de "compenetrarse con todos los movimientos de los actores" y la importancia de estar abierto a la improvisación.

"Cada día surgen necesidades distintas, y es muy importante conocer si un acróbata tiene un pie algo lesionado o si le surge alguna dificultad, para poder reaccionar en el escenario", cuenta el sevillano, que ha viajado ya a 43 países con la compañía.

Esta producción se considera el primer espectáculo "híbrido" del Circo del Sol, pues puede representarse en teatros o bajo una carpa sin necesidad de cambios significativos en los decorados, dominados por una tortuga gigante que representa los orígenes de la vida en la Tierra.

Cada espectáculo del Circo del Sol es un trabajo minucioso que lleva de media dos años de preparación antes de ver la luz, y una entrega absoluta de sus artistas, que se maquillan a sí mismos después de pasar por un entrenamiento en Canadá, una tarea en la que invierten un promedio de una hora antes de saltar cada vez a escena.

Escrito y dirigido por el canadiense Robert Lepage -el segundo espectáculo del Circo del Sol en el que colabora después de "KÀ"- "Totem" conquista por su belleza estética y los cuerpos reversibles de personajes animalizados, con movimientos elegantes y contorsiones imposibles. EFE